La escena de Reinaldo y Charlotte se mostraba ante los ojos atentos y curiosos de las mujeres del servicio, quienes observaban con una mezcla de admiración y asombro cómo Reinaldo se separaba suavemente del abrazo de Charlotte. Con delicadeza, sus dedos rozaron las mejillas de la joven, limpiando las lágrimas que aún brillaban en su rostro. Sus miradas se entrelazaron en una conversación silenciosa, cargada de emociones apenas contenidas. Lola, conocida entre el personal como "La huele muertos" por su peculiar habilidad para presentir desgracias, se dirigió a Rocío, apodada "La Antenas" debido a su aguda capacidad de escucha. Con un tono cargado de curiosidad y un leve movimiento de cejas, le susurró: ―Anda, niña, ¿y qué é lo que están diciendo? ¿Tú no que supuestamente lee lo labio? Ro

