Catarsis (ER2)

Capitulo 5

Aubrey

¿cuán complicado es intentar de mantener a tu mejor amigo y a tu chico siendo que ellos no pueden verse? Abro la puerta de la habitación, Gunther está sentado en la cama hablando por teléfono. Me siento culpable, no quiero que se sienta mal por lo de su madre. Es algo complicado para él.

-No puedo traerte, quédate ahí, te llevaré algo de comida y ropa- pasa una mano por su cabello suspirando- lo sé, pero las cosas ..Están complicadas - me apoyo en el marco de la puerta esperando a que termine de hablar- no sé qué hacer con esto...No teníamos estos problemas, yo nos cómo controlarme - entonces caigo en cuenta de con quién habla- lo sé, no salgas de casa por favor, no sabemos dónde está Arzer- se recuesta en la cama cuando me ve, rápidamente siente la necesidad de cortar la llamada- bueno, hablamos luego, cuídate.

Deja el teléfono sobre la mesa de noche y me mira esperando a que diga algo, pero no lo hago, solo me acerco y me siento en el borde de la cama.

-Estaba buscándote, quería saber cómo estabas- me mira sin ninguna expresión.

-Estoy bien- dice sin más.

- ¿Estabas hablando con ella? - está vez lo miro a la cara.

-Sí, necesitaba hablar con alguien- él no me mira, solo coloca las manos detrás de su nuca.

- ¿No pensaste en hablar conmigo? - a veces desearía que se abriera más conmigo.

-Aubrey, no confundas las cosas, es la única persona que me conoce y puedo hablar con ella de cosas que...No logro explicar - asiento algo molesta, pero no puedo obligarlo a confiar en mí.

-Está bien, tienes razón, es tu amiga nada más, solo que ella no parece tenerlo muy claro, espero que no confunda las cosas -

- ¿Ahora resulta que me entiendes verdad? - se sienta en la cama acercándose a mí- eso es lo que siento yo cuando vas con Aaron, jamás he tenido que luchar por tu atención, pero incluso cuando ves que él ha sido el que comenzó, tú corres a sus brazos y eso Aubrey, me molesta.

- Tú has corrido a los de ella, siendo que sabes que me gustaría que me contarás de ti, que me explicaras que pasa contigo.

-Si vamos a hacer de esto una competencia vamos a tener esta discusión una y otra vez-

-Tu comienzas, la has llamado sabiendo que podia molestarme- me mira algo sorprendido por mi respuesta.

-Aubrey, no todo es sobre ti, estoy intentando, enserio intentando ser menos impulsivo, pero tu amigo no me está facilitando la tarea, no voy a decirte que no hables con él, aunque me encantaría hacerlo desaparecer, pero conozco a los de su clase Aubrey, no me vendas un cuento que yo ya he leído- toma mi cintura y me apega a él apoyando su mentón en mi hombro- no me gusta discutir contigo, por favor podemos cambiar el tema, intento olvidarlo.

Sorprendente es que él no quiera seguir discutiendo, y por esta vez no lo hare, aunque no pueda sacarme las ideas de mi cabeza, ya habrá momento para hablar de ellas. 

-Derek logro hablar con las personas en Alemania? - los labios de Gunther besan mi hombro descubierto.

-Sí. Nos van a ayudar, lo más probable es que tengamos que largarnos de aquí - voltee a verlo de inmediato.

- ¿irnos? ¿Dónde? - una sonrisa aparece en su rostro y besa mis labios cortamente.

-Alemania, pero, no lose, no es seguro, debemos conseguir un par de papeles, es un lio algo largo, quizás Derek encuentre otra solución- 

- ¿sabes con quien habla Derek? - Gunther me mira, pero no dice nada.

-No, no es asunto mio, supongo que, con alguien de sus amigos, no tengo idea mariposa- sonreí un poco, hace mucho no me llamaba así.

- ¿por qué me llamas mariposa? -

-Chicas como tú, para idiotas como yo, están en extinción- acaricia mi cabello y me mira directo a los ojos- eres preciosa, todo el mundo puede ver eso, excepto tú, eres como una mariposa, difícil de encontrar, tienes suerte si alguna se posa cerca de ti, hermosa, única - suspiro tomando un mechón de mi cabello- ¿sabías que si algún obstáculo impide su libre formación, sus alas no funcionaran igual y probablemente tenga dificultades para volar?- meneo la cabeza, sabe de mariposas- me recuerdan a ti...

sonrió inevitablemente, Gunther puede ser muy...bruto, a veces, pero cuando estamos solos, él puede llegar a ser muy dulce. Rodeo su cuello con mis brazos y volteo para besarlo.

-Lamento lo que ha pasado Gunther, lamento desconfiar de ti con respecto a Alana, sé que no serias capaz de lastimarme-

-Aubrey, sé que es una frase linda, pero no ...- me mira dudoso, no sabe cómo decírmelo- prefiero que no te hagas expectativas conmigo de cosas que...- frunce el ceño- lo que quiero decir, es que no quiero decepcionarte.

-No te coloques el parche antes de la herida, vamos con calma, no necesitamos correr con esto-  asiente y me da una pequeña sonrisa, los Haider tienen un problema grave con ellas.

De pronto recuerdo las fechas, he visto esta mañana el calendario en el taller de Aaron, faltan solo unas semanas para navidad y aunque me entristece la situación, me alegra saber que estaré con él. Doy un pequeño salto de felicidad sobre las piernas de Gunther, el cual me queda mirando extrañado.

-Adivina que fecha está cerca - digo sonriente.

-No me interesa si estas con tu periodo Aubrey, no vas a escaparte de mí, te recuerdo que sangre he visto mucha- lo miro asqueada.

-Gunther! - le doy un golpe en el brazo, mientras el finge inocencia- no hablo de eso, ten respeto por mis días de mujer.

-El orgasmo es más intenso Aubrey, puedo asegurarte que la que más disfrutara eres tú, además lo pedirás, la libido aumenta- dice muy seguro.

- ¿tu como sabes eso? - me cruzo de brazos mientras él me regala una sonrisa.

-No quieres saber, ahora ¿de qué hablabas? - lo miro con desconfianza, quien sabe que cosas ha visto, pero mi sonrisa vuelve a aparecer.

-Navidad, se acerca navidad- 

- ¿Y que con eso? - rodé los ojos, suponía que personas como los Haiders no celebraban navidad.

-Pensaba que quizás podíamos celebrar... sé que no son muchas cosas buenas las que han pasado, pero. - Gunther suspira y se recuesta en la cama cubriendo su rostro con el antebrazo, apoyo mis manos en su abdomen mientras le miro.

-Escucha Aubrey, nosotros no celebramos ni navidad, ni cumpleaños, ni santos, ni nada de esas cosas...que para los único que sirven es gastar dinero que no tienes, no tengo razones, ni mis hermanos ni yo para celebrarla, puedo comprar algo para ti, pero porque quiero hacerte feliz, pero nada más- lo miro y sé que no debo insistir.

-Está bien... si no quieres celebrar, entiendo - quita el brazo para mirarme.

- ¿Enserio? ¿no vas a discutirme? - me mira sorprendido- odio cuando discutimos.

Sonríe y tomando mi cintura me acerca a él, sus labios encuentran los míos rápidamente, el arete en su lengua hace que pierda la cabeza, sus manos acarician mi piel descubierta lentamente- me gusta mi camiseta en tu cuerpo, pero te prefiero desnuda- sonrió sobre sus labios, me acomodo sobre sus piernas y lo beso una vez más, pero no logro hacer mucho, hace un rato que escucho la voz de marina y la de Anton desde el cuarto de al lado. Suspiro y apoyo mi frente sobre la de Gunther.

- ¿Por qué discuten ahora? - 

-no sé, no me interesa - en un rápido movimiento me deja bajo su cuerpo, toma mis manos sosteniéndolas sobre mi cabeza, sus labios besan mi cuello, y cierro los ojos intentando concentrarme en las sensaciones.

-Vuelve a acá Marina! -Anton grita desde el otro cuarto.

-Maldición...- gruñe Gunther en mi cuello y se aparta de mí, se levanta de la cama acomodando el problema en su entrepierna, no puedo evitar reír al ver lo molesto que esta- no he terminado contigo Aubrey.

Abre la puerta al momento que Anton aparece frente a ella- ¿qué demonios es ese escándalo que tienes con tu novia?

- ¡A la mierda, Marina se va de esta casa!