2

503 Words
El peso sobre mi disminuyó un poco, pero aun así me era imposible moverme. Una mano grande y humana me tocó la espalda y me embarro algo frío en la nuca. Pude sentir como mi cuerpo se encogía y mi pelaje desaparecía. La transformación se realizaba en contra de mi voluntad y antes de que hubiera terminado, el metamorfo que me había acorralado me volteó bruscamente para que quedara de frente a él. – ¿Qué mierda me untaste? – Grité desesperado. Aun no podía distinguir bien el rostro de mi atacante, puesto que se encontraba a contra luz y mis ojos estaban sufriendo la adaptación de vista lobuna a vista humana. La luz de la luna era débil y unas nubes la cubrían. – Secreto. – Un extraño escalofrío bajó por mi espalda. Había escuchado esa voz sólo una vez con anterioridad. Me volví a revolver debajo de él, buscando desesperado una salida y gimiendo de terror. – Callado. – Una mano grande y fuerte me tapó la boca, cubriendo también mi nariz. Mis ojos lo miraban aterrado y mi visión comenzó a nublarse por las lágrimas que amenazaban con salir. – Tratabas de escapar de mí, eh cachorro. Lo siento, pero parece que será imposible. Ahora estás lejos de tu manada y nadie te podrá salvar. Pero tranquilo, no te haré nada malo. Sólo te dejaré en claro que de mí no podrás escapar. –Levantó su otra mano y la llevó hasta su entrepierna. Fue hasta ese momento que me di cuenta de la asquerosa y enorme erección que tenía. Agité mi cuerpo salvajemente, llorando y jadeando por salir de ahí. Empecé a temblar y pude distinguir una sonrisa petulante en su rostro. – Shhh, tranquilo. Si te portas mal te irá peor. – Cerré los ojos con fuerza, esperando a que me atacara de nuevo. En ese momento estaba realmente arrepentido de haberme ido de casa y de haber sido tan descuidado. No pensé con claridad al haberme escapado y ahora me encontraba debajo de ese hombre asqueroso a punto de ser violado. Mas no pasaba nada. Él no había hecho ningún movimiento ni me había tocado. Abrí mis ojos, temeroso, para encontrarme con el rostro contraído y lleno de placer de aquel hombre. Bajé mi mirada hasta su pene erecto y noté que estaba a punto de estallar. Un gruñido salvaje salió de él al correrse, y sentí su semen caliente caer sobre mi pecho. Se movió rápido y acercó su m*****o a mi rostro, embarrándome lo que quedaba de su esencia. Me sentí repugnante y usado. Su aroma estaba impregnado en mí y comprendí, horrorizado, lo que me había hecho. – Espero con esto aprendas, cachorro. Nos vemos luego. – Mi cuerpo se sintió libre de su peso y sólo pude escuchar como el aire se cortaba ante su transformación. Oí ligeramente como se alejaba corriendo y espere unos segundos para echarme a llorar. Lloraba de rabia, enojo, asco, impotencia; ese hombre me había manchado. Me había vuelto de él. Estaba perdido.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD