Había llevado a mi amiga a mi casa, pero no quise dejarla sola, podría inducir al suicidio. Entonces, decidí no ir al trabajo, ya lo había notificado con Martha. Preparé el almuerzo para ella y para mí. Hasta me asomaba en la recamara y la veía totalmente tranquila acostada sobre mí cama, como si no habitase alma en ese cuerpo. Me acerque a ella para saber en qué pensaba, concluí que posiblemente puede ser en su trauma, aunque, no será fácil para ella salir de ello.
-¿En qué piensas? – acaricio su cabello rubio.
-Yo antes pensé que nunca iba a salir de allí, como ellos me estaban asegurando, hasta que te pude llamar… Fue una película de terror lo que viví, no quisiera volver a pasar por ello – me dice.
-Ya estas a salvo.
-¿Pero qué hay de lo que hay dentro de mí? Mi cuerpo se puede res
