2.2. Jean, me enamoras

1173 Words
Tres días pasaron sin saber de él. Merodeaba como un acosador las calles del suburbio donde nos vimos la primera vez. Nada de ahí ya me interesaba, sólo buscaba entre los grupos de pibes el rostro de Jean. Para el cuarto día, cuando ya empezaba a desmoronarme; al volver del trabajo lo encontré sentado en la escalera de la puerta de entrada. Por su cara magullada, estaba claro que había tenido una pelea. ― ¡Pero mira cómo estás! Entrá ―le dije al verlo en ese estado. Jean lo hizo, levemente cojeaba. Verlo de regreso, conseguía que mi vida una vez más, tuviera sentido. Le alcancé un vaso de agua, pero lo rechazó, le ofrecí un trago y lo cogió enseguida. Aguardaba con impaciencia que hablara sobre lo sucedido, pero transcurrían los minutos y solo reinaba el silencio, mi ansiedad se hacía cada vez más fuerte como un monstruo que anhelaba destruirme. ―Esperaba a que volvieras... ―Estaba en la casa de mi vieja, no tenía a donde ir... ―Acá sos bienvenido, siempre. No lo olvides. ―No esperé a que contestara y continué hablando con ansiedad―. Tenía entendido que te echaron de tu casa... ―No, para nada... Rápidamente me acomodé frente a él, aguardando a que continuara. Jean, llevaba el pelo completamente sucio, estaba claro que en esos cuatro días no se había bañado, además que estaba impregnado de un fuerte tufo a cigarro. ―Me quedé preocupado por vos, no sabía dónde buscarte. Jean, sacó de inmediato su celular viejo, y se puso a chatear. ―Dame tu número... ―ordenó. Se lo di, a los segundos me llegó una notificación con la dirección de su casa, además de su número. ¿Por qué no lo había pensado antes? Lamenté al darme cuenta de mi error. ―Si no te gusta tu casa… ¿por qué volvés? ―Por ellas. ―su tono cambió, era como si revelara un gran secreto, y yo no estaba preparado, pero quería saber, quería saber todo lo que tenía que ver con él. ―¿Quiénes? ―presioné, procurando no sonar mal. Jean torció levemente los labios. Parecía triste. ―Las gemelas. Es por ellas que sigo yendo, aunque en esa casa nadie me soporta, y siempre término peleando con el imbécil... ―sus ojos se oscurecieron al decirlo. ― ¿Con quién? ―Con el cobarde de mi padrastro. ―su tono revelaba mucha rabia, sentía un rencor infinito hacia su padrastro, avivó el fuego en sus ojos. ―Cuánto afecto le tenés... ―dije con ironía. ―Ese no merece nada. Es un desgraciado ha prohibido que entre en la casa de mi vieja, pero entro y salgo cuando se me da la gana. Es la casa de mi vieja, ¡no de él! Y a mí nadie me dice qué hacer. Era ese fuego el que me atraía y me hacía desear tenerlo ya, pero verlo así de malherido me obligaba a controlarme las ganas de saltarle encima. ― ¿Qué te ha hecho para que le guardes tanto rencor? Esta vez Jean guardó silencio y no quise forzarlo a hablar. Jugaba en silencio con un encendedor encima la mesa. ―Algún día me las pienso llevar conmigo, pero antes tengo que conseguir mucha plata. ― ¿Tenés algún plan? ―No, pero encontraré la forma, lo juro. Quería decirle lo soñador que era, para mí estaba claro que jamás lo conseguiría, no, hasta que se pusiera a laburar día y noche, o que se saque la lotería, pero de igual forma la ley no lo apoyaría. En su rostro, vi seguridad, quizás por su edad. No deseaba bajarlo de las nubes, no quería romper sus esperanzas. ― ¿Fue el cretino de tu padrastro el que te dejó la cara así? ―Ese cobarde, no tiene las pelotas para ponerme un dedo encima, sabe lo que le espera si... Esto no me lo hizo él, me encontré con un puto que me odia... ― ¿Entonces fue él? ―Él y su novio… que es mi ex... ―Vaya, ya me encargaré de esos. Ve a darte un baño, necesitás descansar... ― ¿Qué pensás hacer? ¿Vengarme? ―dijo ahora divertido y sonrió con la idea. ―Puede que sí. ―Pero si tú y yo apenas amigos. ― ¿Te parece que yo a vos te hago cosas que suelo hacer a mis amigos? ―Eso depende; a un amigo con derecho, sí. Más tarde Jean seguía recostado a mi lado, acurrucado, como si buscara inconscientemente protección. Vi su chaqueta de jeans en el suelo y sentí curiosidad por saber lo que llevaba encima. Me moví con sumo cuidado para que mis movimientos no lo despertaran. Revisé su chaqueta. Salvo el encendedor costoso, no tenía nada nuevo; vi de pasada su Dni y recordé que su nombre real era Jeremy, no Jean. Como si se tratara de agujas, las dudas comenzaron a perforarme el cerebro… ¿y si había mentido todo el tiempo? Embargado por mis miedos, clavé mis ojos en él, hasta que él lo sintió, y abrió los suyos. ― ¿Qué te pasa? ¿Por qué me mirás de esa forma? ―volvió a caer dormido. Como tenía que irme a trabajar, saqué dinero de la billetera para lo que necesitara. Esa misma tarde debía ir al hospital, pero no quería alejarme de él, tampoco podía llevarlo conmigo. Cogí el teléfono, sin pensarlo bien, y marqué a la oficina. ―Sí, llamo porque desperté enfermo, no iré a trabajar hasta que me recupere… no lo sé, gracias. ―colgué. Salí a la calle sin saber muy bien lo que tenía que hacer. Releí la dirección de Jean. Tinogasta, 3212, La Matanza. Decidí ir. Al llegar me encontré con una casa grande y descuidada. Detuve el carro luego de dar una vuelta al manzano, me haría pasar por vendedor de seguros, eso nunca me fallaba. Toqué el timbre, aguardé al menos diez minutos, luego veinte, hasta que al fin salió una mujer de al menos cuarenta años, bastante desalineada. Por el gran parecido con Jean estaba claro que era su madre. ― ¿Sos de Cablevisión? ―me preguntó bostezando. Antes de que pudiera responder que no, salió un tipo gordo, no llevaba remera encima y cada vez que se movía su cuerpo gelatinoso temblaba, esa bola de grasa era el padrastro de Jean. ― ¡Pero sos tonta! ¡¿No ves que no lleva identificación?! ¡¿Cuántas veces te lo tengo que decir?! ¡No abras la puerta a desconocidos! –chilló el tipo a la mujer, mientras tanto ella permanecía callada con la cabeza baja, me quedó claro que estaba acostumbrada a ese tipo de maltrato, pero yo no. Yo, al tipo ese, quería darle su merecido. Hijo de la remil… No se trata así a una mujer. ―Soy técnico de Cablevisión. Al escucharme, el tipo abrió los ojos con sorpresa.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD