gMi obra “La Sexóloga” quizás genere cualquier tipo de contradicción por el novedoso título, pero más bien, contiene ciertas realidades que ocurre en el espacio cotidiano, que se muestran en el consultorio de Dalila, y quizás pueda que sirva, como un medio de conocer la diversidad s****l que se encuentra en la población, ya que cada quien tiene un gusto diferente, a la hora de entrar en un contacto íntimo con su pareja o cualquier persona. Siempre y cuando se debe de mantener una línea fija que no puede ser traspasado, un balance mental que pueda mantenerse en equilibrio en este espacio existencial.
Mi protagonista se ha especializado en sexología, pero en un principio de la historia, apenas está ofreciendo sus servicios en su ciudad natal, que allí mismo ha cocido su hombre ideal, Joaquín Castillo quien es un beisbolista reconocido, acostumbrado en tener las damiselas a sus pies, hasta que conoció a Dalila, una mujer con una mentalidad totalmente diferente, con expectativas sumamente altas. Él termina por interesarse en aquella mujer muy desinteresada, amable e inteligente, por lo que intentará domar su corazón.
Una historia hermosa que es lo que quiero que perciban, e incluso el hecho de que las mentalidades de las personas pueden cambiar, si se emplea la voluntad, que en este caso Joaquín lo hará por su Dulcinea especial. Dalila en medio de su vida como sexóloga, se enfrenta a su ex compañera de clases de la universidad, que ella pretende verla fallar en todos los ámbitos de su vida, quien ella es la típica enemiga que nunca llega a faltar, haciendo actos escrupulosos en prejuicio contra ella, ante estos actos, Dalila le demostrara ciertas realidades, que ella misma no soportará, al verla feliz como ella es y con uno de los hombres más codiciados.
Para la protagonista su vida no había sido fácil, aunque, ella siempre ha visto el lado positivo de las cosas, por eso Dalila es una mujer muy singular, lo que llama la atención de cualquier persona.