Capítulo 2

2622 Words
¿Familia?  Subo unas escaleras junto a Kate y tomamos el camino izquierdo, al final de este nos detenemos y las puertas dobles son abiertas en su totalidad. Sé que mi asombro en este momento es notorio, porque esta habitación es enorme y la manera tan delicada de cómo está decorada es preciosa. Paredes en un color marfil, altos y amplios ventanales, unas cortinas en color lila y todos los muebles en color blanco con detalles lila como las cortinas, es una hermosura de habitación. Me acerco a la ventana, tengo una vista de la parte trasera de la mansión aunque sé que es una parte de esto, porque esta casa y sus hectáreas son inmensas. –Pensé que estaría en una cárcel –digo para mí, pero sé que no tanto. –Jamás piense eso, señorita Eva –me sobresalto y volteo a ver a Kate. –Esto está lejos de parecer una cárcel –asiento levemente. –Póngase a gusto, ¿Desea comer algo? –Solo le pediré un vaso de jugo, por favor. –Claro que sí, sus cosas serán dejadas aquí y mañana a primera hora serán puestas en su lugar, si desea tomarse un baño, de aquel lado –señala a una puerta que está del lado derecho. –Esta su baño personal. –Gracias señora Kate... –sonríe y acortando la distancia se acerca, toma mis manos. –Para ti soy Kate, lo que necesites déjame saber, estaré disponible para ti en cuanto lo necesites –asiento, pero de pronto me siento afligida. – ¿Le puedo dar un abrazo? –la toma por sorpresa. –Es que yo... Y en silencio ella lo hace, mis manos tiemblan y siento un nudo intenso en mi garganta. Necesitaba esto, con muchas fuerzas necesito saber que no estoy sola en este lugar. – ¿Dorian vendrá pronto? –se aleja un poco, niega. –La habitación de su esposo, está en el otro pasillo –me confundo. –Dormirán en habitaciones separadas, fue su orden –por dentro me siento aliviada. – ¿Esta bien eso para ti? –asiento. –Sí, está bien Kate, gracias por la bienvenida, esta habitación es muy agradable. –Descansa, a partir de mañana, comenzara un nuevo día, una nueva vida. La amabilidad de Kate me hace sentir tranquila y cuando sale y cierra las puertas y quedo sola, esta habitación se vuelve aún más grande. Decido darme un baño, quiero quitarme este vestido e irme a descansar para que así mañana cuando empiece el día, saber qué demonios hacer porque siendo honesta, se me explico muy bien cómo debía actuar cuando uniera mi vida a alguien, pero teniendo en cuenta de que Dorian y yo la verdad estamos lejos de consumar este matrimonio como debe ser, ahora la verdad no sé qué voy hacer. Al entrar al cuarto de baño, nuevamente me encuentro sorprendida por lo espacioso y por lo hermoso que es. Al detenerme delante del espejo amplio me observo en mi bonito vestido de novia, mi cabello rubio en un peinado muy lindo y mi maquillaje aún está intacto. Con paciencia me encargo de los ganchos que sostenían el agarre en mi cabello, y desmaquillo mi rostro. Cuando me observo una vez más, muy vulnerable, muy limpia, muy transparente mis ojos se llenan de lágrimas, en mi garganta se forma un nudo que me obstruye un poco la respiración y entonces, viendo a todos lados y sabiendo que nadie entrara, comienzo a llorar. Lagrimas bajan por mis mejillas y el nudo en mi garganta duele y un dolorcito se afianza en mi pecho. Limpio una y otra vez mis mejillas, de un modo llorar me hace sentir débil aunque si lo soy, en este momento me siento usada por papá y esa manera de querer tener más y más poder. Tengo dudas muchas, no entiendo que quiere papá con los Chapman, sus negocios no tienen que ver con lo de esta familia, hay tantas cosas que me llegan a la cabeza que me colapsa y lo único que intento es no prestarle tanta atención como debería. –Yo quería ser feliz... –susurro a la nada. –Yo quería ser feliz, yo lo merecía... –limpio mis mejillas nuevamente, procedo apoyarme del lavado y un sollozo brota de mis labios. –Serás fuerte Eva, lo serás –me vuelvo a ver en el espejo y esbozando una sonrisa mientras lagrimas corren por mis mejillas, asiento. –Si lo serás... … La mesa que está delante de mí se siente tan grande por la ausencia de personas. Desayunar sola son cosas que no había experimentado porque siempre en casa así no estuviera papá, estaban mis hermanas y Beatrice, pero aquí es todo lo contrario, estoy sentada delante de una enorme mesa repleta de alimentos pero sola, todo es silencioso, todo es solitario. Al momento de darme un sorbo de mi vaso de zumo, escucho pasos y al voltear a mi lado encuentro a Dorian enfundando en un traje elegante, fresco y metido en su móvil. Toma asiento en el otro extremo y mientras deja su móvil sobre la mesa no aparta la mirada de este, sirven su desayuno en pausas y cuando ya tiene todo en su plato, procede a comer. –Buen provecho... –digo, alza la mirada y asiente. –Y buenos días también... –Y para ti, Eva. Ambos asentimos y entonces continuamos el desayuno en silencio. Largos minutos después lo restante comienza hacer retirado de la mesa y una vez más, quedamos solos, o eso pensaba. – ¡Buenos días por la mañana! –dicen en voz alta, dejando todo el silencio denso atrás. –Uy, ¿Llegue a buena hora? –miro por encima de Dorian. – ¡Hola! ¡Tú debes ser Eva! –me sonríe y se acerca con prisa, yo me coloco de pie. –Dios, ¡Que preciosa eres! –me toma por sorpresa su abrazo. –Un placer, soy Tamara. –Yo, soy Eva, un placer, Tamara. – ¡Dios! ¡Eres preciosa! –voltea y observa a Dorian. –Tu esposa es bellísima, primo. – ¿Primo? –pregunto, me vuelve a mirar, Tamara tiene un aura feliz y lo expresa. – ¿Eres familia de Dorian? –Por supuesto, ¿Qué? ¿Te dijo que era como Anita la huerfanita? ¿Qué solo tiene a mis abuelos? –lo vuelve a mirar. –Eso es malo primo, no ocultes nuestra existencia. –Tamara... –Dorian se coloca de pie. – ¿Qué haces aquí? Pensé que tú y... – ¡Bon giorno! –noto como Dorian suspira con pesadez. – ¡Ufff, llegamos a buena hora! –observo al chico que aparece y al ver a Tamara noto el gran parecido en ambos. – ¡Pero por favor! ¡Que belleza es tu esposa! –se acerca y me da un abrazo, seguido dos besos en mi mejilla. –Eva, nombre precioso, mujer preciosa. –Es mi hermano mayor por un año, Marco –susurra Tamara, le miro. – ¿Nos parecemos? –Muchísimo –ambos sonríen. –Un placer –extiendo mi mano en dirección a Marco. –Que gusto saber que Dorian si tiene familia –de inmediato mira a su hermana. – ¿Dorian nos volvió a matar? –ese comentario me hace reír un poco, pero de inmediato lo oculto. –Disculpen, yo no... –ambos ríen. –Esa es nuestra idea, que te diviertas con nuestros comentarios –comenta Tamara. –Bienvenida a la familia, estamos encantados de volver y conocerte, seremos muy buenas amigas, ¿Verdad? –Sí, solo no la orilles a tu mundo oscuro –comenta Dorian, le miramos. –Eva es muy buena para ser arrastrada por ti –Tamara le lanza un beso, Dorian niega. –Marco, acompáñame al despacho. –Si señor –este hace un gesto militar, a mí me causa gracia, pero a Dorian no y este de inmediato se retira, yo quedo con Tamara. – ¿Tenias algún plan para hoy? –pregunta al momento de que se sirve un vaso de jugo. –Creo que, ¿Hacer un tour por la casa? –esta ríe. –Oh no, claro que no, ven conmigo salgamos de este lugar, hace unas horas llegue a Sicilia y quiero salir un rato, ¿Vamos? –entro en una pequeña duda pero termino accediendo. –Vamos así tendremos tiempo para conocernos mejor, ¿Si? –Está bien. Esta suelta un chillido y tomando mi mano nos encamina fuera del comedor y seguido de la casa. Ella informa que saldremos, dejando muy en claro que deben informarle a Dorian y así él no se preocupe, aunque dudo mucho que lo haga, Dorian esta siempre en lo suyo así que, tener una salida con su prima me vendría bien. _ En este largo rato ¿Qué podría decir de Tamara? Es encantadora, amigable y divertida, hemos estado dando vueltas por la ciudad y aunque ambas sabemos que vienen cuidándonos desde un coche, ella se hace la vista gorda y disfruta pasar el rato. Tamara es preciosa, con un cabello azabache hasta sus hombros, su piel trigueña y unos ojos café que se ven muy llamativos con esas hermosas pestañas naturales que tiene. Es toda una bomba sexy como diría mi hermana Sully y es muy obvio que donde ella llegue llama la atención de todos. Es prima de Dorian por parte materna, no tiene mucho que ver con los Chapman, pero de igual modo es de una familia algo adinerada y muy unida. Me dejo saber que Marco no es su único hermano, tiene otro que es casi contemporáneo con Sully aunque ya esté en sus veinte. Nos detenemos frente a una tienda de ropa y siendo honesta se ve muy exclusiva. Ambas bajamos de su deportivo y rodeando el coche llego hasta ella, observo la fachada del lugar y es muy elegante pero a su vez muy innovador. Tamara me pide que le acompañe y eso hago, al entrar un par de trabajadoras se nos acerca, seguido nos guían a un lugar más privado y siendo honesta, muy lujoso. –Bien, acá estamos, tomemos asiento y disfrutemos de una rica champaña. –Está bien… –eso hacemos, tomar asiento y un poco de champaña. – ¿Qué hacemos aquí? –Vinimos para organiza tu closet –le miro de inmediato. –Dorian me pidió de favor eso cuando regresara de mi viaje, ya que adelante mi llegada quise que viniéramos y salir de esto. – ¿Tiene algo de malo mi ropa? –ríe y niega. –No es eso, es que ahora eres una Chapman, y debes saber que siempre estarás en eventos y esas cosas y debes destacar al lado de mi primo. –Como un trozo de carne fresca –digo y tomo un sorbo de mi copa. –No lo definiría de ese modo –observo a Tamara. –Mi hermano y yo, tenemos conocimiento de que tú y mi primo no consumaran su matrimonio como debe ser, que entre ustedes solo hay acuerdos familiares, pero créeme cuando te digo que mi primo es bueno, él no es malo. –Es solo un poco... –saboreo la palabra antes de decirlo. – ¿Tosco? –Ufff, como no tienes una idea, allí te apoyo querida. Unas trabajadoras de pronto entran sin más, vienen con mucha ropa para elegir y a simple vista se nota la calidad y lo hermosa que es. Predomina muchísimo los vestidos, unos casuales otros no tanto, hay tanto para elegir. – ¿Cómo se supone que elegiré entre tanta belleza? –Es que no debes hacerlo, todo eso es tuyo. – ¿Disculpa? –Tamara se coloca de pie, y se acerca a las chicas, me da el frente. –Dorian escogió con mi ayuda todo tu closet, teníamos tus medidas por lo del vestido de novia, así que nosotros nos encargamos del resto, eso si –me señala. –Si algo no te gusta, tienes todo el derecho de descartarlo. –Ok... –me coloco de pie, me acerco. –Esto se siente como esas historias de gente rica donde todo es dejado en bandeja de plata –Tamara ríe, suspiro. –Debo ser honesta, esta ropa es bellísima. –A Marco le fascinara saber que estas encantada con todo lo que diseño para ti. – ¿Marco? ¿Él diseño todo esto? –Y todo lo que veras en exhibición, resulta que bueno, esta boutique es de él, y tiene otras tres más –me toma por sorpresa. –Él nació con la creatividad de diseñar y confeccionar, yo con la oportunidad de lucir todas sus creaciones como la única hermana que tiene –reímos. –Ambos queremos ser tus amigos, sabemos que te vas a sentir un poco solitaria en esa enorme casa que ahora compartes con mi primo así que... –sonrio y me siento agradecida. – ¿Crees que las cosas entre Dorian y yo den otro giro? –me enfoco en la ropa. –Digo, quizás la primera impresión entre ambos no fue la más adecuada y puede que a medida de que convivamos, algo ocurra... –se forma un silencio y observo a Tamara por encima de mí y la veo con la mirada un poco pérdida. – ¿Tamara? – ¿Eh? –reacciona me mira. –Supongo que si Eva, quizás y todo de un giro a tu favor, no perdamos la fe. Asiento sonriente y entonces después de un buen rato de elegir la ropa que me gustara lucir, finalizamos. Ambas en silencio salimos del vestidor y Tamara informa que todo eso debe ser llevado a la mansión Chapman, salimos del lugar y enseguida subimos al coche, Tamara se mantiene en silencio y la verdad que es muy incómodo, porque los silencios para mí, lo son. –Tamara, ¿Dije algo malo hace un momento? –la veo negar. –Lamento si dije algo fuera de lugar, de verdad no fue mi intención, si dije algo malo por favor házmelo saber. –Eva, ¿Qué? –se detiene en un semáforo en rojo, me mira. –No dijiste nada malo, hermosa, no deberías martirizarte por un momento de silencio, cariño no ha pasado nada malo. –Lo siento... – ¿Cuánto daño te hizo tu padre? –le miro fijo, confundida y un poco invadida y entonces el tocar de una bocina la lleva a enfocar la mirada al frente y avanzamos. –Digo, sé que tu padre es algo duro, Antonio Torrens no tiene una buena reputación de persona amable. –Lo sé, y no puedo creer que me sintiera un poco incomoda, sentí incluso el impulso de defenderlo cuando es inútil –suspiro. –Papá siempre me dejo saber que si algo malo ocurrió, era mi culpa, que debo pedir disculpas y buscarlas a como dé lugar, por eso para mí el silencio de las personas logra aturdirme un poco, disculpa Tamara. –Las cosas cambiaran de a poco, deberías verle el lado bueno a todo esto, estas lejos de tu padre y de su yugo, ¿No? –asiento. –Eva, eres parte de los Chapman, y lo que a ti te ocurra nos afectara a nosotros, ten siempre eso presente. Observo a Tamara, mirando fijo al frente y sé que lo que recién dijo es honesto y me hace sentir bien, en parte me siento un poco protegida aunque yo no quiero ser una damisela en apuros, quiero aprender a defenderme y no ser dependiente de las demás personas, quiero tener voz propia, quiero ser alguien nuevo.
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