Amor Cotidiano

El Atardecer / El aplauso 1

Capítulo 23

El Atardecer

Parte 9 / El aplauso 1

[Jessica y Santiago]

La nube negra y gris sobre la ciudad capitalina comenzó a disiparse en el horizonte, a medida de que el viento la llevaba consigo, las personas comenzaban a salir de sus refugios y el agua que corría por las calles vio su flujo disminuir conforme las otras de lluvia dejaron de caer, había quienes por la calle aun miraban el cielo temerosos de que la lluvia volviera y de que ese momento de calma luego de la lluvia torrencial, solo fuera el preámbulo de una noche igual de lluviosa, la cual sería algo de temer, Santiago en su apartamento había pasado la lluvia desde su sala, había tocado su piano desde que las primeras gotas comenzaron a caer, pero la brisa y la lluvia le hicieron cerrar su balcón al llenarse del agua que en el cristal de la ventana golpeaba con fuerza, se había quedado pensativo desde su lugar y poco a poco hundía su pensamiento en el que hacer de la situación con su ex pareja, sin embargo el olvido era la mejor forma de hacer las paces, como el mismo lo había pensado, tan solo quería tener su alma en tranquilidad y la forma más obvia bajo la cual podía lograrlo sería la música que le había traído a su vida tanto alegrías como bien desilusiones, pues hacía varios meses que intento ser un musico por profesión, con tan buena suerte que sus amigos de la universidad le ayudaron un poco a integrar una de las bandas que ya era conocida en los bares y sitios nocturnos, sin embargo una vida de independencia no había sido propiamente justa, pues todo lo que provoco era más pruebas a superar que la misma dicha de ser lo que el soñaba, situación que también le costó la tranquilidad con ex pareja, ahora que todo lo malo había pasado al igual que la torrencial lluvia, Santiago no podía ya pensar en algo más que no fuera el seguir adelante como lo había decidido tiempo atrás.

En el apartamento de arriba, Jessica aún se hallaba sentada frente a su computador, con sus codos sobre la mesa, sosteniendo sus mejillas en sus manos, el sistema de su trabajo se había reiniciado y la frustración de haber perdido su última llamada, quizá la más importante del día, fue una sensación que se quedó en su pensamiento dando vueltas sin cesar, cansada de su espalda, su gato dando vueltas por toda la sala, había salido de su escondite al sentir que la lluvia había acabado, Jessica se4 quedo mirando por la ventana de su sala, esa en la cual había acomodado un sillón bajo la cornisa, luego de unos segundos se levantó, se quedó mirando a la distancia y sintiendo la breve brisa fresca, el aroma de la lluvia cuando termina, ese aroma de humedad que no es desagradable para el que ha sabia contemplarlo, en ese momento ella decidido tomar un baño, pues sintió la tensión en sus hombros y el estrés de un día de trabajo re4prtesarse en su cuerpo, tomo su tiempo para alistar su ropa, no iba a salir a esa hora de la tarde, pero decidido que podría verse bonita sin importar el lugar donde estaría, tomo una de sus pantalones favoritos y una camisilla acompañado por un suéter de lana, mientras en la sala el buzón de sus llamadas volvía a sonar, ya que no había terminado aun su trabajo, sin embargo ella ya estaba decidida a dejar que sonara el teléfono. Se quito su blusa y su sostén en la habitación, se retiró su pantalón y dejo sus bragas en su lugar, se sentía libre caminar semi desnuda por la sala de su casa, su gato apenas si notaba su presencia jugando con una bola de papel que encontró por ahí, ella camino hasta su lavandería y tomo su toalla, mas no cubrió su cuerpo con ella, la llevo envuelta en su mano como si fuese un listón de ballet, camino tranquila hacia el baño no sin antes darse una breve mirada en el espejo de la sala, sabía que su cuerpo no era perfecto más nunca le molesto ser como era naturalmente, su abdomen no era completamente plano, sus piernas no eran completamente esveltas, sin embargo ella adoraba su cuerpo sin ningún tipo de escusa. Camino por la sala hasta el baño, no cerró la puerta pues confiaba en la compañía que le daba su gato y en la soledad que cuidaba su apartamento, entro allí y se retiró sus bragas con un movimiento apresurado, mientras en su mente, sonaba una leve tonada de piano que por un momento pensó que estaba en su imaginación, como lo había creado horas antes mientras dormía, pero al entrar en la ducha y dejar correr el agua, Jessica pudo notar que la tonada de piano se alejó de su mente, entendió en ese momento, mientras el agua cálida caía por su cuerpo, que era más que su mente la que estaba creando canciones. Tomo un baño, pero no tardo en salir nuevamente, rodeo su cuerpo con la toalla y se dirigió a la habitación donde escucho por un momento de nuevo la canción, mientras el cielo se despejaba solo por un momento regalando de nuevo los rayos del sol al caer la tarde, siquiera una idea de que había sido una tarde gris quedo en el cielo, pues el sol lograba dar su luz por en medio de las pocas nubes que se abrieron a su paso, la tarde ya finalizaba cuando los teléfonos dejaron de sonar. Jessica se tomó su tiempo para vestirse mas no quiso colocarse sus zapatillas o su calzado deportivo en su lugar se sentía libre al caminar con sus pies descalzos, mientras en su mente, como si fuese un murmullo la tonada de piano tomaba un poco más de fuerza, pues en la sala, allí en el sillón debajo de la ventana donde ella se puso más cómoda, se lograba escuchar con más claridad tan sutil y anónimo concierto.