Turco idiota

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Despierta desorientada, no sabe dónde se encuentra. No bebió tanto, y menos después de ese desafortunado momento, decide levantarse, su amiga no se encuentra en la cama. Llega al baño como puede, “Zayd” piensa, es la casa de él, recuerda como toco su mejilla con aquella crema, ash, debería dejar de pensar en él, no es un buen hombre, es frio y amargado, nada que ver con ella, “solo fue amable, por Jall” se dice. Se recoge el cabello, lava sus dientes, su rostro y mejor que antes, vuelve a la habitación toma sus cosas y va a la cocina según cree ella allí deben estar ya todos, es bastante tarde cuando mira la hora en su reloj 1:23pm, durmieron bastante se regaña.

-Buenos días, Candela.- el primero en saludarla es Victor tan amable como anoche.

-Buenos días, a todos.- saluda con un ademan de mano y sonríe, justo cuando pasa su mirada por el lugar llega al anfitrión que la mira intrigado, deja de mirarme así, piensa.

-Buenos días, que tal tu mejilla.- le pregunta acercándose a ella, lo mira con incredulidad.

-Bien, ya no duele.- responde evadiendo su mano.

-Qué bueno.- responde molesto consigo mismo, por su interés con ella, que le pasa, se regaña mentalmente.

-Come algo Can, para que podamos irnos.- la apura Sol, y Margarita asiente.

-Pero si el día aún no termina, podemos ir al club y nadar un rato.- dice Sebastián, Victor asiente apoyándolo.

-No creo que sea buena idea.- suena indecisa mirando a sus amigas.

-Además debemos ir a casa de Margarita, su mamá debe estar preocupada.- secunda Sol, es la que menos quiere quedarse.

-Deberían ir, la piscina a esta hora está sola. Allí pueden relajarse.- todos voltean a verlo sorprendidos, incluso el mismo voltea el rostro incómodo.

-Parece que Zayd está amable hoy.- señala Victor.

-No seas idiota.- lo mira mal.

-Vamos chicas, no suena mal el plan, podemos pasar por la casa de Margarita y saludar a su madre, para que se relaje.

-Suena bien, que dicen.- apoya Jhean.

-Bueno, yo si quiero, pero llamare a Nayn.- acepta Jall.

-Vale.- apoya Sol.

-Bueno, está bien.- dice Margarita.

-¿Y tú Can, vienes?.- la miran todos esperando su respuesta.

-Ok.- no suena muy convencida de su decisión pero no queda de otra. Toma un plato que dejaron en la mesa y se sienta a comer, no pienses tanto, solo es una tarde de piscina, se dice.

Se montan todas en el coche de Jall, pasan por la casa de Margarita, su madre se queda más tranquila al saberla con las chicas. Pasan por el departamento de Can por los trajes de baño, los hombres siempre detrás de ellas siguiéndolas. Llegan al club a eso de las 2:30pm, ellas pasan directo a los baños, y ellos buscan una mesa cerca de la piscina, ordenan unos bocadillos, también unas bebidas, y esperan por ellas. Llega Nayn y al ver a su cuñado se sorprende un poco, lo saluda y se presenta con todos. Jhean baja un poco la guardia al saberlo el novio de Jall.

-Ya estamos aquí.- anuncia Jall. Su novio la mira un poco sorprendido por su efusividad, ella enarca una ceja.- Cariño.- lo saluda, le da un beso en los labios.

-Hola.- la saluda devuelta, respondiendo su beso. Su novia lo abraza cariñosa, y él sonríe.

Todos toman asiento menos Can, ella va directo a la piscina. Le parece tonto sentarse cuando puede nadar. Se lanza al agua cansada, de todo lo que vivió la noche anterior, su mejilla aun le duele un poco. Nada de extremo a extremo hasta que le duelen los brazos. Se sienta en la orilla de la piscina, exhausta, suspira, tal vez debería irse a su casa y dormir.

-Toma.- Sebastián le ofrece una bebida.

-Gracias.- toma todo el refresco. Se sienta a su lado y la observa.

-No deberías nadar así.- comenta.

-Lo necesitaba.- asiente.

-Tienes muchas cosas en la cabeza, deberías relajarte.

-Eso hacía, gracias.

-¿Por qué?.

-Por ayudarnos anoche.

-No fue nada.- asiente en respuesta y no dice más. Él se levanta y la deja allí. Se sumerge en el agua otra vez, ash porque piensa tanto. Se regaña mentalmente. Su amabilidad la ofende, después que fue grosero ahora es lindo, no debería.

-Deja de nadar y dime que te pasa, Candela.- la regaña Jall.

-Sí, algo tienes.- la apoya Sol.

-Lo que sucedió anoche no me deja tranquila, esos hombres, no lo sé.- se sincera.

-Ya veo.

-No deberías preocuparte tanto, ya paso. Estamos bien.- trata de convencerla.- Además nos encontramos con todos ellos y no pasó nada, ya relájate, ven a comer algo.- la animan.

-Vale.- vuelven juntas a la mesa. Margarita está hablando con Sebastián y Jhean, Victor, Zayd y Nayn están por otro lado concentrados en su plática, cuando terminan de llegar a ellos, todos se acercan a la mesa.

-A comer, moría de hambre.- Victor es el primero en sentarse.

-Para la próxima no te dejaremos nadar Can, nos tenías esperando.- señala Sebastián.

-Lo siento.- se disculpa apenada. Todos se sientan, menos Zayd que la observa intrigado.

-Te sucede algo.- pregunta.

-No, estoy bien. Siéntate, come.- lo manda, deja de mirarlo y prosigue a hacer lo mismo ella.

-Ok.- se sienta a su lado, sin decir más.

Pasan la tarde conversando, tomando fotos ellas, Zayd nota a su amigo Victor muy cerca de Candela, no le agrada la sensación que eso le produce, que tiene que importarle a él que ellos estén tan cerca, que parezcan íntimos, recuerda la noche anterior como ellos llegaron juntos a la mesa, a lo mejor bailaron, de allí esa atracción, supone. Del otro lado de la mesa se encuentra también su hermana con su novio, él como siempre solo. Está cansado de su vida, pero no sabe cómo integrarse sin ser odioso, amargado, ya no es como solía ser. Todo por su pasado, por sus raíces, su padre, ella… porque no simplemente se casó con él, hubiese tenido todo, su dinero, lujos, joyas, todo lo que quisiera, pero no, tenía que enamorarlo, engatusarlo, usarlo, jugar con él y luego… BASTA. Deja de pensar en el pasado, vive el ahora, se dice.

-Zayd, estamos planeando viajar en los carnavales a una playa, ¡te apuntas?.- le pregunta su hermana al verlo solo y distraído, su hermano cuanto le dolía saberlo así, suspira.

-No lo sé.- responde dudoso. Mira a todos que lo miran incrédulos. Incluso pasa la mirada por Candela que lo mira un segundo para luego voltear la mirada.

-No seas aguafiestas, además vendrán las chicas, y otras más, tendrás de donde escoger para distraerte.- lo anima Sebastián.

-No somos objetos de diversión.- lo mira mal Margarita.- Idiota.- murmura por lo bajo.

-Te escuche preciosa, y discúlpame.- la mira juguetón.

-Idiota.- le saca la lengua juguetona. Él sonríe divertido, sí, abra diversión en ese viaje, piensa.

-Vamos Zayd, será divertido.- secunda Victor. Candela lo mira por un largo rato esperando su respuesta, al igual que todos. Asiente en acuerdo con ellos.

-Está bien, pero nada de estar llevando chicas molestas.- dice esto último mirando a Can, esperando que entienda la indirecta.

-Vale.- todos aceptan encantados. Vuelven a lo que estaban haciendo antes de proponer las vacaciones, Zayd se sienta cerca de Victor y Candela y participa de su conversación sobre el asunto político.

8:30 pm.

-Bien, yo creo que es hora de irnos. Mañana hay que trabajar, y tenemos mucho que hacer.- Can se levanta al ver la hora dispuesta a irse. Todos la observan tomar sus cosas.

-No crees que deberíamos ir a comer algo.- sugiere Jall.

-No tengo hambre, además estoy cansada y quiero colocarme hielo en el pómulo, para bajar la hinchazón.- sus fuerzas ya están por los suelos a esa hora, su amiga asiente comprendiendo su situación.

-Vale.- se pone de pie y la ayuda a tomar sus cosas.- ¿Cómo te vas?.- le pregunta al terminar.

-Si quiere…- Victor es interrumpido por Zayd.

-Yo la llevo. Me queda cerca.- toma sus cosas, sin dejar que otro opine incluso que ella lo rechace.

-Nos vemos luego chicos, un placer conocerlos. Sol, Margarita nos vemos mañana 10 am. Buenas noches, descansen.- se despide. Y camina junto a Zayd al coche de este.

-¿Te sientes bien?.- su pregunta la toma por sorpresa y no oculta su asombro.

-Te interesa como me siento.- lo mira dudosa, el asiente.- Estoy cansada, y algo molesta por lo que paso anoche. Siento que fue mi culpa, yo las lleve a ese lugar, si no es por el barman esos tipos se fuesen llevado a las chicas, no me lo perdonaría.- se sorprende de la intensidad de sus palabras.

-No fue tu culpa, ese tipo de hombres existe. Tú las salvaste, quédate con eso. Además ellas están bien, tu recibiste un golpe.- asiente de acuerdo con el.- No pienses más en eso, déjalo en el pasado.

-Tienes razón, gracias.- suben al coche, y para su sorpresa el sigue la conversación.

-¿Te gustaría comer algo antes?.- a pesar de que hace un rato dijo no tener hambre, acepta.

-Me gustaría.- quiere quitar su desconcierto pero es que este hombre es increíble, como cambia sus estados de ánimos tan rápido, peor aún como cambia el trato hacia a ella tan rápido, la tiene sorprendida.

-Conozco un lugar por aquí.- asiente de acuerdo.- Algo liviano vendría bien.

-Estoy de acuerdo contigo.- llegan a un pequeño local de comida rápida.

-Aquí venden comida liviana.- mira el puesto de comida rápida y luego a él, y viceversa. Le sonríe asintiendo.

-Vamos.- toma su mano, y recuerda cuando ella lo hizo con él, en la terraza como lo llevo hasta el otro lado, ese cuerpo esbelto pero pequeño pegado al suyo, sacudo la cabeza para despejar esos pensamientos que nada tienen que ver en ese momento.- Buenas noches, Mauro como estas?.- saluda al dueño del puesto, Candela lo mira interactuar con el señor que al parecer conoce.- Queremos dos sándwiches de pollo, vegetales, aderezo y unas aguas saborizada de toronja.- voltea su vista a Candela esperando que apruebe su orden.- Te parece bien?

-Sí, perfecto. Vienes seguido.- se muerde la lengua cuando suelta su pregunta.

-Sí, cuando salgo del trabajo paso por aquí de vez en cuando.- responde.

-Ya.- toman asiento, esperando su orden.- Tengo curiosidad.- suelta de la nada.

-¿Sobre?.

-Cómo es que estas siendo tan amable conmigo, si te caigo mal. Por más que lo intento no logro entenderlo.- murmura confundida.

-Aquí está su orden, buen apetito.- los interrumpe Mauro con la orden.

-Gracias.- contestan al unísono. Deja pasar la pregunta para después de comer.

Cenan en silencio, disfrutando de la compañía el uno del otro sin decirlo en voz alta, tal vez no es tan malo después de todo, se dice en su mente, podemos llevarnos bien, piensa, hasta llegar a ser amigos.

-¿Qué tal la cena?.- piensa un segundo antes de responder, y hace una mueca.- No te gusto el lugar…- suelta una risita.

-Gracias, estaba bastante bueno. Tal vez venga otro día.- sonríe, su sonrisa la cautiva.

-Vámonos.- queda en el sitio un segundo congelada, el de verdad sonrió.

-Oh por dios, sonreíste. Desde que te conozco primera vez que sonríes.- la observa parlotear acerca de su sonrisa, y por alguna razón le agrada.

-Se sonreír, ok. Que no lo haga seguido no quiere decir nada.- le hace ver.

-Claro que sí, que no lo hagas seguido te identifica más como turco amargado.- se tapa la boca al terminar la oración.

-No soy turco, Árabe. Además una sonrisa no significa nada.

-Otra vez te equivocas, una sonrisa demuestra alegría. No trates de decir lo contrario.- se acerca amenazante.- Sonreír te hace lucir más guapo, si lo hicieras más seguido, te quitarías 100 años de encima.- su cumplido lo toma desprevenido, voltea la mirada apenado.

-No puedes decir ese tipo de cosas a un hombre.- camina hasta la puerta del copiloto y la abre para ella, espera pacientemente hasta que sube, para el hacer lo propio.

-¿Por qué?.

-¿Cómo?

-Por qué no puedo decir ese tipo de cosas a un hombre.- su respuesta no tarda en llegar.

-Porque eso va más con las mujeres, el porte serio es más varonil.

-Dale con eso, los hombres también pueden sonreír, eso no les quita lo macho ok, pero si eres de los que piensa que una sonrisa te hace lucir gay no llegaras a ningún lado con eso.- sabe que tiene razón.

-No soy un machista si es lo que piensas, no me gusta sonreír.

-Si, como digas.- no le presta más atención. Que la conversación haya llegado hasta ese punto lo incomoda, por alguna razón no le gusta que se moleste con él, piensa como remediarlo pero no se le ocurre nada interesante sobre lo que hablar, hasta que se le ocurre algo sobre aquel día con esa chica intensa que no lo dejaba en paz.

-Sabes… ese día del cumpleaños de Jall.- voltea su vista interesada.

-Sí, ¿sucedió algo?.- sabe que le hablara de la odiosa de Tatiana.

-Esa chica, amiga de ustedes. Tatiana, es verdaderamente molesta.- asiente de acuerdo con él, porque es la verdad.

-Lo sé.

-La rechace.- ya se lo esperaba.

-También lo sé, la invite solo para molestarte.- mira directamente a su rostro.

-Eso suponía, esa noche intento muchas cosas conmigo. La verdad no me interesa esa clase de mujer.

-¿Clase de mujer?.- ahora si despertó su interés completamente.

-Interesadas, me dijo muchas cosas, sobre como complacerme en la cama, sobre ser mejor que tú, y muchas estupideces más.- no la mira en ningún momento.

-Espera, que tengo que ver yo en todo eso.

-Nos vio llegar juntos, supongo que vio cuando tú y yo…

-Ah ya, entiendo. Estúpida de verdad, como va a pensar que le voy a llevar a alguien que me interese a mí también.

-Eso pensé.

-Le deje claro, que entre tú y yo no había nada, y también que entre ella y yo no pasaría nada.

-No se dará por vencida.

-Lo sé, en algún momento del baile tomo mi teléfono y marco su número.

-Que ingenua, no dijo más nada?.

-Menciono algo como, sobre ustedes siendo amables con ellas, por conseguir algo, no que a quería llegar con eso, obviamente son cuestiones entre ustedes, yo no tengo nada que ver.

-Claro, el papel de víctima no le queda. Siempre quiere llamar la atención.

-Aunque es muy bonita, su forma de pensar y ver las cosas la convierte en incompetente.

-Ahora que lo pienso, siempre me saca en cara los clientes que me ha llevado al trabajo, ya nada me asombra de ella.

-Es una mujer demasiado molesta y ofrecida.

-Lo siento.- susurra apenada.

-¿Por qué?.- cuestiona sin entender.

-Por haberla invitado.- le sonreí conciliador.

-No la vuelvas a invitar y estamos bien.

-Vale.- sonríe devuelta. No le gusta sonreír pero como se le ve bien al condenado.

-Llegamos, buenas noches Candela.- mira en derredor, hace un rato quería llegar a su casa, ahora estaba dudosa sobre bajar. Su compañía ya no le resultaba tan desagradable. Suspira, debía bajar, era lo mejor.

-Buenas noches, Zayd.- se despide.

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Entra a su departamento, y todo está como lo dejo hecho un desastre. Está cansada pero un poco de limpieza ayudara a despejar su mente de tantas cosas, la noche pasada, Tatiana, Zayd siendo lindo. Ash. Muchas cosas. Amarra su cabello, comienza por recoger toda la ropa regada, los zapatos, bolsos, accesorios, maquillaje. Cuando termina de ordenarlo todo, barre y limpia.  Al ver todo más decente, se tira en su cama más despejada, incluso sus pensamientos más tranquilos. No pasa mucho cuando queda dormida.

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09:00 am

Su alarma la despierta, se estira. Toma una ducha caliente, se decide por ropa deportiva, toma sus llaves, lentes de sol. Y sale caminando directo al trabajo, lo mejor es que le queda cerca. El taller de costura de su madre con el paso del tiempo se ha vuelto muy popular, le trabajan a varias tiendas, incluyendo unas de la capital, hacen envíos a todo el país, e incluso fuera. Sus prendas son de calidad, bonitas y económicas, y siempre está innovando. Llega justo a tiempo, su madre ya se encuentra allí.

-Bendición, mamá.- la saluda cariñosa. Esta la abraza de vuelta.

-Dios te bendiga mi amor, ¿Cómo estás?.

-Bien, y tú? ¿Qué tal todo en casa?.- coloca sus cosas en el closet. Y vuelve con dos bolsa de “Cacao&Miel”.

-Bien, ya sabes tus hermanos estudiando, y tu papá con sus trabajadores.- responde alegre, tomando la bolsa que le ofrece.

-Te traje algo, tómalo antes de que se enfríe, me dejas una Dona para mí.- le advierte, contenta con ella.

-Está bien, gracias hija.- se sienta a comer.

Acomoda sus cosas en un mini clóset detrás de la puerta de entrada, acomoda la mesa de trabajo, revisa su teléfono celular, tiene varios mensajes de su amiga Jalilah “Como estas? Que tal tu rostro?” “Todo bien anoche…mi hermano se portó bien contigo?” “Candelaaa, Holaaa” “RESPONDEEEEEEE”, sonríe su amiga es muy intensa nada que ver con su hermano, tiene otros de Sol y Margarita “Llegare un poco tarde”, la otra “Voy llegando, llevo algo nuevo para que opines sobre él”. Responde a todos rápido, coloca algo de música.

-Candela, ven a comerte la dona.- la llama su madre.

-Voy, me dejaste algo de café.- se sienta a su lado en la mesa. Toma la dona de la caja.

-Toma, voy a recoger la mesa de corte, y comenzare con los moldes nuevos. Deberíamos buscar nuevos diseños.- sugiere su madre.

-Margarita nos mostrara unos ahora cuando llegue.- responde luego de darle el primer mordisco a su dona.- Hablando de ella allí viene.- señala la puerta de entrada.

-Buenos días.- saluda alegre la recién llegada.

-Buenos días.- responden al unísono, madre e hija.

-Le decía a mamá que tienes modelos nuevos.- vuelve a su dona, su amiga asiente, guarda sus cosas en el closet, y trae consigo su celular.

-Sí, miren.- les muestra las imágenes.- Hay varias allí.- les señala entusiasmada.- Me dicen cuales les gustan.- ambas asienten de acuerdo.

-Me gustan, son bastantes modernos y juveniles. También podríamos hacer para mujeres más maduras.- opina su madre.- Mira.- pasa el teléfono a su hija esperando que ella apruebe.

-Me encantan, rita. Deberíamos hacer varias para empezar.- asiente de acuerdo con ella.

-Bueno podemos ir ahora mismo a buscar algunas telas y comenzar hacerlas.- mira a ambas esperando la respuesta que no tarda en llegar.

-Vale, vamos. Esperemos a Sol a ver qué opina, aunque obvio que sí.

-Vale.

-Come una dona rita.- le ofrece Claudia.

-Gracias.- toma asiento con ella. En eso llega Sol.

-Que comen que no me dan.- suelta apenas entra al local.

-Buenos días, para ti también Sol.

-Buenos días, jefa, súper jefa y rita.- responde divertida.

-Anda toma asiento, y toma una dona.- concede su jefa.

-Gracias.- toma asiento con ella y rita le da el teléfono para que vea los modelos.

-Están bellísimos, los encargo alguien.- pregunta.

-No, queremos hacerlos para este mes, a ver qué tal. ¿Qué opinas?.- pregunta su jefa.

-Perfecto, que más me va a parecer. Están bastante modernas y seguro se venderán como pan caliente.- todas ríen por su comparación.

-Bueno, iremos en este momento a buscar las telas, para comenzar con ellas esta semana.

-Sí, las podemos ofrecer a las tiendas.

-Ya lo hago, le enviare a “Shop29” y “Girlpower” a ver que dicen, cualquier cosa podemos venderlas nosotras mismas.- asienten de acuerdo con el plan.

-Bien en marcha.- todas se levantan, toman sus bolsos y salen del local al Centro textil. Gracias a dios su lugar de trabajo queda cerca.

-Cada una escoja dos colores, deben ser entre oscuros y pasteles. Colores conocidos, no nos arriesguemos con colores extraños, la textura de la tela debe ser suave y ligera.

-Ok.- todas se dispersan en los pasillos del Castillo.

-Tú otra vez aquí.- escucha a su espalda mientras está observando una tela, viendo su textura y diseño, voltea al terminar su escrutinio, se sorprende un poco pero no lo hace notar.

-Uh, Hola, vine por unas telas para mi taller.- responde casual. Vuelve a observar las telas.

-Entiendo.- que lo ignore lo irrita un poco, pero no lo demuestra.- ¿Te puedo ayudar en algo?.- ofrece amablemente.

-No lo creo.- sonríe divertida.

-¿Por qué?.- espera pacientemente su respuesta, pero en cambio recibe una carcajada.

-Sabes algo de telas.- lo mira dudosa, al ver su cara seria.- ¿De verdad?

-Se algo, vamos sígueme.- camina hasta los últimos estantes del inicio.- Estas son nuevas.

-Están hermosas.- se pierde viendo las telas.

-Soy el gerente.- anuncia.- Estamos a la orden, cualquier cosa me avisas.- se despide de ella.

-Oye, esperaaa.- voltea más sorprendida que nada, lo toma del brazo.- ¿Cómo es que trabajas acá?

-Me contrataron, y aquí estoy.- toma su mano y la quita con delicadeza.

-Sí, pero como es que…

-No sabes que la cadena de Castillos es de Árabes, por lo general sus gerentes son árabes. Es como una ley.- aclara su duda.

-Ya veo, no pensé que este fuera tu tipo de trabajo.- habla para sí.

-¿Qué trabajo creías?.- la mira curioso.

-Pensé que trabajabas con tu papa… ya veo que no.- mira su cara seria, el tema del papá es sensible piensa.- Nos vemos, seguiré buscando.

-Adiós.- lo mira irse, su postura erguida le hace ver que volvió a su aire inalcanzable, algo que sin duda lo hace lucir más apuesto.

-Conseguiste alguna.- interrumpe sus pensamientos Sol.

-Algo así, mira estas.- señala detrás de ellas. Y vuelven a perderse en las telas.

-Están muy lindas, me gusta la textura y el diseño. Pueden servirnos para ambas edades.- asienten de acuerdo.

-Sí, ya lo creo. Bien, pidamos estas, y busquemos a mamá y Margarita.

-Vale, vamos.- buscan juntas, hasta dar con ellas.

-Mamá, ya conseguimos unas. ¿Ustedes también?.- pregunta interesada.

-Sí, estábamos por buscarlas también. Estas son, ya me encargue de pedirlas.

-Perfecto, solo pedimos las nuestras y listo.

-Son las 12.- anuncia Margarita.

-Ya es tan tarde.

-Así parece.

-Debemos irnos, para por lo menos comenzar a cortar y mañana armarlas.

-Ok.- todos asienten de acuerdo.

La chica que las atiende no tarda en cortar todas las telas pedidas, Candela se encarga de pagar el recibo y retirarlas en despacho. Al salir del local, voltea una vez más al ver el interior de la tienda y allí esta Zayd observándola, sonríe apenada y levanta su mano en forma de despedida, pero él la ignora y voltea. “estúpida” se regaña. Vuelve a caminar hasta su madre y compañeras de trabajo, no vuelve a mirar atrás, él la ignoro.

-¿Estas bien cariño?.- pregunta su madre.

-Sí, lo estoy. Pensé que había visto a alguien, pero no es nada. Vamos.

Regresan al taller, se ponen manos a la obra, cada una comienza a cortar las telas, por tallas. Al finalizar el día tienen bastante adelantado para coser mañana.

-Saben, estaba pensando en el viaje.- dice Margarita.

-En que pensabas, o en quien.- la miran sospechosa.

-No sean tontas, en el viaje. Y deberíamos hacernos unos trajes de baño.

-¿No tienes trajes de baños margarita?.- la miran incrédula.

-Sí, pero vamos a estar en la playa una semana. No pienso usar los mismo trajes de baño todos los días.- voltea los ojos.

-Tienes razón.

-Pueden usar estas.- les sugiera Claudia.

-Me gusta esa.- acepta Sol.

-Paso, quiero una negra. Ya tengo bastantes estampados.

-Bueno, tendrás que conseguir tela negra.

-Ok.

-Buscare algunos modelos nuevos para todas.

-Vale.- aceptan.

-Me voy chicas, buenas noches.- se despide Claudia.

-Te acompaño mamá, así paso a saludar a papa y los muchachos.- toman sus cosas.

-Vale, nos vemos chicas.

-Hasta mañana.- se despiden ambas.

-Buenas noches.- Candela toma a su madre del brazo y caminan juntas hasta la casa.

-Te vi hablar con el gerente del Castillo…

-Es hermano de Jall.- sonríe como si nada.

-Ya veo, parecían conocerse bien.- busca sacarle información su madre.

-No, lo conocí estos días que salí con las chicas.

-Es bastante apuesto.

-Mamá, no me interesa de ese modo.

-No dije lo contrario, solo me parece bastante guapo.

-Como digas, también es bastante amargado sabes.

-No lo parecía mientras hablaba contigo.

-Lo es, sin duda alguna.- llegan a casa en medio de la conversación.

-Mamá que bueno que llegas, no consigo mi blusa blanca de cuello alto.- dice su hermana menor apenas las ve entrar.

-Se saluda primero Camila, acaso dormí contigo.- la reprende.

-Holaa, como estas hermana mayor.- la saluda sonriente.

-Bien y tú? Como vas con la clases?.- pregunta.

-Bien, todo bien. ¿Mamá, la has visto? Voy a salir con Daniel.- la mira suplicante.

-Debe estar sucia si no la encuentras.

-Pero si no me la he puesto.- murmura confusa.

-Lo hiciste, sino no estuviera sucia, tonta.- aclara su madre.

-Vale, me pondré otra. Nos vemos luego Can.- se va su hermana. Y en eso llega su padre y hermano.

-Hola papá, como estas? Adrián, como va todo hermanito?.- abraza a su padre y luego a su hermano.

-Bien cariño, ¿te quedas a cenar?.- pregunta su padre.

-No, solo vine a visitarlos un rato. Tengo que irme ya. Los amo, nos vemos el fin de semana.- se despide.

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Hola querido lector, si has llegado al final de este capítulo, es porque estás interesado en la historia. ¡Gracias! Quiera pedirte que me sigas en mis r************* , en las cuales estaré compartiendo información sobre mis proyectos (libros) estoy en ** como @unachicaversatil y mi cuenta personal @genelepri… Los espero por allá con su apoyo, Besos!!