Annie
Al día siguiente todavía seguía enfadada con Kevin. Sé lo ilógico que suena, pero lo que siento por él para mi es todo, menos normal. Lo quiero demasiado como para perderlo dándole la oportunidad que tanto me pide.
Supongo que tarde o temprano iba a suceder. Es un chico guapo. Al final, alguien siempre se fijará en él.
Bajé de la cama y me preparé. Mis papás no estaban. Una nota sobre la mesa captó mi atención.
"Fuimos a desayunar con unos amigos de tu padre. Si todo sale bien, volveremos al mediodía."
Ni un te quiero, al menos...
Pensé para mis adentros.
Salí esperando ver a Kevin como todos los días pero nada.
—Debe seguir enojado–dije casi en un susurro.
Caminé unas cuadras hasta llegar a la universidad. La ventaja de vivir cerca de todo. Nunca se camina demasiado para llegar a donde quieres.
A un par de cuadras en un café llamado La Rosa, lo vi. Joshua no me había notado, me acerqué sigilosa esperando sorprenderlo gratamente, esperaba.
Antes de que me viera llegue a divisar que estaba dibujando algo. Aunque no logré ver bien.
—Hey, no te esperaba–con disimulo ocultó los papeles bajo su brazo.
—Hola–sonreí–. ¿Puedo?–dije mirando la silla. Él asintió.
—No sabía que vivías por aquí –mientras me hablaba iba guardando todas sus cosas. Lo que fuera que estuviera haciendo, no quería que lo descubriera.
—Si, a un par de cuadras arriba. Por eso siempre llego algo temprano–intenté sonar graciosa, pero él no pareció notarlo–. ¿Qué hacías?
Mi curiosidad me había podido. Joshua se puso nervioso, lo sentí.
De repente comenzó a tocarse el cuello y el cabello con incomodidad.
—Bueno... Yo sólo dibujaba.
—¿En serio?–mi sorpresa fue natural. Lindo y artístico. El sueño de cualquiera–. ¿Y qué dibujas?
—No es "qué" exactamente–una tímida sonrisa adornó su rostro. Tal vez no era Kevin, pero no estaba mal–. Sino "quién".
Mi rostro quedo impávido. No sabía como actuar. Si este bombón tiene novia, voy muerta.
_Ahh...–el entusiasmo me abandonó. Y pude ver que él lo notó–. ¿Tu novia?
—Noo...–agregó rápidamente risueño–. Ojalá, pero es sólo... alguien.
—Entiendo–bajé la mirada un momento. Un mensaje de Kevin. Pensé en responderle pero no lo hice–. Eso es... Genial. ¿Te parece qué vayamos juntos a la U?
Mi intentó de cambiar de tema no fue el mejor. Pero hoy me veía bien. Tal vez era el día de conquista que andaba necesitando.
Joshua no lo pensó mucho y aceptó.
Las dos cuadras pasaron más rápido. Aunque no logré sacarle quién era esa " alguien". Si disfruté con su charla. No como con Kevin. Pero Joshua era encantador. Y muy guapo. Lo suficiente como para distraerme del otro.
Llegando a las puertas de la U, se veían algunos chicos entrando y saliendo. Por completo diferente a la prepa donde todos se peleaban por no llegar tarde. Esto ha de ser la libertad.
Sin querer tropecé con una pequeña maceta. Por boba casi caigo pero Joshua me detuvo. Al incorporarme, mientras aún me sostenía no pude evitar ver sus labios. Los tenía tan cerca. Sólo deseaba probarlos. Y así lo hice. Lo besé apasionadamente. Olvidándome de Kevin, y de todos. Quería perderme en él. Joshua me respondió. Fue un instante lo que duró, pero lo suficiente para darme cuenta de que quiero a este chico. Y lo conquistaré. Me encargaré de borrar de su mente a la otra.
Lynn
Mis ojos no daban crédito a lo que veía. Annie y Joshua juntos. Bueno, súper juntos. Tragué incómodo al recordar los momentos tan bellos que habíamos pasado juntos en mis sueños. Aunque esa era la palabra clave. Todos eran sueños. Todos sucedieron en otro otro que ni siquiera puedo llamar real. Tal vez esos encuentran eran ficticios pero lo que él generaba en mi era muy real. Demasiado, como para verlo besar a mi mejor amiga y no sentirme destrozada por dentro.
Respiré. No iba a dejar que esto destruyera nuestra amistad. Ellos están juntos. Era de esperarse. Annie es bellísima. La gente guapa siempre acaba junta. Avancé lentamente con pasos nada firmes ha decir verdad. Temía el momento de tenerlos frente a frente.
Al llegar a ellos aclaré mi garganta tratando de llamar su atención. Se separaron rápido. Ella me sonrió, él parecía confundido y sorprendido al verme. Como culparlo, había interrumpido su "momento especial".
—Lo siento, no quise interrumpir–miraba hacia todas partes menos a él–. Es que Annie ayer te hablé y como no respondiste pensé que te había sucedido algo.
Quizás fue rebuscado pero lo suficiente como para que creyeran mi mentira. O eso esperaba.
—No te preocupes–ella le toco el pecho unos segundos. Él aún no reaccionaba–. Más tarde hablamos y te cuento todo.
La indirecta fue como un golpe a la cara. Quería estar a solas con él, y como buena entendedora que soy sólo me alejé.
Joshua no me había registrado. Ni una palabra me dirigió. Es duro darse cuenta de que la realidad no es el bello sueño dónde lo veo todas las noches.
Varios pasillos adelante me sentía perdida. Me había concentrado en ellos y no les había preguntado por el salón de Psicología I. Llegaría tardisimo.
Respiré profundo. Este día apesta. Un sonido a pisadas me trajo de nuevo a la realidad. Lo único que me falta hoy es ser secuestrada. Avancé rápido. Sin mirar atrás. Cambiaba por las escaleras sin detenerme, el corazón se me salia.
Hasta que reconocí su voz.
—¡Espera!–me detuve para asegurarme de que se trataba de Joshua.
Al alcanzarme estaba sin aire. Le costaba hablar.
—Yo...–inhalaba y exhalaba rápido. Yo no entendía nada–. Lynn...
Abrí grande los ojos. Jamás habíamos hablado cómo conocía mi nombre.
Una vez recuperado posó sus ojos en mi. Fruncí el ceño confundida.
—Traté de alcanzarte antes pero no lo logré-me sonrió tiernamente –. Eres escurridiza sabes-otra sonrisa. Su mirada me hipnotizaba. Pero mantuve la compostura. En realidad, no lo conocía.
—¿Necesitas algo?–pregunté amable.
—Es que soy asesor de tu grupo–se sentó en uno de los escalones.
—No entiendo...
—Necesito algunos puntos, así que ayudo a los nuevos alumnos del Profesor Hustle para que él me los conceda. ¿Entiendes o fui muy rápido?
—No, todo perfecto–su voz era idéntica a la de mi sueño. Parecía irreal–. Entonces el señor Hustle da Psicología I ¿no?
—Si–mi observó fijamente. Parecía inspeccionarme con la mirada–. Entonces seré tu ayudante- su mano se extendió hacia mi. Mi corazón se aceleró. La tomé. Él se levantó y comenzamos a ir hacia la clase.
—¿Y este profesor, es bueno?
—Si–Joshua no de baja de verme durante todo el camino a la clase. Se sentía extraño–. Bueno, es exigente como todos pero siempre te da una mano.
—Si lo ayudas. ¿Quiere decir que también estudias Psicología, verdad?
—Así es, mi bella señorita–me sonrió ampliamente. El corazón me latía a mil. Me dijo bella. Por un lado estaba súper feliz, pero luego pensé en Annie, no podría hacerle esto. Debía controlarme frente a él–. Estoy en segundo año, así que si necesitas algo, soy tu chico–se apuntó a si mismo–. Bueno, hasta acá llegamos, lástima. Me la pasaba genial.
—Gracias, de nuevo.
—No es nada–se volteó para marcharse pero antes volvió a verme–. Espero tengas un lindo día Lynn.
Le sonreí. Me despedí alegre pero dolida. Tenerlo cerca es tortura. Pero lo vale... ¿No?
Annie
Saqué el celular. Joshua se había ido dejándome confundida. ¿Le gustó o no el beso? Lo averiguaré sin dudar la próxima vez que lo vea.
Leí el mensaje de Kevin antes que el de mi madre.
"Necesito que hablemos. Te espero en el estacionamiento".
Me quedé pensando un segundo, supuse que mi actitud me había buscado un problema con él. Avancé al estacionamiento mientras leía el mensaje de mamá.
" Llegaremos en la noche. Muchas cosas por hacer".
Una sonrisa sarcástica nació en mi rostro. En esta perfecta familia, el estar juntos no es una prioridad. Claro, a menos que haya algún periodista porque ahí si somos la familia más amorosa. Sentí repugnancia hacia la actitud de mis papás. Ojalá y ellos fueron sólo un poco como los padres de Lynn.
—Pensé que ya no llegabas–despegue la vista del celular. La mirada de Kevin era fría.
—Sólo me entretuve un poco.
—Si, lo sé –fruncí el ceño–. Ya entendí porque nunca me dabas una oportunidad.
—¿De qué hablas?–pregunté a la defensiva.
—Del chico con quien te besaste hoy, yo... Los vi al llegar-una triste sonrisa invadió su rostro–. Espero sepa apreciar lo que tiene.
Me sentí fatal. Mi corazón se quebró.
No sabía qué decir o cómo actuar. Nunca es fácil tratándose de él. Intenté acercarme y Kevin lo permitió. Nos miramos unos segundos y sin más me besó. Yo me dejé llevar. Lo necesitaba, y lo he sabido hace tiempo pero no puedo perderlo... Es lo único real que he tenido en la vida. El único afecto real que he conocido, y no puedo arriesgarlo. Me alejé despacio. Kevin ansiaba seguir, lo noté en su mirar.
—Lo siento, no te quise incomodar–dijo él.
_No te preocupes–me trague mis sentimientos-–. No quiero hacerte daño.
Su tímida sonrisa me dolió mil veces más.
—Annie–tocó mi rostro–. Yo sólo quiero verte feliz. Y si para eso sólo puedo ser tu amigo, lo acepto.
—¿Tanto me quieres?–el ambiente se sentía pesado, tenso y lleno de sentimientos a flor de piel. Su suave toque sólo me derretía más.
—Cuando se quiere de verdad, como lo hago yo, sólo deseas ver a esa persona plena. Aunque tú no seas la razón de su plenitud–su dulce mirar volvió. Sus ojos brillaban al verme–. Seria egoísta pedirte que sientas lo mismo, y yo me conformo con seguir siendo parte de tu vida... Si me dejas claro.
—Claro que si bobo–la risa escapó de sus labios. Nos despedimos con un abrazo corto, pero el cual no quería que terminara.
Cuando ya no estaba, toque mis labios para recordar lo que se sintió besarlo. Quiero a Kevin más de lo que pensé. Pero debo concentrarme en Joshua. Novios hay miles, pero un amigo cómo él. No es fácil de conseguir.