AUNQUE TE ODIES

La primera vez que la vi, pensé que debía protegerla. Su menudo cuerpo temblando, mientras sus hermosos ojos se ahogaban en llanto, me empujaron a trabajar arduamente hasta que la sonrisa fuera parte de su rostro. La primera vez que la vi deseé con toda mi alma que fuera mía. Su semblante temeroso, mientras su alma gritaba por protección, me invitaron a tomarla bajo mi cuidado y procurarle solo felicidad. La primera vez que la vi no imaginé que ella fuera de las que se autodestruían, pero cuando la conocí bien, supe que hacerla mía y protegerla no sería cosa fácil, porque, de todo el mundo, quien más la hería era ella misma. Pero mi instinto, tal vez, me alentó a pelear contra todo el mundo, incluso contra ella misma, para ser y darle todo lo que no creía merecer. Querida mía, yo siempre estaré a tu lado, y siempre te amaré, AUNQUE TE ODIES.