Capítulo 2

1246 Words
Alex. ¨No sé cómo lograre deshacerme de esa mujer¨ pienso mientras camino hacia el auto donde mi chofer me espera para llevarme al hospital donde se encuentra Ana. —Señor. — dice mi chofer al verme el abre la puerta y la sostiene para que yo entre al auto. —Marcos vamos al hospital. — le digo una vez que el también ya se encuentra dentro del auto. —Hoy le toca su cita terapéutica con su médico. — me dice y el solo escuchar la palabra terapia hace que me hierba la sangre, ya estoy cansado de escuchar a todos diciéndome que debo de ir a terapia y que necesito recordar cosas que a la verdad no me interesan recordar. Desde el momento que abrí mis ojos en el hospital y vi a esa mujer a mi lado sentí repulsión, incluso cuando me llamo con ese diminutivo de mi nombre y me dijo mi amor no sentí nada por ella y mucho menos recordé nada sobre nosotros dos como paraje. Todos me insisten en que yo amo a esa mujer y en que los dos fuimos una pareja feliz, lo cual aún sigo sin creer. Mientras voy en el auto rumbo al hospital, mi teléfono suena, veo la pantalla y es mi hermana Carolina que me llama, por un momento dudé en tomar su llamada, pero luego decidí contestar y saber la razón de porque me estaba llamando. —Hola. — digo en tono frio he incomodo, no quiero que tome mucha confianza y hable conmigo por mucho tiempo, cada vez que me llama es para hablarme sobre el mismo tema de siempre, estoy cansado de las mismas cantaletas y solo quiero terminar con todo este drama de una vez por todas. —¿Alexander como estas? — me dice en tono alegre. —Estoy bien, ¿Qué sucede? ¿Por qué me estas llamando? — le digo evidentemente molesto y tratando de mantener distancia, odio que se metan en mi vida personal y ella últimamente se cree que es mi madre y que tiene el derecho de indagar y opinar en todo lo que hago. —Veo que estas a la defensiva como siempre. — me dice y al escucharla pongo mis ojos en blanco, quiero a mi hermana, pero últimamente a veces es un fastidio. —¿Dime para que me llamas? Estoy ocupado y no puedo perder el tiempo en tonterías. —Solo quería recordarte que hoy tienes cita con tu médico, es importante que asista y continues con tu tratamiento. — me incomodo al escuchar el tema del médico y el tratamiento, pero intento mantener la calma, lo último que deseo es ofender a mi hermana y convertirme en su enemigo. —Me pregunto cuando dejaran de insistirme y de pedirme que siga hiendo al médico cuando estoy bien. — le digo mostrándome algo molesto. —Aun no estas bien y necesitas recuperarte, tu esposa está sufriendo mucho porque no puede ni siquiera recordar nada sobre ustedes dos. —No necesito recordar nada de mi vida con ella y ni quiero hacerlo. — le contesto tajantemente. —No sé porque eres así, cuando Elena te ama muchísimo y tú la humillas y la desprecias. —Esa mujer no significa nada para mí y la única mujer a la que de verdad amo es Ana. — le digo dejando en claro que no siento nada por su amiga. —Solo espero que el día te dé cuenta de tu error no sea muy tarde. —Si no tienes nada importante que decir voy a colgar. — le digo he inmediatamente cierro la llamada, no pienso darle la oportunidad de que me siga sermoneando y diciéndome a quien quiero o no. Mientras mi chofer conduce hacia el hospital yo hecho mi cabeza hacia atrás y cierro mis ojos intentando calmar mi enojo. Mientras estoy con mis ojos cerrado intento recordar que fue lo que sucedió y como termine casado con esa mujer, pero por más que me esfuerzo no logro hacer que algún recuerdo llegue a mi cabeza. De todo lo sucedido solo recuerdo haber despertado en un hospital, y luego enterarme que había tenido un accidente de auto, y que había sufrido una contusión cerebral que me había hecho perder parcialmente la memoria. Abro mis ojos y miro hacia la calle, aún estamos lejos del hospital lo que me incomoda un poco, Ana me está esperando y quiero llegar para estar a su lado lo más pronto posible. —Conduce más rápido, quiero llegar lo ante posible al hospital. — le digo a mi chofer. —Estoy conduciendo lo más rápido posible, pero hay mucho tránsito y se dificulta un poco poder llegar al hospital tan rápido como usted lo desea. —Trata de ir lo más rápido que puedes y si es necesario busca un atajo. — le digo. —Hare lo que pueda señor. — me dice y yo vuelvo a echar mi cabeza hacia atrás y cerrar mis ojos. Cuando llegamos al hospital mi chofer me despertó, al parecer me quede dormido durante el trayecto, y la verdad es que esa pequeña siesta me sentó de maravilla, ahora me encuentro más calmado y con mejor ánimo. Entre al hospital y me dirigí hacia el ala donde se encuentra la habitación donde esta Ana. Caminé por el pasillo hacia su habitación y cuando me encontré frente a la puerta toqué y entre. —Hola cariño. — le digo una vez que entro a la habitación. —Mi amor por fin estas aquí. — me dice con ojos llorosos. —¿Cariño como estas? — le pregunto preocupado. —Me duele mucho y casi no puedo mover mi brazo. Pero lo que más me dolía era el hecho de que pensé que no vendría a verme y que estaría aquí sola. — se queja. Yo me coloco a su lado y le doy beso en la frente. —Ya estoy aquí y no te voy a dejar sola. — le digo mientras acaricio su rostro. Su madre la ha estado acompañando, y es evidente de que no está ahí sola, pero entiendo el hecho de que ella quiere estar cerca de mí. —No te creo, estoy segura de que solo estarás conmigo un rato y luego te iras con tu estúpida esposa, no sé hasta cuando tendremos que seguir con esto, esa mujer acaso no piensa dejarnos en paz. — se queja, ya que mi matrimonio con Elena ha complicado que los dos podamos estar juntos. —Todo es cuestión de tiempo para que mi matrimonio termine, tú no te desesperes. — intento calmar la situación y que no me haga un drama. —Como quieres que no me desesperes si esa mujer siempre está en el medio de nosotros, si no fuero por ella yo sería tu esposa. —Lo sé, pero recuerda que no me acuerdo de nada de lo que sucedió con nosotros, ni el por qué yo me case con ella. — le digo frustrado. —Lo sé, mi amor, discúlpame, pero es que me frustra el hecho de solo acordarme de como ellas con sus artimañas y mentiras nos separó. Suspiré profundo y no dije nada, lo único que deseo es poder descansar y resolver este conflicto, debo de buscar la manera de como terminar con este absurdo matrimonio, y así empezar mi vida al lado de la mujer que de verdad amo.
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