Capítulo 017

1552 Words
Los días habían transcurrido de manera extremadamente movida, causado por el descubrimiento de que un funcionario de un país vecino estaba vendiendo información valiosa al Imperio de Impure. La nobleza del país así como la comunidad internacional se encontraban presionando al gobierno de Olivia Ortswan para obtener una explicación. El sol del Imperio envío a llamar su gabinete de Ministros para estudiar el escenario externo para buscar oportunidades favorables para el país. El Conde Cavendeshi se encontraba sentado del lado derecho del asiento principal, era capaz de sentir las miradas de enfado e incluso envidia por los demás nobles por estar ocupando un puesto tan cercano a la gobernante. Una sonrisa de satisfacción apareció en sus labios antes de levantar su taza de café, debía de admitir que aunque deseaba alejar a su hijo mayor de aquella mujer despiadada disfrutaba poder presumir que su primogénito estaba entre los intereses de Olivia, era jodidamente increíble. Las puertas de madera se abrieron dejando ver a la persona que esperaban con inquietud. La emperatriz dejo el lugar en silenció a causa de su extraordinaria belleza, usaba un vestido ceñido que permitía admirar sus curvas, el color lila resaltaba su piel blanquecina, el escote de corazón así como las joyas incrustadas en la tela, en conjunto con las mangas largas del vestido y sus hombros descubiertos daban la impresión de estar delante de una mujer inocente incapaz de lastimar a otro ser humano. – Su majestad es una mujer pura.– El comentario del Ministró de Justicia causo que el Conde tociera ligeramente antes de levantarse. Los presentes se levantaron de sus asientos para dar sus respetos, la mujer mantenía su rostro inexpresivo como de costumbre mientras se adentraba en la habitación en compañía del líder de la guardia Imperial, así como del hibrido que causaba tensiones entre las fuerzas de la Iglesia, los nobles y la misma familia real. Diversas miradas indiscretas se dirigieron al joven de ojo bicolor con orejas diferentes que portaba el uniforme de la guardia Imperial. – ¿La emperatriz, se ha vuelto loca? – Cuestionó en un susurro el Ministro de Asuntos Internos. – La presencia de ese híbrido tan cerca de su persona esta causando tensiones con la Iglesia, esto puede generar protestas. – Nuestra señora nunca realiza alguna acción sin calcular los riegos primero. – Dijo en respuesta el Conde Cavendenshi, causando que un hombre pelirrojo lo observara de manera burlona. – ¿Estas insinuando que la adicción de tu hijo mayor al harem, no es únicamente por las tendencias promiscuas de la Emperatriz? – Esa pregunta fue dicha en el momento donde la sala quedo en completo silencio porque Olivia se acaba de sentar en la mesa. Los presentes estaban empezando a sentir compasión por esa pobre alma en desgracia, en especial después de percatarse que la mujer de cabello rubio tenía sus codos apoyados en la mesa con sus dos manos juntas cubriendo sus labios. – ¿Acaso mi vida íntima lo afecta? – Esa pregunta genero que el hombre de ojos marrones desviara su mirada. – Tengo varias razones para tener a estos dos hombres en mi harem, razones que van más allá del coito. – Una suave sonrisa se instalo en sus labios causando escalofríos en el hombre. – Contestada su pregunta, Primer Ministro Traqic... Es momento de abordar el tema que nos esta interesando a todos... Información de la situación. Los ojos avellana del hombre observaron el silenció, Adonis así como Alexander se encontraban de pie detrás de la Emperatriz sujetando con firmeza la vaina de sus respectivas espadas. Una ligera gota de sudor recorrió su frente cuando recibieron la mirada asesina de ambos jóvenes. Trago un poco de saliva antes de hablar. – La comunidad internacional nos esta acusando de espionaje a nuestros aliados. – La voz de Traquic era fuerte, sus ojos marrones observaron a la Emperatriz mientras realizaba un ademan con su mano derecha. – Están indignados, alegan que es inaceptable que la persona que esta a cargo del Consejo de Seguridad de las naciones realice este tipo de acciones. – Su doble moral es tan graciosa. – Admito el Conde Cavendenshi antes de girar su cabeza para observar a su majestad. – Debemos recordarles que el Reino de Elvira, el Imperio de Almira y la República Federativa Ina han estado enviando espías en los últimos cuatro años de su gobierno. – Es un hecho en la política. – La suave voz de Ortwsan llamo la atención de los presentes en la sala. - Que los jugadores siempre intentaran obtener información de sus enemigos para planear sus siguientes movimientos buscando conseguir mayores beneficios. - Un suave suspiro escapo de sus labios rosados antes de recargarse en la silla. - ¿Cuáles serían los riegos de aceptar el espionaje, Ministro de Asuntos Exteriores? El rostro de Avyanna se ilumino cuando escucho la pregunta, sus ojos brillaron debido a la emoción y en su rostro apareció una sonrisa brillante causando simpatía en la cabecilla del país. Avyanna, era la hija del Ministro anterior. Un hombre incompetente cuyo malos consejos orilla al país a estar subordinado a la segunda economía más grande del momento, perder territorio e incluso perder su posición influyente en el tablero internacional. La joven rubia debía de admitir que se sentía aliviada de encerrar a ese peligro andante en una de las peores cárceles del Estado para otorgarle este puesto tan importante a su primogénita. – En primera instancia perderíamos credibilidad a nivel internacional, nuestros aliados buscarían la manera de ser más cautelosos con nosotros e incluso a nivel económico evitarían firmar cualquier tipo de acuerdo. Los acuerdos económicos serian los más afectados así como los culturales que mediante las becas procuran un intercambio cultural. – Señalo la joven de pecas mientras apuntaba con sus uñas rosadas un papel a su lado derecho. – El nivel de nacimientos esta empezando a decender, pensando a futuro significaría que necesitaremos inmigrantes para cubrirlos por eso este programa de becas es tan importante. – ¿Qué ocurrirá a nivel político? – Cuestiono el hombre de cabello rojo. – Perderemos parte de nuestra influencia, es posible que la mayoría de nuestras esferas de influencia terminen en el Imperio enemigo. – Dijo mientras mantenía silenció durante unos segundos pensando en el peor escenario posible. – Debido a nuestra situación actual como lideres del Consejo de Seguridad, no podemos darnos el lujo a perder influencia en otros estados. La risa de Olivia causo extrañeza en el ambiente, los ojos de los presentes voltearon a verla confundidos. – La señorita Avyanna es una excelente estratega. – Dijo como una muestra de su sinceridad antes de sonreír. – Aunque.... Esta ignorando una variable. -– ¿Su majestad podría iluminarme? - Dijo con precaución. – La guerra que desea iniciar el Reino de Elvira contra una de nuestras esferas, así como la mafia de los vampiros. – La mirada calculadora de la mujer recorrió la habitación antes de levantarse para empezar a caminar. – La monarquía de Elivira en estos momentos se encuentra en malos términos con su aliado principal, sin embargo, continuaran con sus planes de expansión territorial atacando a uno de nuestros principales socios comerciales... Tendremos que intervenir generando que nuestra imagen política a nivel internacional mejore al ayudar a un país agredido de manera injusta.... No obstante... - Las palabras de Olivia quedaron al aire para obtener respuesta de sus subordinados. - Aceptar el espionaje causaría revuelta en nuestro aliado, se negarían a nuestra ayuda e incluso las transacciones comerciales se verían afectadas. - El conde Cavendenshi señalo antes de darle un sorbo a su taza de té de manzanilla. - Perdemos influencia, poder y dinero aceptando el espionaje. - El primer Ministro paso una mano por su cabello desordenandolo antes de levantar su taza de café. - La mafia... - Están trabajando en conjunto con un Estado, eso es más que evidente pero la verdadera pregunta es ¿Con cual de todos nuestros enemigos? - Dijo la mujer de piel bronceada antes de acariciar con su dedo indice su propio labio. - No tenemos evidencia que sea el Imperio enemigo, no podemos acusarlos a la ligera. El gabinete empezó a perecer un mercado debido a las múltiples voces que estaba discutiendo. Ortswan termino de caminar retomando su asiento para poder golpear la palma de su mano izquierda contra el escritorio generando que los presentes dejaran de hablar. – Primer ministro, declare de manera pública que el espía nos esta inculpando... Enviare a Adonis para terminar de encargarnos de esa molesta cucaracha. – El nombrado sonrió de manera radiante a los presentes causando escalofríos. – Con respecto a la mafia, le encargue a Paolo Cavendeshi investigar las posibles conexiones así como los movimientos antiguos debido a la especie que son... Ahora, debemos hablar sobre nuestro presupuesto militar. Las palabras de mujer se vieron interrumpidas de manera abrupta porque las puertas de la habitación se abrieron de par en par por un soldado de la guardia Imperial que tenía una respiración agitada. Las cejas de mujer se fruncieron por la molesta interrupción, recargo su codo derecho en la mesa antes de ladear la cabeza. - Por tu bien, espero que la interrupción sea relevante. - Dijo de manera tajante antes de dedicarle una mirada despiadada.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD