Desperté en un lugar extraño con un tipo de tela extraña en la cabeza, no sabia que era, mire a mi alrededor y alli estaba ese chico con el que me había encontrado en el baño.El estaba sentado en una silla con los brazos cruzados y estaba dormido.
Aún lo recordaba, por lo menos ahora estaba vestido.
Yo intenté moverme un poco y sentí un dolor en la cabeza. Para mí fue algo molesto. Hice mucho ruido al levantarme que hice que él se despertará.
—Ah…ya despertaste…no te asustes. Ya tu primo está aquí. El trajo tus cosas hasta aquí.
Yo no sabía que había pasado después de que me desmayara, solo escuchaba las palabras de ese chico, aunque tenía dudas de lo que decía. La primera de ellas, ¿Por qué tenía una bata de baño?.
Mi expresión fácil cambio un poco, estaba algo molesta por no encontrar una respuesta a lo que pasaba.
El chico me miró y se veía calmado. Trato de explicarme lo que pasó de la manera más tranquila.
—Eh…mi hermana te ayudo a cambiar, no te asustes…
Aun lo le creía y mi rostro mostraba mi molestia. En ese instante alguien abrió la puerta.
Era mi primo, quien estaba muy serio, no se que había pasado mientras yo estaba en esa cama, pero creo que hoy tendríamos una conversación bastante larga.
Ese chico se levanto de la silla donde estaba sin decir nada. Esa escena me asusto un poco tanto que no pude ni mirarlo a los ojos.
[…]
Después que aquel chico de cabello rojo salió del cuarto mi primo se sento a mirarme. Él estaba bastante serio y dijo sus primeras palabras.
—¿Qué haces en este lugar?
Yo sin la más mínima preocupaciones respondí a la ligera.
—Yo solo eh…digamos que tuve un problema con mis padres y me fui de casa. Yo no quiero regresar. Demasiados problemas con mis hermanastros, ellos le dan la razón a esos diablitos. Fue difícil ellos me dañaron mis cuadernos y escribieron todo tipo de improperios, me pegaron chicle en el cabello y me lo tuve que contar.
—Entiendo, pero no puedes irte de esta ciudad así como así. Aquí hay leyes muy estrictas. Dos jóvenes que trataron de escapar, pero a los dueños de este lugar no les gusto eso y ambos fueron brutalmente castigado. Uno de ellos era de una de esas familias, pero no les importo. Hay muchas cosas raras que suceden aquí, pero no te puedo hablar de esto. Solo tienes que saber que son 20 familias que hicieron todo lo que vez en este lugar y no quieren regalarselo a extranjeros, aunque les permitan vivir en sus tierras y convivir. No son iguales y jamás lo serán, los menores de edad no pueden salir, son el futuro y son más difíciles de controlar que los adultos.
Había algo que el me ocultaba, era algo demasiado loco. Estábamos en el 2018, esa cosas eran de los años 90, además este lugar hasta donde lo vía era bastante moderno. Llegue a pensar parecían historia de fantasía. Yo me reí internamente por empezar a creerle sus locuras.
—En fin, solo habla con Tyler el te puede explicar algunas cosas. Solo que te pido que no le salgas con bobadas a las personas de aquí no. Ellos tienen esa libertad como la tenías tu en la ciudad.
Mi primo salió de la habitación despues de advertirme y poco después, vi mis maletas en el suelo. Obviamente me vestí y baje a ver qué pasaba.
En esta casa había un sofá gris en toda la salsa, pero no había televisión, y allí estaba ese chico rojo. Yo me senté a su lado.
—Eh.. Tyler….—me dijo el.
—¿Qué? ¿Rey?
—Dime, ¿Es enserio lo de las leyes de este municipio?.
—Bueno, no se que tanto de dijo Manuel, pero los menores no pueden irse, y debemos respetar a los mayores. Sino hacemos eso. Hay unas personas encargadas de hacer cumplir las normas a las malas.
El hizo una expresión bastante curiosa. Vi miedo en sus ojos verdes y algo de resentimiento. Llegue a la conclusión de que él era el chico de la historia que me contó mi primo. No podía quedarme en silencio, así que le pregunté.
—Entonces…¿Tu eres el chico de la historia?
Su expresión facial empezó a cambiar un poco.
—Entonces el te dijo eso…eh…bueno…digamos que si.. Bueno, ella y yo nos queríamos, mi mamá era la cocinera de su casa. Mi familia llegó a este lugar cuando yo tenía unos 8 años y la conocí. Hablábamos a veces, aunque siempre había obstáculos, nos llevábamos bien, pero cuando crecimos nuestras diferentes clases nos alejaron. A los diez años nos metieron a ese colegio, No nos podíamos ver más, los hombres y las mujeres no se podían mezclar para evitar romances entre estudiantes. Fue difícil para mi hablar con ella desde allí. Solo podía verla cuando iba a visitar a mi madre. Nos vimos en varias ocasiones hasta que un día, por fin hablamos como era debido. Nos fuimos a su finca y hablamos. Pudimos hacerlo en varias ocasiones, pero un día ella me dijo que la habían comprometido con Alex ese mismo chico que nos lanzo pintura.
—Ese niño bonito, care tomate.
—Si. Ella me estaba triste, nos queríamos mutuamente.
— Y ..¿ustedes dos? Ya sabes ¿hicieron esos?
Tyler se puso rojo y volteo su rostro.
—Como se te ocurre, yo no me sentía capaz, me avergonzaba tan solo imaginarlo algo así. Ambos habríamos tenido problemas con nuestras familias.
Mi cara era de que carajos en este pueblo los tienen de santos. No le dije nada más yo parecía un pervertida. Aunque él siguió contando la historia.
—Bueno, un día su madre nos vio hablando y me pidió que me alejara. Ella me prohibió entrar a su finca. Además iba a pedir que me castigarán por acercarme mucho a su hija. Una noche Deicy fue hasta mi casa, y me pidió que nos fuéramos de este lugar, yo no lo pensé y decidí seguirla. Cuando ya casi estábamos en la salida del pueblo, el vigilante de la entrada no nos dejó pasar, nos retuvo. Los padres de ella llegaron, y la abofetearon. Con ellos también aparecieron otros mayores del pueblo. Ellos nos llevaron a un lugar oscuro. Allí estaban dos jefes de 15 familias, todos ellos sobre pasaban los 70 años, en esa reunion decidieron llevarme a la mina pues consideraron un crimen lo que yo iba ha hacer, incluso pensaron que yo..eh….había hecho esa cosas que hacen los adultos y era un rebelde.
Lo último que dijo me daba algo de tranquilidad, la gente de este lugar tenía una mente más allá de la que pensé hace un momento. El siguió hablando y contándome lo que pasó.
—Nos tenían atados como criminales, pensé que nos matarían, mi madre fue traída a la fuerza desde su lugar de trabajo. Y empezaron a hablar de la sentencia, pero Lucia intervino se hecho toda la culpa. Ella lo había planeo todo. Me quería mucho, incluso dijo que pensó en hacer esas cosas de adulto conmigo. Me sentí mal por ella y acepte el castigo de los azotes para no ir a la mina, por mi madre. Nunca supe lo que le hicieron a ella. Yo fui azotado por días con látigos en la espalda. Aún tengo las marcas, solo algunas personas lo saben. Ella hoy está comprometida con Alex. Tal vez por lo que pasó, pero no es muy claro. Yo quiero irme de este pueblo por favor llévame contigo. Es doloroso verla con él.
Mi mente divago por esa historia. Llegue a pensar que había una especie de secta en este lugar. No sé fue extraño, ¿Por qué no dejaban salir a los jóvenes de este lugar?. Si hay tratos inhumanos, ¿Dónde estaba la policía?. Esto era muy raro yo no supe que hacer. Me quedé en silencio y empecé a dudar de mi impulso por venir a este lugar.
Yo lo abrace algo conmovido por su historia, lo abrace con lágrimas en los ojos.
El estaba un poco incomodo, creo que me acerque mucho, como dijo mi primo aquí no es común tener gestos de cariño, pero me daba igual me sentía triste por su historia de amor.
[…]
Mientras yo lo abrazaba y el se ponía rojo y se incomodaba por mi actitud. Alguien abrió la puerta, pero cuando voltee a mirar era muy tarde.
Una chica tal vez de unos veinte tantos años apareció. Ella tenia el cabello rojo y los ojos verdes como Tyler. Un poco mas alta, que el, algo delgada, tenia algunas pecas y su rostro era redondo. Al verla llegué a la conclusión que era su hermana, por su parecido físico.
—Eh… Gabriela…no es lo que tú piensas…es…eh…
—Ya veo, sigan en lo suyo…
—Espera……
Ni el ni yo supimos que hacer, pero de un momento a otro yo trate de arreglar esto.
—Lo lamento, fue mi culpa me deje llevar, soy un poco impulsiva.
Eso no ayudó mucho, porque ella me ignoro, siguió su camino hasta el segundo piso.
No quise seguir insistiendo, pues eso sonó como algo con doble significado. No pude contener la vergüenza y Tyler me habló.
—Se me olvidaba decirte. Tienes que seguir disfrazada de chico. Sino ambos tendremos problemas, ya sabes a los dos nos encontraron en una situación un poco rara…y…
Me mente se puso en blanco. Este lugar era un verdadero perdedero. ¿Cómo era posible que fueran tan drásticos y pusieran sanciones por algo tan mínimo?. Decidí seguir la conversación para saber algo.
—Dime, ¿Por qué no quieren que las chicas se acerquen mucho a los chicos?.
—Para evitar romances entre los adolescentes.
—Pero cuando sean adultos, ¿Cómo viven en este pueblo?.
—Es algo complicado, creo que a veces es más por quien es la persona, eso lo hacen más que todos para las familias dueña de este lugar, mientras los extranjeros y los que son normales pueden escoger su vida.
Las palabras de Tyler no tenían lógica y decidí preguntar por eso.
—Dime, entonces, ¿Por qué los adultos no se van?.
—Si te vas de aquí, te vas sin nada, tal vez con dos prendas y sin un peso. Algunas personas vinieron aquí buscando paz y tranquilidad. Cómo explicártelo..las ciudades son muy peligrosas, yo perdí a mi padre en un robo. Aún recuerdo eso. Aquí por lo menos vives tranquilo. Tienes tus cosas y nadie te puede hacer nada.
En eso tenía razón la seguridad es muy insegura. Hasta yo me sentía asustada cuando estaba en la calle. Vi en Tyler una persona un poco traumada, lo entendía. Entre comillas en era una ciudad tranquila, aunque los dueños de este municipio se estaban aprovechando de eso para hacer lo que les diera la gana con las personas de afuera.
Tyler tenía los ojos algo cansados. Creo que ya era otro día, aunque por las dudas le pregunté.
—¿Cuánto tiempo llevo dormida?.
—Como 5 horas, casi te resfrías, pero estás bien. Solo te diste un golpe.
Pensé que había sido más tiempo. Me calme un poco y me levanté del sofa.
—Entonces…¿podemos pasear por esta municipio?.
En se puso algo serio y tomo aire.
—Esta bien, pero, recuerda eres un chico. Solo ponte una gorra, a ellos no les gusta mucho la cercanía entre adolescentes…
Aún no me cuadraba eso de la cercanía, ¿Cómo se casaba la gente aquí?. Pensé en devolverme a mi casa. Estaba en un lugar extraño y loco. Tyler era lindo, pero yo no vine a este sitio a buscar novio, ni nada de eso. Vine a tener libertad y termine encerrada en una lugar peor que mi casa.