Capitulo 2

2426 Words
CAPÍTULO 2 Narra Miller Johnson Mi secretaria, finalmente mi antigua secretaria sale llorando de mi oficina. La acabo de despedir, una vez más cambió una de mis citas sin contactarme. Miro Nueva York desde mi edificio, esperando que la vista de la ciudad me calme un poco, estoy teniendo un gran día y voy a tener que encontrar a alguien que la reemplace temporalmente. Llaman a mi puerta. No me digas que sigue siendo mi antigua secretaria rogándome que no la despida.... No sería la primera vez que me ruegan por el trabajo. —¿Qué quieres? — Grité furioso —Yo ... Hola, soy la nueva directora de recursos humanos Me doy la vuelta y escucho una voz que me suena familiar pero que no alcanzo a reconocer a decir verdad — Antonia Acos... Ella se detiene en su oración. Me encuentro con su mirada. Antonia Acosta . ¿Que está haciendo ella aquí?. No pensé que volvería a verla, en mi interior, la ira y el dolor me atraviesan. ¿Por qué está ella frente a mí? NARRA Antonia Acosta Ya no puedo hablar, las palabras no salen de mí —Siéntese — Me ordena señalando la silla frente a él. ¿acaso no me reconoció? La verdad es que esta situación me hacer sentir incómoda. — Debo admitir que tu expediente pasó muy rápido por mis manos, fue James quien te recomendó, así que no tuve ninguna duda en contratarte, Estas lista para comenzar? —Sí si, estoy lista para comenzar a trabajar — Respondí —Su oficina está en el pasillo de este piso, Mónica te llevará allí. Su teléfono suena y contesta inmediatamente. — Johnson, ¿Qué sucede? — fue lo que respondió Noté que dijo su apellido al comienzo de la oración, eso muestra que es una persona poderosa que no necesita presentarse, Me levanto del asiento lista para encontrar a Mónica que debe ser la que esta allí afuera sentada, la mujer que me trajo aquí. Salgo de la oficina y voy a buscar a la joven a la recepción. —¿Eres Mónica? — le pregunté rogando para mis adentros que si fuese ella — Sí, soy yo. El Sr. Johnson te dijo que tenía que llevarte a tu escritorio, ¿no? —Eh, Sí, dijo que tu me llevarías hasta mí oficina. La joven se levanta y pasa frente a mí, estamos a punto de tomar el camino hacia la que sería mi nueva oficina, pero el timbre del ascensor nos interrumpe. Se abren las puertas y sale una joven rubia con falda tipo lápiz y blusa marrón. —Buenos días Abby La mujer que sale de la pared de cristal con la nariz pegada a su teléfono, apenas saluda a Mónica. La sonrisa de Mónica se desvanece cuando la joven desaparece en el pasillo. —No es un trabajo fácil el tuyo, ¿o si? — pregunté, no que alguna vez trabaje como secretaria en una recepción, y allí conoces a diferentes tipos de personas desde gente completamente amables y humildes, hasta los que te toman por menos que nada solo porque tienen más dinero que tú —Ni que lo digas, Afortunadamente no todo el mundo es como Abby. —¿ Y quién es? ¿Una de los socios del Sr. Johnson? — Pregunté con curiosidad —Para nada, es su novia, tan insoportable como estúpida. — Responde Mónica con tranquilidad y yo siento que algo dentro de mi se quiebra un poco — ¿Sabes cuántos años tiene? — Le pregunto a mi nueva amiga —23, me parece — Responde —23... — Digo lentamente… igual que yo y 3 años más joven que Miller Johnson, Creo que eso es lo que más me duele, así que decido cambiar el tema para no recordar eso —¿Crees que podamos almorzar juntas al mediodía? No conozco a nadie aquí y al menos podrías decirme quiénes son las personas de confianza en este negocio y las que hay que evitar —le sugiero a Mónica . —Sí claro, ¡Está bien para mí! Pero claro, si Johnson me da un poco de tiempo, Tiene mucho trabajo que hacer en este momento y algo me dice que tendré que buscarle una nueva asistente. Al menos ésta habrá durado más de 2 semanas, eso creo Ella me lleva a una puerta. —¡Hemos llegado! Te llamo al mediodía. Ella me deja explorar mi oficina y me sorprende ver que es muy alto el edificio, la vista es increíble, aunque no está completamente acristalado como la oficina de Miller, pero tiene una ventana grande. Me siento en el escritorio y me sumerjo en mis recuerdos mirando la ciudad. Mis ojos se detienen en Central Park y en las personas que pasan su tiempo en este parque, eso me hizo recordar cuando él y yo nos acostarás sobre la hierba y sus besos, cuando jugaba con él y con mi hermano. Éramos los tres, íbamos todos los sábados al parque hasta que todo se rompió. Respiro hondo y me pongo a trabajar, 2 horas después suena el teléfono de mi escritorio. —Antonia Acosta, buenos días —Hola, soy Mónica . ¿Puedes venir aquí un momento, por favor? —¿Ahora? — pregunté —Sí. —OK, ya voy Cuelgo y voy hacía Mónica rápidamente, al llegar veo que parece asustada. —¿Qué pasa? — le preguntó preocupada —Lamento mucho pedirte eso, sé que no lo haces normalmente, pero solo sería por unos días. —¿De qué hablas? —necesito que reemplaces a la secretaria de Johnson mientras encuentro una secretaria nueva — Dijo ella con miedo mientras esperaba mi reacción Siento como si en ese momento un balde de agua fría cayera sobre mí, Realmente tuvo que caer sobre mí porqué siento que no puedo respirar —No estoy segura de ser la mejor opción para eso... además ni siquiera estoy capacitada en este asunto — Dije cuando recuperé mi respiración Su mirada suplicante me estaba matando lentamente, no podía decirle que no… —Vale, de acuerdo, te ayudaré, pero también voy a buscar una secretaria, después de todo es mi trabajo. Realmente no sé en qué me estoy metiendo, pero es una mala idea. —¡Gracias! Me has salvado, estaré eternamente agradecida — Me río por sus palabras y tomo un gran suspiro para lo que está apunto de comenzar Mónica me lleva a la oficina del sr. Johnson como esta mañana y llama a su puerta. —¡Adelante! — Grita él desde adentro Mónica entra y yo me quedo atrás. Los ojos de Miller están pegados en la computadora. —Perdón por molestarlo. Solo quería decirte que te encontré una secretaria temporal. Creo que de momento es necesario que tengas una asistente en vista del trabajo que tienes. Él mira hacia arriba. —¿De quién se trata? Mónica se mueve para que Miller se dé cuenta de mi presencia. —Antonia Acosta, Ella vino a tu oficina en la mañana, esta de acuerdo con reemplazar a la secretaria por unos días, además puede hacer lo que tenga que hacer al mismo tiempo. Por segunda vez del día me encuentro con la mirada azul celeste de mi jefe. —Está bien, por mi no hay problema, ya te puedes retirar Mónica . Mi nueva amiga no necesita decir nada mas, así que sale y cierra la puerta detrás de ella. —Tu oficina está aquí, Le enviaré mi horario y la lista de citas que tengo esta semana, También necesito que llame a Steve Johnson para confirmar el almuerzo de mañana. Encontrará el número en la lista de teléfonos en el celular del trabajo que está en el escritorio. El código es 8415. Si tengo algo más que preguntarle, la llamaré. —OK señor. Su mirada, que estaba sumergida en sus archivos, vuelve a mí. Nunca pensé que lo volvería a ver, Podría jurar que vi en sus ojos que él sabe quién soy y que está tan sorprendido, tanto como yo lo estoy Entro en la oficina contigua a la de Miller Johnson. La única forma en que puedo salir de mi oficina es a través de la suya. Joder, ¿me recuerdas por qué acepté esto? Malditos ojitos de cachorro de Mónica Desbloqueo el último iPhone en el escritorio y enciendo el IMac. Reviso la lista de contactos y encuentro el número de Steve Johnson. Pulso el botón "llamar" y comienza a sonar —Steve Johnson, ¿Con quien hablo? —Buenos días, soy, Antonia Acosta, asistente del Sr. Johnson. ¿me gustaría saber si se mantiene aun la cita de el almuerzo el día de mañana? —No, mañana no podré, quería llamarlo para avisarle. ¿Sería posible trasladarlo al miércoles? —Ya voy a revisar la agenda con el señor Johnson, por favor permanezca en la línea Dejo el teléfono sobre el escritorio y llamo a la puerta que separa mi oficina de la suya. —El señor Steve Johnson no puede ir al almuerzo mañana, pregunta si lo puede trasladar para el miércoles. ¿Será esto posible — Le pregunto a Miller —Sí. — Responde totalmente a secas, no dijo ni una palabra más, así que vuelvo a mi oficina, confirmo la reunión con Steve y cuelgo. Después de agregar las citas de Miller Johnson por color a su horario, recibo un mensaje de Mónica en mi teléfono personal. * Mónica: Hola, me muero de hambre, ¿vamos a comer? Pues, si el jefe te deja respirar * Me levanto de mi silla y veo que ya son las 12:30 p.m. Entro a la oficina de mi supervisor después de llamar. —¿Me necesitas para algo más?, quiero ir a almorzar — Le dije —No, puedes tomarte un descanso, pero debes estar aquí en 2 horas. — me dice y yo asiento con la cabeza y salgo de la oficina. Encuentro a Mónica no lejos del ascensor. Me lleva a un pequeño restaurante no lejos de la empresa, nos acomodamos en una mesa y ordenamos. —Buena Antonia, ¿qué tienes que saber sobre Johnson Company? Miller Johnson comenzó este negocio por su cuenta y de la nada apareció James, quien es su mano derecha, se conocieron mientras estudiaban. Johnson está Johnson está con esta “encantadora” Abby a quien podrás conocer bastante bien muy pronto —¿Cómo sabes todo eso? —Conocí a Miller y James en la universidad en el tercer grado. Sé que Miller se ve un poco duro y serio, pero cuando realmente lo conoces, es una persona realmente atractiva. No había necesidad de que me aclarara aquello, yo lo conocí, sabía bien como era él —¿Quiénes son las personas a evitar? — pregunté para cambiar el tema —Hum ... en nuestro piso no pienso en nadie a quien haya que evitar excepto quizás en Abby que viene varias veces a la semana. De lo contrario, todos los socios de Miller Johnson son amables. Cambiemos de tema, ¿de dónde eres? Punto sensible. —Oh ... uh ... Nací en aquí e Nueva York pero me mudé a Canadá, hasta que Johnson Company me reclutó. -¡Bueno, estoy feliz de haber hecho una nueva amiga! En este tipo de entorno, a menudo estamos solos y nunca he conocido a alguien tan agradable como tú en 4 años de experiencia que llevo en esta empresa. La mayoría de las veces la gente ni siquiera mira hacia arriba cuando les hablo. —Tu puesto en realidad no es fácil, aunque debería ser la más fácil, pero cuando se trata de jefes tan pesados, el trabajo se vuelve malo —¡Heyy, pero mírate nada más!, Estoy convencida de que eres mejor que nuestro antiguo defensor de los derechos humanos. ¡quién era una verdadera plaga también! Las dos nos reímos y el camarero nos trae la comida. Seguimos conociéndonos mientras comemos. Es hora de volver al trabajo y encuentro mi espacio de trabajo temporal adyacente al de mi jefe. Está extrañamente ausente. Vuelvo al trabajo y escucho que su puerta se abre de repente. Gracias a las ventanas que dan a su oficina, puedo verlo acompañado de su novia. Ella lo besa de lleno en los labios y él la empuja hacia su escritorio. Se aparta un poco de ella y se encuentra con mi mirada, principalmente lo hace con burla, luego está buscando algo en su escritorio, un botón que parece encontrar, y las ventanas entre nuestros escritorios se están nublando y ya no puedo verlos Estoy realmente conmocionada y bastante conmovida por lo que acabo de ver. Puede que no sea la primera vez que ha estado tan cerca de su novia en su propia oficina, pero me siento incómoda al pensar que quizá es algo que suelen hacer con mucha frecuencia… Creo que lo que más me duele es que lo hace cuando se da cuenta de que estoy aquí. No es que no le importara. Bueno ... eso es lo que pensé antes de que todo explotara, pero me equivoqué y me da mucha rabia pensar que esta rubia decolorada de mi misma edad, está ahí con él. Me acerco al ventanal y veo la ciudad en movimiento. Encuentro algo relajante en esta vista. Después de solo unos minutos escucho un portazo. No es mío, debe ser de Miller Johnson . Este último entra de repente en mi oficina. —¿Ya buscaste algunas asistentes? —¿Ya? ¿Soy tan incompetente? ¿Quizás no soy lo suficientemente buena para ti? Esta frase no solo está relacionada con el trabajo y ambos somos conscientes de ello. —Esa no es la razón por la que te pago. — estaba empezando a decir pero él estaba ... perturbado, Mi jefe me mira. –Cuando hayas seleccionado alguna, agregarás las citas que te envié y llamarás a Adela, subdirectora de mi asociación. ¿Entonces el gran Miller Johnson fundó una asociación? No pensé que él se dedicaría a obras de caridad. Asiento y me siento en mi silla. No se ha movido y cuando miro hacia arriba, me detalla, como si no pudiera creer lo que veía. —¿Necesitas algo más? — pregunté al ver que quizá no se iba a mover Él sacude la cabeza y regresa a su oficina. Bueno, creo que los próximos días van a ser muy complicados, pero interesantes…
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD