Leo Se veía tan hermosa que era imposible que fuera humana, para mí era la misma diosa Venus, o Atenea, cualquiera es demasiado bella como para fuese realidad, verla danzar con sus cabellos largos y ondulados que hacían que su figura resalta aún más , sus pechos grandes queriendo salir de aquel diminuto brasier hacía , que mi alma la reclamará como mía, pero mi furia empezó a crecer al ver que todos esos hombres llenos de lujuria levantaban sus manos y cada vez ofrecían más y más dinero. La hubiera levantado, pues el dinero para mí no es un problema, solo que se que ella tomó está decisión por alguna más, lo sé, por las noches que salía del club corriendo y con lágrimas en sus ojos, se que ella tomó está decisión por alguien más y no me voy a meter en la decisión que ella está apunto de

