Ámbar llegó a casa con el corazón destrozado, sentía que no había nada que hacer... había perdido Samuel y eso la hacía sentir con un enorme vacío en el pecho... en el estómago, o quizás en ambos, la sensación de vértigo no se iba. Quería recueparlo, pero realmente no lo creía capaz y eso la entrustecia profundamente, porque no podía recordar cuando había sido la última vez que había estado tan enamorada... creo que nunca, o sea, sí, antes había amado pero, jamás con aquella intensidad... Ojalá, las cosas fuesen distintas para ambos... Ojalá, no fuese un amor prohibido... Ojalá, pudiese triunfar el amor... Ojalá, fuese cierta aquella frase de; "para el amor no hay impedimentos" ***************** Anibal llegó a casa agotado, un largo día de trabajo, sumado a una cena con Melina, al en

