Adrián abrió los ojos de nuevo, se sentía extraño y un poco diferente. Miró a su alrededor la habitación poco amoblada, no pretendía ser malagradecido ni mucho menos aquello estaba perfecto para él. Tal como le había prometido su amigo Daniel aquella noche le consiguió un apartamento cerca de donde residían David y Julián, estaba a unos minutos caminando así que podía ir cuando quisiera. Como por ejemplo hoy. Salió de su apartamento mordiendo sus labios. Desafortunadamente Julián no tenía clases debido a que mañana sería navidad ¡Qué importaba si era navidad! Quería ver a su hijo y por supuesto esas vacaciones arruinaban por completo sus planes de verlo desde la distancia. Suspiró un poco angustiado continuando con sus pasos. David no lo dejaría acercar a Julián así como así, primero lo

