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4341 Words
4:45 am -DESCONTROLLLLLL.- grita una eufórica Jall en medio de la pista de baile junto a Can. -Deja de gritar.- la regaña esta devuelta. -QUIERO BEBERRRR, BAILA CONMIGO. -Por favor deja de gritar, y cálmate Jall. No estamos solas, recuerda que estamos en un lugar público. -Es mi cumpleaños… -Igual, cálmate. -No me quiero calmar, porque eres así vamos a bailar, ven caaan. -Bien, bailaremos pero dejas de gritar, ok? -Vamos Van juntas a la pista de baile, son las 4 y pico de la mañana Nayn se fue antes porque tenía que trabajar, y ellas se quedaron con Zayd el cual estaba con Tatiana en algún lugar solos. -Esa Tatiana es una zorra, no quiero que este cerca de mi hermano. -Él sabe cuidarse solo, tu no. -Igual, es una p#%# no entiendo porque la invitaste. Falsaa. -Si si, como digas. Al parecer se llevan bien, no los veo por acá. -Sí, claro. Seguro debe estarse restregando contra él y mi hermano debe estar furioso. -No lo creo. Es un hombre después de todo.- asegura ella. -No conoces a mi hermano, créeme debe estar molesto tratando de quitársela de encima. -Ver para creer, cariño. -¿Podemos tomarnos otra copa, porfi. La ultima y nos vamos, lo prometo. -Está bien. Ya regreso.- se dirige a la barra, distraída. -No debiste llamar a esa chica. -Perdón?? -Tatiana, no debiste invitarla. Es una molestia, peor que tú. -Uh ya veo, que sea igual a ti tampoco debe ser lindo. Para la próxima alguna más sumisa, lo tengo.- dice juguetona al ver su expresión sombría deja de sonreír. -Deja de intentar emparejarme con alguien.- suelta molesto. -Ok.-voltea a la barra.- Dos piña coladas, por favor. -En seguida. -¿Dónde está Jalilah? -Bailando. -¿Sola? -Si. -La llevare a casa. -Descuida, ella se quedara conmigo. -Las llevare entonces. -Vivo cerca, así que te puedes ir. -Las llevare, es muy tarde. -Que pesado, vete. No te necesitamos, además acabas de decir que soy molesta. No iré contigo a ningún lado. -No te estoy preguntando si quieres. -Quien te crees que eres. Si digo que no, es no. Además ya vienen por nosotras, chau.- dice ya molesta, toma las bebidas y camina hasta donde se encuentra Jalilah bailando sola, al verla sonríe, su amiga sí que es única. -Jall, aquí tienes.- le ofrece la bebida. -Graciaaas, can. -Tómatela para que podamos irnos.- la alienta. -Jalli, que te parece si las llevo yo.- escucha que suelta el hermano de ella. -Seguro, Zayd. -Jall podemos irnos solas, además tu hermano debe estar cansado.- no quiere ir con él a ningún lado, le resulta demasiado molesta su forma de ser, engreído. -No es problema.-está intentando ganar. Lo mira mal, porque solo quiere molestarla. -Can deja lo tonta, además caminar a esta hora solas no es seguro. Vamos con él.- se termina el batido, toma su bolso, su chaqueta y se engancha a su hermano. -Está bien.- acepta. Su amiga está muy tomada, sería ridículo discutir con ella. Toma sus cosas, y los sigue. Caminan juntos hacia el coche, suben en silencio. Le va indicando el camino hasta su casa, un tanto irritada, al llegar ni siquiera se despide de él. Espera impacientemente que su amiga baje del coche. -Buenas noches, Zayd. -Buenas noches. Caminan juntas al departamento al ver el carro de Zayd ya lejos. Jall queda rendida al tocar la cama, mientras Candela se queda despierta sin saber porque pensando en el estúpido hermana de esta. No lo entiende, como es que alguien puede ser tan odioso, pedante, ególatra y prepotente. Dios es increíble, como un hombre puede ser así, y encima decirle que es una molestia, cuando ella ha intentado ser amable con él. Idiota, eso es lo que es él. No le hablara más, alejarse de hombres así es lo mejor. Decide dormirse, tampoco debería perder el tiempo pensando en él, además mañana tendrá un día bastante, ajetreado, debe estar temprano en el trabajo. >  No puede ser, creyendo que el día resultaría maravilloso, y que todo saldría bien, y resulta que todo está saliendo mal. Las empleadas no llegaron, su madre tiene gripe, y para más el pedido de las telas no llego. Lo cual le molesta aún más, el trabajo que tenía para hoy era para entregarlo al día siguiente, y ahora tendrá que quedar mal. -Ahhhh, porque tenía que salir todo mal hoy.- grita a los cuatro vientos. Decide llamar, a Jall y a Susi. Ellas la ayudaran a conseguir lo que necesita, y así ella se encargara de ir por las telas. -Susi, como estas? Necesito un favor.- escucha su respuesta.- Puedes ir por Margarita y Sol a sus casas, no han llegado. Y las necesito acá, por favor me avisas si las consigues en su casa, no me contestan.- su respuesta es afirmativa. -Jall, necesito un favor. Me puedes conseguir las bolsitas que uso en mi taller.- espera su respuesta.- Lo siento, como estas?.- se ríe de la respuesta de su amiga.- Si, gracias. Solo le faltaba buscar las telas y estaría lista. Podría adelantar algo de trabajo ella, y si Susi conseguía a las chicas en su casa ellas terminarían por lo menos una parte, y mañana lo demás, y tendrían listo el pedido para la noche. Todo estará bien, se dijo. Llego al castillo de las telas rápido, una chica la atendió apenas entro, no perdería tiempo. Busco las telas que necesitaría, casi todas de algodón, otras satinadas, y listo, cancelo la factura, y camino rápido a la salida, por andar apurada no se fijó muy bien en el camino y tropezó con una persona. -Ay disculpe.- siguió caminando, pero una mano la detuvo. -¿Candela?.- pregunto el extraño, a lo que ella volteo, esa voz, le resultaba familiar, quedo sorprendida al reconocer a la persona con la que desafortunadamente se tuvo que tropezar. -Increíble, de todas las personas tenías que ser tú. -Perdona.- la miro incrédulo. -Nada, me voy.- se soltó de su agarre y siguió caminando. -Espera.- la siguió, ella no se detuvo.- Espera.- la volvió a tomar de la mano. -Podrías dejar de pararme, voy apurada. -Disculpa, quería disculparme contigo. -Solo olvídalo. Ni tú quieres tropezarte conmigo, ni yo contigo. Chau…- siguió caminando tranquila, y el dejo de insistir, era mejor así. Llego atareada al taller, pero lo bueno es que estaban las chicas ya adentro, le envió un mensaje a su mamá que no se preocupara, que todo estaba bajo control, luego envió otro a Monteza shop, que el pedido estaría listo para mañana a las 8pm. Que disculparan el retraso. Recibió respuesta inmediata, que no se preocupara, que igual eso era para unos días después. -Manos a la obra chicas. Realizar el pedido de Monteza fue fácil, todo resulto como lo esperaba. Terminaron incluso antes, decidió que mañana ella haría la entrega personalmente, e iría acompañada de Margarita y Sol para hacerlo más rápido, también las llevaría a cenar como recompensa por haberlo logrado, además se merecían un día de chicas, llamaría a Jall, e irían juntas a ese nuevo local que está de moda. >   “Fuego Siempre, es lo que necesitas… Sin quemarte, solo calentarte.” Leyó en un post de **, llamo su atención esa frase, quedo pensativa un segundo. Si, definitivamente quemarse no es una opción. Verifico la hora, 8:40pm. Se ducho, y comenzó a vestirse para estar lista a las 10pm, Jall pasaría por ella, y más le valía estar lista antes, sino seguro la dejaría botada. Se decantó por un vestido n***o manga larga y cuello alto, no era tan largo ni tan corto, tomo una cartera rosa, metió su billetera, un perfume pequeño, polvo por si tenía que retocar el maquillaje, un labial, lentes por si volvía al amanecer, listo pensó. Se miró al espejo una última vez antes de salir a esperar afuera, y si estaba bien, no era una mojigata pero tampoco una depravada, estaba linda era su conclusión, ni muy llamativa ni muy sencilla. Apenas cerró su puerta visualizo a su amiga en la calle de enfrente. -Estás bellísima Can.- la alabo su amiga apenas subió al coche. -Tú también estás guapa.- le devolvió el cumplido. -En marcha, Sol nos espera y Margarita nos vera allá.- asiente de acuerdo. -Por una noche con bastante fuego sin quemaduras.- su amiga suelta una carcajada. -¿De dónde sacaste eso?.- pregunta. -De un post de **. -Te queda bien. -Sí, me gusto. -Ya veo.- Sol las esperaba fuera de su casa, estaba linda con su vestido rojo, un poco atrevido pero así era ella. -Sol, estas muy atrevida.- la mencionada solo sonrió, era normal escuchar ese tipo de comentarios por su jefa. -Gracias.- y ella estaba acostumbra a tomarlo como cumplidos. -Sube, debemos atrapar algo sexy hoy.- ambas sueltan una carcajada. -Hola, sol. Estas muy linda.- los cumplidos de la amiga de su jefa también eran bien recibidos por ella. -Gracias, Jall tu igual.-  Se montó en la parte trasera, y cogieron rumbo a “S&S” según era un local donde solo se permitía personas solteras. -Ya margarita se encuentra adentro.- informo Sol. -Ok, noche de chicas solteras.- gritan al unísono. -Tu no estas soltera Jall, no puedes gritar el coro.- la reprende Can. -Cierto, bueno solo por hoy lo seré, además Nayn salió con sus amigos, así que estoy soltera. -Que no escuche eso tu papá, o no te dejara salir más conmigo.- suelta can. -Ya lo creo.- ambas ríen. Llegan al local a eso de las 10:15pm entran sin ningún problema, Margarita ya está ubicada en una mesa, se dirigen hacia ella. La saludan alegres, apenas van llegando y ya las están invitando a bailar. -Aun no bailaremos acabamos de llegar, chau.- los despide Sol sin mucho tiento. -Ok.- responde el rubio algo molesto. -Que vamos a ordenar.- preguntan al mismo tiempo. Sueltan una risa. -Que les parece una piñas coladas para empezar y luego algo más fuerte. -Si.- acepta Sol. -Seguro.- conviene Jall y Margarita. -Ok, ya vuelvo.- Can se dirige a la barra, tropieza con varias personas pero lo ignora, el lugar ya está colapsado y apenas son las 10pm no se quiere imaginar cuando sea más tarde. Sonríe al barman, y este llega rápido a donde se encuentra. -ME DAS 4 PIÑAS COLADAS.- grita para ser escuchada encima de tanto ruido. -A MI ME DAS 4 WISKEYS.- gritan a su lado. El barman asiente hacia los dos y voltea a preparar las bebidas. Voltea a la hermosa morena de curvas impresionantes, y le sonríe.- GRACIAS, SI NO ES POR TI, EL BARMAN NO VOLTEA NUNCA.- mira al hombre a su lado, y le sonríe mas no le responde.- ESTÁS CON TUS AMIGAS.- le pregunta el desconocido. -SI.- grita en respuesta. En eso llega el barman con sus piñas coladas. Las toma enseguida y se dispone a volver a su mesa. -NOS VEMOS DESPUES EN LA PISTA DE LA BAILE, PRECIOSA.- escucha el grito del hombre a su espalda. Camina deprisa hasta la mesa, toman una copa cada una. -POR UNA NOCHE DE FUEGO, SIN QUEMADURAS.- grita Candela. -SALUD.- gritan las demás apoyándola, beben en unísono. Ya están por la 4 copa cuando deciden ir a la pista de baile, bailar sola no les parece ya divertido. Se dirigen al medio de la pista, hay varios chicos allí reunidos, pero ellas quieren hombres no niños. Sol es la primera en irse a bailar con el rubio de hace un rato que no perdió tiempo al verla, y es que ella siendo una belleza morena de ojos verdes, y cabello rizado llama la atención de cualquiera, sus amigas la hacen miradas picaras. Jall es la segunda en ser llamada por un moreno alto y fornido, ella va alegre, Can y Margarita aún siguen bailando solas, pero eso no las detiene. Van por la segunda música cuando alguien golpea su hombro, voltea tratando de enfocar al hombre que tiene delante, cuando lo logra, se regaña por no haberlo hecho cuando estaban juntos en la barra, es bastante alto, fornido, guapo, su cabello peinado hacia atrás lo hace lucir muy sofisticado y recto, pero al parecer su personalidad no va con su fachada. -HOLA PRECIOSA, ESTABA ESPERANDO PARA BAILAR CONTIGO. TRAJE A MI AMIGO PARA QUE BAILE CON TU AMIGA, QUE DICES?.- escucha por encima de la música. -VAMOS.- asiente de acuerdo. El toma su mano, y la atrae hacia su cuerpo, mira a su amigo y señala a la rubia bajita para que bailen juntos a lo que el amigo acepta gustoso. -¿Cómo TE LLAMAS?.- le pregunta en el oído. -CANDELA, PERO PUEDES DECIRME CAN.- GRITA. -SOY VICTOR, UN PLACER.- ella asiente, eso de estar gritando no es lo de ella. Bailan alrededor de tres canciones más, cuando él decide llevarla a su mesa por una bebida, la toma de la mano para llegar más rápido, y la cubre con su cuerpo para que no tropiece, llegan y están sus otros dos amigos, Sebastián y el amargado de Zayd, algo raro en él ya que normalmente pasa de ellos. -Ella es Candela.- la presenta, y pasa a la mesa a buscar su vaso y uno para la recién llegada. No nota como su amigo amargado voltea intrigado hacia su invitada. -Sebastián, encantado.- toma su mano y le deja un beso en el dorso, ella ríe por su galantería. -Un placer, Sebastián.- responde alegre. -Qué mujer tan hermosa, este es mi amigo Zayd, tranquila no muerde aunque lo parezca.- su gracia la hace reír, definitivamente este es el amigo bromista. Cuando voltea hacia el otro amigo queda muda e incluso su sonrisa desaparece, tenía que ser este Zayd, “en serio candela cuantos Zayd conoces” se reprende. -Candela, nos volvemos a encontrar.- escuchar su nombre viniendo precisamente de él le resulta molesto. Trata de sonreírle sin dejarle ver que le afecta en lo más mínimo. -Hola.- responde por no ser descortés y porque Sebastián los mira sin entender. En eso regresa Victor son su bebida, quita el vaso de sus manos y se toma el trago hasta el fondo. -Estabas sedienta.- se sorprende su pareja de baile. -Sí, lo necesitaba.- pero no por el calor. El asiente, y voltea a ver a sus amigos, la cara de Zayd cambio un poco, e incluso mira a su acompañante con interés, lo deja desconcertado, voltea a ver a Can es bastante bonita, no su tipo pero si bonita y de buena figura. -Ya conoces a mis amigos, pensaba decirte que se unieran a nosotros ya que somos 4 también, pero note que tus amigas ya estaban bailando con otros, no quise ser descortés.- le dice notando que mira un poco extraño a su amigo, así que se conocen piensa interesado. -Bueno aún podemos llamarlas, y ver qué sucede.- acepta can. -Claro que sí, estoy aburrido de estar acá con Zayd, es un alma en pena.- concuerda Sebastián, suspira mirando a su amigo. -Deja esa cara de póker por un rato Zadd, y diviértete.- le reclama Victor. -No creo que sepa divertirse.- murmura Can por lo bajo, sin embargo Zayd la escucha. -Bien, Candela puedes ir por tus amigas, nosotros esperamos acá.- dice Victor. -Por qué no vienes conmigo?.- pregunta confundida. -Ella están bailando con otros, que yo vaya va a resultar bastante sospechoso, entiendes?.- le hace ver. -Cierto, ya regreso.- voltea enseguida a la pista de baile en busca de sus amigas. La primera que encuentra es a Sol, está bastante entretenida bailando con el rubio, ni la nota. Toca su hombro para que voltee, esta lo hace confundida, pero sonríe al notar a Can. -¿QUÉ PASA?.- le grita. -BAÑO…- le grita en respuesta. Asiente, voltea hacia el rubio y habla un rato con él, la espera y su amiga no tarda mucho en voltear a ella. -Bien donde es la fiesta ahora.- le pregunta al alejarse del rubio con el que se estaba divirtiendo. -En otra mesa, con hombres altos y sexys.- le responde divertida. -Ok, vamos por las chicas. Encuentran a Jall y Margarita cerca de la barra bailando distraídas y con vasos en mano. Algo raro en ellas, nunca toman cuando están bailando. -JALL.- le grita, su amiga voltea, tratando de ver de dónde viene el grito. Can nota su mirada algo roja, corre hacia ella, toma su rostro entre las manos y nota que esta drogada.- SOL, AGARRA A MARGARITA. JALL VEN CONMIGO, VAMOS A DONDE ESTA TU HERMANO.- la toma del brazo y su amiga no protesta. Pero los hombres que ahora se fija están muy tomados e incluso drogados y le trancan el paso, se molesta, como es que dejan entras a idiotas así piensa. -A DONDE VAS PRECIOSA, AUN NO HEMOS TERMINADO DE BAILAR CON TUS AMIGAS.- le grita el idiota, e intenta tomar a Jalilah por el brazo, ella la jala hacia su espalda. -SERA MEJOR QUE NO LA TOQUES, IDIOTA.- le grita furiosa. -NO TE MOLESTES BOMBÓN, SOLO NOS DIVERTIMOS.- sigue intentando acercarse a Jall. -NO TE ACERQUES, LLAMARE A SEGURIDAD.- el barman que está bastante cerca escucha los gritos de la mujer que lo dejo sin habla más temprano y se acerca. -OYE, AMIGO. SERA MEJOR QUE TE VAYAS. YA VIENEN LOS DE SEGURIDAD.- le dice molesto. -NO TE METAS EN ESTO, NIÑO.- le advierte el hombre fuera de sí, el barman presiona el botón que esta debajo de la barra, y en eso espera que llegue la seguridad. -DEJA DE TOCARLA PERVERTIDO.- Can golpea al hombre en el rostro cuando intenta tomar a Jalilah de nuevo, el hombre voltea molesto y le devuelve el golpe tirándola a el suelo, cae mareada. -QUE TE PASA IDIOTA.- el chico salta la barra y se interpone entre las mujeres y los borrachos, en eso llegan los guardias, se acercan e inmovilizan a los hombres, se los llevan no sin antes darles unos golpes para que no se muevan más. -ESTAS BIEN PRECIOSA.- ayuda a Can a ponerse de pie, ella asiente algo desorientada, el tipo ese la golpeo bastante fuerte. Se masajea su pómulo derecho aun en shock, Sol esta sin palabras, Margarita se encuentra algo ida por la droga supone ella, y Jall esta tirada en la silla. -TE DARE UN POCO DE HIELO, PARA QUE E TE PASE EL DOLOR, Y ALGO DE AGUA PARA ELLAS.- señala a las mujeres desorientas. Asiente de acuerdo con él. -Jall, ¿estás bien?.- se acerca a ella, y sus ojos están muy rojos. -Sí, solo estoy algo mareada. -Aquí tienen.- el barman les pasa 4 botellas de agua, y un pañuelo con hielo. Las chicas toman el agua, y ella coloca el hielo en su pómulo, duele. -Mañana estará verde, pero no dolerá tanto preciosa.- la consuela el barman. -Sí, gracias…- espera el nombre. -David.- le dice sonriente. -Gracias David.- voltea a ver a sus amigas. -Deberíamos irnos.- dice Sol. -Sí, tienes razón.- acepta. -Jall, nos vamos a casa. Nos quedamos en mi departamento, no creo que sea buena idea que vayan a sus casas.- no quiere ni imaginar que dirá la madre de Margarita o el padre de Jall. -Vale. -Vamos.- Sol toma a Margarita de la mano y la lleva a la salida, ella hace lo mismo con Jall. Caminan en medio de la gente, tropiezan varias veces pero no se detienen, cuando están por salir, escuchan que las llaman. Ella no voltea, no tiene caso igual ya se van, no nota que las siguen hasta que están en la salida. -Candela.- la llama Victor. Ella voltea enseguida, había olvidado por completo que volvería a la mesa con ellos. -Lo siento, surgió algo y nos vamos.- él la mira sorprendido al notar el golpe en su mejilla. Sin embargo lo que le sorprende más es su amigo acercándose a la chica y tomando su rostro entre las manos inspeccionando el golpe. -¿Qué sucedió?.- le pregunta molesto, ella quita su mano sin mucho ánimo. -Nada, discúlpame Victor, nos vamos tal vez otro día.- se intenta ir, pero esa mano la vuelve a detener. -Ustedes no van solas a ningún lado.- no entiende su preocupación. -Can, creo que él tiene razón, y si esos hombres noes están esperando cerca del coche.- le recuerda Sol. -Sí, yo creo que lo mejor es que nosotros las acompañemos.- propone Sebastián. Ambas asienten de acuerdo. -Bueno, Jhean, can y su amiga vienen en mi coche. Y los demás con Zayd.- arregla Victor. -Esperen, Jall trajo su coche, no creo que sea buena idea dejarlo botado en este lugar.- recuerda Sol. -En ese caso, Can y su amiga van con Zayd, Jhean tu ve con Sebastián en el coche de la chica, y ellas vienen conmigo. -Vale.- aceptan las chicas. Zayd asiente de acuerdo. -Ok, nos vemos en donde.- pregunta Jhean. -En mi casa.- todos voltean a mirarlo sorprendidos se encoge de hombros.- Es la mas grande.- explica. -Ok, en marcha. Cada uno va a los coches, Zayd toma a su hermana notando que Candela no puede con ella, llegan al coche en silencio, lo cual ella agradece no le apetece hablar en ese momento. Jall comienza a quejarse, la ignoran, pero continúa. -Jall, estas bien?.- le pregunta. -Can, me duele mucho la cabeza.- se queja. -Tranquila, ya vamos a llegar a casa.- él la escucha sin decir nada. -Agua.- pide en susurros. -De casualidad tienes alguna botella de agua por aquí.- pregunta. -Revisa en la guantera.- señala, abre y consigue una. -Toma Jall, bébela toda.- su amiga asiente, vigila que tome toda el agua, cuando termina quita la botella de sus manos, la devuelve al lugar donde la saco. -¿Puedo preguntar por qué tienes un golpe en la cara?.- escucha que dice Zayd. -Unos idiotas querían aprovecharse de Margarita y Jall, yo lo golpee por que el la drogo y quería llevársela, no pensé que me fuera a devolver el golpe, en eso llego el barman, y luego los de seguridad, y bueno te puedes imaginar cómo termino.- cuenta brevemente, asiente molesto. -Estás loca, como se te ocurre golpear a un hombre drogado.- voltea molesta. -Si tengo que arriesgarme para salvar a mis amigas lo volvería hacer con los ojos cerrados, eso no me hace una loca.- se defiende. -¿Qué pasa si tiene un arma, te vas a dejar matar por ser asi de valiente?.- le resulta molesto que tenga razón. -No pensé en esa posibilidad, tienes razón.- dice distraída, el nota su semblante ausente. -Bueno ya paso, solo fue un golpe. Mañana solo será un morado.- asiente. -Sí. Llegan en el conjunto residencial, detrás vienen los otros dos coches. Bajan enseguida, Zayd carga a su hermana hasta la habitación de huéspedes del primer piso lo sigue Victor cargando con Margarita, Candela se asegura que sus amigas estén bien, pero ellas ya están dormidas. Vuelve a la sala de estar con los demás. -Nos quedamos o nos vamos.- apenas logra escuchar, espera un rato antes de llegar a ellos. -Quédense.- conviene Zayd. -De verdad me sorprendiste esta noche Zayd.- lo palmea Victor. -Deja de molestar.- lo mira mal el mencionado. -Si tanto te gusta, deberías dejar de ser tan amargado.- le da un golpe en el hombro. -No digas tonterías Victor, ella no es mi tipo, mucho menos el tuyo. -No dije que fuera el mío, pero no dejaste de mirarla en toda la noche, e incluso ofreciste tu casa como refugio. Eso viniendo de ti, significa interés amigo.- le hace ver, los demás se ríen abiertamente de él.- En fin, dile a las chicas donde dormirán anfitrión, buenas noches señoritas.- se despide de sol y una Margarita medio despierta que le sonríe coquetamente drogada.- Sebas, Jhean vamos a dormir, esta vez nos toca compartir habitación. Muévanse. -Eres Sol, ¿cierto?.- pregunta. -Si. -Solo queda una habitación acá abajo, vamos.- ella lo sigue en silencio hasta la puerta. -Gracias. -De nada, buenas noches.- se despide, vuelve a la cocina y se encentra con Can. -Deberías colocarte algo en el golpe.- le dice. -Sí, lo sé. Mañana pasare a la farmacia por una crema.- trata de pasar por su lado, pero él la intercepta y toma su rostro. -Ven conmigo, te daré algo para eso.- tenerlo tan cerca le resulta un tanto incómodo. -No te preocu…- -Ven.- la toma de la mano y la lleva a la parte de arriba, entran a su habitación, y la sienta en su cama. Él se dirige a su baño y vuelve con pequeño bote de crema para el dolor. -Gracias.- tiende la mano, pero él no se la entrega, lo que hace la deja más sorprendida e incómoda que antes, se agacha en frente de ella, comienza a colocarle la crema en todo el pómulo derecho. Esta sin palabras, la ha dejado así unas cuantas veces está noche, nota. -Gra.. Gracias.- tartamudea, algo inusual en ella. -No es nada.- termina de untarle todo el pómulo, se queda viendo su rostro hinchado, tanto por el golpe como por las ojeras por falta de sueño, las nota incluso con el maquillaje.- Deberías ir a dormir. -Sí, buenas noches.- se despide. -Buenas noches, Candela.- escucharlo decir su nombre en ese tono ronco la hace erguirse, y es que tiene una voz sensual el condenado. Sigue de largo a la habitación donde se encuentra su amiga profundamente dormida, se acuesta en el otro lado de la cama. Que noche, pensar que sería un encuentro de chicas para bailar y pasarlo bien, resulto caótico, y encima termina durmiendo en casa del obstinado hermano de la bella durmiente que tiene al lado, deja de pensar cuando el sueño la vence.  < Hola querido lector, si has llegado al final de este capítulo, es porque estás interesado en la historia. ¡Gracias! Quiera pedirte que me sigas en mis r************* , en las cuales estaré compartiendo información sobre mis proyectos (libros) estoy en ** como @unachicaversatil y mi cuenta personal @genelepri… Los espero por allá con su apoyo, Besos!!
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