Fay
Todo este día ha sido tan largo y confuso que lo único que me gustaría es poder descasar en mi habitación para poder procesar y asimilar todo lo que me ha pasado aquí, ¿pero cómo podría negarle algo a mis nuevas amigas?
—Pero cariño, definitivamente no puedes ir de esa forma —me dice Rosetta mientras mira despectivamente mi ropa.
—Oye Rosetta, ten un poco más de tacto al mencionar las cosas, aunque estoy totalmente de acuerdo contigo —le responde Flora.
Con tanta actividad en todo el día había olvidado completamente que llevaba puesto mi uniforme de la secundaria, una simple falda azul a cuadros con una camisa polo blanca, medias dobladas en el tobillo y zapatos negros escolares.
—Definitivamente habrá algo que te pueda prestar de mi guardarropa, Flora mañana a primera hora tienes que llevarla a la boutique encantada de la zona comercial y buscarle algo decente —ordena Rosetta antes de llamar al resto de las chicas.
En un abrir y cerrar de ojos todas las chicas estaban en el cuarto de Rosetta alistándose para salir, sacaban prendas de sus dormitorios para encontrar algo adecuado para mí.
—Esto es un caso perdido, ni siquiera la magia de Edrielle podría hacer un milagro con esta hada —dice Maya mientras se da por vencida.
—Debe haber algo en nuestro guardarropa que haga resaltar su espalda para que no se note su ausencia de hadas —menciona Rosetta.
—¿Es tan malo que no tenga alas? —pregunto agobiada.
—Digamos que eres un caso especial —me responde Rosetta con una sonrisa fingida.
—Tal vez algo de jazmín o rosas. ¡Ya sé! Mejor orquídeas —menciona Flora mientras un sinfín de prendas caen al suelo.
—Perfecto, ese color resalta perfectamente su belleza —menciona Rosetta mientras visualiza el bello vestido de orquídeas en mí.
Todas las hadas salieron del cuarto para darme privacidad de cambiarme, la verdad sentí un pequeño alivio y un poco de paz. Todo es tan hermoso y bello en este lugar, seguramente le hubiera fascinado a la pequeña Anya, ella siempre sonaba con ser un hada… Un ligero golpe en la puerta me devuelve a la realidad y me apresuro a cambiarme.
—¿Ya estas lista Fay? —me pregunta Flora del otro lado de la puerta.
—Sí, adelante —le respondo mientras desarrugo un poco el vestido.
—Bien, es hora de irnos. Todas esperan —me dice Flora.
—Exactamente ¿a dónde vamos? —pregunto con curiosidad.
—Al sitio favorito de Rosetta, al bar mágico —me expresa Flora sonriendo.
Aún confundida, realmente no estaba muy segura de si había escuchado bien lo que me había mencionado Flora, pero simplemente las seguí a todas hacia la zona comercial y efectivamente parecía que íbamos hacia un bar como uno de la vida real, pero con creaturas mágicas y luces resplandecientes.
—Ahora si cariño, esta realmente es la bienvenida que mereces —me dice Rosetta mientras me jala del brazo para entrar.
—Pero, yo no tengo edad para entrar —le respondo a Rosetta.
—Si vienes conmigo definitivamente puedes entrar —me dice Rosetta mientras llegamos al interior del lugar.
Todo el sitio realmente era mágico, había luces de colores morados y tonos violetas, pero no eran luces del mundo humano si no luces resplandecientes y flotantes, había mesas y sillas flotando y todas las creaturas bailaban arriba volando mientras que el resto charlaba y bebían una extraña bebida espumosa en tonos rosados y violetas. Había desde elfos, hadas, ninfas, sílfides, entre otros.
—Hay que sentarnos allá —señala Flora una mesa del fondo cerca de unas encantadoras y tenues destellos dorados.
—Yo voy a la barra por las bebidas —dice Rosetta mientras va entusiasmada.
—Ahora si Fay, bienvenida oficialmente a la tierra de las hadas —me dice Maya sonriendo.
—Muchas gracias, chicas, pero realmente todo esto no era necesario —respondo tímidamente.
—Por supuesto que es necesario Fay y justo llego en el momento correcto para brindar —me dice Rosetta mientras trae bebidas para todas.
—¿Qué es eso? —pregunto desconcertada mientras observo la extraña bebida en tonos violetas y rosas.
—¿De dónde vienes cariño? —me pregunta Rosetta asombrada.
—Esta bebida se llama galaxia de sabor, es muy deliciosa, pero solo se vende aquí. Pruébala Fay, pero no demasiadas o terminarás como Rosetta —me dice Anjana mientras observa Rosetta recargada en la mesa.
Dudando un poco bebo de la bebida y compruebo que efectivamente esto sabe delicioso, es un sabor sumamente extraño entre agridulce con una pizca amarga, pero sabe a algo que jamás en mi vida había probado antes como si bebiera magia.
—Chicas tengo ganas de bailar —dice Irene mientras se levanta del asiento.
—Definitivamente Rosetta no vendrá, pero ¿vienes Fay? —me pregunta Maya casi rogándome con la mirada.
—Yo no soy muy buena bailando, mejor me quedo a cuidar a Rosetta —respondo algo nerviosa mientras observo a Rosetta.
— ¿Estás segura Fay? —me pregunta Flora.
—Si, ustedes diviértanse —afirmó con seguridad.
Flora no se veía muy convencida con mi respuesta, pero no tuvo más remedio que irse volando con las demás, en cambio yo solo quería un poco de tranquilidad y procesar todo lo que había sucedido hoy.
—Rosetta, ¿sigues viva? —le pregunto a Rosetta mientras observo su rostro recargado en la mesa.
—Ains… sí. Vamos por otra bebida —dice Rosetta levantándose con dificultad.
—Será mejor que nos quedemos aquí, te traeré algo de comer para que se te baje un poco —le menciono a Rosetta mientras me levanto enseguida.
—Quiero… un café encantado… con extra-crema jsjs —dice Rosetta antes de caer de nuevo en la mesa.
Me apresure a ir cerca de la barra, afortunadamente si había más comida y bebidas para las demás hadas y pude pedir el café para Rosetta, definidamente la despertaría y haría que se le bajara las 10 copas que se había tomado hace una hora.
—Me da un café encantado con extra-crema, por favor —pido amablemente mi orden.
—Claro, oye no te había visto antes aquí y créeme aquí regularmente vienen las mismas personas —me dice un hada de cabello castaño lacio.
—Yo acabo de llegar hoy —respondo tímidamente mientras volteo hacia su espalda notando que tampoco tiene alas.
—Entiendo, entonces también debes ser una hija cambiada al igual que yo, por eso no tienes alas —me responde el chico.
—Disculpa, ¿una que…? —le pregunto al chico mientras me da mi pedido.
Pero sin éxito alguno logro conseguir una respuesta, ya que se fue llenando el lugar y el chico se encontraba demasiado ocupado como para quedarme a esperarlo, sin dudarlo me regreso a mi mesa para despertar la ebria Rosetta.
—Rosetta despierta, traje tu café encantado —le menciono a Rosetta mientras trato de moverla para despertarla.
—¿Con extra-crema…? —me pregunta Rosetta apenas consciente.
—Sí, tómalo te hará sentir mejor —le respondo a Rosetta mientras la ayudo a sentarse.
Ayude a Rosetta a levantarse con dificultad para que pudiera beber su café y unos minutos después estaba fascinada como una niña, se veía mejor para preguntarle lo que me había dicho el muchacho antes.
—Oye Rosetta —le hablo para comprobar de que se encuentre mejor.
—Si cariño —me responde antes de darle otro sorbo a su café.
—¿Sabes que es un hijo cambiado? —le pregunto a Rosetta un poco nerviosa.
—Por supuesto cariño, un hijo cambiado es cuando la traviesa Bianca cambia los hijos de las hadas por los hijos humanos, cuando esto pasa normalmente es porque el niño está enfermo y los humanos crían al hijo sano mientras las hadas curamos al niño enfermo, por eso hay hadas que no tienen alas y hay ninfas aquí que fueron adoptadas por las hadas —me explica Rosetta con la mayor tranquilidad.
—¿Entonces yo… soy una hija cambiada? —pregunto atónita mientras trato de procesar la información.
Mi juicio estaba completamente nublado, era demasiado por procesar y no dude en irme inmediatamente.
—Cariño, espérame —me dice Rosetta mientras trata de levantarse.
Salí corriendo mientras lágrimas caían por mis mejillas, casi olvido por completo que puedo volar gracias al polvo de hadas y sin dudarlo me puse en marcha hacia la casa, definitivamente necesitaba estar sola un momento o tal vez más. Llegué hasta la casa, mientras sentía que todo mi cuerpo me pesaba, en lo único que podía pensar era en que había sido engañada toda mi vida, que todo lo viví hasta ahora era un vil y cruel mentira, me atormentaba a mi misma hasta que todo se tornó de un morado intenso mientras daba vueltas en mi mente confundida, la imagen de la pequeña Eva venía a mi mente y me preguntaba ¿si realmente era mi hermana?, antes de caer rendida por los sentimientos.