Cuento de hadas

1263 Words
AZUL Cuando despierte ya era de noche, creo que tanto calmantes me están relajando de más, mi hermano también se acaba de despertar, no me gusta estar causando molestias a él, por qué se que es muy ocupado su trabajo pero aún así se niega a dejarme sola. — Princesa en un momento llegará Luna para hacerte compañía - no me gustaba estar molestando a más personas. — Pero Santi yo me puedo quedar sola - con la mirada que me dio ya mejor no digo nada. — No te dejare sola, para que venga Catalina, nuestra madre a estar molestándote. - bueno asta eso tenía razón. — Bueno solo por esta vez, acepto que Luna me cuide. -no me quedaba de otra. — Gracias. Pasaron como unos tres minutos cuando Luna entro por por la puerta de mi habitación. — Hola Azul ¿Cómo te sientes? - me preguntó con una radiante sonrisa. — Me siento bien, ya no veo la hora de irme a casa - dije tratando de sonar emocionada. — Sobre eso creo que no irás a casa de mamá, tu señorita te vienes con migo a mi departamento - definitivamente mi hermano se volvió loco ¿Cómo voy a ir a vivir con el? o mejor dicho ¿Cómo mi madre lo va a permitir? — Por la que veo en tu cara cuñadita, ¿no sabes que Santiago está peleando por tu custodia solo por los meses que te faltan para cumplir tus 18 años? — ¿estás haciendo eso Santiago? Díos -dije agarrando mi cabeza- mamá va a enloquecer. - no mentía, en verdad se volvería loca. — Que enloquezca pero no puedo permitir que te siga lastimado, Azul te lo he dicho muchas veces, o al menos desde el momento en que te conté la verdad, tu eres más mi hermana que las que de verdad lo son, y si te tengo que proteger de mamá, papá y de ellas mismas lo haré, -suspiro para proseguir diciendo — Azul se que tanto Camila como Daniela te maltratan, no trates de negarlo, a demás te tengo que mantener legos de ellas por qué para ti y tu salud es lo mejor, tu tienes que estar tranquila, es posible que tengas problemas en el corazón por tanta cosa que mi mamá te hizo hacer, y para recuperarte de los desórdenes alimenticios que tienes va a ser una lucha muy larga, es necesario que me permitas a mi y a Luna estar para apoyarte -mis ojos y los de mi hermano estaban llorosos y Luna ya no se diga, ella es muy sensible. — Está bien, voy a hacer todo lo que me digas hermanito -dije siendo lo más sincera que pude. — Eso me gusta, - me seque las lágrimas, Luna y Santi también — Me tengo que ir a trabajar pero por favor Luna cuida a mi hermana y si mamá viene no la dejes entrar por nada del mundo a esta habitación, a demás me llamas en ese preciso momento -lo dijo en un tono tan serio que asta miedo da. — Claro, yo me encargo de todo, - después de eso, mi hermano beso mi frente y a Luna en los labios para luego retirarse. — Y cuéntame Luna cuando se casan -creo que lo dije muy de golpe por qué se ahogo con su propia saliva. — No....Yo...No - asta tartamudea y yo rompo a reír. — Estás bueno solo era para pasar un rato platicando pero veo que te pusiste nerviosa. -digo entre risas. — Está bien vamos a platicar -suspira — No es mi sueño, no soy como ese tipo de Mujer que sueña con su vestido blanco y una boda de sueños, para mí todo recae en pasar momentos juntos cómo una pareja pero sin boda ¿me explico? — Si te entiendo, -suspire- ¿le sigues teniendo pavor al compromiso? ¿es eso? -asiente con su cabeza- Yo si pienso en esos cuentos de hadas, dónde te casa con tu vestido blanco, en una boda de sueños acompañada de tu familia y amigos, pero sabemos que eso nunca me pasará. — ¿Por qué crees eso? — Luna no me has visto, soy una joven de 17 años, en 8 meses 18 y nunca he tenido novio, si le sumas que ahora que dejaré de ser modelo ya nadie se fijará en mi y no podré hacer una vida normal por qué creerán que soy una presumida -cuando Luna está por contestar se habré la puerta y entra el doctor Manuel, rápido limpio mi rostro, no se ni en que momento empecé a llorar. — No tienes por qué preocuparte de eso, a simple vista se ve que eres todo lo contrario a lo que acabas de decir, y perdón por escuchar pero fue imposible no hacerlo. -¿por que siento cada vez que lo veo que lo conozco? — No te preocupes, agradezco que pienses eso. -dije con una sonrisa, por que vamos, siempre es bonito que te digan cosas bonitas. — Si cuñis el tiene razón, en algún lugar estará tu príncipe azul para rescatar a su princesa o a lo mejor y asta ya lo encontraste - dijo mirando al doctor y este se ¿avergonzó? — No se -di un largo suspiro --- pero lo que si se es que en algún momento Santi te pedirá matrimonio y en ese momento ¿Qué le vas a decir? -tenia que decir algo para no hablar mas sobre mi. — Que aceptó -dijo sin dudar — Una cosa es que no sueño con eso pero no lo rechazaría, hablamos de tu hermano. -lo dijo muy seria mi cuñada que no tengo duda de lo que me acaba de decir. — Más te vale -dije amenazándola con un dedo. — Bueno señoritas, paso a hacer mi trabajo -dijo Manuel. — Si Claro. La siguiente media hora paso revisándome y viendo que todo estuviera en orden. — Bueno Azul, mañana te daré el alta pero voy a necesitar que vayas a hacerte unos estudios para ver qué tendrás problemas con el corazón, a demás te pediré que por favor vayas a ver un psicólogo. -dijo el tranquilo pero yo entre en pánico. — ¿Problemas de corazón? ¿Psicólogo? hay noooo -me largue a llorar. — Azul hermosa no llores, verdad que no tendrías nada con respeto al Corazón y el Psicólogo es solo para que superes algunas cosas -Luna trataba de consolarme pero no servía de nada. — Te das cuenta, soy muy joven que tendré problemas con el corazón, como tendré una familia si puedo morir y todo por culpa de mi mamá -era un mar de llanto. — Haber Azul de dónde sacas eso, usted tenga lo que tenga podrás tener una vida normal, y yo me encargaré de eso pero por favor ya no llores, esto te hará mal. - decía el doctor. — ¿Por qué todo esto me pasa a mí? -pregunte cómo si alguien me diera una respuesta. — Azul cálmate me estás preocupando, ese aparato está sonando más de lo normal. -Luna miraba al doctor con mucha preocupación en su rostro. — Tendré que ponerle un calmante por qué si no todo se complicara mucho más -vi que algo ponían en el suero y mi cuerpo poco a poco se calmo, podía ver cómo Luna y Manuel me veían con preocupación en su rostro y luego poco a poco mis párpados empezaron a pesar asta que todo se volvió oscuro.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD