A m o r /O d i o

1656 Words
CAPÍTULO 2 ¿Cómo correr del destino? —¿Me dejas por dinero Sabrina? —, Me dijo con incredulidad Pablo, desplace la mirada con un toque de culpa y los ojos llenos de lágrimas—, ¿Estás hablando enserio? —Quiero que lo entiendas Pablo. Te amo—, Pause por un par de segundos—, Pero también amo a mi hermana. Cada vez se pone peor, necesito el dinero para sus tratamientos, no me casaré, no haré nada. Solo fingiré una relación, sabes lo mucho que odio a Erick, es por Zoé. El tomó una bocanada de aire y me abrazo mi cabeza quedo en el pecho de él, solté el aire de mis pulmones y las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, sabía que él entendía por el motivo que lo hacía, sin embargo, eso no quitaba que sentía que lo estaba traicionando, que lo estaba dejando por dinero, pero, no por mí, no era por un motivo egoísta. —Cuando aquel contrato terminé, ¿Volveremos? —, Pregunto, pasando su mano por mi cabello—, Tenemos demasiados planes juntos. —Si me esperas, seguiré siendo esa chica—, Le dije separándome de él, para sonreír ligeramente—, Siempre seré esa chica. Le prometí. *** CINCO MESES DESPUÉS Miré el restaurante, lujoso restaurante, quisieron hacer las cosas veloces, así fue—de cierto modo—el primer mes, hubo un pequeño cambio de imagen, es decir, me dejaron mi esencia, pero hicieron todo lo posible, porque no me viera aburrida, ese mes fue el más estresante, hubo demasiados ensayos, compuse mis propias letras, pero, ellos les colocaron un ritmo diferente, un poco, dejando de nuevo un poco de la esencia que tenía. Grabaciones de videos, coreografías, citas odiosas con Erick en donde los paparazis siempre nos terminaban encontrando. En el segundo mes, hubo un poco más de salsa, mis canciones se volvieron un éxito, siendo así imposible bajar del top 100 de las canciones más reproducidas a nivel mundial. El tercer mes, hice grabaciones para mi primer álbum, lo amé. El cuarto mes, Pablo me mando un mensaje, diciendo que habría visto mi rostro en una de las revistas, que se alegraba por todo el éxito que tenía. El quinto mes, este, estábamos por planear una gira, mientras que todo lo que habríamos hecho, comenzaría hoy, Erick habría estado cerca de mí, lo miraban hacer cosas positivas. La prensa lo decía “Sabrina Donnut, quizá podrá regresarnos al chico que Danna Morgan, modelo que al día de hoy no se ha sabido nada de ella, nos arrebató la esencia de Erick, esperamos que Sabrina sea la cura para su dolor”. —Así que, ¿Está noche? —, Le pregunté a Pablo, lanzando un peluche, mientras que el celular se encontraba en mi oreja—, ¿A que hora es la fiesta? —Será alrededor de las once, podrás llegar, ¿No es así? —, Preguntó, miré el calendario que estaba sobre mi tocador. Tenía encerrado el día de hoy, tenía una cena con Erick, quien habría dicho que era parte importante del contrato. Aún los medios nos veían cómo una posible pareja, anhelaban que fuéramos eso y que Erick y yo anunciáramos una gira. —Tengo un compromiso alrededor de las ocho, pero creo que podría llegar once treinta, ¿Te parece? —, Pregunté con una sonrisa. Él se quedo callado, habríamos dejado nuestra relación hace cinco meses, pero de igual modo seguíamos hablando casi a diario, por decirlo de un modo, pero extrañaba poderlo ver todos los días, extrañaba poder besarle. —Bien, te veré en la noche preciosa—, Me dijo a lo que sonreí. —Te amo, Pablo. Él me dijo que me amaba y colgó, sabía que lo hacía por Zoé y me repetía eso a diario, diciendo que eso sería lo mejor que podría pasar, ahora sus crisis eran menores, podría ser controlable, tratable. Me acerqué al espejo, acomodando mi cabello mirando mis ojos directamente, ¿Quién es esa chica? Me cambie, coloqué un vestido ligeramente largo, un poco debajo de las rodillas, blancos y un par de zapatillas de tacón, mismas que me causaban desequilibrarme un poco, me coloque un collar sencillo y sujete mi cabello. Me gustaba el vestido, tenía un corsé, se miraba elegante. Escuche el timbre, apenas baje noté que era el chofer de Erick, hice una ligera mueca y esto me parecía completamente extraño, subí, Polo estaba completamente callado, relamí mis labios y me incline un poco hacía adelante, hacía él. —¿A dónde nos dirigimos? —, Pregunté, el me miró por el espejo retrovisor—, Ah… —Erick cree que es buena idea mantenerte en duda, Sabs—, Me dijo con burla, sonreí de lado—, Podría decirte que es una noche especial. Pensaba lo mismo, no por Erick, sino por Pablo, le habrían subido de puesto, además de que hoy era una fiesta por su cumpleaños, acomodé mi vestido y me recargué en el respaldo del asiento. —Con Erick siempre todo esta lleno de sorpresas—, Alargué en tono burlón, el sonrió ligeramente—, ¿Sabes si aún tiene contacto con Danna? Quería ser no yo la única que estaba hablando con su ex a escondidas, claro que esto era una relación falsa y ninguno de los dos sentía por el otro. Llegamos a un restaurante que se miraba lujoso y elegante, relamí mis labios y bajé del auto notando que se encontraban ya un par de paparazis, tape ligeramente mis ojos ante la luz iluminando mi rostro, pero sonreí ligeramente. —Sabrina, ¿Tienes noticias que darnos sobre tu nuevo álbum? ¿Cuál es la temática? ¿Nos romperás el corazón? —Espero, que no nos rompa el corazón—, Dijo Erick pasando su mano por mi cintura. Sonreí divertida, ¿Romperle el corazón a él? ¡Já!. —¿Hay algo nuevo sobre ustedes que puedan mencionarnos? Son la pareja que los fanáticos de ambos están esperando. Miré a Erick, me jabría dicho que el sabría cómo evadir la prensa, los paparazzis. —Quizá, cuando terminemos de cenar, Sabrina sea quien les de la noticia—, Dijo con tranquilidad, les sonreí ligeramente. Caminamos a donde se encontraba la chica, quien nos dijo con una enorme sonrisa de oreja a oreja y amabilidad en sus labios. Nos sentamos y ahí me di cuenta que la cena solo era entre nosotros dos, relamí mis labios con un poco de incomodidad. —Creí que dijiste que sería una reunión de trabajo. —¿Te gusta el vino? —, Preguntó, asentí a lo que el asintió—, Mira, Sabrina, ¿Sabes qué es esto? En mis ojos se encontraba una fotografía de cuando yo tenía Brackets, y el cabello en dos trenzas, le miré a él, para regresar a la fotografía, el tenía su brazo apoyado en mi cabeza y una cara de pocos amigos. Ese día peleamos. Peleamos por el hecho de que el era un idiota, tenía trece. —¿Qué con esta foto? Mi familia y la de Erick, se habrían conocido desde hace años por nuestros padres, papá murió en un asalto, cuando yo tenía catorce, eso empeoró nuestra economía. —Veamos, ven—, Dijo a lo que fruncí las cejas. Saco su celular y miró un poco hacía la cámara abriendo **. —Sabrina, oficialmente, hoy martes 13, inicia nuestra relación. Miré la fotografía, él sabía que hoy era el cumpleaños de Pablo, ¿Lo habría hecho a propósito? O simplemente era el momento de seguir haciendo el paso siguiente. —Según Mar, dijo que sería una fotografía linda, poniendo la fotografía así…—, La colocó por sobre mi pecho entre mis manos, diciendo que dejará un beso en su mejilla—, Anda. —¿Cómo podemos tener fotos lindas si no te soporto? —, Le preguntó y él sonrió. —No te preocupes, el sentimiento es mutuo. Resoplé y me coloqué a un lado de él para dejar un beso en su mejilla, escuchando el “clic” de la cámara de **. Su mano estaba en mi cintura. Así que, oficialmente era novia de Erick Parker, la sensación del momento en la industria musical, aunque claro que era por un contrato, pero, de cierto modo era cautivador. —Espero tengas hambre, Sabrina, que no podemos entrar y salir instantáneamente—, Dijo, a lo que miré la hora de mi celular. 8:43. —Si, creo que podemos cenar—, Dije sentándome en la mesa—, ¿Desde cuando me odias? Es decir, recuerdo que desde niña me jalabas el cabello y… —¿Qué es lo que quieres con todo esto? —, Preguntó. Durante estos cinco meses habría sido demasiado complicado trabajar juntos, no lo decía por algún capricho, lo decía porque cualquier cosa terminaba en una complicada pelea absurda, César se quejaba constantemente, diciendo que las parejas no se supone que hagan esas cosas. —No lo sé, ¿Crees que podamos llevar la fiesta en paz? —, Pregunté—, Es decir, seremos pareja un tiempo, podemos hacer algo bueno de esto. Él rodo los ojos y tomó su copa. —Bien, llevemos la fiesta en paz—, Pauso por un par de segundos para terminar sonriendo con burla—, Por que las mentiras no nos consuman. —Porque las mentiras, no nos alcancen. Algo gracioso, es que si nos consumirían, otra cosa… —Bien, tengo que…—, Me levanté, mirando la hora, eran 9:20, tenía que ir a cambiarme. —¿Lo olvidaste Sabrina? Fuimos invitados a la fiesta de…—, Le miré con los ojos abiertos a par—, Conocerás a más personas de la industria. Miré mi celular. Pablo: Vendrás, ¿Verdad?
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