una guerra y mil batallas

MI nombre es Anna y....... (suspira) no puedo hacer esto, ni siquiera se por que tengo que hacerlo. -Dr: vamos Anna todos lo han hecho es parte de la terapia. -Que no quiero! además por contarle a unos extraños lo que he vivido no va hacer que se arreglen sus vidas, aquí todos sabemos lo miserables que somos. -dr: ok,Anna es suficiente ve a tu habitación y hablaremos de esto más tarde. - no es mi habitación, nada más estoy aquí de pasada. Mi habitación es la 402, no tiene mucho de extraordinario, bueno la persona que estuvo antes que yo se suicidó. Tengo una cama pequeña y las paredes son verdes con blanco, hay un escritorio plateado que ni silla tiene, ya se imaginarán por quien la Quitaron. Los colores son un poco muertos para ser un instituto de rehabilitación, es decir, como podría curarme si hasta las paredes se les nota la tristeza.me gusta mucho escribir en mi diario, sienta como me sienta lo escribo todo y el doctor dice que eso es una buena terapia. Parte de estar aquí me hace extrañar lo que tenia afuera, como mi habitación de verdad. Mi cama es doble para empezar así que tengo todo el espacio para moverme, también tengo un escritorio que SI tiene silla, una vitrina de libros, mi closet, fotos, muchas fotos. Aquí solo dejaron que tuviera mi diario y algo de mi ropa. En realidad más que las cosas extraño los recuerdos, amigos, familia, y lo mas bonito de esos recuerdos es con lo alegres que son, por que fueron momentos en los que tuve lo que nunca pensé que perdería.... (el doctor entra) -Dr: Anna vine a que me explicaras que fue lo que pasó en la sala de terapia. -Anna : pasó que no quería compartir mis cosas personales, menos con gente que no conozco. -Dr: mira, no es fácil abrirse a la gente pero sin embargo todos ellos han confiado. Además es mucho mejor dejar salir lo que sientes a tenerlo guardado y que te apuñale por dentro. -Anna: la confianza se gana, y ellos no han hecho nada para ganarse la mía. Además lo único que he ganado al confiar mis sentimientos a la gente es que me metan en este agujero. Lo perdí todo, Todo.... Y ahora también perdí mi libertad. -dr: Anna, estamos para ayudarte no para perjudicarte y si estas aquí es por que a alguien le has importado lo suficiente como para.. Anna interrumpe... Agresivamente Anna: Pará qué?!, para que no pueda hacer lo que tanto deseaba?, y que tanto le he importado si me ha dejado con este peso, esta sensación de ahogo, de que me estoy hundiendo en la mierda, me duele tanto el alma que me pesa el pelo, que camino con las pocas fuerzas que me quedan y que me duele respirar!! (rompe en llanto) -dr: Anna... Para eso..... Para eso estoy yo. -Anna: que me paso? Realmente, la gente cree cuando le dicen que  las cosas pasan por algo?. Dicen que los malos ratos son enseñanzas de la vida o de Dios, para que seamos mejores versiones de nosotros. Pero que mejor versión habría de una persona tan rota y descompuesta que le es fácil  decidir entre estar viva o muerta. Cuando eres niño, te preocupa no encontrar un juguete o el monstruo debajo de tu cama, por que para lo demás solo sabes responder con una sonrisa y carcajadas, que en muchas ocasiones no tenían sentido. Ahí, esta la diferencia.... Un niño siente alegría y no le aplica un sentido, no sabe que es el rencor y el odio, simplemente está feliz y no hay un porqué de por medio. Después el niño comprende el por qué de las cosas, por qué  estamos felices y aveces no, por qué hay que reaccionar de cierta forma en ciertas situaciones, por qué y por qué?, entonces, te das cuenta que ahora tus alegrías, tus miedos y tus acciones, llevan la etiqueta de un ¿por qué? Que antes ni sabias que existía. -Anna: y ahora busco ese por qué por todos lados, pero no encuentro sentido a esta emoción tan fuerte y desagradable. No tengo motivos para estar así, lo tengo todo, bueno..... Lo tenía. -Dr: Anna, mira lo bien que lo hiciste ahora. Has tenido todo eso por dentro durante tanto tiempo. -Anna: supongo que se siente bien hablar. -dr: Claro que sí!, aquí estoy para escucharte. Anna, no puedes esperar salir de un vacío, sí con una mano quieres trepar y con la otra sigues cavando más hondo. -Anna: gracias, creo que... Fue un buen comienzo pero no estoy preparada para compartirlo con los demás. -dr: esta bien, cada uno a su ritmo, descansa ya es tarde. Hablaremos mañana. Anna: dr?... -dr: dime... -Anna: podría traer una silla para mi escritorio? -dr: primero tienes que ganarte mi confianza.( el dr le sonríe a Ana) Me acosté con la sensación de que tal vez podría sacar algo bueno de este lugar. Y si me empeño en mejorar el doctor me daría una silla, y podría seguir escribiendo sobre todo lo que siento. Además si voy a quedarme un tiempo aquí, necesito tener donde sentarme, esa silla es mi voto de confianza. Dormir para muchos es un placer diario, para otros un lujo, y para mí era paz. Cuando duermes te pierdes, estás en una sensación donde no recuerdas dolor, tristeza ni  vacíos. El día anterior había tenido un buen descanso, hablar con él doctor de verdad me había ayudado, pero hoy que me levanto y veo la luz de la ventana casi quemándome los ojos, me pregunto por que esta pesadez me sigue estorbando, tengo un nudo  en la garganta que no puedo curar con agua.Es ahí cuando te das cuenta que todo vuelve, que puede desaparecer un rato, que puede parecer que estás bien, que ya lo has hablado y listo, cuando en realidad todo lo que has dicho son excusas para tratar de entender lo que te pasa. Entonces hoy me levanto y todo sigue igual, y esque es una mierda ver salir el sol, por que sabes que tienes que vestirte con ropa de alegría. (enfermera toca la puerta) - Anna, levántate que ya es la hora del desayuno y todos están en el comedor Anna deja caer una lagrima en su diario y lo guarda. - si si, ya voy. Me pare como pude y agarre fuerzas del aire para afrontar un nuevo día. Antes el desayuno era mi parte favorita del día, bajar a la cocina y tomarme un café con mamá, mientras hablamos de tonterías yo le contaba mis sueños, mis metas, mis deseos. Y esque ahora todo eso........ Se fue, y lo convertí en  pensamientos que alguna vez tuve. Una enfermera se acerca y nota que estoy sentada mirando mi plato, con una mirada perdida y nostálgica. Se sienta y tocándome el hombro dice: - hey, se que es difícil adaptarse a lo nuevo pero nesesitas fuerzas más que nunca, anda come tu comida Anna. Subo la mirada con mis ojos sin mover la cabeza. - no quiero comer ahora, tengo náuseas. -Anna, no vas a ponerte bien si no pones de tu parte. Mire a la enfermera con tanta rabia, que tire la bandeja, me pare y le dije en voz alta: - ¿tu crees que no pongo de mi parte?. Que soy una niña malcriada y terca que solo esta haciendo un berrinche ¿verdad?, pues yo creo que bastante de mi parte estoy poniendo al luchar con la idea de querer suicidarme todos los días. Que este aquí sentada tratando de obligarme a estar bien!!. Di el último suspiro de rabia y la enfermera solamente se quedó callada, todo el mundo había visto lo que había pasado. No recuerdo mucho después por que al estar tan débil y nerviosa me desmaye, todo se volvió n***o y desperté un rato después en mi habitación. Me sentía algo dormida todavía, por las drogas que me habían dado para calmarme, pero no me molestaba para nada por que en ese momento lo daba todo por sentir algo de paz. El doctor entro a mi habitación dándose cuenta que estaba más despierta. -dr: Anna, has tenido una crisis nerviosa y....... (es interrumpido por Anna) - y me he desmayado, ya se. -dr: Anna, hoy hay terapia de grupo y quiero que estés ahí ok?. De verdad te va servir mucho para comenzar a sacar todo el dolor que tienes. Anna: no voy a ir, me parece una estupidez, además estoy cansada y no estoy para eso ahora. Mejor mañana. -Dr: es importante que vayas, además ya te hemos dejado descansar después del incidente de esta mañana, aquí hay reglas Anna y tienes que seguirlas, es por tu bien. No respondí nada y cruce mis brazos, dándome la vuelta mirando hacia la pared. Ayer tenía ganas de hablar, pero hoy no, y me daba mucha rabia que no pudieran respetar mi silencio. Pase un rato ahogándome en los pensamientos que tenía, las ideas, las voces, realmente no se si era m********o darle vueltas siempre a la misma cosa, pero suicidarme se había vuelto mi obsesión. Decidí ir a la estúpida junta de grupo, me parece todo tan tonto, sentarnos en un círculo, rodeados de gente que ni conoces y estas ahí para contarles que te pasa como una película para ver que historia es mas triste. Anna entra y ve a todos sentados, el doctor la mira y sonríe. -Anna: solo vine a decir que estoy harta, harta de seguir  sus reglas por que para todo hay reglas, y esque la gente no puede ver un poco de caos sin asustarse, pues me canse, me canse de lo dura que es la vida, me canse de ser fuerte por que eso es lo que todo el mundo te dice, "se fuerte" y que pasa si no quiero?, que pasa si quiero terminarme  de quebrar, me canse de sufrir, me canse de estar triste,  la  tristeza que tengo no te hace llorar, es una pena que te vacía por dentro y te deja pensando en todo y nada a la vez y esque ya  no te sientes tu. Y....... luego están esas mierdas de pastillas que lo hacen todo simple, te drogan, te nublan el alma por que para mí es como llevar la felicidad en el bolsillo , que fácil no?. Y la verdad que si lo es por que esas mismas  pastillas que me dan para curarme son la solución a mis problemas. Así que vine a decir que me canse de poner la felicidad de otros sobre la mía. Nunca me había sentido tan libre de mandar todo a la mierda, mientras corría por el pasillo hacia mi habitación, corría riendo y contenta con enfermeras detrás mío, tratándome de alcanzar. Me encerré en mi habitación, era nueva pero no tenía nada de tonta, el día anterior había robado una cuchara de la cafetería y raspando la punta  a la pared logre que fuera lo suficientemente filuda como para penetrar en las venas. Mientras aplicaba presión sobre mi brazo, pensaba y pensaba, es decir ya todo lo había logrado, pero había algo que no me dejaba simplemente acabar con todo, pero escuchaba estas voces que tampoco se callaban, y por no ponerles nombre, les diremos 1. 2. Y 3. Anna: bueno a ver ya, tengo que hacerlo, además no va doler nada solo lo hago y ya esta. Presionó la punta de la cuchara sobre mi brazo, pero después la quito. Anna: por qué es tan difícil hacerlo?, por qué, sólo hazlo Anna de una puta vez!! El doctor trata de abrir la puerta todavía junto con las enfermeras. Dr: Anna!!, vamos cálmate un poco que las cosas se pueden hablar que quieres, que puedo hacer por ti? Anna: nada!!, dejarme sola que no aguanto más y no vas a convencerme. Dr: Anna, tienes toda la vida por delante, mira no heches todo tu progreso a la basura. Todo tiene solución Anna: no!!, no la tiene, estoy hundida no entiendes?, no me puedes salvar por que no puedes operarme del alma, no puedes hacer que mi dolor se vaya. Y esque es tal que necesito un dolor físico para distraer mi mente de lo que en verdad me duele. Yo no tengo futuro. En ese momento las voces se hicieron más fuertes, pidiéndome a gritos ver sangre y yo....... Yo era su esclava. Me hice un corte profundo y al ver salir la sangre me quede mirándola como si fuera lo más mágico que hubiera visto en mi vida, mientras perdía la conciencia, pedía perdón a Dios y pedía perdón a mi mamá, a mis amigos, por que se que lo que había hecho era egoísta, y lo que menos quería era que sufrieran pero esque yo ya no daba mas.de pronto escuche un ruido fuerte, abatearon la puerta, las enfermeras me quitaron la cuchara. Dr: Dios mío Anna, que has hecho pequeña. Anna responde con un tono débil mientras el doctor y las enfermeras tratan de ayudarla. - perdón doctor, por rendirme, por no poder más. Perdón. El doctor carga mi cuerpo inconsciente hacia la sala de emergencia, donde me atienden de Inmediato. Puedo escuchar todo el ruido a mi alrededor, las voces que me piden que deje de luchar. Por milagro de Dios, sobreviví mi atentando s*****a, la verdad sentía vergüenza de mi misma, sentía rabia por haber pensado en algo así, me sentía más miserable que nunca por que de no haber fallado, hubiera dejado a muchos con ese ¿por que?, y  de hecho hace unos meses yo me preguntaba por qué la gente triste se quitaba la vida, si la vida no era más que algo maravilloso, y era solo cuestión de aprender a descubrir su magia. Pero me puse los zapatos del otro, y entonces entendí por qué. La depresión me había ganado una batalla.......... Pero no la guerra.