5 Sara, Axel y Antonella

1936 Words
(((Sara))) Axel se pone a jugar con mis pequeños, mientras estoy arreglando algo de la empresa de Bastián, como siempre, estoy viva ante la ley al igual que Axel, el único muerto es Bastián. Hago las cosas como debo hacerlo, muevo y hago transacciones con Olivia, mi secretaria. Quién lo diría, ahora tengo una secretaria. Da risa hasta cierto punto. -Bueno, sería todo por el momento-le digo mientras acomodó todo en la laptop. -Muy señora, mañana está la junta con los... -A las ocho... Ya lo sé-adiente mientras cierra todo en su computadora. Colgamos la llamada y ahora sí me giro a mis hijos, Axel ha pasado mucho tiempo conmigo en estos últimos días, nos es cansado a ambos, sólo ha dormido dos días conmigo y con Bastián, de ahí en fuera a cuidado a Elisa, es quien está con ella en la noche, a veces nos turnamos él y yo, pero siempre regresa al día siguiente. Ve la hora en su reloj y se despide de mis hijos, los cuales se ponen tristes por no poder jugar con Axel. -Mañana, vengo a jugar... -Pelo, ¿Pol que te vash?-con ellos no puede. Nadie puede contra Ares y Félix. -Tengo que ir con su tía, Elisa. -¿Polemos il?-le pregunta Félix. Axel parece pensarlo, es su momento para recuperar lo perdido aunque no esté con ella al cien por ciento. -Niños, vamos a molestar a su papá-asienten listos y seguros de lo que haremos, les encanta hacer que Bastián cuente hasta diez antes de darles de besos. Axel me lo agradece con su gesto, puedo domar a mis fieras, me las llevo a jugar dónde está Bastián. Está en la oficina que hay en el lugar, mis niños corren a él para abrazarlo y apachar a su papá, además de ver lo que hace en el escritorio. Le sonrío y le digo que acompañare a Rosa para hacer de cenar, tengo que ayudar con la realización de la cena. Voy a la cocina donde Rosa y mi madre ya están picando verdura, pongo a freír la carne mientras bailo con la música que pusieron. Mi madre se ríe de mí mientras meneo la comida que se fríe en mi cazuela. -Muchacha loca-dice Rosa mientras pica los tomates. Le quito lo que picado hasta el momento lo hecho a la cazuela y está arroja el aceite por el aire mientras bailo y le hecho lo que se debe de echarle, la pasta la hago yo, mi madre no me dice nada por como hago mi pasta ya que así se la come ella. Al terminar de hacer de comer, pongo las porciones que se deben en un plato y queda todo listo, a Rosa le ayuda a servir alguien más, yo sólo hago de cenar. Una vez que todos estamos en el comedor, se siente la silla vacía de Axel. Hago una cara triste. -Estará bien, no es un niño pequeño-me dice Bastián. -Lo sé... me preocupa que no quiera comer-lleva días negándose a comer algo bien-. Bien, si no quiere por las buenas, lo hará por las malas. Me levanto de la silla y voy por él. (((Axel))) Tengo su mano entre las mías, llevo hablándole toda la tarde, no me gusta el que no me responda, suspiro. -Amor, ¿te imaginas un hijo nuestro?-sonrío de manera inconsciente-. Prometo que en cuanto estés de regreso nos casaremos, es una promesa... sólo... despierta. La puerta se abre, para Sara, la miro y me hace una seña, me levanto de la silla en la que estoy, me despido de Elisa, dándole un beso en su frente. Salgo de la habitación y en cuanto lo hago Sara me jala a no sé donde, pero por los pasillos voy entendiendo a donde me lleva. Al comedor. Llegamos y veo que Bastián se quiere reír de la fuerza que tiene Sara para traerme aquí. Me sienta en mi silla. -Te comes todo, no quiero nada en el plato-la miro y niego-. Si no te lo comes, no cuidas a Elisa en una semana. -¿Me obligarías a no verla? -Pruébame-hace un gesto que en mi vida me había hecho mi mamá, y que ese si da miedo. Asiento y me pongo a comer lo que hay en el plato. -Buen chico-se regresa a su lugar y la risa de Bastián sale libremente-. Tú cállate. Se calla pero sigue cenando, de reojo veo a Antonella que quiere hablar conmigo, la ignoro lo más posible, ya que si habla yo si la mataré y no quiero problemas con Bastián. Aunque no me dará miedo sacar un arma y dispararle como ella lo hizo con Elisa. Me termino todo, me levanto antes de que otra cosa me detenga, al llegar a la puerta me da un mareo, pongo la mano en el marco de la puerta, el perfume la delata antes de que hable. -Estoy...-el vomito sale libremente por mi boca. Mierda. Hace mucho que no me enfermaba del estómago. -Ay, Axel-se lamenta Sara-. Estás ardiendo... Bastián, háblale a Iguana. Sara me lleva a mi cuarto, y me acuesta con cuidado en la cama, suspiro mientras ambos esperamos a que Iguana venga a atenderme, vuelvo a vomitar. -A pobre de mi bebé-se burla Bastián desde la puerta. -Bastián-dice Sara en tono dulce. -¿Qué? Es divertido hacerlo enojar-se burla Bastián. Estoy por replicar cuando entra Iguana con el botiquín médico y no sé que tantas cosas. Me dan mi medicamento y esas cosas, al parecer tengo infección estomacal por algo que me callo mal, Sara hace una mueca triste, al parecer ella preparo de comer, me rió ya que yo había comido unas manzanas que no se veían muy bien y aun así me las comí, no fue por la comida de Sara... creo. Sara me da mi medicina y me arropa como si fuera un niño pequeño. Me da un beso en la mejilla y sale de mi habitación. Me quedo dormido un rato hasta que tocan la puerta. -Pase. Entra y me da una sonrisa ligera. (((Antonella))) -Vete-dice en un tono de advertencia. -Axel... Perdón. -¿Perdón?-su tono no me gusta-¿Perdonarte por qué? -Por... -¿Por casi matar a mi prometida?-su tono muestra lo enfadado que está conmigo por lo que le hice a su amada Elisa. -¡No es tu prometida!-le grito, mis lágrimas quieren salir-Es una simple zo... -¡Termina la palabra y juro que quedas peor que ella!-el arma la tiene bien firme y dispuesta a defenderlo. Alguien entra en la recamara, pero él no baja su arma. -Axel... bájala por favor. -Que se largue de mi habitación o juro que voy a descargar el arma en su cabeza-ahora si caen las lágrimas que tenían mis ojos guardadas. -Por favor Axel... -¡Lárgate de mi habitación!-vuelve a gritar. -Sólo... Perdón, sólo quería que... -¡Qué te largues!-el arma no la baja. La mano de alguien toma la mía y jala despacio. -¡Suéltala Bastián, quiero que se largue sola! Mi hermano me suelta, Sara se acerca a él, pasándome por un lado. Estira las manos para que baje el arma, pero Axel no quiere ceder. -Bájala-le dice de manera dulce. -Casi la mata, Sara-nunca lo había visto llorar, nunca había visto que Axel Evans llorará. -Lo sé... pero no por eso la vas a matar-Sara toma la punta del arma, y poco a poco el se la da-. Eso es... tranquilo. Axel recarga su cabeza en el pecho de Sara y se pone a llorar en él. -Ya, no pasa nada. -Que se vaya, por favor... -Bastián. Me toman de la mano y me sacan de la habitación, me llevan por los pasillos sin detenernos en ningún lugar, Bastián va callado, no dice absolutamente nada, pero sé que me lo dirá más adelante, cuando lleguemos a donde me lleva, bajamos por las escaleras que me llevan al jardín. Nos sentamos en una banca con la noche de acompañante y las estrellas de testigos en la conversación que estoy por tener con mi hermano mayor. Pero yo sigo pensando en que le pudo ver Axel a... Elisa. Ella no lo merece, siempre se lamentaba por no decirle la verdad y no sé que tantas mentiras Axel y yo no calentábamos la cama. -¿Qué demonios hacías en su habitación?-dice en tono frío. -Quería hablar con él... sobre... -Sabes perfectamente que ya no le interesas-gruñe y eso me molesta-. Sí tú no tuviste el valor de matar a Elisa, Axel sí lo tendrá para matarte a ti. Y créeme, no haré nada por lo que hizo. -¡Soy tu hermana y los defiendes más!-grito histérica, no es posible que los defienda más a esos dos que a mí. -¡Defiendo a la pareja que no te hizo nada y que como idiota fuiste a separar de la peor manera!-estoy por replicar cuando se levanta-. Si Axel, te dice que te vayas de su habitación, lo haces y punto. No le hagas drama que él no lo necesita, ya tiene suficiente con la herida de Elisa cómo para que tú le hagas otra. Se encamina a la entrada de la casa. -No me hagas escoger entre tú y Axel... Que esta vez lo escogeré a él. Y sí algo le pasa a Elisa por culpa tuya no me tentaré el corazón en darte una paliza, que fue culpa de tus celos enfermizos. Se pierde en la entrada, regreso la vista al frente. Suspiro cansada y me voy a mi habitación, pero antes paso por la de Bastián, abro la puerta y me sorprende no ver a mi hermano y a su mujer en la habitación, los escucho platicar pero en otra recámara. Sigo sus voces hasta llegar a la habitación de la que ya no soy bienvenida. -Bastián. -¿Qué? Amor, tienes que admitir que se ve chistoso así-escucho un ruido y después la risa de Bastián. -Ya niño chiquito. -Papá, mamá va a dormir conmigo hoy. -Ni de broma. -Tú empezaste. -¡Ya!-reprende Sara a los dos-. Axel, como sólo puedes comer de sopitas, comerás lo mismo que mis niños. -¿También me darás de comer? -Te voy a... -Bastián, Axel, comportense. Después de escucharlos jugar y discutir salen de la habitación, cierran la puerta, Sara le dice a Axel que si se siente mal que le hable. Suspiro y me voy a mi habitación, me siento en el borde de la cama. Ya son dos veces que Axel Evans me rompe el corazón. Dos veces en los que Axel me hiere, y le permito hacerlo. Dorian entra y niega. -¿También me vas a regañar?-asiente. -Me dolió que mi hermana le disparará a sangre fría a la mujer que me amo y todo por qué no pudo controlar la idea de que no la escogieron a ella. -Ya van dos veces que me... -A mí Elisa no me escogió y no por eso le solté tres plomazos a Axel. Dure un año tratando de que regresará a mí y nunca paso porque ella se enamoró de Axel, y te tengo malas noticias hermana, Axel te uso para intentar olvidar a Elisa... Pero no pasó, cuando ella nos dejó las cartas debajo de la puerta, Axel fue a buscarla, él fue quien la trajo de regreso. Eso no lo sabía. -Así que... Aléjate de él. Se va de nuevo de mi habitación y me deja sola. Es donde dejó que todo mi dolor salga. En mi soledad dejo que todo me consuma.
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