Problema 4

1826 Words
Allie Rocíe un poco de perfume y peiné mi cabello, cuando obtuve un aspecto decente para la entrevista, salí de mi departamento. Mentiría si digiera que no estaba nerviosa, al contrario, sentía que me iba a hacer encima en cualquier momento. La imagen de mi pequeño hermano apareció en mi mente, esta mañana mi madre recibió una notificación del hospital, estaba retrasada con dos meses y sino pagaba sacarían a mi hermano, él necesitaba de ese tratamiento. Ese empleo debía ser mío, de mi dependía la salud de Tom. [...] El enorme edificio con el nombre de Industrias Haider, me recibió. Jamás creí que lograría entrar en la compañía de mis sueños y ahora estaba aquí. Industrias Haider. Era una compañía fundada a principios de los 90's por Albert Haider, al principio la compañía inició como un distribuidor de los mejores productos tecnológicos importados del extranjero, pero no fue hasta que Matthews Haider incluyó los avances tecnológicos más recientes en la industria, computadoras, celulares y sistemas de seguridad hicieron que el apellido Haider tomara el control del mercado industrial. Inhalé profundamente y me dispuse a entrar al enorme edificio que estaba frente a mí; sin embargo, algo me detuvo. Frente al edificio miles de camarógrafos esperaban en la entrada, hasta que un lujoso Audi n***o se estacionó. Los camarógrafos, los cuales parecían pertenecer a la prensa, se acercaron rápidamente en cuanto un hombre alto y castaño descendió del auto. Él se alejó sin responder a ninguna de las preguntas de la prensa para después ingresar al edificio, parecía todo un pavo real por la forma en la que se movía y miraba a todos, era como si él fuera superior a los demás. Seguramente se trata de una celebridad, después de todo nos encontrábamos en Beverly Hills. [...] —¿En qué puedo ayudarte? —Preguntó la chica que se encontraba en la entrada de la recepción. —Vengo a una entrevista de trabajo con el señor Hanks —respondí. —¿Nombre? —Allison Bateman —respondí. La chica sacó un gafete y me lo entregó, la palabra visitante era legible en la credencial. —Tercer piso a la izquierda —señaló para después seguir con su trabajo. Asentí para dirigirme a la oficina de recursos humanos, pero la gruesa voz masculina llamó la atención de todos los presentes. —¡SON UNOS INCOMPETENTES! —Gritó. —¡¿Quién dejó a la prensa estar en la entrada de mi edificio?! ¡SEGURIDAD! —Era el mismo pavo real de hace un momento. —¡Quiero a la prensa fuera o de lo contrario están despedidos! Patán. Si llego a ser contratada, solo espero que mi futuro jefe no sea un cretino como él. Presioné el botón del ascensor que llevaba hasta el tercer piso, era hora demostrar que mis habilidades eran dignas de formar parte de esta industria. [...] —¿Y bien? —preguntaron Kim y Jamie en cuanto puse un pie en la tienda. Había conseguido que mi jefe me dejara trabajar en el medio turno de la tarde, no iba a desperdiciar medio día de salario. —¡Lo hice! —la sonrisa en mi rostro demostraba lo satisfecha que estaba con mi trabajo. Mis amigas se abalanzaron sobre mí envolviéndome en un eufórico abrazo, me alegraba que ambas me apoyaran tanto. —Esto lo tenemos que festejar con un buen trago de vodka —sugirió Jamie. —Jamie tú siempre buscas una excusa para beber vodka —bromeé —pero todavía no soy parte del equipo de trabajo de Industrias Haider. —Pero dijiste... Kim y Jamie no lograban comprender lo que quería decir. Fui a la entrevista de trabajo y pasé la prueba del señor Hanks; sin embargo, eso solo era la primera fase, la segunda prueba consistía en tener una entrevista con nada más y nada menos que con Matthews Haider, el dueño de Industrias Haider. Tendría que presentar un proyecto que fuera la suficientemente innovador como para impresionar a Matthews. —Necesito trabajar en lo que voy a presentarle al señor Haider mañana, no puedo ir con ustedes esta noche. —¿Y ya sabes que vas a presentar? —quiso saber Kim. —Tengo una idea, pero aún necesito afinar algunos detalles. —Entonces suerte con eso chica —me alentó Jamie. Ellas tenían razón, necesitaría algo de suerte para poder obtener el puesto que deseo, ya estaba harta de que mi talento fuera desperdiciado y solo terminara vendiendo televisores y lavadoras. No, mi futuro era más que eso y de eso estaba segura. —Hablando de las Industrias Haider —comenzó a decir Kim —parece que hay una nota que está causando polémica en Beverly Hills. Jamie y yo nos colocamos a ambos lados de Kim para ver artículo que estaba acaparando todas las r************* . —Parece que el heredero del imperio Haider por fin ha sido atrapado —comenzó a leer Kim —la afortunada que se robó el corazón del multimillonario es Martina Parissi, la modelo italiana más cotizada de Europa —Jamie le arrebató el celular a Kim y comenzó a leer. —La modelo italiana asegura que está esperando un hijo del joven empresario; sin embargo, no ha habido comentarios por parte de Travis Haider ¿será que el magnate desconoce su paternidad? —Finalizó Jamie. —¿Quién es Travis Haider? —mis amigas me miraron como si hubiera dicho la mayor estupidez. —No puedo creer que vayas a trabajar en esa compañía y no conozcas a los dueños —las miré extrañada, sabía que Matthews Haider era el dueño de la compañía ¿acaso me equivoqué? —Travis Haider, heredero de las Industrias Haider, tomó el mando de la compañía a los veinticuatro años. Es un empresario de treinta y tres años que ha elevado el nombre de su compañía en un lapso de dos años, pero no fue hasta el 2015 cuando logró que el apellido Haider se expandiera a un nivel internacional gracias a sus productos con elevados avances tecnológicos —leyó Kim. —No puedo creer que no supiera nada acerca de él, siempre creí que Matthews Haider era el responsable del éxito de su compañía —dije incrédula. —Parece que viviste en una mentira. Además, según Google, se dice que es uno de los solteros más codiciados en todo el país; sin embargo, ninguna mujer ha logrado atraparlo. Tiene fama de ser un casanova profesional —finalizó. —No han podido atraparlo hasta ahora —se mofó Jamie —esa modelo tenía bien planeado todo, que suerte. —Pues con este adonis yo también me dejaría embarazar, además es multimillonario —comentó Kim provocando una risita por parte de Jamie. Tomé el celular de Kim para ver la foto de Travis Haider, me quedé sin palabras cuando reconocí su rostro. Se trataba del hombre que había llegado en ese Audi color n***o, ahora sabía porque la prensa lo buscaba, estaba metido en todo un lío y lo peor de todo era que ese hombre prepotente era dueño de la compañía en la que esperaba trabajar; sin embargo, no había nada de que preocuparse después de todo alguien con el puesto de Travis Haider no se involucraba con sus empleados ¿verdad? [...] Cuando llegué a mi departamento, lo primero que hice fue encender mi ordenador y ponerme a trabajar. En mis años de estudiante, creé un software de alta seguridad, capaz de proteger información confidencial, este software podría compararse con los sistemas de seguridad que utilizaba la CIA o el FBI, mis profesores alabaron mi trabajo y por ello lo estuve guardando para una ocasión especial y esa ocasión llegaría mañana. Después de dos largas horas de trabajo y de afinar detalles, mi dispositivo estuvo listo, lo único que faltaba era descansar ya que mañana sería un largo día, estaba a punto de ir a dormir cuando el timbre sonó ¿quién sería a estas horas de la noche? —¿Alguien ordenó una pizza grande de peperoni? —no pude evitar sonreír al ver Jake afuera de mi casa. —¿Qué haces aquí? —Jake sonrió, mientras comenzaba a quitar todos mis documentos de la mesa para poder poner la pizza. —Kim me contó que tienes un largo día mañana, así que como buen amigo vine a darte todo mi apoyo moral —él me ofreció una lata de cerveza para después abrir la pizza. —Gracias. La combinación de la pizza y cerveza no estaban completas sin una película, así que mientras mi querido amigo devoraba toda la pizza yo me dispuse a elegir una película. Me senté a su lado y esperamos a que la película comenzara, se trataba de una familia que se había mudado a una casa, la esposa tenía una muñeca muy fea, la cual parecía estar poseída ¿quién en su sano juicio compraría esa clase de muñeca? —Apágala, apágala —pidió Jake mientras cubría su rostro con ambas manos. —Pareces un bebé llorón Jake —me mofé al ver a mi amigo llorando como nena por una absurda película. —Parece muy real —chilló provocando que me riera de él —cambiando de tema ¿qué es lo que presentarás mañana? Una sonrisa se instaló en mi rostro, si había algo de lo que amara hablar es de mi trabajo, así que tomé mi ordenador y le di a Jake una rápida demostración de lo que presentaría mañana. —Esto es genial Allie. —¿Tú crees? Espero poder impresionar al señor Haider mañana —dije un poco nerviosa. Temía que mi software fuera rechazado. —¿Estás bromeando? Si yo fuera Matthews Haider no dudaría en contratarte —dijo con entusiasmo —es más, te pediría que te casaras conmigo —solté una carcajada ante su broma ¿qué haría sin mi mejor amigo? —Gracias por apoyarme Jake —él tomó mis manos entre las suyas tratando de reconfortarme. —Eres una mujer maravillosa Allie, nunca dudes de eso —una ligera sonrisa adornó mis labios. Este era Jake, siempre haciendo lo imposible por animarme y sobre todo dándome su apoyo. Recuerdo que cuando éramos estudiantes llegué a enamorarme de él y ese sentimiento fue creciendo cuando me acosté con él; sin embargo, con el paso del tiempo comprendí que lo mejor era mantener solo una amistad y no me arrepiento de esa decisión. —Allie yo...—comenzó a decir, su rostro estaba tan cerca del mío que podía sentir su aliento chocar contra mi rostro —creo que debo irme. Jake se puso de pie y tomó su chaqueta y se dirigió a la salida. —Suerte mañana Allie. —Gracias, creo que la necesitaré. —Ese trabajo es tuyo preciosa —aseguró —y cuando te acepten iremos al club Paradise y celebraremos. Yo invito. —Hecho. La pregunta era ¿lograré entrar?
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