Había dormido en el sofá de la sala de mi amiga, recordé que tenía que asistir al trabajo y tuve que levantarme para no llegar tarde. La noche pasada estuvimos extasiadas de la alegría, nos divertimos juntas y queríamos embriagarnos después de haber terminado ver la película, pero no pudimos porque Jessica está embarazada. Así que, optamos por hacer bromas, realizando varias llamadas telefónicas hacia ciertos desconocidos, pareciéndonos a unas niñas infantiles, esa pequeña travesura nos sacó a las dos de nuestros pensamientos envolventes, que intentaban lastimarnos a nosotras mismas. Más bien, reunirme con ella me ayudó en distraerme y sentirme de nuevo ingenua, tan sólo por unos momentos cuando estuvimos hablando sobre nuestro futuro, de nuevas metas y proyectos. Fueron breves instantes

