Capitulo 4

1363 Words
—Antonio despierta ¿Qué te pasa? aquí Eduardo llamando. —No sé qué es, pero hay algo en esa chica que no logro entender —respondió Antonio después de reaccionar con las palabras de su amigo. Eduardo le respondió —Al fin amigo una chica linda te puso a pensar porque no podemos negar que la chica es guapa. —No es sólo eso, hay algo más y no sé qué es ... mejor vamos a recoger el pedido de la imprenta acaban de llamar avisando que está listo. Al salir del lugar vieron que Marisol estaba parada en la calle guardando su teléfono y Antonio dijo —Sabes una cosa mejor voy solo. Se acerco a ella y le digo —Hola Marisol, ¿estás esperando por alguien? —No Antonio, sólo estaba enviando un texto a mi padre antes de irme a casa —respondió Marisol mientras guardaba su celular en el bolso. —¿Te llevo? —¿Es ese tu carro? «Casi olvido como podría justificar que tengo un Porsche convertible del año» pensó Antonio, así que le dijo —No te preocupes, es de Eduardo, debo ir a buscar algo, ¿dónde vives? —La verdad que no estoy muy cerca. —No importaba yo te llevo —le respondió Antonio mientras le abría la puerta del carro para ella subiera. Marisol pensaba que jamás lo hubiese hecho con ningún desconocido y no sabía por qué, pero se subió al carro casi sin pensarlo, «debo estar loca, es prácticamente un desconocido, aunque bastante guapo y algo dentro de mí me dice que todo está bien» le decía su corazón. En el camino Marisol le preguntó si estaba estudiando, él le contó que había estudiado administración de empresas, pero le encantaba el mundo de los restaurantes, ella le preguntó entonces, ¿por qué estaba en esa posición?, ¿por qué no aplicaba para algo más? Y él le respondió que quería aprender de todo pero que su aspiración era algún día ser el dueño de un lugar así, le contó que se habían mudado desde Chicago y que Eduardo rentaba un departamento junto al de él. Finalmente, Marisol se atrevió a preguntarle si tenía novia y Antonio le dijo que prefería no hablar de eso, y ella pensó «quién pudo ser tan idiota para destrozarle el corazón a este hombre, yo me casaría con el mañana mismo si me lo pidiera, por suerte mis pensamientos son míos y él no los escucha porque mi mente es un tanto loca y me imaginaba cada cosa con él que creo mi madre no estaría muy orgullosa de mí y muchos menos mi abuela» —¿Qué piensas? —preguntó Antonio. Con esas palabras la sacó de sus pensamientos XXX y la trajo a la realidad, le respondió —Estoy emocionada por esta oportunidad, siempre me han gustado trabajar con personas, pero lamentablemente no lo había podido hacer hasta ahora. Me preguntó ¿por qué?, y yo le dije que era difícil de explicar, pero por muchos años mis padres han estado conmigo en hospitales y que sólo hace un año un ángel me dio una oportunidad para que hoy yo esté aquí. —¿Hace un año? —dijo Antonio —Si —respondió Marisol, imagino que después de eso ya no quiso preguntar más. Era increíble pero mientras Antonio escuchaba a Marisol diciendo que hace un año su vida cambio, también la suya, cuando perdió a la mujer que lo hiso ser tan feliz y al mismo tiempo cuando conoció el dolor de no poder tenerla más a su lado. Marisol le dio las indicaciones y llegaron el 500 East de la calle 85th, le mostró el edificio, le dio las gracias y se acercó para darle un beso en la mejilla y salió del carro. Ese beso fue muy extraño, le hizo recordar a Andrea, pero de una manera diferente, no como si estuviera sintiéndome culpable que se suponía debía sentirse pensaba él, no entendía lo que le acababa de suceder. La vio caminar al edificio mientras estaba detenido aun con las luces de emergencia cuando escuchó que le tocaban la bocina y salió de sus pensamientos, volvió rápido al restaurante y Eduardo lo miró y le dijo con una sonrisa —¡Veo que recogiste lo que ibas a buscar! —¿Yo? ¿Qué se suponía que iba a buscar? —Creo que lo estamos perdiendo —dijo Eduardo mirando a Cheryl mientras sonreían ambos. A lo que su madre respondió con una sonrisa —Sabes que eso me haría muy feliz. Eduardo lo mira diciendo —Dame las llaves, vamos que es hora de volver a la realidad amigo hay muchas cosas que dejar listas para mañana. —¡Ah si mañana! —le respondió sin darse cuenta de que Eduardo y su madre se sonreían. —Si mañana, de hecho, todas las personas incluyendo la bella Marisol estarán aquí temprano para el entrenamiento, ¿estás seguro de que no quieres decir quién eres todavía? Sería más fácil que todos sepan que en realidad eres uno de los dueños del lugar, sabes bien que tus padres quieren viajar y sería bueno que todos supieran desde ya quién eres tú. —Lo sé, no te preocupes, en unas semanas pasaré a la línea de cocina y antes que mis padres viajen tomaré el control, por ahora déjalo así quiero también entender el trabajo de cada uno en el lugar, tú sabes bien que no es por dinero aunque estoy seguro que este restaurante bien dirigido puede ser un excelente inversión, pero no quiero que sea a costa de la explotación de las personas, mi padre ha sido un hombre justo toda su vida y gracias a eso sus empleados siempre han respondido fielmente y yo quiero que este lugar no sea la excepción. —Amigo, lo sé y me alegra mucho saber qué piensas así, pero veo un brillo en tus ojos que no veía desde hace mucho creo que esa chica si de verdad hizo algo. —La verdad no lo sé, sólo la he visto un rato, pero debo reconocer que hay algo más allá de su belleza que por lo demás la tiene, no lo puedo negar, esos ojos pardos grandes, su piel, su cara tan dulce, que contrasta con su cabello n***o y una hermosa figura, si esta guapa. —Por suerte que solo la viste un momento, pregúntale si tiene una hermana, ya que este corazón solitario ya se está cansando de dormir solo, estoy como el burrito de Shrek solito y nadie me quiere. —No me hagas reír, si tú lo que menos has hecho es dormir solo. —Estoy recién llegado a la gran manzana y creo que a mis veintiocho años es hora de encontrar a la mujer ideal después de lo vivido hace tres años tú sabes que no he tomado nada en serio y no he entrado ninguna mujer a mi casa, eso sólo será cuando encuentre a la correcta. Llegaron a la tienda donde recogieron las tarjetas, menús, anuncios, carpetas, incluso hasta cajas con servilletas especiales con el logo del restaurante, la madre de Antonio había trabajado en todo y la verdad se veía muy bien y elegante. Quedaron muy satisfechos con el resultado y volvieron al restaurante. Eduardo recreó la receta con los consejos de Marisol y el resultado fue perfecto, Antonio le dijo que esperaba que hubiese guardado algo para él y Eduardo le contó que también para sus padres ya que quería su opinión, así que los cuatro se sentaron a degustar ese salmón con papas gratinadas, Antonio no pudo dejar de pensar que ese era el plato preferido de Andrea. Eduardo puso en la mesa también la pasta y el risotto quería que lo probaran, sus padres quedaron encantados. Su padre comentó que esa chica Marisol tenía un paladar especial, Cheryl agregó que aparte de bella también la encontró muy simpática y le cerró un ojo a su marido. Ellos miraron a Antonio, pero él estaba simplemente degustando ese salmón y recordando un momento en el que fue inmensamente feliz.
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