bc

Mi Hermanastro es el Jefe

book_age18+
36
FOLLOW
1K
READ
billionaire
forbidden
family
powerful
bxg
kicking
rejected
seductive
like
intro-logo
Blurb

Te imaginas tener un primer amor y que ese hombre sea tu hermanastro. Incómodo ¿No? Pero espera, esto se pone peor, ya que no tengo ni un gramo de culpa en mi conciencia. Lo que siento por James no es dulce ni tierno, sino todo lo contrario. Es retorcido, salvaje y malvado. Si pudiera cambiar las cosas definitivamente lo haría, pero el deseo que siento por él me lo impide. Cada noche que pasa me acaricio pensando en él, cierro mis ojos e imagino que son sus dedos los que me tocan, la culpa me invade y me odio a mí misma porque sé que en el pasado nos hemos destruído el uno al otro. Incluso ahora, luego de tantos años seguimos rotos por causa de este amor prohibido.¿Acaso valdrá la pena tentar a la suerte una vez más?.

chap-preview
Free preview
PRÓLOGO.
ADVERTENCIA: +21 La siguiente Historia contiene lenguaje explícito, escenas de sexo y contenido que puede herir la sensibilidad de algunas personas, léela bajo tu responsabilidad. **************** ¡Por fin llegó el día! Recuerdo que estaba marcado con letra mayúscula en un calendario impreso pegado a mi pared. Seguramente mamá pensó que lo escribí así por ser el día de mi graduación. Tampoco me preocupe en explicarle lo que significaba dicha fecha para mí. Ella y papá habrían perdido la cabeza si hubieran sabido lo que realmente significaba. La cuestión es que si iba a graduarme, había aprobado satisfactoriamente la secundaria, obtuve buenas notas, gane varios reconocimientos por pertenecer a diferentes clubs de actividades, incluso los maestros me adoraban pero en mi cabeza nada de eso tenía relevancia. Lo único que me importaba era la fiesta posterior que celebraríamos esa noche, ya que por fin después de tanto tiempo lo volvería a ver. ¡Que emoción! Finalmente tenía dieciocho años y había terminado la secundaria, eran dos distinciones muy importantes cuando estás enamorada de tu hermano. Nadie sabía de mi enamoramiento, por supuesto. Yo no era tan idiota y sabía todas las consecuencias que esto me traería, pero mis primeros recuerdos eran con James, estar con el, reír con él. Amarle. No sé exactamente cuándo me di cuenta de que eso estaba muy mal y comprendí que teníamos que mantener nuestro creciente deseo en secreto, pero eso era algo muy dificil para mí, podría decirse que estaba harta de todos los chicos de mi instituto. Eran inmaduro, inexpertos, no sabían lo que realmente querían en la vida y honestamente no estaba segura si sabían cómo complacer a una chica. Yo quería alguien con clase, con madurez, dispuesto a llevar una vida en orden, alguien que supiera hacer las cosas en la cama y hacerme rogar por él. Y ese hombre era James Marshall (Mi hermano). El chico más guapo que había conocido en la vida. Alto, en forma, cabello castaño y unos impresionantes ojos verdes que me absorbían como un océano. En el pasado me había cachado mirándolos a profundidad por demasiado tiempo... Totalmente perdida en ellos. Pero más que estar bueno como el pecado, James tenía un corazon de oro y era un caballero, siempre me había respetado a pesar de sentir los mismos impulsos que yo, incluso pienso que esa fue la razón que tuvo para aceptar estudiar en un internado fuera del país. Si supiera todas las cosas que pienso sobre él, fantaseando sola en mi cama por la noche, tocándome, gimiendo en mi almohada como lo imagino dentro de mí, tirandome del cabello, mordiendo mi cuello y diciéndome: Quédate en silencio, sé una buena chica. Solo de pensarlo me sentía excitada, desesperada y necesitada. También esa era la razón por la cuál no había tenido sexo todavía. Claro que había tonteado con un par de chicos pero una sesión de besos bastó para saber que ningún chico tenía para darme lo que yo quería. Además, también estuve hablando con mi amiga Alba, sobre su desastrosa primera vez.... Y no, gracias. Ahora tenía dieciocho años, legalmente era un adulto que estaba a punto de irse a la universidad y estar fuera por cinco años. Nunca habría un mejor momento que la noche de hoy para hacer un intento con el hombre que protagonizó mis fantasias durante años. — ¡Te ves hermosa, cariño!, — El primer halago que recibí fue de mi madre. — ¡wow! Ya veo por qué te has tardado tanto. Mira lo bien que te ves hija. ¿Acaso hay un chico en especial que quieres impresionar? — Preguntó riéndose y moviendo las cejas de forma coqueta. — ¡Mamá, no! Tu sabes que no existe nadie, solo quise estar bonita en esta noche. — Le menti descaradamente. Pero que otra cosa podría hacer. Ella había insistido en organizar la fiesta y asegurarse de que fuera perfecta para mí, se esforzó mucho con cada detalle, habían globos, serpentinas y un gran cartel de felicitaciones. En lo único que no la deje participar fue en la elaboración del postre, ya que yo deseaba preparar el pastel favorito de James, pues sabía el número perfecto de capas de chocolate que a él le agradaba. «Aunque en secreto quería ofrecerle otro tipo de aperitivo. Digamos que uno más carnal...» — Estos pendientes te van mejor con el vestido, cariño. — Mamá extendió el par hacía mí, pero no me agradaron tanto los veía muy infantiles y para que mi plan funcionara tenía que asegurarme de parecer una adulta, no verme como una niña tierna. Me compré un vestido para la ocasión, blanco con la intención de destacar mis curvas y mis movimientos, con una atrevida abertura desde mi pierna hasta mi muslo. Me llevo mucho tiempo encontrarlo pero sabía que era el correcto. Después de estar lista, salí para atender a los invitados junto a mis padres, todo el mundo me felicitaba y yo agradecía a todos por sus regalos de graduacion hasta que a mi hermanito Nathan se le dibujo una sonrisa en el rostro. Lance una mirada adquisitiva para saber de quién se trataba. — ¡James! — Gritó de la emoción e inmediatamente corrió para encontrar a nuestro... «Hermano» Me quedé paralizada cómo una imbécil, con la vista clavada en él. Casi sentía que mi corazón dejaba de latir. — ¡Hey! Cómo has crecido viejo. — Lo saludó James con un abrazo, después fue directo hacia mamá. No tenia idea de cómo actuar o que decir, lo único que podía hacer era mostrar mi sonrisa más sensual. O eso creía. Vestía un traje muy formal al igual que papa, su pálida piel resaltaba el verde azulado de sus ojos. Los cuales se tranquilizaron en el momento que me vió, cómo si yo fuera lo único que necesitara para estar calmado. — ¡Oye, tengo ante mí a la mujer del momento! — Me agarró del brazo para fundirnos en un abrazo incómodo y me estremecí cuando sentí la calidez de su cuerpo. — Muy gracioso. — Respondí con mi voz entrecortada. Entonces James me besó en la mejilla y todo mi cuerpo se estremeció. — Felicidades. — Me Dijo. — Se que probablemente lo hayas oído de todos los demás, pero graduarse es un logro. debes estar orgullosa de ti misma. — Alargó su mano para acomodar hacía atrás un mechón suelto de mi cabello. Ahí estaba de nuevo esa conexión extraña que nos mantenía unidos pero separados a la misma vez. — ¿Y tu, estás orgulloso de mí? — Pregunté. Quería que estuviera orgulloso de mi por muchas maneras... Cómo por ejemplo por ser una buena chica y chuparle la polla. O también podía ser una chica traviesa si el lo deseaba. Yo sería capaz de complacerlo en todo. — Siempre, Liz. — James sonrió y Dios. Si que era guapo, podría haber sido un modelo si lo quisiera. Luego sus ojos se deslizaron sobre mi hombro y el olor del distintivo de un perfume se hizo presente. — ¡Papá! — James se enfoco en mi padre y mientras ambos se abrazaban mi propia sonrisa se desvanecía. ¡Joder! ya no podría coquetear delante de papá, así que me inventé una excusa para escabullirme pero sin quitarle la vista a James. Durante el resto de la fiesta, estuve bailando con un par de chicos para distraerme un poco mientras esperaba el momento de acercarme de nuevo. Hasta que nuestros ojos se cruzaron de nuevo pero la calidez que había antes en él se había esfumado y ahora solo había frialdad para mí. ¿Que le sucede? Me dió la espalda y luego lo veo subir por las escaleras rápidamente, después de unos minutos supe que esta era mi oportunidad. Voy a la terraza de la tercera planta y miro hacía la piscina, la fiesta está en pleno apogeo pero aún no hay señales de James. "Debe estar por aquí, en algún lugar" No estaba en su habitación, ni en el estudio o las salas de estar, el piso está completamente vacío. Ya cuando estoy apunto de darme por vencida se me ocurre subir al ático que ha estado cerrado por años. Solo hay una manera de ingresar a este y es a través de una ventana. La razón es porque cuando éramos chicos soliamos colarnos hasta aquí para escapar de todos y contemplar las estrellas. Algunas veces nos tomábamos de la mano como un gesto inocente, bajo la excusa de que podría ser peligroso y caer al vacío. Pero no era inocente para él, ni tampoco para mí porque justo después casi siempre cuando llegaba a mi habitación terminaba tocándome y acariciandome mientras pensaba en mi hermano. Es un deseo inmoral que siempre he tratado de ocultar. «Lo amo» La puerta del ático estaba trabada, así que ingresé por una de las ventana sin hacer ruido, es un espacio enorme repleto de muebles viejos y cajas con distintos tipos de decoración. Tal cómo esperaba me encuentro al hombre sentado en el balcón del otro extremo observando el infinito con un vaso de whisky medio vacío en su mano. — ¡Hola! — exhale una bocanada de aire, me siento algo temerosa de arruinarlo. — ¿Acaso huyes de mi? — El niega ante mi pregunta. — Tuvimos unas conversaciones geniales aquí cuando éramos chicos. — Recalca. — Si. — Le digo. — Era una zona libre de mentiras. Si debíamos decir algo este era el sitio adecuado. — Suspiré y me quedé en silencio, porque deseo que el momento nos invada, pensé que sería más fácil coquetear con él. — ¿Tienes algún secreto que contarle a tu hermano? ¿Quizás tengas un novio y nadie lo sepa? — Indagó. — Y no te atrevas a negarlo, por lo que ví hace unos minutos, seguramente lo tienes. — ¿Que? — Dejame decirte que puedo darte consejos sobre relaciones hermanita.... — Me interrumpe con su voz odiosa. Detestaba que me tratara de esta manera. ¡Yo no soy su jodida hermana! No conseguía palabras para responderle, tenía ganas de discutir pero también de huir. Quería abrazarlo pero también golpearlo por no darse cuenta de que ya soy una mujer. Una mujer que lo desea.... Pero ya veo que el no sentía lo mismo. — ¡Que te jodan, James! — Sus palabras me habían golpeado como un martillo. — ¿Entonces eso es todo lo que hay? Tu siempre me verás como una hermana. —Escupí con ira. — Todo mi esfuerzo de verme guapa para tí en esta noche no sirvió para nada. — Me giré para salir de allí, no tenía sentido que me quedara pero de la nada James me tomó de los hombros y me zarandeo. — No, Lizzie. Eso no es todo lo que hay entre nosotros. — Me acercó a su rostro y capturó mi boca en un delicioso beso. — ¿Te pusiste así de hermosa para mí? — Asentí con mi rostro y llevé mis manos a su espalda para abrazarlo con fuerza. Quería absorberlo, consumirlo hasta convertirnos en uno solo. — Lo sé, James creo que has tardado demasiado en aceptarlo. — continué con mi respiración alterada y de nuevo lo hale por el cuello para emparejarnos en un ferviente beso. El calor envolvía nuestra piel y la expresión en los ojos de James se volvía más salvaje con el pasar de los segundos. En lo que respecta a él no tengo fuerza de voluntad. — Te necesito Lizzie, te necesito aquí y ahora. Ya no puedo más. —Sus manos se apoderan de mi cuerpo y comienza a guiarme hacía un viejo sofá. Todo pensamiento abandona mi cabeza como un diente de león al viento en cuanto lo veo desvestirse lentamente, para luego recostarse sobre aquel sofá y esperar por mí. — Quítate la ropa. — Me ordena. — Y ven a mí. Pase mi lengua por mis labios, deleitándome con él, estoy muy excitada y me pregunto si podrá ver lo duro que se me han puesto los pezones. — Liz... Contestame. ¿Quieres que haga que te corras? — La pregunta me sorprende, aunque dadas las circunstancias no debería. — Si. — Respondo. De cualquier modo ya no tenía sentido negarlo, James sabía perfectamente bien lo que yo siento por él. — Entonces, debes saber que no quiero titubeos, ni objeciones. Solo ven hacía mí, quiero ser el primero en tu vida, saber cómo te mueves, quiero verte y sentir tu impotencia por querer tocarme... Necesito estudiar tu cuerpo y decidir cuál será la mejor manera de llevarte al orgasmo. — Desate los pequeños tirantes de mi vestido dejando que este caiga al piso. Voy hacia él desnuda.. Moviendome despacio, con cada paso que doy mi cuerpo comienza arder más y más. A juzgar por el bulto que veo bajo su ropa interior el también se siente igual, cuando estoy a unos centímetros James baja su boxer para sacar su polla y empezar acariciarse. ¡Por todos los cielos! Es enorme y está muy excitado. Lo imagino llenándome con ella y detesto desear esto pero ya no puedo ocultarlo, él me hace sentir tan deseada y llena de vida. Lo veo apretar los dientes, mirándome con deseo y esforzándose por mantener el control. Tiene la polla dura como roca. — Eres tan hermosa, Liz... — Susurra. — Increíblemente preciosa, cariño. — Repitió — Dime que eres mía y puedo hacer cualquier cosa contigo. — Se me dispara el corazón y no dudo en contestarle mientras me envuelve en sus brazos. — Soy tuya y puedes hacer cualquier cosa. — Murmuré y escuché su grave risita de satisfacción. — Buena respuesta cariño. — Oh, James... — No cariño, no soy James, soy tu Hermanastro... — Declara con posesividad. «¡Mierda!» Esto debería hacernos sentir mal pero fue morboso, retorcido y me gustó. James me mira con ternura como si para él yo fuera lo más valioso del mundo, luego me atrapa en un beso tan profundo que fue imposible seguir aguantando, así que, simplemente ambos nos dejamos consumir por el deseo frenético de lo prohibido. Entregándonos piel a piel durante toda la noche y lo hicimos cómo un hombre y una mujer que se han amado desde siempre, no como dos niños que se criaron juntos como hermanos... [...] A la mañana siguiente me levanté sobresaltada en un espacio vacío, James me había devorado completamente, no tenía palabras para explicar lo que el me había hecho sentir. Todo era una mezcla entre lo tierno y lo salvaje, ahora me pregunto ¿Por qué no está recostado a mi lado? Al mirar al frente veo que se encuentra a unos metros de mí. Se ve increíblemente guapo con su traje impecable de cinco mil dólares pero me incomoda mirarlo a su rostro pues tiene la expresión de un hombre arrepentido... Un hombre que lucha contra sus demonios y claramente yo soy una mujer confundida por la situación que se está presentando y debo aclarar que no es para nada como lo había planeado. — ¿James, por qué me miras así?. — Pregunté pero no recibí la respuesta que deseaba. — Júrame que no vas a odiarme, Liz... — James por fin se atrevió hablar después de una eternidad. — ¿Por qué te odiaria, tonto? Yo te amo. — Se quedo asombrado. — ¿Que? No, no digas eso... Tu no puedes amarme, no debemos... — Pero lo hago. ¡Te amo! Deberías estar aquí a mi lado, abrazándome y mimandome. — El no reacciona, me es imposible descifrar lo que está pensando. Me mira con una expresión oscura, su precioso rostro maduro y hermoso carece de algún sentimiento. — ¿James? ¡He dicho que te amo!. — Levanté la voz, esperando una respuesta de su parte. — No quiero lastimarte, Liz. Esto no... — Dejo de hablar unos segundos y luego exhaló una bocanada de aire. «parecía un poco alterado pero se calmó.» — Lizzie esto.... Jamás... — No lo digas. — Le interrumpi. — ¡No te atrevas a decirlo James! — Niego con mi cabeza. Sabía a lo que el se refería. «Esta arrepentido». — Lo siento tanto, Liz... Quiero que sepas que no es tu culpa, sino mia.— Trató de tomar mis manos pero yo lo esquivé. —¡No debí dejarme llevar! Pero... en qué estaba pensando, por Dios. ¡Soy un tonto! — Seguía lamentándose, quebrando mi corazón con cada palabra que salía de sus labios. Apreté la sabana blanca para pegarla más a mi cuerpo y ocultar mi desnudez. — No puedes hacerme esto James... — Lizzie por favor mírame. — Tomo mi rostro entre sus manos — No podemos estar juntos, entiéndelo. ¡Esto no puede ser! — ¿Entonces que harás? ¿Vas a fingir que nada pasó? ¿Fingiras que no me amas? — No haré algo mucho mejor. Me iré, Lizzie. Voy a regresar a mi vida y tu regresaras a la tuya, es la única manera de no lastimar a nadie. — Se separa de mi y me da la espalda. ¡No tengo palabras! No soy capaz de decir nada mientras lo veo marcharse. ¿Que fue lo que hice mal? Mi plan en parte había sido un fracaso, quería entregarme al hombre que amo pero no quería perderlo. "James era la única persona a la que no deseo odiar y a la que no puedo odiar. Pero después de esta noche pienso que debería odiarlo"

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

Navidad con mi ex

read
9.0K
bc

La esposa rechazada del ceo

read
169.3K
bc

Prisionera Entre tus brazos

read
86.9K
bc

Bajo acuerdo

read
10.2K
bc

Mi Sexy Vecino [+18]

read
52.1K
bc

Tras Mi Divorcio

read
511.7K
bc

Yo, no soy él

read
88.6K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook