Tratarla como a su servidumbre.

2038 Words
—Por cierto, Kate está aquí. Ya sabes que a ella le gusta el pan bien tostado con su mermelada de guayaba de las que a ella le encanta. No hagas esperar cuando baje, enseguida le llevas su bandeja a la mesa —ordenó Valeria, Vilma miraba con cara feliz a su nuera que más bien parecía la sirvienta de la casa. —Busca quien le sirva —dijo Ashley dándose la vuelta. —Extrañada de su reacción, pues Ashley nunca se había quejado de nada, Valeria se burló con más ataques verbales. —Jajaja, pobre ilusa, ¿estás así porque Kate llegó con mi hermano a noche? —se rió burlonamente. —¿Celosa? —sus burlas se podían escuchar, y para mas empezó a inventar mas historias. —A saber donde la llevó a disfrutar de la noche estrellada los dos solos, y para cerrar con broche de oro, la trajo a casa, listo para que tu veas que la ama. —Valeria era un ser despiadado. Ante esto, el rostro de Ashley se había puesto libido, parecía que ella tuviera un ataque de corazón, pues había perdido el rubor de sus mejillas y se veía como si se quería desplomar al suelo. En eso, Hermes bajó de arriba, sus ojos lo mantenía fijamente en su hermana Valeria, él había alcanzado a escuchar parte de lo que Valeria dijera a Ashley, así que caminó directo hacía Ashley y dijo. —Ven vamos a hablar —ella hizo un movimiento de hombros hacia arriba y dijo. —¿Hay algo que hablar? —el hombre frunció el ceño y dijo. —¿A que viene todo esto? —Ashley no podía creer lo que este hombre pretendía. —Vienes a altas horas de la noche y … ¿todavía traes a tu amante a casa? —ante tal mención, el rostro de Kate se puso roja, no es que estuviera ofendida, si fuera por ella, hace mucho se hubiera acostado con Hermes. Ellos no estuvieron juntos el día anterior, solo que Kate había visto salir del Club Forbes a Hermes y ella decidió aprovechar para acercarse, pidió traerla a la residencia de los Liverpool porque dizque tenía algo importante que hacer junto a Valeria. Hermes miró a Ashley con detenimiento y dijo: —Solo la traje a casa. Nos encontramos afuera del Club Forbes, no habíamos llegado juntos. Tales palabras llenaron de rabia a Vilma, quien metió la lengua en la conversación, ella dijo sin detenerse ante su inconformidad. —¿Acaso Hermes te pidió en matrimonio? —la cara de Ashley se lleno de ira, se había puesto roja como un tomate, ella no podía esconder sus emociones, miró a Hermès quien permaneció en silencio ante tal afirmación de la madre de éste. —Señora, no pierda lo que tanto trata de demostrar —dijo Ashley. Vilma frunció el ceño y dijo: —¡Qué! ¿Que has dicho? —Lo que has oído —dijo Ashley, continuando ella dijo —siempre quieres aparentar tu estatus y tu educación, pero a veces, no necesitas ser alguien que se educó para saber tratar a los demás con empatía. La madre de Hermes, perdió el control total de sus actos, pues casi quiso tirarse sobre Ashley quien permanecía con la cara airada. Estaba realmente disgustada. Hermes hizo un intento por convencer a su esposa a que viniese con él, pero Ashley había perdido la dulzura que la caracterizaba. Hermes tomó a Ashley del hombro y la atrajo hacia él, este acto puso a Kate muy insatisfecha, ella siempre quería ser la que ocupara ese lugar al lado de Hermes, pero este hombre parecía no mirarla a como ella deseaba que lo hiciera. —Hermes —dijo Kate, ella no pudo esconder su molestia al ver que Hermès actuaba íntimo con Ashley. —Ay! —se quejó tocándose el tobillo —Hermes puso sus ojos en blanco y dijo. —¿Te lastimaste? — Kate asintió que si. — Nuestro chofer está mas que disponible , dile que te lleve a urgencias — ante la sugerencia del hombre, Vilma dijo: —Pero Hermes, ¿Donde está tu hospitalidad? Kate es una invitada nuestra —Ante eso, Hermes respondió. —Pues yo no soy quien la invitó a esta casa, fueron ustedes, yo a quien tengo que hablar para dar una explicación es con la mujer con quien me casé y esa es Ashley mi esposa. —Hermes, ¿Ya olvidaste lo que hice por ti —gruñó Kate interrumpiendo la conversación. —¡Cuando éramos tan solo unos niños? —murmuró Kate, esto era algo con la que ella siempre se salía con la suya. Hermes se detuvo tan pronto como la escuchara mencionar ese detalle e hizo un ademán. —No, no he olvidado —respondió, sin embargo acto seguido se marchó a los aposentos en compañía de Ashley. Al estar solo, Hermes miró a la mujer que parecía tan frágil, suspiró profundamente, no era hombre que estuviera acostumbrado a dar detalles o explicaciones a nadie, pero hoy decidió hacerlo. Aún así dijo: —No tengo que darte explicaciones de ningún tipo, pero aún así te he aclarado que … —No lo hagas —Ashley interfirió a sus palabras y terminó la oración, quien quedara sorprendido ante lo que acababa de ocurrir, fue Hermes, su esposa siempre había sido alguien que no se había quejado por nada. Ashley había explotado como un volcán en erupción. Ella había aguantado tantas cosas a lo largo de estos meses, incluso cosas que parecían más graves, a como dice el dicho, tanto llega el agua al cántaro hasta que lo rompe, o así como gota a gota se llena vaso, Ashley había llegado a su quiebre. Sorprendido de la reacción de su esposa, Hermes dijo: —¿Qué? —Ashley solo lo ignoró pasando a su lado. —No vine ayer porque estaba en una reunión de negocios —continuó Hermes, pero de nuevo, Ashley lo interrumpió. —No tienes que dar explicaciones, no lo habías hecho en todo este tiempo, ¿porque hacerlo ahora? A Hermes, nunca nadie le había hablado así, pero Ashley lo estaba haciendo y con cara de pocos amigos. —¿No sé qué te pasa? —No te has molestado nunca en averiguar si que esta pasando conmigo, no veo la razón de que lo hagas ahora —sentenció Ashley y acto seguido dijo: —Pondré la mesa, baja si aún tienes hambre —dicho eso, salió de la habitación. Hermes no había visto ese lado terco de Ashley, la miró con enfado y se sentó sobre la cama. En la mesa, Ashley ya había puesto la mesa cuando Valeria se sentó de primera, luego le guiñó un ojo a Kate para que se reuniera a la mesa, ya sentadas las dos amigas, miraron a Ashley y Valeria le dio in codazo a su amiga Kate, esta le dijo entre susurros. —Puedes vengarte de ella por lo qué pasó hace un momento atrás —Kate entendió su plan. —Este huevo está crudo —vociferó Kate, enseguida tomó el plato y lo estrelló a la espalda de Ashley. Ashley estaba harta del desenfreno de su cuñada y de la amiguita de ésta última, así que se giró lentamente solo para ver los ojos gélidos de Hermes. —¡Valeria! —dijo el nombre de su hermana con enojo, pues Hermes había visto que fue Valeria quien estaba llevando el juego con su amiga. —Hermes, no te metas en asuntos de chicas —dijo Valeria. Ashley se acercó a las dos mujeres y miró a su esposo Hermes y dijo: —Servirle a alguien que es totalmente inútil, para mi no es humillación. Humillación es que el marido que tengo, no hace el rol de esposo —las palabras de Ashley dejaron a todos boquiabiertos, pues Ashley estaba atacando a su marido y no a sus agresoras. —¿Que has dicho? —dijo Hermes. —No has sabido darme mi lugar. Para ti solo fui un compromiso que debiste que cumplir porque tu abuelo te pidiera que te casaras conmigo —Hermes las miró desconcertado. —Te liberaré de ello —dijo Ashley poniendo a brincar de alegría a Kate quien no podía esconder su alegría desbordarse. Otra que estaba a punto de ponerse a bailar, era Vilma, la suegra de Ashley a quien hasta se le iluminó los ojos. —Ashley … sé que he priorizado el trabajo antes que a nuestro matrimonio, pero… —la madre de Hermes no le pareció ver a su hijo tratar de dar una explicación a Ashley, así que dijo: —Hermes, eres el Ceo de todos nuestros negocios, ¿Como es que pierdes la cara ante una mujer tan insignificante como esta huérfana? —¡Madre, esto es entre mi mujer y yo! No te metas — Hermes quiso frenar a su madre, sin embargo no pudo detener a tiempo lo siguiente que ella dijera a continuación. Aunque sus palabras no solo dejara herido la dignidad de Ashley, sino mal juzgado a su propio hijo. —¿Dices tu mujer? Jajaja. Todos aquí sabemos que ni la has tocado. —enseguida el rostro del hombre se puso pálido a la vez se volvió verde. Era verdad que él no había intimado con Ashley, pero era porque en primera instancia se casó sin estar enamorado de ella. Nunca se había detenido a mirarla bien, descubrir sus talentos y sus virtudes. Lo segundo fue porque después de casarse tuvo que viajar para recibir un curso de post grado, luego lo secundaron muchos otros viajes de negocios, trabajo en excesos y más. De tercero, se había ocupado tanto de asuntos en los diferentes negocios y Empresas, que no le permitió cortejar a su esposa. —¡Madre, conoce un poco de respeto! —gritó Hermes enojado con su madre. —Pero decir la verdad no es irrespeto, hijo. —Parece que el odio y el rencor hacia Ashley no te deja ser una mujer educada, me avergüenzas mucho —sentenció Hermes, mientras lo fulminaba con los ojos. —Bueno, no sé porqué tu abuelo se le ocurrió pedir que te casaras con una mujer así. —¿Que tiene Ashley, dime… que le hace falta según tu para no merecer ser mi esposa? —Ella nació para servir, ¿no lo ves? —Ella es una mujer que atiende a su esposo, es muy diferente a lo que tratas de comparar —dijo Hermes. Ante eso, Kate dijo: —Pero, ¿Que pasa? Por culpa de esta mujer, ahora madre e hijo van a enemistarse? —¡Cállate! —ordenó Hermes mirando a Kate con impaciencia. Avergonzada delante de Ashley, Kate mordió su labio, tanto que hasta sangró. Ella se dijo para si que se vengaría de la pobre Ashley. Esa misma tarde, Vilma que no se aguantara la discusión de la mañana, se coló en la habitación de su hijo y escondió un juego de diamantes entre las cosas de Ashley, luego empezó el drama diciendo que no encontraba sus joyas para asistir a un evento benéfico. Ashley sin saber que esta era otra treta mas de su suegra, estaba limpiando las otras habitaciones. Cuando la policía irrumpió en la residencia, miró con asombro toda la construcción de aquel lugar. Sin saber que ocurría, Ashley salió de limpiar la habitación y bajó a la sala, el policía que venía saliendo de la habitación de Ashley mostró lo que había encontrado dentro de la habitación, con una sonrisa que curvaba el rostro de Vilma, ésta dijo: —¡Sabía que eras una maldita ladrona! Te casaste con mi hijo solo para escalar de nivel. —Ashley solo frunció el ceño mirando a la mujer con desagrado. —Lo siento señorita, la vamos a llevar esposada —dijo uno de los oficiales de policía. Ashley dijo: —Cuidado y no haces bien tu trabajo e investigas bien antes de acusarme de ladrona, podría no irte bien después de que hagas eso —Vilma se rió al escuchar decir eso a Ashley, los oficiales presentes también se rieron de Ashley.
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