Salida

2741 Words
En ese momento intervino la que tenía pinta de acabada, se llamaba Bernice, tenía uno dientes feísimos, quería preguntarle si en su niñez se había alimentado de cucarachas o ¡que se yo! nueces de betel, pero no me atreví, dijo: —¿No desean dar un paseo? Estoy la mar de aburrida. —¡Ay! Contigo no se puede contar, como eres cabeza de pollo de seguro te duermes hasta bebiendo agua—agregó Pascuala Las dos -Pascuala y Bernice- se parecían, no de rostro sino que me dieron la impresión de ser personas estultas. Esther era la persona más normal, se los digo en serio, y eso que saben lo grilla que era (risas). —Haber, basta de cálculos, vamos a divertirnos—dijo Esther con algo de humor, dirigiéndose a Luisa. —Saben que eso no es posible—dijo Pascuala. —¿Por qué?— preguntó Esther. —Porque a Luisa no la sacan de su mundillo ni cagando, además les digo que Bernice es una niñita cuando la llevan a tomar—contesto Pascuala. —¿Quien dijo que íbamos a beber?—dijo Bernice—. Podemos hacer otra cosa. En ese momento Luisa con rostro ido, parecía calcular proporcionalmente los trozos de hamburguesa que metía a la boca, lo hacía muy aburrida. —¿Ven? A esta hay que llevarla a hacer cálculos— bromeo Pascuala. —Tengo una idea, vamos a un bar, queda muy cerca, las invito y ustedes pagan—dijo Esther, tenía cara de morbosa Rieron todas, hasta yo. —Si vamos, quiero conocer gente—dijo Bernice, yo quería intervenir y decir: querida, con esa pinta de duende de seguro te confunden con Betty la fea. Pero me contení. —No he salido todo el semestre, estoy muy caliente—dijo Pascuala sin tapujos. Esther la miró como un bicho raro. —¿Que ocurre?, es la verdad, no se hagan, el estrés me tiene así—lanzo el comentario a todas. —Tu si que necesitas despejarte— le dije a Luisa, que era con la que más había tenido contacto. —Casi que me da igual—dijo Luisa. —Entonces, manos a la obra— dijo Esther como dando órdenes. Comenzaron a arreglarse, se pintaban con una actitud casi profesional, solo tenían eso: la actitud, porque al cabo de media hora todas parecían que iban a parar a un circo, Pascuala quedó como Vilma Dinkley, Bernice estaba hecha un auténtico desastre, Luisa aparte de nerd parecía un payaso, si no supiera el contexto creería que irían a una obra de actuacion. Que risa me dieron, desde afuera me decían: —¿Por qué no ríes? —Claro que si, pero me río por dentro—Solo Esther me entendió y rió. En cuanto a Esther y yo, por nuestros gustos marcados y su inclinación a la moda y estética parecíamos más rescatadas que las demás, pero teníamos pinta de putas. —Hoy en día, quien meta la pata le caemos a madrazos—dijo Esther muy seria. —A putear se a dicho— bromeo Pascuala. —No digas eso— le dijo muy tranquila Bernice —Claro, si tu ni vacilar puedes— le respondió Pascuala. Luisa era la más callada, parecía razonar todos sus actos, lo mismo que yo, ante estos comentarios no tenía nada que agregar, no era mi mundo, tenía bloqueos sociales, ya que en general respondo con ingenio dependiendo del contexto, en ese momento no agregaba nada. Comenzaron a hablar de sus últimas salidas, que parece que fueron hace diez años, allá cuando acababan el colegio, dónde se habían emborrachado. Pascuala dijo que había cogido con un chico en una discoteca, Bernice en cambio tenía novio y dijo que no sería capaz. Esther rayaba el decoro porque hablaba de estar preparada para todo: desde tríos hasta hacerlo con mujeres. Naturalmente tenía estilo y determinación en sus aseveraciones, era un poco fina porque no sonaba nada vulgar, intenté descifrar que era lo que escondía y se trataba de su lenguaje corporal y sus modales, un tanto contradictorios dados sus arrebatos. Todas con sus hormonas alborotadas, o el estrés, o la represión, o la idiosincrasia o no sé. La noche ya cubría nuestras cabezas, Pascuala nos aconsejo siempre permanecer juntas y proceder con cuidado, en cada esquina de la zona cero (nombre de la avenida) se encontraban tipos intentando meter a las personas que recorrían el lugar, para que visitaran los bares, como metiéndolos a la fuerza, negamos rotundamente ya que Esther conocía el destino perfecto. Entramos a un bar que se llamaba "La Caravana" estaba repleto de personas, la mayoría estudiantes, olía a sexo, no exagero, las tres se pusieron como locas, entramos con cédula, el antro parecía un prostíbulo. A todas lo que mas se les notaba era el culo. —A ese chico parece que lo conozco— no paraba de decir Bernice, para ese entonces estaba segura que media menos de 1, 55. Reían a todo pulmón, como si quisieran que todo el bar se enterara que estaban ahí, de manera indirecta coqueteaban con todo ese puñado de malandros que rodeaban el lugar, jugamos naipes. Al perdedor le daban una cerveza y una penitencia, Pascuala quería batir récord para usar como pretexto emborracharse como una orate. —¿Harías un trío? — era la mayoría de preguntas que se hacían en los desafíos, nadie se salvó, muchas veces sin que las demás se dieran cuenta botaba la cerveza al piso para no alterar mi percepción de la realidad, pero es que no estaba segura de que hacer. —¿Lo harías en el baño? ¿Con tu primo? ¿En la terraza? ¿Y tu crush? ¿en cuatro? ¿Cuál es tu postura favorita?Y así... Les digo que estaba en medio de pervertidas, en una de esas, todas salieron al baño, Luisa regreso primero y quiso reanudar la conversación, parecía ser de otro mundo, me dijo: —¿Por qué tienes tanta seguridad al momento de realizar aseveraciones? Estudio ciencias y la duda está siempre presente, los idiotas están seguros de todo, los inteligentes reflexionan y ponen todo a prueba —Porque me siento como energía unificada, no me siento separada del todo, en tal unidad la vida no se la percibe por partes. Aunque a veces esta energía se vuelve infinita y siento que me disuelvo— me quedo viendo algo rara. —¿Que te fumaste para hablar así?— (risas) —¿Que me dices de la comida? Es importante saber acerca de sus funciones en cada órgano, como influyen las sales, las proteínas y demás cosas, no es algo sencillo —Sabiendo que el agua está formada por hidrógeno y oxígeno (H2O), parece claro apuntar que los elementos más presentes en el cuerpo son el hidrógeno y el oxígeno. La cosa quedaría así: tenemos 65% de oxígeno, 18% de carbono y 10,2% de hidrógeno. Por eso se puede vivir de ayunas, bebiendo agua y controlando la respiración, no necesariamente serás una desnutrida ya que a nivel atómico de esos elementos estamos formados. Cada átomo en ti vino de otra parte. Los átomos de tu cuerpo se reemplazan constantemente en diferentes ritmos. Algunos permanecen horas, otros años. Pero al cabo de 10 años la mayoría ya han sido sustituidos. Y solo hay dos formas en que entran a tu cuerpo: a través del aire que respiras y de la comida y bebidas que consumes . En nuestro cuerpo tenemos átomos presentes desde que se formó la Tierra. De hecho, tus átomos han estado en todo tipo de vida, desde árboles al césped, perros e insectos. Parecía intrigada por lo que decía, era lo mismo que ella estudiaba solo que con belleza y acogiendo contextos prácticos y vivenciales. —Es cierto, a nivel elemental no estamos formados por células, tejidos, ni piel, somos átomos. Le dije: —el mayor constituyente de ti es la nada, el vacío. No hablo en un sentido nihilista de la oscuridad, sino de una evaluación realista de tu composición. El átomo de hidrógeno es un 99,9999999999996% de espacio vacío. Una forma de verlo es imaginando que el átomo tiene el tamaño de la Tierra. El núcleo serían unos 200 metros de diámetro y el resto sería todo espacio vacío. No se si realmente le interesaba hablar conmigo o quería demostrar su valía. A pesar de que no estudio, siento que recién ahora estoy en el estado de madurez necesario para adentrarme a los conocimientos del mundo, en mi adolescencia fui un poco distraída, millones de conocimientos pasaron desapercibidos sobre mi cabeza sin tener la capacidad de asombrarme. En mí nacía una curiosidad innata, de adentro, como un tipo de fascinacion que no se complacia en el conocimiento, sino en lo que dicho conocimiento me generaba. Llegaron un poco más calmadas, al cabo de unos doce minutos pidieron unas pipas, para escoger había de todos los sabores: de piña, de coco, de manzana y así... Todas parecían que ocultaban estructuras con tendencia a las adicciones porque fumaban cigarro como un fogón, bebían y al mismo tiempo se pegaban la pipa, muy rica por cierto. Pascuala hasta se drogaba, lo intuí porque ingresaba cada media hora al baño y venía con olor a m*******a, la mesa de tanto fumar parecía una chimenea, se pasaban las pipas de sus mismas bocas, pedían más y más cervezas. Nadie ponía orden ni límites. Solo ingresaba al baño cada quince minutos, usando como excusa que sufría de mal de orina para darme la oportunidad de botar tanta cerveza que me obligaban a tomar, les digo que en Las Vegas o Hollywood éstas pibas irían derechito a prostituirse. Al cabo de dos hora Esther hizo algo que las demás tacharon de asqueroso, beso a Bernice en la boca. —¿No quieren vaciles?—dijo Pascuala. Se levantó y hablo con un grupo de 3 muchachos, uno era aún adolescente. —¿Ven a esas borrachas? Les dijo—. Aquella dice que quiere conocerte— apuntó a Esther que no expreso una pizca de asombro. Se volvió a sentar como si fuera dueña del bar. —A estas alturas, las mujeres debemos dar el primer paso, los hombres de por aquí son muy cohibidos, en mi tierra no son tan amariconados —se notaba que tenía una cultura diferente. Después de unos diez minutos se sentaron alrededor de nosotras, por el lenguaje corporal - tan característico en las mujeres - intuyeron en seguida que eran bienvenidos, nadie excepto Luisa y yo teníamos caras largas. —Vaya, ¿de dónde son?—los miramos muy extrañadas por su acento de snob, rieron todas, yo lo hice por compromiso. El que parecía el alfa del grupo se llamaba Dayan, el otro Chayanne y el más joven Ricardo, que por cierto en mi opinión era el más guapo. —Somos la mayoría serranas, con excepción de Pascuala, ella viene del monte—Dijo Esther. Rieron. —¿Que dices vástago de prójima?— dijo Pascuala, parece que acostumbraban insultar o solo querían llamar la atención. —¿Y que siguen?—pregunto Chayanne, tenía una voz que parecía que le pesaba. —Las tres somos unas nerd, ~Ingeniería Matemática~—dijo con orgullo Bernice. —Es mentira, la única sabionda aquí es Luisa — ¿Han notado que a estas chicas les hace falta un tornillo y las hormonas dominan su vida ? Pobrecitas— dijo Luisa a modo de burla y no paraba de reír. El ambiente cambio, a pesar de mi objetividad en la mayoría del tiempo, no pude evitar dejarme llevar por las risas y el alcohol. Al cabo de media hora ya eran casi irreconocibles, entraba al baño y me sentía muy mareada a pesar de con todas mis fuerzas evitar descontrolarme por la bebida. Pidieron micheladas, fue lo que más me acentaba, sobre todo por los limones. los dulces me quitaban los efectos del mareo. Al cabo de ese tiempo no paraban de preguntar a los invitados: ¿Han cogido? ¿Que se siente? ¿Tu actriz/actor porno favorito/a? Les digo que de estos temas no pasaban, sobre todo Pascuala que al parecer había trascendido - eso sí - los prejuicios y oscuridades con respecto al sexo. Una vez agarrado confianza Chayanne pregunto - ya que Pascuala no dejaba de intimidarlo -: —¿Pascuala? ¿Que nombre es ese? —Tienes razón — dijo Bernice— ¿Por qué no te lo cambias? —Es de herencia, mi abuela se llamaba así, no cachondeen — lo dijo algo disgustada y avergonzada. —Chicos, ya no puedo estar aquí, mis padres no me dan permiso hasta muy tarde—dijo Bernice, eran como las nueve. —Es verdad, yo tampoco puedo llegar tarde— insistió Pascuala. —No se vayan, quédense un rato mas— les dijo Esther. La única aburrida era Luisa, por lo menos yo me reía a pesar de mi escasa participación. Las convenció, pero Bernice no dejaba de quejarse. —Ya vámonos, a estas horas es peligroso—finalmente se despidió, en ese momento iban a jugar a la botellita. —No, yo no, yo paso, además tengo novio— dijo con voz de protesta Bernice. —¿Empezaste? Virgen has de ser— dijo Pascuala. —Si quieres ve, corre donde tu mamita, bien que te encanta y te haces— dijo Pascuala de manera sarcástica. —No es eso, es que luego no hay transportes a hartas horas de la noche. Insistieron pero termino yéndose. Una vez que Bernice salió sentí que Pascuala estaba más apagada, se notaba su familiaridad y conexión con su amiga. Al jugar a la botellita le tocó a Esther con Ricardo - el más joven -, no sentía vergüenza porque casi lo destrampa al pobre. En otra ocasión le tocó a Luisa con Chayanne, era muy suave y al acercársele le levantó el cabello y rozó con la mano su cuello, se ruborizó y él lentamente la beso, como si de una niñita se tratara, se sonrojó y bajo la mirada, a Luisa se le notaba su falta de experiencia. De manera discreta le dije: —No es como las matemáticas ¿he? —Sacó una risita como niñita de mami. Me dió mucha gracia. —Tienes razón— me dijo. El más centrado era Dayan, en todo momento mostraba tranquilidad y seriedad, pero no incomodaba, se movía como un tigre. Fue el que más llamo mi atención porque tenía una insignia del Ejército. De suerte me salvé, la botellita jamás me apunto, y no me ví obligada a intercambiar babas. A esas horas todos se trataban con mucha familiaridad. Finalmente un guardia nos avisó del cierre del bar. Esther quería cantar, pero estaba tan lleno que le resultó imposible. Nos levantamos y mi intención era hablar con Dayan, tenía cara de duro. Entro al baño y de manera simulada hice como si también fuese a allí, ya que tanto baños de hombres como de mujeres se encontraban muy cerca. Podía verlo, se arreglaba, peinaba y perfumada, era muy musculoso. —Espera— le dije al salir, creí que me vería desesperada, por eso me sonrojé. —¿Si? —Tengo una pregunta. —Te escucho. —¿Eres del ejército? —Era... —¿Participaste en la Guerra?—no queria perder el tiempo, así que fui al grano. —Si, ¿Por?— me miró como muy extrañado—¿Que pasa con la Guerra? —¿Conociste a Maurice?— balbuceé—. Maurice Walsh— me miró pensativo. —No, déjame hacer memoria— se puso pensativo —.Son demasiados soldados. —¿Cómo me puedo informar de los supervivientes? —Dame tu número, aunque ya no estoy en servicio, ni pienso estarlo jamás, una persona me dará esa información. —¿Cuando? —Yo te llamo, estate pendiente, el general López tiene toda la lista de soldados fallecidos, ahí podrás comparar— lo dijo de manera muy fría, insensible, yo sentí que se me caía el corazón. A la salida nos despedimos, intercambiamos números, eran la mar de encantadores, el único que parecía no tener sentimientos fue Dayan. También - yo y Esther - nos despedimos de Luisa, ya que se dirigía a la ruta contraria. La noche ya era muy oscura, estaba todo muy deshabitado, como un desierto.
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