Más que un jefe

Luego de que terminaríamos la carrera de derecho, mis amigas Carmen y Natalia cariñosamente Nati, decidimos mudarnos a la ciudad para conseguir empleo y empezar a ejercer nuestra carrera. Nati venía de una familia rica así que su padre se ofreció a pagarnos el departamento y ayudarnos económicamente mientras conseguimos trabajo. Mi novio Claudio decidió mudar e con nosotras y como el trabajaba también nos colaboraria con los gastos, todo parecía perfecto viviríamos juntos los cuatro y al fin yo podría trabajar y ayudar mi familia pues yo venía de una familia muy pobre, y mi padre había muerto por lo tanto solo eramos mi madre y yo. Al llegar a la ciudad comenzamos a repartir currículos en varios bufetes y como era de esperarse Nati fue la primera en conseguir trabajo con unos contactos que le mando su padre. Al cabo de un mes yo también conseguí trabajo en el bufete de abogados Ramírez, Muñiz y asociados. Todo parecía perfecto empecé a trabajar de inmediato y honestamente todo iba bien en especial con mi jefe Carlos Ramírez quien siempre fue amable y muy cordial conmigo, el fue quien recibió mi hoja de vida y quien me contrato, además puso a alguien a mi disposición para que me enseñara como se manejaba todo en el bufete. Por otro lado mi otro jefe Sebastián Muñiz parecía que pasaba de mi como si no me viera, al principio esto era bueno por que aunque parecía ignorarme todo el tiempo, no me perjudicaba en lo absoluto. Ya iba por cuatro meses en la ciudad y tres meses laborando en el bufete, y realmente todo parecía que iba por buen camino pues pensaba que no podía haber nada mejor, pues estaba trabajando, ayudando mi madre, ejerciendo mi carrera y vivía con mis dos mejores amigas y mi novio. Que más podía pedir?