Bien hecho

1368 Words
-dime que no te tuviste que acostar con él- me dijo Markos asomándose cuidadosamente hacia mí, yo me estaba bañando, recién acababa de llegar -¿Desde cuándo debo darte explicaciones sobre lo que hago con mi cuerpo?- no me estaba gustando su tono, no puedo creer que él esté hechando a perder esto -eso quiere decir que lo hiciste, te acostaste con Anton Calá- me tomó del cabello y besó con furia, haciéndome probar el sabor metálico de la sangre en mis labios, le empujé -¿Qué diablos te pasa Markos?, Te recuerdo que tú y yo no somos nada, ni siquiera existe un nosotros, esto es sólo sexo, sin compromisos, sólo diversión- le grite mientras tocaba mis labios -tú te callas, te voy a demostrar que soy mejor que aquel viejo decrépito- bajo sus pantalones -eso lo dudo, viejo y todo, pero supo usar bien el de abajo- sonreí con malicia -eso lo veremos-. Luego de aquel encuentro con Markos me dispuse a entrenar un poco y solo me detuve cuando ví los primeros rayos de sol. Fuí a los servicios para asearme y de allí fui a mi habitación para vestirme, me entalle un pantalón n***o talle alto, una blusa negra de tirantes, unas botas negra de militar e hice una trenza en mi cabello. Baje a desayunar para luego ir hasta la oficina de Marrota. —Maria— la cara de Marrota fue de asombro —justo estaba viendo el reporte de Bill, sobre lo ocurrido anoche— cerró la carpeta que miraba, en ese momento su móvil emitió un sonido y segundos después encendió la tv —«El empresario y activista Anton Calá, fue visto por última vez ayer a las 6pm junto a su cuerpo de seguridad y su esposa alertada por su ausencia, decidió llamar a la policía alrededor de las 3am de la mañana, ya que según ella su esposo nunca se a quedado fuera de casa, las autoridades han empezado su búsqueda ya que... —bien hecho María, el Cártel ha mandado a uno de sus emisarios para agradecer por la rápida ejecución— sonrió y me entrego dos sobres —esta es tu paga— señalando al más pequeño —y este es tu nuevo encargo— Miré los sobres detenidamente y tome el que contenía el dinero y lo guarde en mi bolsillo y el que contenía la información de mí víctima lo abrí —este es Rafael Quiroga, el rector del penitenciario "El salvador" y ha estado exigiendo demasiado según el Cártel, así que quiere eliminarlo, pero no quiere que sea algo limpio, quiere que se note que fue matado por el narco y que le dejes una nota con su propia sangre que diga "El Manglar"— —de acuerdo— miré aquel sujeto, era un hombre regordete, con cara de abusador y malandro, guarde nuevamente el contenido y me puse en pies —ah, otra cosa María, ellos quieren que sea para hoy— miró su reloj de pulsera —tienes hasta las 12am para acabar con él— asentí y me marché, necesitaba planear mi ataque Me sumergí en los datos suministrado y parecía un hombre muy recto, del trabajo a la casa, de la casa a la iglesia, de la iglesia a un pequeño restaurante junto a su familia y así sucesivamente. De repente me llegó una idea a la cabeza y decidí ejecutarla, sólo tendré que esperar 10h para ejecutarla. Tomé todo lo necesario de la armería una 9mm HK p7, mi infalible Glock 43, balas, silenciador, binoculares, bombas de humo y por si las dudas una pistola eléctrica —¿De cacería María?— preguntó Richard al entrar a la habitación —sí, debo cumplir órdenes— terminé de empacar y salí de allí, la verdad es que nunca me ha gustado la vibra de Richard, es una de esos mastodontes de porte militar, mirada misteriosa, de poco hablar y muy amenazante cuando quiere, pero en fin, hoy no me voy a distraer con pequeñeces. Baje a la cochera y tome una moto, conduje hasta llegar a la cárcel y allí me estacione, en un punto ciego de las cámaras y de la vista de los policías que vigilaban el lugar. Pasada las horas ví cómo salió una hora antes del trabajo, le seguí con cautela hasta entrar a una pequeña cafetería en la cual se encontró con el procurador general, el lugar estaba infestado de policías, lo cual hacía que mi entrada al lugar no pase desapercibida, pero debo tomar el riesgo, baje de la moto, me quite el casco y mire hacia mis costados y Vi pasar una joven, le ofrecí algunos dólares para que fuera por algo de ropa a la tienda con la salvedad de que fuera algo sencillo. Pasado algunos momentos llegó con un vestido floral suelto y unas sandalias. Al abrir la puerta sonó una pequeña campanita captando así la atención del personal del lugar y de los pocos comensales que habían allí, caminé con total naturalidad, mientras observaba todo a mi alrededor, me senté dos mesas después de la de ellos y con dificultad escuché lo que hablaban. Una joven fue hasta mí y preguntó que ordenaría, le dije que esperaba a alguien, que por el momento solo quería un vaso de agua. Fingía estar un poco angustiada, así que el mesero se me acercó y le dije que me marcharía ya que mi cita no llegó; había decidido salir del lugar, ya que el Alcaide había dicho que se debe retirar. Por encima del vestido me coloque la ropa que traía puesta con anterioridad y volví a seguir al blanco, este llegó hasta su casa y ya la esposa lo esperaba para partir a la iglesia. Le pedí perdón a Dios por lo que estaba a punto de hacer, iba a irrumpir en su casa, sólo espero que esta me sea perdonada. Lancé una bomba de humo y de inmediato los feligreses presentes se alarmaron —tranquilos hermanos, debe de ser alguna fuga ... Vamos a ir saliendo todos despacio— escuché al padre hablar, saque la 9mm y realice dos disparos al aire, lo cual armó más alboroto, localicé a Rafael y le disparé continuamente hasta verlo abatido y como me habían ordenado, en el pupitre del padre había una agenda, arranque una hoja y escribí con su propia sangre el nombre del Cártel. Conduje hasta la organización debía de informarle a Marrota lo que había escuchado. —Maria, se te ve cansada, ¿Día de cacería?— preguntó el cocinero mientras me servía una ensalada y una cerveza —sí César, fue algo espantoso lo que hice hoy, pero debía "Llamar la atención"— hice comillas con mis dedos y tomé un largo trago de cerveza —eso quiere decir que tuviste que alborotar algún avispero— sonrió —digamos que sí— tomé la ensalada y fui hasta la oficina de Marrota —Lucky, ¿Puedo pasar?, Necesito decirle algo a Marrota— este se encontraba parado en la puerta con intención de entrar —ahora él está ocupado en una reunión con el Señor Manuel— —te juro que es de suma importancia que Marrota se entere de esto— este me miró —pero debes de darme esa ensalada que llevas ahí— miré el plato y se lo extendí, este abrió la puerta y fue hasta Marrota entregándole lo que en su momento era mi ensalada —gracias— dijo Marrota cuando Lucky le pasó el envase —93, ahora no puedo hablar— cuando Marrota pronuncia nuestro año de nacimiento y no nuestro nombre quiere decir que está reunido con un Cártel —esto que te diré es de suma importancia Marrota— —permítanme un momento— le dijo a quienes lo acompañaban y camino hasta mí, caminamos juntos hasta el baño y allí nos encerramos, ya que ese era el único lugar deshabilitado —tienes cinco minutos y van tres— —en el encargo de hoy descubrí que hay un topo infiltrado en el Cartel El Manglar y por lo visto tiene suficiente información del Cártel y de nosotros—
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