Capítulo V
— Llegamos al centro de Norrbotten tras seis horas de camino, paramos a desayunar algo en un restaurante y continuamos.
– Te dejaré instalada en casa y saldré a resolver unos pendientes, ya que me imagino que no querrás ir ¿O si?
– Imaginas bien, ve, yo te espero aquí.
– Perfecto, no se cuanto me tarde ya que voy a ver una propiedad que adquirió mi padre para montar mi compañía.
– No hay problema, ¿Ya le tienes un nombre a tu compañía?
– Aún no.
– Te puedo ayudar con eso sí quieres.
– Quiero si, a ver, dame ideas.
– ¿Por amor al arte? —hago un gesto extraño—.
– No, no me gusta. Otro a ver.
– ¿Amor al arte?
– Eh, no.
– ¿Entonces? —piensa por un momento con el dedo índice en su mejilla y ojos hacia arriba— ¿Love and Art?
– ¿Love and Art? —lo pienso— me gusta ese si, lo estudiaré con mis amigos, pero si me gusta.
– Está bien entonces, ¿Te marchas ya?
– Si, trataré de llegar lo antes posible.
– Vale.
— Dejo a Leif en casa y salgo a encontrarme con mis amigos para ir a la propiedad que me regaló mi padre y así empezar de una vez con las remodelaciones que se necesitan para instalarnos lo antes posible. Ya Paúl y Mathias me están esperando, llegó y los abrazo a ambos.
– Hermano, ¿Nos extrañaste? —pregunta Paúl—.
– Demasiado.
– Sólo fueron dos días sin nosotros.
– Pareció eterno.
– Que dramático —dice Mathias—.
– No es drama, es la verdad. Ahora bien, a lo que vinimos.
– Antes cuéntanos, ¿Cómo están tus padres? —pregunta Paúl—.
– Están geniales, me hizo muy bien verlos.
– Nos alegra oír eso —dice nuevamente—.
– Ahora sí, entremos al lugar a ver qué tanto hay por hacer.
– Vamos.
— Entramos al lugar y se ve maravilloso y tiene buena estructura. Muchas oficinas y muchas están acondicionadas, sólo le cambiaríamos varias cosas y el color de las paredes, son siete pisos en total, creo que está más que genial. Les planteo lo del nombre de la empresa y a ambos les agrado, así que será: "Love and Art" como me propuso la hermosa Leif. Varias horas más tarde, después de estudiar la estructura, contratar a las compañías para la mini remodelación del lugar decido ir a casa, me excuso con Paúl y Mathias y quedó en reunirme con ellos al día siguiente. Llegó a casa y busco a Leif, la consigo en mi despacho.
– Hola —saludo—.
– ¿Te molesta qué esté aquí?
– No hermosa para nada, puedes estar donde quieras.
– Gracias —se levanta de donde está sentada y mejor que no lo hubiese hecho, está vestida con unos shores cortos y una franelilla que se le marca toda la figura, es hermosa—. Me puse algo cómoda para cuando vayas a pintarme, claro si lo harás hoy.
– Podemos empezar hoy si, más no creo que terminemos, aunque no me has dicho cómo quieres la pintura exactamente.
– En ropa interior, con una taza de chocolate caliente en las manos, mirando la lluvia a través de la ventana —trago grueso de solo imaginarlo— ¿Podrás hacerlo?
– Por supuesto, trataré que quede lo mejor posible.
– Se que será así
– Encargo unas pizzas, comemos y luego empezamos, ¿Te parece?
– Perfecto.
— Llegaron las pizzas que encargué, comimos en silencio, pasado un rato nos dirigimos a la habitación donde tengo todos mis instrumentos.
– Busca el mejor ángulo para tu cuadro, decide cuál ventana te gusta más, aunque no está lloviendo pero me lo podría imaginar.
– Me gusta esa de allí —señala la ventana que da hacia una de las montañas—.
– Genial, ¿Estarás de pie o sentada?
– Sentada, de piernas cruzadas.
– Bien, cuando quieras podemos empezar.
— Se dirige al cuarto de baño, al pasar unos minutos regresa envuelta en una toalla y la deja caer lentamente, se sube a una banqueta, se sienta y cruza las piernas.
– Voy por la taza de chocolate —digo y salgo de la habitación—.
— No se que rayos me pasa, me siento como un adolescente, debo concentrarme o esto no acabará bien, ante todo debo ser un profesional. Tomo la taza de chocolate y regreso a la habitación.
– Regrese, ten —le doy la taza— ahora sí podemos dar inicio.
– Por favor.
— Me concentro en lo que voy a hacer y dejo que mi mano haga su trabajo, empiezo por su hermoso rostro el cual me tomo todo el tiempo ya que quiero que quede perfecto como lo es ella, luego procedo con su cabello el cual lo tiene suelto y le llega a la cintura, dibujo capa por capa y me va agradando como va quedando todo, pasadas unas horas tengo perfeccionado todo su cuerpo junto a la taza de chocolate caliente en sus manos, a está también le dibuje el vapor.
– Creo que por hoy lo dejamos así —le digo—.
– Está bien, ¿Qué tal quedo?
– Querrás decir: ¿Qué tal va quedando? Pero dímelo tú —se envuelve en la toalla y viene hacia mi—.
– Oh Darío, me encanta, está quedando perfecto, eres genial en lo que haces.
– Gracias hermosa, y si se trata de ti creeme que haré lo posible para que quedé tan perfecto como tú.
– Está hermoso —me mira fijamente a los ojos—.
– Gracias nuevamente —no deja de mirarme por lo que no se si lo que haré será por impulso o porque así lo quiero, pero la tomo del cuello y la traigo hacía mí y hago que mis labios se unan con los de ella. Sabe tan bien y tiene unos labios muy delicados. Nos besamos con ternura y eso me gusta, en realidad me gusta esta mujer, siento muchas cosas por ella, se separa lentamente de mi.
– Lo siento, me deje llevar —le digo—.
– Está bien, yo también lo quería.
– Me gustas Leif, me gustas mucho desde el primer momento en que te vi, se que es muy pronto, pero ya que estamos aquí en mi casa me gustaría que lo intentaramos.
– Está bien.
– ¿Segura?
– Si, estoy segura, me gustas tanto como yo a ti y si lo quiero intentar.
– No te arrepentirás, lo prometo.
— Volvemos a besarnos y esta vez el beso es más duradero, la siento un poco tensa y es normal ya que por lo que me dijo, aún es virgen, pero si las cosas llegan más allá prometo ser lo más cuidadoso posible, Leif merece mucho, aparte de ser sumamente hermosa, es perfecta, siento que me enamoré a tan solo un par de días de conocerla, seguimos besándonos y salimos de esta habitación y la llevo a mi habitación principal, donde me permite hacerla mía por primera vez.
+++++
— Han pasado dos meses desde que Leif llegó a casa conmigo, hablo con su padre y le indico que se tomaría unas vacaciones y este se lo permitió, me he sentido el hombre más feliz a su lado, no me canso de decir lo hermosa que es y no es sólo físicamente, si no en todos los sentidos, es atenta, cariñosa y perfecta. Mis amigos no saben nada de ella, cada vez que van a venir a casa ella se va a la habitación y no queda ningún rastro de ella, ambos estamos de acuerdo en que en secreto es mejor, así no corremos ningún riesgo de que se dañe lo que tenemos. La remodelación de Love and Art ya está pronto ser acabada, quizás como en un mes más ya podríamos establecernos en nuestras propias oficinas, Paúl y Mathias aparte de mis amigos, serán mis delegados principales ya que en ellos es en quienes más confío.
– ¿Cuando volverás a pintar? —pregunta Paúl—.
– No lo se, no he tenido mucho tiempo.
– ¿Cómo que no? Si es poco lo que estamos haciendo en este momento.
– Lo se, pero al llegar a casa tengo otras cosas por hacer.
– Vamos a pensar que tienes una novia oculta.
– Ya la conocerían ¿No crees? —no me gusta mentirle a mis amigos, pero siento que es una buena razón—.
– Si bueno, tienes razón, saca tiempo y pinta algo nuevo —en realidad tengo muchos cuadros nuevos, pero todos son de Leif y no se si sea conveniente ponerlos en exhibición para una posible venta, al llegar a casa lo hablaré con ella y si me dice que si, pondré algunos en exhibición—.
– Hey viejo, ¿Estás aquí?
– Lo siento —Mathias me saca de mis pensamientos—.
– Estás muy pensativo últimamente —dice Paúl—.
– ¿De verdad estás bien?
– Claro chicos, lo estoy, sólo que son tantas cosas que últimamente me siento un poco cansado, pero cuando nos instalemos como es, quizás tenga más tiempo.
– Eso esperamos.
– Verán que si, ahora debo irme a casa.
– ¿No quieres ir por una copa?
– Otro día, lo prometo.
– Está bien entonces.
— Me despido de ellos y me voy a casa, donde me espera mi preciosa novia. Llegó y hay un olor rico, una comida que no es común para mi, llegó a la cocina.
– Huele de maravilla, —digo acercándome y abrazándola de espaldas—, ¿Qué cocinas?
– Kottbellar.
– Mmm, lo he escuchado, más no lo he comido.
– Siéntate y en un minuto lo disfrutarás.
— El Kottbellar es: albóndigas suecas de carne picada que se sirven bañadas en salsa y acompañadas de patatas, ensalada y mermelada de lingonberry, Leif me sirve un plato y está perfecto como ella, está totalmente delicioso, Leif prepara unos menús muy divinos.
— Comemos en silencio mientras ambos deleitamos la deliciosa comida que hizo, cada día me sorprende más esta mujer.
– Gracias hermosa, estaba deliciosa la comida.
– Me alegra que te haya gustado.
– Me encantó si.
– ¿Qué tal tu día?
– Bien, un poco agotador, los chicos quieren que pinte un nuevo cuadro, pero no lo sé.
– ¿Y eso para que?
– Para ponerlo en exhibición cuando aperturemos Love and Art.
– ¿Te gustaría usar uno de los que has pintado de mi?
– ¿Me dejarías usarlos?
– Claro mi vida, los que quieras.
– ¿Segura?
– Así es.
– Como no amarte si eres tan perfecta y cada día me sorprendes más.
– Me alegra saber que te sorprendo cada día más.
– Lo haces si, y me haces muy pero muy feliz.
– Me alegra saber eso, tú también me haces muy feliz.
+++++
— Han pasado seis meses, ya Love and Art está totalmente operativa, no paso mucho tiempo en ella ya que aún tengo muchos pendientes y debo pintar varios cuadros para la exhibición, cada día nos va mejor, agradezco tanto a mis padres por todo lo que hacen por mi. Mi relación con Leif está mucho mejor que antes, aunque estos últimos días la he notado un poco extraña, espero que no sea nada malo.
— Acabo con unos pendientes en la oficina, envío unos trabajos a la universidad que ya inicie nuevamente y me marcho a casa, veré con que me sorprende Leif hoy, ya que cada día es algo nuevo.
— Llegó a casa busco a Leif y no está en su lugar de siempre, voy a mi habitación y tampoco está allí, ¿Dónde estará? ¿O que planea? La busco en la habitación de las pinturas y nada, mi corazón empieza a acelerarse, decido marcarle al móvil, está encendido pero no lo contesta, ahora sí es sospechoso. Ella nunca deja de contestarme el móvil, esperaré un rato y volveré a marcarle.
— Voy a mi habitación nuevamente y algo llama mi atención, el armario donde guarda su ropa está un poco abierto, lo termino de abrir y no puede ser, esto no es posible, se fue, se llevó todo, su ropa no está, nada, absolutamente nada, esto tiene que ser una pesadilla, todo estaba tan bien ¿Qué pasó Leif? ¿Qué hice mal? ¿Por qué te fuiste? No entiendo nada, insistí a su móvil y nada, Leif se marchó, se fue de mi vida, me abandono. Voy por una botella de whisky y empiezo a tomar, la lluvia empieza a caer, ¿Será que el universo nota cómo está mi alma en este momento? Gotas de lluvia caen y no paro de pensar en Leif, haciéndome mil preguntas a las cuales no les hayo respuesta alguna, tomo sin parar hasta que ya no se de mi, la lluvia cae sin cesar y mis lágrimas también, te amo Leif, ¿En qué falle?
+++++
— Los días pasan y no se nada de Leif, la he buscado por muchos lugares y nada, no puedo concentrarme en nada, sólo me provoca tomar alcohol y nada más, no he hablado con mis amigos, me excuso con que estoy enfermo para que no vengan a casa.
— Pasan los días, los meses y no se nada de Leif, es como si se la hubiese tragado la tierra, creo que lo mejor es que continúe con mi vida, algún día las respuestas llegarán a mi.
— Como odio ese cinco de octubre cuando llegue a casa y no conseguí a Leif, no la olvidaré nunca, me abandono, y lo hizo de la manera más cobarde, como un niño abandona un juguete. Algún día Leif Alberttsson, algún día te voy a encontrar o dejo de llamarme Darío Olsson.