No regresaré

ALICE. Había preferido vivir en mundo lleno de mentiras, eso era por que a mí me convenía, quería estar con él a como diera lugar, incluso si yo no significaba nada para él. Pero todos mis esfuerzos fueron en vano, la mujer que realmente amaba estaba frente a él, y esa mujer no era yo, ambos llenos de amor. Esperé en casa, en nuestra casa, ya sabía lo que pasaría, respiré un poco, enfríe mi cabeza y lo acepte, ya era momento de hacerlo. Solo que ese día él no llegó a casa, si no hasta al día siguiente, con el olor de ella impregnado en su ropa. No dormí solo para esperarlo, pero al verme, él solo hizo una mueca burlona. - ¿Hay algo qué tengas que decirme? - me armé de valor para encararle. - ¡Tienes razón! - dijo con arrogancia. Sacó una carpeta y me la arrojó directamente a la cara. La sostuve y la revise, tal como había pensado, esto era claramente la solicitud de divorcio. - Lo firmaré. - dije tranquila. Después de todo eso era algo que ya había contemplado y sobre todo aceptado. Por su puesto él solo se burló, lo firme rápidamente para poder irme lo antes posible de este lugar que fue mi infierno durante tres años. Saqué mi maleta. - ¡Espera! - él me detuvo. Lo miré esperando que era lo que necesitaba, sacó unos cuantos fajos de billetes y me los arrojó, yo los tomé. - ¡Es exactamente como dijo ella! - se burló nuevamente. Sufrí tantas veces por su culpa, esta vez ya no me importaba nada y es que realmente necesitaba dinero en este momento, él nunca me dejó trabajar, así que no tenía ningún ingreso y ahora en este momento no era solo yo. Tomé el dinero y me marché. Siempre me pregunté ¿Por qué él se casó conmigo y no con ella? En ese momento me sentí como toda una ganadora, creí que él me había elegido a mí porque me amaba, más tarde me di cuenta que yo solo era una tapadera. Había tantas personas que querían hacerle daño, esas personas se dieron cuenta que él tenía una debilidad, una mujer, pero no sabían que mujer. Entonces él me pidió salir, yo acepte encantada, nuestra relación se anuncio a todos los medios, en ese momento estaba empezando mi carrera de actriz por lo que bastantes personas se enteraron. Poco después fui secuestrada, dure secuestrada un mes entero si no es que más, cuando él me rescató fui la persona más feliz de todas, en el hospital escuche una conversación entre mi mejor amiga y mi novio. Fue ahí que me enteré de mi cruel realidad, resultaba que solo era algún tipo de carnada, mi mejor amiga era en realidad el verdadero amor de mi novio. Pero fingí ignorancia, le rogué a él que se casará conmigo por el gran miedo que había sentido cuando me tuvieron secuestrada, obviamente fui inteligente y esto lo dije cuando estaban los padres de él y ellos estuvieron muy contentos con esto, así fue como logré casarme con él, poco después el fue mostrando sus verdaderos colores y me decía lo repugnante que era. Ahora me siento muy tonta por que tres años solo fueron desperdiciados, en ningún momento él pudo sentir cuan fuertes eran mis sentimientos por él. Me rendí ese día que los vi juntos tan amorosos, los dos saliendo del hospital y ella con una enorme barriga, que tonta había sido, en ese momento sostuve fuertemente mis resultados y los rompí llena de resentimiento, cuando había recibido estos resultados creía que por fin él podría verme diferente, pero ya no estaba dispuesta a saberlo. Llegué a mi viejo departamento, afortunadamente nunca lo vendí si no, no tendría donde vivir. Toqué mi barriga plana y por fin lloré, grité para poder desahogarme, me quedé dormida en el frío suelo. Desperté adolorida, sostuve mi barriga, no era momento para maltratar así mi cuerpo, ahora tenía dentro de mí una pequeña vida que no tenía la culpa de nada, era por eso que gasté lo poco que me quedaba de dignidad para tomar ese dinero. Sabía que a pesar de que era mucho, no era suficiente para todo el embarazo, por lo que tenía que buscar otra fuente de dinero, no sabía hacer la gran cosa, no había estudiado lo suficiente y eso era por que desde que nací, fui huérfana, así que no tenía muchas oportunidades, cuando me salió la oportunidad de ser actriz la aproveché inmediatamente, más tarde cometí el error de amar a un hombre que no me amaba y renunciar a todo por él. Ahora tenía que luchar no solo por mí, si no por mi pequeño retoño. Me relajé en casa un mes, salía de vez en cuando a hacer las compras, hoy me tocaba ir al medico para mi control, me dio vitaminas, ácido fólico y otras cosas. Regresé a casa muy feliz y eso era que mi bebé iba creciendo muy bien, pronto tendría a alguien a quien realmente llamar familia. Ahora que lo pienso eso de vivir en un departamento en la planta alta creo que es algo no muy bueno, ni siquiera había elevador y tendría que subir cuatro pisos. Cuando estuve frente a mi puerta me sentí aliviada, esas escaleras me habían dejado agotada. - ¿Estás bien? - dijo una chica bajita que salía del departamento de lado. - ¡Estoy bien! - le sonreí. - ¡Creí que ibas a desmayarte! - dijo asustada. - Es solo que son demasiadas escaleras y me dejó completamente agotada. - ¡Lo sé, son demasiadas! Por lo que veo es una chica muy linda. - ¿Eres nueva? - Si. - me dijo un poco incomoda. - Si hay algo que necesites dímelo. - le dije con amabilidad. - ¿De verdad? - preguntó muy animada. - Si, claro. - ¿Puedo preguntarte como se enciende la cosa que calienta el agua? La miré extrañada. - ¿Te refieres a la estufa o al boiler? - ¡Si eso! Le sonreí a esta chica muy linda, tal vez tenga 17 o 18 años, fui a ayudarla y le dije como hacerlo. - ¡Muchas gracias! - dijo muy agradecida. Entonces inevitablemente me di cuenta de su situación. - ¿Tu mudanza aún no llega? - pregunté como si fuera algo normal. Pero ella se mostró avergonzada y se quedó en silencio. - ¿Te pasa algo? - me preocupe por esta linda niña. - No es nada. - dijo desanimada. - ¿Te gustaría venir a cenar? Ella me miró insegura. - No quisiera molestarte. - De hecho compré demasiada comida, no sé que haré con toda ella. - ¡Esta bien! - dijo nuevamente animada. La chica era bastante entusiasta. - ¿Puedo ayudarte en algo? La pobre chica era realmente torpe en la cocina, así que cuando tomo un cuchillo se lo quité y la mande a ver televisión. La niña parecía un pobre cachorro regañado, pero no iba a permitir que se lastimara. Sin mas incidentes la cena estuvo lista rápidamente. - ¡Tu comida sabe tan bien! ¡Ni siquiera los cocineros de mi casa se comparan contigo! - Bueno, gracias. - no pretendía interrogarla por lo que obviamente sin querer había dicho. La cena fue muy agradable, era obvio que esta niña no quería irse. - Puedes dormir en mi casa. - le dije. Ella mostró una cara sorprendida, por su puesto que no esperaba que yo le dijera eso. - A penas me conoces ¿No te da miedo meter a una extraña en tu casa? - Eres incluso más pequeña que yo. - me burle. -Tengo una habitación disponible, mientras llegan tus muebles. - no quería incomodarla, pero sentía un poco de simpatía por esta niña, que no tenía ni siquiera una silla en su departamento. - Esta bien, muchas gracias. - dijo avergonzada. La niña fue a su departamento por su maleta, yo la esperé mientras limpiaba un poco la habitación. Pasaron veinte minutos lo cual se me hizo raro, su departamento se encontraba a lado por lo que solo tardaría menos de cinco minutos, con cierta preocupación fui a ver la situación. Miré a la pobre chica que se mostraba incomoda y a un hombre de mediana edad, era evidente que él le decía algo que incomodaba a la niña. - ¿Esta todo bien? - pregunté. - No pasa nada, regrese a su departamento. - dijo el hombre con impaciencia. La niña parecía asustada. - ¿Hay algo malo con mi amiga? - insistí. - ¿Ella es tu amiga? - el hombre no estaba muy convencido. - Por su puesto. - Entonces no te molestaría pagar por ella. - ¿Ella te debe algo? - Por supuesto, ella durmió en mi casa, por lo que debe pagarme. - ¿Cuánto te debe? - Mil. - ¡Su departamento debe de ser muy lujoso! - dije burlona. El hombre se avergonzó, pero poco me importaba. - Por lo que sé, ella solo se a quedado una noche entonces, te doy la mitad. Con esto dicho saque un billete y lo puse en su mano. - Por cierto, mi amiga no necesita de tu departamento. Tomé de la mano a la chica confundida y la metí a mi departamento. Ella lloró. - ¡Muchas gracias! - No te preocupes no fue nada, ¿Quisieras hablarme un poco sobre tu situación? La chica me miró y asintió. - Escape de casa. - ¿Por qué? - Mi hermano prefirió a su prometida que a mi, le dije que ella lo engañaba y él no me creyó. - dijo llorando. No sabía que decirle para animarla. - Entonces le dije que me iría de casa y no le importó. Me dio un poco de tristeza esta niña. - ¿Cómo llegaste aquí? - De casualidad conocí a este señor, pero resultó que tenía otra intención, realmente me asustó. - No te preocupes, antes de que te haga algo todos se enterarían. - No quisiera ser una molestia para ti, pero de verdad no tengo a donde ir. - dijo con tristeza. - No te preocupes puedes quedarte aquí. - le sonreí. - Pero tienes que trabajar, yo no tengo suficiente dinero para ambas. - ¡Lo haré! - dijo animada. Menos mal, no quería sonar muy ruda. Los días pasaron con rapidez y la niña llamada lily consiguió un trabajo muy pronto, ayudaba a servir en una pastelería, llevaba un uniforme que se veía cómodo y lindo. Lo que me desanimaba a mí era el hecho que yo seguía sin hacer nada, la verdad no sabía que hacer, había surgido una idea en mi cabeza, pero la deseche, era muy tonta si creía que tendría éxito, no lo sabía, pero me daba miedo intentarlo, que tal si todo terminaba como un rotundo fracaso. Me mordí los labios con ansiedad, no perdía nada, lo sabía, pero... Me levanté del sofá y fui directo a mi habitación, saque mi vieja computadora, pero que estaba en buenas condiciones, y con mis manos temblorosas la encendí, esta no tardo mucho en encenderse y yo casi me echo para atrás, sabía que solo era cuestión de registrarme y listo, pero hacer solo eso daba mucho miedo. Di un largo suspiro y comencé a teclear, navegué por STARRY SKY, es un sitio web que sirve únicamente para transmisiones en vivo, yo de hecho lo único que se me da bien son los postres, entonces ¿Por que no intentar si quiera? Me arme de valor y me registre, solo tenía una oportunidad, después de mandar mi información, solo era cuestión de comenzar a transmitir cuando yo quisiera. Fui a preparar comida para calmar mis nervios, me relaje y comencé a tararear una canción, en eso sonó el timbre del departamento, lo cual me extrañó, por que la pequeña lily llegaría hasta mas tarde y además no esperaba a nadie, con mi cara llena de interrogación fui abrir la puerta, ahí se encontraba un hombre que se veía como un rufián con otros dos hombres, esto hizo que se me pusiera la piel erizada, ¿Estos hombre no querrán secuestrarme, verdad? - ¿Sucede algo? - traté con todas mis fuerzas para que el temblor en mi voz no fuera tan obvio. - Sabes que lo que estas haciendo es un secuestro. - dijo el hombre con tono plano. - ¿Disculpa? - pregunté incrédula. Pero el hombre no contestó, en cambio entró a mi departamento y dejo a los otros dos hombres fuera. - ¿Qué pasa con usted? - ahora mi voz no pudo ocultar mi enojo. - Voy a esperar a que llegué Liliana. - dijo poniéndose cómodo. Me enojé aún más, pero no dije nada, sentí que lo mejor era ignorarlo y así lo hice, termine de preparar la comida y esperé a que lily llegará para comer juntas. No pasó mucho tiempo para que ella llegará, al entrar y ver al hombre ella solo hizo una expresión amarga. - ¿Qué haces aquí, hermano?