Phoebe

Sombras

Caminado como cinco cuadras nos detuvimos para detener un taxi.

—¿A dónde señoritas?— nos miramos sin saber que decir

—Esther, a tu casa, que creo que queda

más cerca.

—Si, esta muy cerca, entonces ¿primero a la mía? —Asentí con la cabeza.

— Señor, por favor siga en línea recta por esta avenida, después de veinte cuadras gire por la avenida nororiental—dentro no podíamos dejar de recordar lo sucedido, al hacer memoria no dejaba de reír.

—Que guapo estaba Chayanne—me dijo—Y a ti ¿quien te gustó más?

—El adolescente— lo dije solo para que no me molestara, en realidad me sentí más atraída por Dayan, solo que no quería que hiciera un escándalo.

—Eres una robacunas— dijo con aire malicioso.

—No me culpes, me preguntas quien y esa es mi respuesta.

—Phoebe, ¿no te gustaría acompañarme? hoy no hay nadie en casa, ¿que dices? —me puso una carita que no me pude resistir. Lo pensé un poco y dije que si. Tenía miedo, siempre en casos como estos soy precavida, sobre todo porque era ya muy tarde, además el taxista no tenía cara de buena gente, bueno así lo ví.

—Aquí nomás, jefe—Esther lo dijo de modo batracio—¿ Puedes levantarte? — me dijo al ver que me dormía.

—Si, solo estoy un poco mareada, eso es todo—me ayudo a ponerme de pie.

Entramos a su casa, era muy elegante, debo admirlo, desde la entrada hasta por dentro. Quedé sorprendida por la amalgama de colores de los tapices. En el techo colgaban lámparas que encajaban con el estilo decorativo. Me saqué los zapatos antes de ingresar al ver que también lo hacía.

—Ven—me llevó por una escalera de caracol con tiras led.

Todo estaba amueblado y alfombrado. Al entrar en su habitación, ésta tenía las ventanas con vista al cielo.

—Puedes dejar tus pertenencias ahi—apuntó un modular antiquísimo. Su casa también - por los adornos y pinturas del siglo XVIII - parecía un museo.

—Relájate, si quieres dormimos juntas—estaba aún mareada así que le dije:

—Bueno.

Al cabo de un cuarto de hora no me pude resistir y le dije:

—Puedo contarte algo

—Si, claro— a Esther parecía que el alcohol no le afectaba.

—No puedo con el peso de mi agonía.

—¿Que sucede? Desembucha, tranquila ¿que te pasa? , dime.

—¿No te he contado de Maurice?

—¿Quién es él?

—Un hombre que conocí hace años, es alguien a quien le guardo cariño desde mis años mozos de colegio.

—¿Son pareja?

—No lo sé, bueno si y no.

—Ahora si que ya no te entendí — lo dijo muy inocente.

—Es que lo fuimos, pero no sé ni siquiera si esta vivo—se me cortaba la voz.

—Tranquila —me miraba con ojos de comprensión.

—Yo lo amaba, o bueno no sé si aún lo amo, el asunto es que llevo mas de un año sin saber nada de él, y hoy Dayan - que también estuvo en el ejército - me dijo que me daría la lista de los soldados que sobrevivieron, ¡tiene la maldita lista! y si no esta me voy a morir—no pude resistirme y me puse a llorar. Esther solo me acariciaba la espalda y me abrazaba—. No sabes como he llorado su ausencia, como vuelvo una y otra vez al pasado, revisando los lugares en los que estuvimos, volviendo una y otra vez como una estúpida al mismo lugar donde nos conocimos.

—¿Y ahora con quien vives? —preguntó.

—Con mi padre, pero lo peor es que estoy saliendo con alguien más.

—¿Le amas o no?

—Es una dicotomia que me enseñó Margott

—¿Quien es ella?

—Una amiga muy especial, sé que te encantará.

El punto es que para ella es posible amar a más de una persona a la vez. Me miraba divertida también.

—Si no fuera por las líneas de pensamientos actuales, creería que estas demente, estoy a favor del poliamor.

—Si, por experiencia digo que se puede amar a más de una persona al mismo tiempo. Aunque a veces creo que use a Vladimir para llenar el terrible vacío que dejó su partida una vez comenzada la Guerra.

Pero hoy me di cuenta que todavía lo amo, busque en otros brazos calor y cariño humano y mírame, soy en cierto sentido una traidora. Aún sabiendo los problemas por los que tuvo que pasar, y agregaría que me han dado una reseña del h********o, y estoy que pierdo la cabeza por la intensidad de los crímenes perpetuados en las guerras. Se de que es capaz el ser humano cuando actúa con miedo¿Y ahora que haré?

Su rostro aparece en mis sueños, ¿estará vivo? —no podía contener las lágrimas, al llorar liberaba tremendas cantidades de energía, pero no era suficiente, siempre quedaban vestigios de sus recuerdos impregnados en mi ser, porque he llorado como no tienen idea. Por las noches leo con velas encendidas, lo hago desde que tengo memoria y varios días antes de apagar las velas lloraba con gran nostalgia.

—El problema es terrible, si esta muerto me muero, si esta vivo también porque él no sabe que estoy con otra persona.

—Uy, no sé qué decirte.

—Diría primero sanar esta herida, después de un tiempo, cuando tenga mayor capacidad de discernimiento una vez que las energías oscuras de dolor y culpa se han superado, se podrá tomar decisiones cuando el alma haya soltado sus propios temores, antes de esto las decisiones estarán basadas en una visión estrecha de la realidad, admito que no todo lo veo de manera imparcial, hoy estoy llena de drama.

—Si, mejor descanza, mañana con la cabeza fresca pensarás mejor.

Esther hizo algo que considero un poco fuera de lugar. Trajo un vino : Castillo Ygay, de Marqués Murrieta.

—¿Que pasó? ¿Por qué me quedas viendo con cara de rara?

—Me estoy desahogando y tu solo me muestras eso ¿quieres emborracharme?—la miré con ironía.

—Si, esta bien, ya que esto hacen por lo general las personas.

—Yo no, lo había pensado y creo que es un modo de evasión, yo si veo el dolor de frente, estoy acostumbrada.

—No digas eso, solo bebe—estuvo así mucho tiempo, al final me convenció.

—Salud—dijo— . Por los putos hombres.

—Por los putos hombre—le dije, me hizo reír.

—Phoebe , ¿solo te gustan los hombres?

—Pues creo que si, quien sabe—que mareada me sentía, pero no perdía la cordura.

—A mi también me gustan las mujeres.

—Si, lo he notado.

—¿Que piensas de las lesbianas?

— Las concepciones vienen cargadas de emociones, la gente dirá por las leyes aprobadas hoy en día que lo ven normal, pero al decirlo sentirán otra cosa, a cada pensamiento le antecede un sentir, por eso no es fácil librarse de un prejuicio, ya que viene marcado por una emoción - de aversión - por ejemplo.

—Si, en este caso¿ que sientes tu?

—He trabajado esa energía, yo no siento nada en contra de los LGTBIQ.

Comenzó a darme vino como loca.

— Castillo tiene 85% de uva tempranillo y 15% de mazuelo.

—¿Ah si? —leí asombrada—¿ Tu tienes pareja?

—Tenía, se llamaba Grace

—Interesante ¿y que pasó?

—Se fue a Suiza, me dejó sola—parece que quería llorar.

—Apenas he podido con su ausencia, también estuve con un chico que se llamaba Omar— mis sospechas se esfumaron y la considere bisexual.

—Dime ¿crees que esta bien hacer lo que yo hago? Quiero oírlo de tus labios, pareces sabia.

—Sabes que no soy muy moralista a la hora de decidir si algo esta bien o mal, yo creo que el alma no es ni masculina ni femenina, cuando cierras los ojos y sueñas, muchas veces no te reconoces a ti misma ni como hombre ni como mujer, el alma es inmutable, entonces mientras más te acerques a esa esencia mas reconocerás la cualidad absoluta de las personas.

—.Estas más guapa que de costumbe—lo dijo de manera sensual, no quería que pase nada, odio que sea así, porque de algún modo estas situaciones implican emociones.

—¡Déjate llevar! —comenzó a acariciarme la nuca, luego, mientras estaba sentada intentaba tocar mis partes íntimas. Con los ojos cerrados le decía:

—No, ya, para ¿si?—no paraba, Esther es muy extraña, ya somos amigas por mucho tiempo y no se puede controlar.

—Somos amigas, ¿Por que no ser simplemente amigas?

—Porque me gustas, y también quiero que seas mi amiga — no supe que decirle, entonces comenzó a besarme, ya estaba cansada de repetirle que no.

—Phoebe, eres muy sexi.

—¿Yo? Si soy un adefesio.

—Me encantas—parecía que el alcohol la exitaba aún más, me quito el suéter y procedió a lamer mis pezones. Después me tiró a la cama y me besaba mientras acariciaba mi cuello, estaba encima de mi y con la otra mano acariciaba mis senos, intentaba sacarme la blusa completamente, mientras aún me besaba, también se puso a lamer mi vientre, que bien lo hacía,

—¡No! —grite—. Me haces cosquillas—lo dije con riéndome, odio las cosquillas.

—Eres tan deliciosa—dijo, quería comerme como a un platillo. Y de los finos (risas)

No podía evitar sentir exitacion también. La diferencia entre besos de parejas heterosexuales y besos entre mujeres es enorme, entre mujeres es más pasional, si el sexo con un hombre es bueno, con una mujer es espectacular, bueno, así lo sentí. Se quito la blusa y se me abalanzó, nos besábamos ambas acostadas en su cama, ella estaba encima de mi, como si su rol fuera masculino, con sus pechos al aire libre y presionando los míos. Mientras bajaba hacia mis zonas íntimas la detuve, quería hacerme sexo oral, pero agarraba su cabello para quitar su cabeza de ahí.

—No, eso no, cariño—pero continuaba.

—¿Que has dicho? No sé diga mas— intentaba quitarme la falda. Todo eran besos y caricias apasionadas, se notaba sus ganas.

Luego ella se acostó sin ropa en la cama, me dio pena y procedí a hacer lo mismo, lamía sus pechos - que eran más grandes que los míos-. Ahora me avergüenzo un poco contarlo, pero les digo que ese día no sentí bochorno.

Al día siguiente, justo al levantarme mis pensamientos no giraban en torno a ella, o la locura de la noche anterior , estaban relacionados con Maurice.

"Oh Maurice, tu sabes que te siento lejano, distante, nuestro amor a pesar de estar a millas de distancia, es siempre el mismo, nunca muere, un amor así, que no produce ligaduras es lo que intenté practicar contigo, alcanzar este desapego es tarea de toda una vida, tan pronto como llegamos ahí conocemos el verdadero significado de la libertad, como Margott me enseño, así la vida sede ante nosotros, ya no hay más reacciones dolorosas, ya que nada nos ata, aún así contigo quise llegar al cénit de la exaltación del alma, Dios esta desligado del mundo porque ama. Donde quiera hay apego, atracción por las cosas mundanales, deben saber que todo ello es atracción física entre grupos de partículas de materia; algo que atrae dos cuerpos cada vez más cerca y si no pueden juntarse lo bastante produce dolor; pero donde hay amor real no descansa de ninguna manera en la atracción física. Me siento como en lo viejos tiempos, aunque intento matar el pasado, a veces considero que no todo lo que sentí antaño era falso. Mi alma experimentó amor también, eso forma parte de su naturaleza, aún a tientas de mis propias oscuridades, que siempre se ocultan por más buenos pensamientos que tenga.

Si no estás vivo, se que me escucharás atento en el más allá. No eres un ángel para pedir tu protección, pero si desearía que me acompañes, para así poder juntos crear una morada celestial que nos conecte, hago un voto de confianza y que nuestro amor no sea físico sino una conexión con esferas superiores"