Mi doctor

AZUL. Cuando tenia siete años sabia que quería ser veterinaria, para mi estar rodeada de animales lo era todo en el mundo, bueno aun lo es, pero entonces un concurso en mi escuela sobre modelaje hizo la diferencia, mi madre es una mujer sin escrúpulos y en esa época lo era menos que ahora, me inscribió en el concurso sin que yo quisiera, en ese momento lo tome como algo pasajero solo para pasar el rato, me gustaba no voy a negarlo eso era entretenido pero no era mi vocación, cuando gane el concurso mi medre siguió con eso, la idea de hacerse millonaria a mis costillas le fascinaba, por varios años solo lo tome como un pasatiempo como lo dije antes, pero ella no, me empezó a obligar a hacer dietas, ejercicios y recuerdo que una amiga de ella le dijo que lo mejor era que después de cada comida me hiciera vomitar, y así comenzó todo, tengo mas de un año en esta situación, y aunque quiera salir, simplemente mi cuerpo reacciona solo y termino vomitando todo. — Damas y caballeros demos inicio a la mejor pasarela de moda que hemos tenido en toda Europa. - la voz del presentador me saca de mis pensamientos, se escuchaban los aplausos, como si esto de verdad me importara. — Aquí tenemos a las mejores modelos -dios siento como si me estuvieran vendiendo. —La moda se caracteriza por el estilo y la elegancia que posee cada persona, es por eso que cada año se debe renovar el guarda ropa y ¿Qué mejor manera de adquirir la mejor ropa que en las pasarelas? -este hombre es un completo idiota. —La señorita Camila, Merly, Azul y Luna son las encargadas de modelar, cada una tiene su propio estilo y no olvidemos que cada una se a ganado el reconocimiento de ser las mejores cuatro modelos de Europa -¿a quien diablos le importa eso? en fin aquí estoy solo para darle gusto a mi madre a si que a modelar se a dicho. Lo siguiente que sucede es modelar diferentes atuendos, horrorosos yo no logro comprender por qué las personas gastan tanto dinero en cosas tan feas, solo por qué según son de marca, y yo tampoco logro entender como diablos acabe metida en este maldito lío, pasan horas modelando mis compañeras asta que llega mi turno, esforzándome por siempre ser la mejor en todo, pero hoy me siento rara es como una opresión en el pecho o no se que me está sucediendo, aún así el show debe continuar y con eso me refiero a yo sonriendo y pasándola de lo más contenta del mundo, aunque siento que no respiro. — Gracias por su acompañamiento el día de hoy, como podrán ver esta es la nueva colección de otoño/invierno -viejo ridículo, escuché que seguía hablando un mundo de cosas pero la verdad ya no le puse atención, no me siento nada bien como para estar escuchando estupideces. — Azul -volteo y veo a Luna — Excelente pasarela ¿no crees? — Algo, ¿has visto a mi madre? no me siento bien desde hace rato. — Azul, sabes que somos amigas, aparte de ser modelo y compañeras de trabajo, somos cuñadas y tu hermano me comentó que te estaba viendo últimamente más delgada, dime la verdad ¿tu mamá te está dando cosas para bajar de peso? o ¿te está obligado a vomitar? -si supieras que mi mamá me obliga a eso y más creo. — Luna, si te digo, guras no decirle a Santiago, sabes cómo es mi hermano y si se entera de esto se preocupara más. — Azul esto no es normal y tu hermano tiene el derecho de saberlo, pero prometo no decir nada. — Confío en ti. Mi mamá me está obligado a hacer mucho ejercicio, comer menos y a tomar cosas para adelgazar, ya no puedo más, siento que no respiro y me cuesta caminar mucho por la pasarela, cuando sabes que eso no me pasaba. — Azul tienes que hablar con Santi, solo el te puede ayudar y lo sabes, con tu padre no cuentas para el todo lo que tu madre dice eso se realiza así que solo tienes una opción y es Santi. — Hay Luna -a estás alturas ya estoy llorando y no se ni porque —Ya no puedo más, mi mama me está matando en vida, yo no era esto que ves, acuérdate que yo era alegre y esto solo lo hacía por diversión o pasar el rato, pero ella se metió en mis cosas y ahora me tiene en una agonía constante. — ¿Quieres que te ayude? - asiento y ella me abraza — Mañana llega Santi, le contaré todo esto, lo prometo. — Gracias, yo no le puedo decir por qué mamá me tiene vigilada y en cuanto quiera contarle ella no lo permitirá, ni siquiera puedo estar cerca y hablar con el por qué mamá se pone como loca creyendo que yo le contaré algo de lo que me hace -sollozo más fuerte. —No te preocupes yo te ayudarte, te debo mucho y si con esto puedo hacer un poco solo para que estés bien, lo haré. — Gracias Luna, nos vemos mañana. --- Azul antes de que te vayas yo tengo un primo que es nutriólogo y psicólogo podemos ir a verlo y el nos puede ayudar para que estés mejor, se que quizás quieras hacerlo sola con tu hermano ya que yo solo soy tu cuñada pero yo te puedo ayudar en lo que necesites, tu eres como una hermana para mi. -siempre hemos sido muy unidas pero desde que mama se entero que es novia de mi hermano no quiere que este cerca de ella. --- Lo se, te parece si mañana lo vamos a ver -le pregunto. --- Ok... solo le aviso a mi primo y te llamo para acordar si quieres que pace por ti. --- Bueno, me avisas que dice tu primo ¿Cómo se llama? -hace unos años yo conocí a un primo de ella pero no estoy segura que sea el mismo. --- Manuel, creo que ya lo conocías, solo que el se fue al extranjero para realizar una maestría y por eso ya no lo has vuelto a ver por mi casa, bueno eso y que también tiene años que no me visitas. --- Sabes que mama no me deja desde que andas con mi hermano, me mantiene muy vigilada, de hecho ya viene. -y con una cara. --- Azul nos vamos ya -ni siquiera saludo a Luna. --- Nos vemos luego Luna -me despedí con un abrazo y le susurre - hablamos por celular. Esa noche llegué a casa y subí a mi cuarto, uno pensará que voy a cenar como todas las personas normales pero la respuesta es simplemente y sencillamente uno "NO" ¿por qué? bueno pues por qué la señora de la casa lo dice y mi padre es el idiota más grande que no hace ni dice nada para ayudarme. Solo espero que Santiago me saque de aquí por qué si no lo logra creo que voy a morir de algo, esas pastillas que me da mi mamá para bajar de paso, los ejercicios y el hacerme vomitar a la fuerza no me está haciendo bien, cada vez siento mi cuarto más pesado y las ganas de dormir son más fuertes, por las mañanas me cuesta mucho despertar. Me meto a bañar, luego me coloco mi pijama y por último la maldita rutina de cremas, por que si no lo hago mi mama se entera ¿como? simple me tiene contado todo y ahora sí a dormí. Cuándo despierto siento mi cuerpo más pesado de lo normal, mas que ayer, con mucho trabajo me voy a bañar y noto que se me están haciendo moretones en la piel por lo cual tengo que maquillarlos, para que no se noten, ¿esto no puede ser normal? será por lo débil que siento, estaba sumida en mis pensamientos cuando escucho la voz de mi hermano y los gritos de mi mamá. — Lo siento madre pero vengo por azul. -su voz sonaba decidida . — ¿Pero que dices? ella no se puede ir. — ¿Quieres ver cómo si? No creo que quieras estar ante un Juez al cual le tendrás que explicar como haces para que Azul este cada vez mas delgada o ¿si? -decidí bajar a ver que sucedía pero la vista se me nubla y comienzo a ver todo borroso. — Pero yo soy su mamá, ¿Cómo me la pretendes quitar? -Su voz sonaba llena de reproche. — Entiende, estás acabando con el brillo de mi hermano, ella ya no es la misma desde que tú la tienes en ese mundo donde evidentemente no quiere estar. — Pero yo no la obligó a nada, ella lo hace por qué quiere. — No madre, entiende tu -lo escucho suspira—Azul ya no es feliz en esto, antes lo fue pero ya no, era feliz cuando todo lo hacía por diversión, pero ahora que tú la obligas solo parece una muñeca sin vida a la que todos mueven a su antojo. --Todo lo hago para tener dinero, sabes que desde hace un tiempo estamos teniendo problemas económicos. --Lo se, pero Azul ni siquiera es mayor de edad, ella no tiene esa responsabilidad, no entiendo por que te empeñas en maltratar a Azul cuando también están tus otras hijas y ellas si son mayores. -- ¿Quieres que te diga el porque? -Si que se lo diga, yo también quiero saber. -- Ilumíname. -- Fácil Camila y Daniela si son mis hijas en cambio Azul es hija de mi hermana y cuñado por lo tanto no me importa que suceda con ella. -y mi mundo se vino abajo, ¿yo vengo siendo su sobrina y no hija? -- Pero no pensabas lo mismo mientras gozabas del dinero que le dejaron, escúchame bien yo no voy a permitir que le sigan haciendo esto a mi hermana, por que para mi es mi hermana mas que las que de verdad lo son, y te voy a pelear la custodia. -la voz de mi hermano se notaba decidida a todo. Escucho los gritos de mi mamá y los de mi hermano pero yo no me siento nada bien, siento como si el corazón se me quisiera salir de su lugar, cuando termine de bajar los escalones vi que los dos me miraron pero yo ya no pude decir nada más que solo un. — No puedo respirar bien -vi que mi hermano me tomo en sus brazos y me saco de casa creo que fue por mi color pálido y lo que dije que no perdió el tiempo. --- Vamos al hospital -le dijo a ¿Luna? ¿Ella estaba aquí? --- Azul, concentrarte en respirar, vamos, respira con migo, toma aire -lo hago- y suéltalo -lo solté pero todo parecía en vano. --- Siento mucho sueño -cada vez mas me costaba mantener los parparos abiertos, podía ver como mi hermano estaba en pánico por eso ultimo que dije pero yo ya no podía mas. --- No te duermas, recuerda que tenemos mucho por hacer, por favor hermana no lo hagas -las lagrimas de mi hermano mojaban un poco mi rostro. --- Llegamos -la vos de Luna hizo que mi hermano me sacara del coche muy rápido y llamara a un doctor para que me atendiera. --- Azul por favor hermanita tu no me dejes -entro corriendo con migo en brazos- ¡un docto! --- Paciente con posible taquicardia, llévenlo al cubículo tres -esa voz fue lo ultimo que escuche antes de que todo se volviera ocurro.