Recapacitar.

1781 Words
... Desperté debido al sonido de los golpees en la puerta de mi habitación, no había peor forma de levantarse que esa. — Voy. — dije de muy mala gana. Como pude abrí la puerta, y tarde al menos 10 segundos en darme cuenta quien era. — Oh, Hola Juls.— Sonreí, era increíble como ella lograba sacarme una sonrisa aún a esta hora. Sus ojos se desplazaron por todo mi cuerpo, fue entonces cuando me di cuenta que no llevaba camiseta, sólo tenía la parte del pijama de abajo, es decir un pantalón, y estaba en brassier. Automáticamente me tape como pude con mis manos. — Lo siento, no me di cuenta— dije comenzando a ponerme nerviosa. — No, no hay problema. Yo ya me iba— dijo Juls apuntó de irse e intentando mirar mi cara, esto era tan incomodo. — No, espera. ¿Qué venías a decirme?,— pregunté sosteniendo con una de mis manos su brazo. (Ella observo mi agarre, luego mi torso y sus ojos terminaron en los míos.) -Lo había olvidado, quería darte esta revista.— dijo mostrando su perfecta sonrisa. La mire un poco confusa. ¿Había venido hasta aquí sólo para darme una revista?. — Sale la cantante de la que hablabas anoche, esa que acosas.— dijo divertida. Ambas comenzamos a reír. — Oye yo no la acoso, solo admiro mucho su vida y sé mucha información de ella. — me defendí aún riendo. — Si como tú digas, si eso te deja dormir por las noches.— dijo Juls. (Era tan divertida, nunca fui una mujer de risa fácil, pero ella tenia cierto poder sobre mi, no podría explicarlo.) — Ya deja de pelearme y dame la revista.— conteste sacándole la lengua en señal de burla. — Esta bien.— sonrió por mi gesto y me entrego la revista.— ¿Nos vemos hoy a la madrugada?.— me preguntó. — Claro que si, como todos los días.— respondí rápidamente — digo sabes que no puedo dormir sin comer algo dulce.— era una gran excusa para verla y obtener mas información claro. — Si yo tampoco puedo hacerlo sin comer algo antes.— miro sus manos y las entrelazo un poco nerviosa. Estaba mintiéndome lo sabia.— Así que ya debo irme, nos vemos luego-. Ya quería, más bien ya necesitaba que sea las 03AM, hace algunos días que veníamos viéndonos de esa forma con Juliana, la primera vez ambas nos habíamos encontrado casi por casualidad en la cocina ambas en busca de algo que comer a esas horas. pero luego lo continuamos haciendo en busca de la otra. Hacia días que platicábamos mientras comíamos por 30 minutos más o menos y luego cada cual se iba a dormir, bastante feliz por mi parte. Volvieron a golpear la puerta, me apresure a abrir. — ¿Si que te olvidaste?— dije riendo creyendo que era Juls. Pero sólo tenía a un confundido Jacobo en el marco de mi puerta. — Primero, ¿a quien esperabas?. Segunda pregunta, ¿ porqué esa sonrisa tan temprano,¿ acaso ganaste la lotería?.— — Primero, ¿Qué quieres?. No ves que estoy en ropa interior, Y respondiendo la segunda, no estoy sonriendo.— respondí intentando volver a mi humor mañanero aunque eso ya no era imposible, estaba muy feliz como para hacerlo. — Vístete.—dijo entrando a mi habitación y dándose la vuelta para no ver.— Debemos irnos a encontrar con Mateo y Guillermo, van a llevarnos a ver como esta en proceso nuestra mercancía— Y eso logró si que logro hacerme sacar la sonrisa de mi rostro. Subimos al auto y comenzamos a seguir el vehículo de Mateo ya que él si sabía dónde íbamos, bajamos en una gran construcción a unos 20 kilómetros de la casa. Saludamos a Mateo, y nos dirigimos dentro del edificio. — ¿Estas bien?, no te ves nada bien, parece que no has dormido en días.— pregunto Jacobo a Mateo mientras caminábamos. — Es porque no he dormido en días, tú jefe me manda de acá para allá y me presiona para que encuentre al Alacrán, pero lo único que logra con eso es que comiencen a sospechar de mi, comienzo a pensar que tal vez la cárcel no era tan mala opción.— respondió bastante afectado. Si bien él había elegido está vida y era uno de ellos, me daba un poco de pena su rostro demacrado y preocupado me hacia sentir mal por aquel muchacho. Entramos y nos encontramos con una gran fábrica, de hecho Guillermo tenía puesto un Barbijo y unos lentes de construcción.. — Hola mis niños,— dijo abrazándonos.— Vengan les mostraré el "Heaven". — estaba muy entusiasmado. Al entrar mi alma simplemente se quebró. Había mujeres muy jóvenes con barbijos envolviendo la droga, había algunos hombres, había ancianos, y algún que otro adolescente. Estaban divididos en dos, unos se encargaban de embolsarla, y otros eran los encargados de ponerlas dentro de peluches. Era un trabajo tan esclavo e insalubre, la mayoría de ellos no viviría demasiado luego de esto. Y eso si sobreviven a estos enfermos, estaba segura que la mayoría de esas personas estaban obligadas a estar ahí, porque así es como trabajan estos monstruos. Ver las miradas vacías, y sin esperanzas de estas personas me hizo replantearme el hecho del porque había iniciado en un principio este trabajo. — Este querido amiguito será quien traspase su droga del país sin que nadie lo noté— dijo Lombardi tomando unos de sus peluches y exhibiéndolo. Era tan cínico quería matarlo ya mismo, pero debía respirar y contenerme. — Esto es asombroso, ¿tú ideaste esto?— pregunto Jacobo, sabía adónde se dirigía y agradecía el hecho de que él pudiera hablar. — En parte,— dijo con aire de superioridad.— en realidad fue un trabajó en equipo, mío y del Alacrán. —Escuche hablar mucho sobre el Alacrán, es un grande.— dijo sonriendo y mostrándose orgulloso al hablar de ese enfermo. — Si que lo es.— contesto aún más orgulloso Guille y él si que no lo estaba fingiendo.—Sabes algo Jacobo te lo presentaré en unos días.— Bum había caído en la trampa astuta de Jacobo. — Eso sería genial muchas gracias Guille.— dijo Jacobo abrazándolo. — No hay porque amigo, saben debo irme pero vayan por donde quieran libremente, un día ustedes tendrán algo así sin duda.— nos dijo a ambos como si esto fuera una puta empresa normal, como si todo esto fuera un gran logro el cual imitar. Investigamos cada rincón del lugar buscando alguna cámara la cual nos pueda detectar, no había ninguna, lo cual era lógico nadie se grabaría cometiendo un delito. Y así con cuidado de que ninguno de sus "soldaditos" armados nos viera sacamos algunas fotografías y nos fuimos. Volvimos a la casa, pero justo cuando estábamos por entrar, Jacobo cambia de dirección y comienza a seguir un auto que de ahí salía. —¿Qué es lo que haces?.— pregunté al mismo tiempo que me daba cuenta que el auto que seguíamos era el de Juls. — ¿Qué hora es? — preguntó ignorando. — Las 18:00hs, ¿Por qué estábamos siguiéndola?.- — Intento ver donde es que va cada puto día a esta hora, sé que no es a la Fundación porque este no es el camino.— respondió Jacobo. — ¿Ya la has seguido antes?, ¿Qué si te ve?. — pregunte intentando hacerlo recapacitar. — No he sido yo quien la siguió la otra vez, estaba en al auto con Sergio y entonces el dijo eso de ver donde se iba a este mismo horario, pero cuando intentamos seguirla, mierda.— dijo frenando el auto muy frustrado.— Cuando intentamos seguirla justo en esta misma curva la perdemos. — terminó de decir. Juliana tenía un secreto, que tal vez podría ser importante para la misión pero yo había estado tan ocupada en conversaciones tontas sobre cantantes y comida, que lo desconocía completamente.. ~~~~*~*~*~*~*~~~~ Pasaron las horas, eran las 03am me dirigí hacia la cocina, ahí estaba ella con un pijama de seda que le quedaba desgraciadamente hermoso. — ¿Qué es lo comes ?. — dije asustándola. — Me asustaste.— contesto poniendo una mano en su pecho, hizo una mueca exagerada. — chocotorta.— habló comiendo un bocado. — Mi preferida— respondí. — Lo sé, es por eso que pedí hoy temprano que la hicieran para ti.— me tendió una cuchara, la tome con una sonrisa creciente en mi. Estaba siendo tan dulce como este postre esto era tan difícil, miré sus labios se veían rosados y dulces por lo que comía, su perfil era exquisito, su mentón tan delicado y pronunciado. Ella era absolutamente perfecta. Pero debía ser fuerte. — Entonces, gracias por la chocotorta.— Hable comiendo un bocado.— Esto es riquísimo.— dije con la boca llena. Cosa que la hizo largar una carcajada a Juls y yo la acompañe riendo mis dientes estaban completamente manchados de chocolate y los suyos también.. Estuvimos hablando por unos 10 minutos hasta que noté que ella ya no comía más, sino que me observaba a mi hacerlo. Me encantaba que lo hiciera pero no debía distraerme. — Mientras disfrutaba de este placer de dioses estuve pensando en como compensarte—la miré. — ¿Qué tal si mañana te invitó a merendar afuera?— pregunté — Claro, ¿a que hora?— respondió ella. —A las 18hs, ¿te parece bien? — pregunté llevando el tema a donde quería ir desde un principio. — Lo siento a esa hora debo estar en la fundación.— mintió. Mintió mirándome a los ojos con esa cara de inocente. Me preguntó ¿Cuántas mentiras pudo decirme con aquella boca angelical que me hipnotizaban como tonta?. — Sabes que no hay problema lo entiendo— Respondí intentando que no noté mi decepción.— Mejor ya voy, me llené y además me agarro sueño.- — Si está bien, a mi también. Nos vemos en la mañana alcanzó a decir. Antes de que me fuera huyendo de ahí dejándola sola. ¿Qué es lo que ocultaba?!. ¿Por qué me había mentido de esa forma?!. ¿Y porque me dolía tanto?, apenas la conozco. Ella es sólo alguien más de este caso, una sospechosa más, debía dejar de pensarla tanto, no era ético esta especie de amistad que había comenzado con ella y era mejor cortarla desde la raíz, desde ahora, ella era solo un caso más, una misión u nada más.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD