Capítulo XIV
1094 Words
Capítulo Catorce
“Por fin”
Los ojos azules de la chica se cristalizaron al ser agarrada con mucha fuerza de sus muñecas, para ser levantado del suelo en que ya llevaba bastante rato.
La hija del mar pego un pequeño chillido de dolor, pero aún así trato de controlarse para no volver a quedar desprotegida ante la situación, además que necesitaba salir con brevedad de allí.
Ella extraña a Jace.
Sintió como bruscamente la sentaban en una superficie dura hecha de madera húmeda, pero ella no se inmuto al ser despojada de la tela negra de su rostro por fin dejándola ver, aunque al principio tuvo que cerrarlos de golpe por el cambio tan radical de luz.
AquaMarine se volvió a quedar completamente sola en lo que era una habitación en mal estado, se podía ver y sentir el fuerte olor a musgo mezclado con la madera humedecida.
Lo único que llamo su atención fue una pequeña ventana, cubiertos por tablas para impedirle huir.
El corazón se le detuvo en el momento en que noto por los pequeños espacios de la madera en la ventana. Una mano intentaba darse paso entre está, aquello atrajo consigo una alegría que la llenaba al fijarse de quién pertenece esa extremidad.
Era él...
Su amado lobuno...
—Jace.—le llamo la castaña de manera sutil.
El Winston sintió como una sensación muy fuerte se apoderó de su pecho al escuchar la voz de su princesa del mar.
—¿Aqua, estás bien?—le hablo de forma acelerada, para continuar.— Tranquila, te sacaré de allí—añadió con impaciencia.
Lo más importante para él es sacarla de ese horrible lugar lo ante posible.
—Jace, no me puedo mover me tienen sujetada con algo muy fuerte las muñecas—respondió la chica por lo bajo para no llamar la atención de nadie en ese lugar.
—Ese maldito me las va a pagar por haberte lastimado—mascullo entre dientes el hombre lobo, estaba que explotaba de la furia.
No le quedó de otra más que darle con toda su fuerza un gran puño sobre la madera, para romperla desde el centro y provocar que cayera los restos al suelo de lado a lado.
AquaMarine dió un leve brinco en su lugar, para voltear a ver de manera automática la entrada de la habitación, a la vez que rezaba a “su padre" en que no viniera algunos de los malos y le hiciera daño a su amado Jace por ir a sacarla de ese lugar.
Lo primero que metió el chico al interior fueron las piernas, abriendo más espacio al resto de su cuerpo para quedar de pie al otro lado, he ir rápidamente al lugar donde la chica estaba sentada.
Jace sintió su corazón quebrarse al ver lo demacrada que se encontraba su amada, además que la impotencia en su ser creció al notar aquellas cadenas sujetándola de las muñecas, ya siendo notorio el enrojecimiento en esa zona.
La hija del mar no pudo aguantarse más, puesto que sus lágrimas caían por sus mejillas en un llanto desesperado.
—Ya estoy aquí, no llores—dijo el chico, mientras que le sujeto con delicadeza el rostro de la castaña.
Él la miro fijamente a los ojos, tratando de calmarla y sacarla de ese estado.
AquaMarine inhaló profundamente logrando que sus pulmones se llenarán en su totalidad de oxígeno. Por una parte estaba tranquila porque lo tenía a él a su lado, mientras que por otro lado está sin poder moverse agusto.
Jace llevo sus manos hasta las cadenas para ejercer fuerza y logralas romper.
No obstante, la puerta se abrió de golpe dejando a la vista de ambos a un Jhonny enfurecido por la presencia del hombre lobo, además que el mismo sujeto que la había llevado a esa habitación.
Un gruñido bestial salió desde lo más profundo de la garganta de Jace y sin dudarlo cambio a su fase de lobo.
AquaMarine se levantó de golpe de esa silla, yendo al casi corriendo al lado de su mate ahora transformado para evitar que le hicieran cualquier cosa.
Jace se abalanzó contra el vampiro sin dejarlo reaccionar.
La castaña intento acercarse a donde ambos estaban luchando pero unos brazos fuertes la sujetaron de la cintura impidiéndole moverse, a su vez que fue levantada del suelo.
—No lo lastimen—la chica luchaba con soltarse del agarré de aquel ser oscuro.
Un segundo gruñido salió del hocico del animal al ver como tenían sujetada a su princesa del mar.
Jhonny vio aquella distracción de parte del chico a su favor, para de un movimiento certero darle un golpe en el abdomen al lobo, sacándole el aire por completo y dejándolo tirado al suelo.
—¡Jace!—gritó la castaña con desesperación, mientras que trataba de soltarse.
No obstante, sintió como la sujetaron de los hombros con mucha fuerza, haciéndola gemir de dolor. Observó como Jhonny se acercó hasta ella para posarse al frente y sin dejarla reaccionar llevo su rostro al cuello de la chica.
AquaMarine sintió un inmenso dolor en esa zona mientras que un alarido abandonó sus labios...
Él la acababa de morder...
—Ya la puedes dejar suelta, he logrado mi objetivo—la voz repulsiva del vampiro resonó con entusiasmo.
La hija del mar al ser liberada sus piernas no funcionaron, provocando una caída al suelo.
Jace lucho con ponerse en cuatro patas al oír a su mate emitir aquel sonido, pero se horrorizo al ver la escena completa y a su chica en el suelo con mucho dolor.
Un toque de adrenalina recorrió su cuerpo animal, haciendo despertar la bestia interior, se abalanzó una vez más contra el vampiro.
AquaMarine apretó los labios, tratando de soportar la nueva sensación en su cuerpo, además que estaba sorprendida por el estado tan salvaje que se encontraba Jace.
El lobo logro aprisionar la cabeza de Jhonny en su boca y sin moverse ni un poquito más ejerció toda la fuerza en su mandíbula...
Él lo decapitó sin piedad...
AquaMarine abrió violentamente los ojos con un poco de temor, al ver tal escena, pero solo fue cuestión de segundo dado que sin poder evitarlo perdía poco a poco la movilidad de su cuerpo.
Jace volvió a su forma humano, para correr al lado de la castaña. Y sin perder tiempo la cargo entre sus brazos.
—El mar.—susurró la hija del mar en un hilo de voz tan tenue.
El tiempo ahora era su más grande enemigo...
Continuará ...
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