Capitulo 7

4233 Words
Sakura Tanto Renata como Monica han venido, la primera verdaderamente desconcertada al verme y la segunda pidiéndome que pare, que olvide aquello pero esta vez ni las palabras de Monica logran sacarme de aquello, de aquel mar de recuerdos que se niegan a secarse y quedar en el olvido, sé que debo parecer una completa loca pues prácticamente lo estoy, no sé porque estoy llorando en realidad creí haber superado todo aquello pero no fue así aún existía dolor y tenía miedo, claro como no tenerlo, no quería salir lastimada de nuevo, no quería que jugaran de nuevo conmigo. Me dejo caer poco a poco recargada en una de las paredes de mi oficina, lo mejor sería dejar todo atrás y seguir como antes pero porque la simple idea de perder a Sebastian dolia tanto -Sebastian-digo en un susurro y entonces pasa lo que menos hubiera esperado, como si con eso lo hubiera invocado, y es que comienzo a sentir siento una mano, una mano de la cual ya estoy familiarizada con su tacto, siento como aparta mi cabello de mi cara, como me toma de la barbilla para que pueda mirarlo directo a los ojos y por último siento como la mano de Sebastian limpia aquellas lagrimas que surcan mi rostro y es el, solo el que con aquel simple gesto hace que todos aquellos recuerdos se vayan al olvido… Sebastian No entendí la actitud de Sakura, habíamos tenido un día magnifico, por fin estaba conociendo a la verdadera Sakura aquella que supe que era desde la vez que la vi en el funeral pero así de rápido paso eso y regreso la Sakura fría que también me gustaba pero que no era feliz, no quise seguir cuestionándola pues sabía que si seguía las cosas podían salir mal y sin más la deje tranquila aunque estaba preocupado por ella y aunque me confundió con Monica me sirvió escuchar su voz, supe que ella estaría desde muy temprano en la oficina y deseaba verla, hablar con ella saber qué es lo que le pasaba, su semblante lucia pálido, agobiado y quise abrazarla y decirle que yo la cuidaría siempre pero al verme salió corriendo, no quise presionarla, no cuando vi a Renata su secretaria salir prácticamente corriendo en busca de Monica, no cuando ella le dijo que tenía que parar y olvidar, no hasta que al pasar por su oficina y entrar la vi, sentada en el suelo con la cabeza gacha y al vería así todo se fue a la goma, no me importaba que terminara con todo esto después de lo que estaba a punto de hacer pero no soportaba verla de aquella manera y sin pensarlo llegue hasta su lado limpiar aquellas lagrimas que surcan su bello rostro, ella me mira y quizás este loco pero veía cierta felicidad en aquellos ojos cuando me miraron. -Estas aquí- me dijo en un susurro. Yo solo asentí. Sakura Siento mis ojos arder, incluso diría que están tan hinchados que luzco como un monstruo, aunque claro no poder comprobar esta teoría, bueno no por ahora ya que me encuentro aun siendo abrazada por Sebastian aunque claro está ya no nos encontramos en el suelo sino más bien en el sillón, el me abraza fuertemente como si su vida dependiera de eso y yo, yo debo admitir que no quiero alejarme de su lado. No recuerdo exactamente en qué momento pasamos del suelo al sillón, o como había terminado sentada en sus piernas recargando mi cabeza en su pecho, no sabía nada de eso más sin embargo lo que no podía olvidar y tenía marcado a fuego vivo era lo que me había dicho. “-No me dejes Sebastian- le dije y es que tenía tanto miedo a que él también se fuera, que dejara de importarle y es que apenas entendía que ya no podía vivir sin él. -No lo hare- respondió tomándome entre sus brazos- pero necesito que confíes en mí, déjame curarte Sakura, déjame aliviar todo ese dolor, déjame amarte- concluyo estrechándome aún más y lo comprendí con Sebastian podía inténtalo de nuevo, quizás él había llegado para curarme y enseñarme de nuevo lo que era amar y lo que sentirse amada. “ -Estas mejor?- pregunta rompiendo con aquel silencio. -Si- es lo que logro articular ya que en realidad quisiera decirle tantas cosas pero no soy capaz de decir más que ese simple sí. -Es hora de irnos, te llevare a tu casa- dice y no puedo evitar mirarlo. Su mirada está llena de ternura y quizás estaba loca pero también podía ver amor en esos ojos ámbar que tanto me gustaban, me sonríe, es una sonrisa diferente pero descubro que me gusta, siento su cálida mano rosar mi mejilla y no puedo evitar cerrar mis ojos dejándome llevar por lo que me hace sentir con aquel simple rose. -No quiero ir a casa- digo aun sin abrir los ojos- llévame contigo- agrego y es entonces cuando siento que su caricia para lo cual me obliga abrir los ojos aunque decido tomarme tiempo y es que no quiero estar sola, no quiero estar sin él y si, sé que esto es muy apresurado pero deseo arriesgarme, deseo jugarme todo por él. Sebastian Aun no podía procesar del todo las palabras que Sakura acababa de decir, acaso había escuchado mal o era otro de mis sueños que tenía con ella; simplemente no lo sé, no soy capaz de distinguir pero no es hasta que ella abre sus ojos y me mira, y entonces sé que ella en realidad dijo eso, que en verdad quiere que estemos juntos, no sé si solo sea por esta noche y quizás sonara muy precipitado pero algo me decía que después de escucharla decir esto no la dejaría apartarse de mi lado ni un instante. -Entiendo- la escucho decir- sé que puede ser muy apresurado y comprendo aún más que no quieras más por la forma en la que me he comportado, es solo que…- Pero no la dejo terminar sino que solo me dedico a besarla un beso del cual soy correspondido. -Vámonos- digo al separarnos, ella asiente y toma su bolso, la tomo de la mano y comenzamos nuestro andar. ¿-Mi departamento?- la escucho decir en cuanto llegamos a lo que definitivamente es su apartamento. -Necesitaras algo de ropa- respondo despejando así cualquier duda que tuviera. -No tardo- dice pero antes de salir me mira como esperando que le pidiera acompañarla, lo cual no hago y no porque no quisiera sino porque tenía que esperar que estuviera lista y que fuera ella quien lo pidiera. Mientras la espero no puedo evitar pensar en que es lo que le han hecho a Sakura y quien ha sido el responsable de causarle tanto dolor, sé que ella no me lo diría ni aunque se lo preguntara y claro que no lo haría no quería recordarle aquello que tanto dolor le causa, quizás podría investigar pero con quien, no tenía amigas solo… Y entonces lo supe Monica era la única que podría decirme todo aunque aún no estaba convencido de que así fuera ya que Sakura era su mejor amiga. -Bueno vámonos- la escucho decir y no es hasta ese momento que me doy cuenta que ya está dentro del auto con una maleta no muy grande la cual tomo enseguida y la pongo en la parte trasera. -¿Has traído todo?- pregunto. Ella solo asiente, me mira y sonríe, es todo lo que necesito para comenzar nuestro camino a casa. Me siento algo nervioso y es que no puedo evitarlo, nunca antes había pasado la noche entera con alguien, bueno solo con Sakura en aquella ocasión pero esto era algo diferente esta vez ella iba entrar en mi casa no solo en mi cochera como cuando tuvimos aquel encuentro, era algo diferente algo que marcaría el inicio de nuestra relación. La veo moviéndose en el asiento algo incomoda lo cual me hace pensar que quizás ya no quiera quedarse, sin embargo no dice nada solo permanece sentada mirando por la ventana, aparco el carro justo en frente de la casa y bajo enseguida para abrirle la puerta sin embargo ella se baja sin esperarme, así que bajo su maleta pero ella me la quita enseguida argumentando que ella podía, la dejo y voy directo a la entrada, me hago a un lado para que entre en cuanto abro, y así lo hace, en cuanto prendo la luz comienza a ver todo detalladamente lo cual solo hace que me sienta aún más nervioso. -Casi no has cambiado nada- dice pero sin mirarme y no logro entenderlo en un principio hasta que vuelve hablar- Quizás no me hayas visto o no me recuerdas pero yo estu aquí cuando los padres de Monica murieron- dice. Y lo recuerdo, como no hacerlo si desde aquel momento ella había llamado mi atencion. -Monica ha venido alguna vez desde vives aquí?- cuestiona. -No y no la culpo, esta casa le trae malos recuerdos- Ella asiente y continua aminando hasta las escaleras y yo solo me limito a seguirla. -Quizás si se le hicieran algunos cambios- dice para sí misma acariciando con la mano el barandal de la escalera. -Cuál será mi cuarto?- pregunta en cuanto llegamos al segundo piso y era de suponer a ella aún le costaba y no por el hecho de que esta vez nos hayamos dado una oportunidad en serio todo iba a cambiar tan rápido. -Sígueme- le digo y la conduzco hasta la habitación principal. -¿Esta es mi habitación?- pregunta. -Así es- respondo. -Quizás me equivoque pero tengo la ligera impresión de que esta es más bien tu habitación- dice mirándome y levantando una de sus cejas uno de los gestos que más me gustan de ella. – Sé que te he dicho que no quiero estar sola pero no por eso tenemos que dormir juntos- -Esta es la única habitación que esta lista, y no pretendo despertar a Carlos para que prepare una- digo- yo dormiré en la sala no te preocupes por eso- Ella me mira apenada- yo no quiero causar molestias será mejor que yo duerma en la sala- -No Sakura, tu quédate aquí- -Pero es tu habitación- -Deja de ser tan necia y testaruda – digo y no puedo evitar lanzar una pequeña sonrisa. -Me has llamado testaruda- dice posando sus manos sobre la cintura. -Es lo que eres- digo acercándome hasta ella y tomándola de la cintura, ella sonríe y posa sus brazos sobre mi cuello. Me acerco hasta sus labios sin rosarlos y susurro- Pero si quieres podemos compartir la cochera- digo y me separo de ella dejándola ahí parada perpleja y comienzo mi andar hasta la puerta pero antes de salir me habla. -Sebastian- dice y lo peor que pude haber hecho en ese momento fue mirarla porque en sus ojos pude ver el deseo, se acerca hasta mí, se muerde el labio inferior y luego pasa su lengua de una manera tan excitante- Quizás esta vez te deje estar arriba- dice sin más y en ese momento estoy a punto de besarla sin embargo ella abre la puerta y yo caigo, ella sonríe y esta vez soy yo el que se queda perplejo. -Espero el sillón sea de tu agrado- dice no sin antes darme una almohada y una cobija y sin más ella desaparece tras la puerta. Antes de acostarme no puedo evitar pensar en todo lo que había pasado en el día, había sido un día difícil aunque no había terminado del todo mal, y yo que me había creído un conquistador y en estos momentos no podía dejar de pensar en Sakura y su suculenta y apetitosa boca, sin más decido que lo mejor será dormir pero al acostarme me doy cuenta que el sofá no es tan cómodo como me habían dicho cuando lo compre, demonios esta sería una larga noche. Sakura Me es un poco difícil conciliar el sueño, primeramente porque no me encuentro en mi casa si no en la de Sebastian, segunda había sufrido una crisis y es que había colapsado algo que no me pasaba hace mucho, tercera y más importante yo le había dicho a Sebastián que no me dejara, sinceramente estaba confundida que me estaba pasando? Aunque me daba miedo averiguar que estaba pasando en mi vida solo faltaba que Francisco llegara y ahora si estaría todo perdido. Me quedo divagando unos momentos más antes de quedarme perdidamente dormida. Escucho el golpeteo de una puerta aunque me rehusó abrir los ojos ya que lo único que quiero es seguir durmiendo pero aquel ruido surge de nuevo y sin más decido abrir mis ojos y ver de quien se trata. -Adelante- digo sentándome en la cama. Y por aquella puerta aparece un sujeto más bien un señor algo grande, es delgado, su cabellera ya vislumbra algunas canas, posee un peculiar bigote, sus ojos de un color café claro y que son cubiertos por unas gafas pero al ver su rostro detalladamente me hace pensar que es una persona muy amable. -Buenos días señorita Sanata- me dice y me sorprende un poco que sepa mi nombre. -Buenos días- respondo. -Soy Carlos- dice- el mayordomo del joven Kennedy- Oh con que él era Carlos pienso- Mucho gusto yo soy Sakura Santana- respondo estrechando mi mano con la suya. -El joven me ha pedido que le avisé que el desayuno ya está listo- -Gracias- respondo y en cuanto lo veo salir corro a ver la hora, oh por dios son las 7:30 de la mañana y por primera vez no he salido a correr y es que me quede perdidamente dormida así que sin más me dirijo al cuarto de baño debo apresurarme sino se me hará mas tarde. -Buenos días- digo en cuanto llego al comedor. -Buenos días- me responde Sebastian. -Y dime, dormiste bien?- pregunto y no puedo evitar soltar una carcajada ante su mueca de poco agrado. Por primera vez desayuno tranquila y disfruto de la compañía, es algo raro pero he de admitir que aquello me gusta, muy a mi pesar Sebastian no acepta el que me vaya en taxi y sin más remedio ambos llegamos juntos a la empresa y claro esta lo que era de esperar todos al vernos llegar juntos nos miran sorprendidos, otros solo esperan a que pasemos para reunirse y comenzar hablar de esto, me siento algo incomoda por esto pero no lo doy a notar aunque he de admitir que mataría por volver a ver la cara de la secretaria de Sebastián al vernos juntos y más cuando me acerque hasta el para darle un corto beso en los labios y después irme hasta mi oficina. -Buenos días Renata- saludo a mi secretaria. -Buenos días señorita Sakura, espero se encuentre mejor- responde Algo que me gusta de Renata es que es muy discreta, ella prácticamente sabía todo lo que había sufrido, era externa a mí pero nunca de su boca había salido nada, ella era incondicional. -Me encuentro mucho mejor, gracias y dime hay algún pendiente?- -Solo le ha marcado el señor Yukishiro- -Ha de querer saber cómo va su proyecto, comunícame con el- digo y sin más entro en mi oficina. -Buenos días- Digo a Yukishiro. -Buenos días Sakura- me responde. -Dígame señor Yukishiro en que lo puedo ayudar- supongo que quiere saber cómo va su proyecto. -Cuantas veces te he dicho que me llames Axel, el señor Yukishiro es mi padre, además Sakura solo te llevo por dos o tres años- no puedo evitar reír. -Lo más propio es llamarlo así- -Siempre quieres salirte con la tuya no? Pero te llamo para saludar porque si yo no te llamo tu no me llamas a mí, pero en fin solo te informo que en unos meses estaremos ahí ya que cerraremos otro negocio- -Hare todo lo posible para que el proyecto esté terminado y lo echemos andar- -Sabía que podíamos contar contigo, bueno Sakura ha sido un placer como siempre, cualquier cosa espero tu llamada- En cuanto termino la llamada comienzo a pensar en nuevas estrategias para terminar con lo de Yukishiro y es que aún faltaba mucho y tenerlo en unos meses sería prácticamente imposible. -Oh por dios, dime que no es mentira- Entra Monica a mi oficina sin tocar. -Que se te ofrece – digo revisando en mi computadora lo último de Yukishiro. -Por dios Sakura mírame- dice y sin más decido hacer lo que me dice. -Qua pasa Monica? Algún problema con mi hermano?- -Es cierto Sakura? Es cierto lo que dicen haya afuera de mi primo y de ti?- Sabía que esto pasaría pero que le diría a ella, al final de cuentas Sebastian era su primo y yo su amiga. -Moni, yo..- -Solo dime Sakura, es cierto que mi primo y tú están saliendo- -Si-respondo simplemente y me cuesta descifrar un poco lo que está pensando, quizás esto no le parecerá y me pedirá que me aleje de él o algo más simplemente no lo sé, pero es su grito el que me trae a la realidad y su abrazo asfixiante el que me indica que no estoy soñando. -Por dios Sakura es la mejor noticia que me has dado, es decir tú y mi primo, algo me decía que entre ustedes había química pero nunca pensé que… oh por dios eres mi prima, mi prima- decía Monica sin control y llena de euforia. -Moni solo estamos saliendo- dije tratando de tranquilizarla pero eso no sucedió. -No me importa Sakura, conozco a mi primo y te conozco a ti y oh por dios eres mi prima, tenemos que celebrarlo, que te parece si organizamos una cena, ya sé que sea en tu apartamento- decía fuera de control. -Monica, Monica- le hablaba para lograr así callarla aunque fueran unos minutos. –Moni, escúchame- dije tomándola de los hombros para que me mirara- me gustaría esperar un poco, solo estamos saliendo, no se quizás esto no vaya a funcionar así que desearía ir con calma, no sé si me entiendas- -Claro que te entiendo, y no sabes lo feliz que estoy por ti y por mi primo, y te prometo esperar quien sabe quizás para ese entonces no anuncien su noviazgo sino su boda- dice y sabe decir que esa última palabras causo un estrago muy fuerte en mi sin embargo me limito a ignorarlo, le sonrió quien después de entender lo que ha dicho se ha quedado completamente callada. -Y tú cuando te convertirás en mi cuñada- digo para aligerar la tensión que había surgido y lo logro ya que Monica se sonroja y aparta la mirada de mí. -Quien sabe, quizás pronto te de la noticia- dice y sin más sale de mi oficina rápidamente dejándome algo sorprendida y a la vez muy contenta. Sebastián A mi parecer el día había comenzado de la mejor manera., que como había sido esto? Pues muy fácil con Sakura y es que verdaderamente nunca antes había disfrutado de la compañía de alguien y mucho menos a la hora del almuerzo, aunque hasta ahorita la mejor parte había sido la cara de Sakura en cuanto llegamos y es que entendía que se sintiera incomoda, todo esto era nuevo para ella aunque también para mí pero a diferencia de ella yo no sentí incomodidad sino cierta felicidad y más cuando se despidió de mi con aquel beso, deseaba tenerla de nuevo a mi lado y ya estaba buscando la manera de ir a su oficina, aunque como si me leyeran el pensamiento fue ella la que fue hasta la mía. -Señor Kennedy, la señorita Santa desea hablar con usted- dijo mi secretaria. -Porque no la ha hecho pasar- le respondí a Itami, esta mujer me estaba volviendo loco y me preguntaba si no sería mejor despedirla. En cuanto Sakura entro no pude evitar sonreír y caminar hasta ella y rodearla de la cintura y plantarle un beso. -Qué manera tan deliciosa de recibirme- dice ella contra mis labios- -Para ti solo lo mejor- digo y voy a besarla de nuevo cuando escuchamos el carraspeo de cierta persona. -Itami puedes retirarte- digo – oh espera le digo- y ella voltea y mira a Sakura con cierta rabia lo cual no me agrado- cancela mi cita de la comida con Octavio – -Eso no será posible señori, la secretaria del señor Octavio ha llamado hace rato y le he confirmado- dice sonriendo. ¿Quién demonios se cree esta mujer? Pienso- ¿Y porque no me ha avisado?- pregunto. -Es que yo pensé- dice -Usted está aquí para mantenerme al margen de todo – digo- y para la próxima vez me avisa antes de confirmar y Sakura no necesita ser anunciada, es todo- digo sin más y la cara de esa mujer está llena de furia pero se lo merecía había arruinado la oportunidad de salir a comer con Sakura. -¿Creo que no soy del agrado de tu secretaria?- dice Sakura posando sus brazos en mi cuello. -Quien te manda a ser tan deliciosa- digo besándola de nuevo. -Por cierto Moni ya sabe de lo nuestro- dice al terminar con el beso. -Solo era cuestión de tiempo- digo restándole importancia- Supongo que se ha puesto feliz- concluyo llevándola hasta mi silla y sentándola arriba de mí. -Contenta ha sido poco- dice jugando con el moño de mi corbata.- Por cierto no solo he venido para hacer rabiar a tu secretaria- comenta en son burlón. -Pensé que habías venido a verme- digo. -También- dice sonriendo, y también me hace reír- Ha llamado el señor Yukishiro estarán aquí en unos meses y me han pedido que su proyecto esté terminado para entonces- -¿Acaso están locos? A ese proyecto le faltan más que solo unos meses- -lo sé, pero me he comprometido, los Yukishiro son nuestros más grandes clientes y quedarles mal no está permitido. -Sakura, sabes todo lo que conlleva eso?- -Lo sé y tomare el riesgo- dice. Esa era una más de las razones por las que me gustaba Sakura y es que no se dejaba amedrentar por nada ni por nadie. -Puedes llevarte el trabajo a casa- le digo. -¿Te espero a cenar?- pregunta pero niego. -No sé cuánto tiempo me lleve con Octavio y de ahí tengo que ver a los de Mark´s, quieren hablarme de un nuevo proyecto- -Qué hombre tan ocupado- dice bromeando- Bueno será mejor que te deje trabajar- se levanta y comienza a caminar- Nos vemos en la noche- pero me acerco rápidamente, la pego contra la puerta y la beso. Como dije la comida con Octavio se había alargado un poco más de la cuenta y es que verdaderamente este tipo pedía mucho a lo cual Sakura le respondería que sería pan comido, no puedo evitar pensar en ella y en lo que estaría haciendo y solo deseo que esta reunión termine lo antes posible para así poder ir con ella. -Buenas noches- me saluda uno de los de Mak´s. -Buenas noches- respondo. -Sé que lo más apropiado seria haberlo visto en su agencia pero por cuestiones de tiempos se nos hizo más fácil, aunque de todos modos nos veremos haya- -No se preocupen, entiendo y díganme en que les puedo ayudar- -Dentro de poco lanzaremos un nuevo producto al mercado y nos gustaría que ustedes se hicieran cargo- -Sería un placer para nosotros- -En unos días les mandaremos la información pero necesitamos que esté listo en este mes- -Está hablando en serio?- -Mire señor Kennedy sabemos que son capaces no por eso son la mejor agencia y cuentan con la señorita Santana, hemos escuchado maravillas de ella- Y sin dudarlo es muy atractiva- dice uno de los que acompañaban al dueño de Mak´s ocasionando que me irritara con su comentario. -Seré claro, la señorita Santana está muy ocupada sacando un proyecto que debería ser casi para dentro de medio año, así que no puedo asegurarles que ella decida tomar su proyecto- -Podríamos hablar con ella- -Si no les importa hablare yo primero y les avisare- digo sin más. -Perfecto, esperemos nos traiga buenas nuevas- -Entonces me retiro, que tenga buena noche- Sabía que Sakura tenía la capacidad y que si se lo decía aceptaría enseguida pero la carga de trabajo seria inmensa sin embargo ella tenía la última decisión. En cuanto llego a casa veo la luz de la sala prendida y supongo que es Sakura quien aún está trabajando y al entrar lo compruebo. Tan entretenida está en la computadora que no se da cuenta de mi presencia. -Acaso tú no te cansas- le digo llegando hasta ella. Aparta su computador y me mira sonriendo. –Te estaba esperando- dice- Quieres cenar?- pero solo niego con la cabeza. -Entonces será mejor que vayamos a dormir- dice. -No sabes cuánto te lo agradecemos el sofá y yo- respondo sonriendo. Pero ella no dice nada y se pone en pie dejándome ver que solo lleva puesta una playera mía, lo cual hace que se me seque la boca enseguida. -Sabes también quiero comprobar lo bien que se duerme en ese sillón- y cuando concluye la playera que llevaba puesta cae al suelo dejándome verla completamente al natural. Y sin decir nada más me acerco hasta ella, tomándola entre mis brazos dispuesto hacerla mía.
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