EL RINCÓN DE PENSAR

Escribir, escribir, escribir, escribir...escribir por escribir. La verdad es que jamás en la vida pensé que tuviera que escribir por escribir; y el lector dirá... ¿De qué está hablando este tío? Pues sencillamente de que he descubierto una nueva filosofía de negocio. Un modelo que un servidor personalmente no conocía ni remotamente; y mira que conozco muchos tipos debido a mi profesión y a mis hobbies. Me refiero al modelo que utiliza esta maravillosa plataforma que nos permite a nosotros los escritores nóveles y/o no tan nóveles, que nuestras queridas obras y nuestros estupendos textos se pongan a disposición de todo el planeta gracias a la tecnología, gracias a la globalización.  Si los administradores leen estas palabras no quiero ni por un momento que piensen que hago una crítica; pues no lo es. Más bien lo contrario. Es pura admiración y alabanza porque este modelo de negocio del que hablo me parece una verdadera obra maestra. Otorgar a los escritores la opción de tomar una decisión entre publicar lo que quieran y ya está, o publicar lo que quieran y tener que escribir sin cesar para que sus obras sean tenidas en cuenta por los algoritmos informáticos.  A partir de aquí, con el propósito de que mis relatos no queden olvidados y abandonados bajo un manto de bits informáticos, me surge la gran pregunta ¿Qué escribo? ¿Una novela? Una novela de mínima calidad es muy muy difícil de escribir, y resalto lo de mínima calidad debido a muchos factores literarios y no tan literarios. Además, hay que escribir sin final, y una novela infinita sin final acabaría siendo sin lugar a dudas algo esperpéntico, aburrido e indigesto.  Entonces se me ocurrió que podría escribir artículos de opinión, y resalto lo de opinión porque son simplemente eso mismo; de opinión personal, de autorreflexión, sin intentar para nada adoctrinar, regañar, u orientar al lector, sino entretenerlo o como mucho despertar su curiosidad en un tema determinado, aparte de a lo mejor lograr conocerme a mí mismo de un modo más profundo. Quién sabe.   Y como será opinión personal; eso sí, por supuesto que siempre argumentada desde una perspectiva privada y particular, habrá gente que pensará de todo y tendrá todo tipo de reacciones; muchas de ellas negativas e incluso de pensamiento agresivo. Pero a mí me dará igual, porque el objetivo de estos textos es el que es y lo demás completamente irrelevante.