El frío no se sentía gracias a la calefacción, Cristian alzaba delicadamente en sus manos las decoraciones de la mesa para la cena de año nuevo, detrás suyo Julián corría animado ayudándole a llevar las cosas necesarias para esa noche. Sonrío levemente dejando que un hoyuelo se dibujara en su mejilla. Cada día que pasaba se sentía más feliz de sentir su compañía, además sería el primer año nuevo que iba a estar acompañado por alguien que no fuera su esposo, ya que Adrián en las festividades solía desaparecer completamente. Julián era un niño que había traído la alegría sus vidas y pensaba disfrutar de su compañía el tiempo que pudiera hacerlo, y por supuesto de la de David. En el fondo de su corazón le dolía la situación de su hijo, él estaba lejos de su familia, de su adorado hijo y de s

