Capítulo XI: Sin recuerdos

1735 Words
Melek Abro los ojos encontrándome en una camilla, miro hacia los lados encontrando un par de enfermeras y a un hombre mayor con una bata blanca, al parecer es el doctor. Trato de moverme, pero mi cuerpo no responde. ¿Cómo llegué aquí? ¿Qué me pasó? Son las preguntas que se me vienen a la mente al darme cuenta de que estoy conectada a múltiples aparatos. Trato de hablar pero tampoco puedo, las palabras se quedan en mi boca. Abro los ojos como platos y los muevo de un lado a otro, con desesperación. —Tranquila—el doctor se acerca a mí—,tranquila niña. Estuviste en coma durante tres meses... ¿En coma? ¿Tres meses? ¿Qué diablos me pasó? —En este momento voy a hacer unos exámenes de rutina—se acerca más a mí y veo en su mano una especie de lámpara encendida—. Veamos como respondes a diversos estímulos sensoriales—dice comenzando a pasar la lámpara por mis ojos primero el izquierdo y continúa con el derecho—¡Muy bien, tu vista está perfecta!—afirma. —¿Puedes entender lo que digo?—inquiere—pestañea una vez si lo haces—me ordena y lo hago, cierro y abro los ojos para que sepa que lo entiendo—perfecto—lo veo hacer anotaciones en una especie de tabla.—Ahora, intentemos otra cosa ¿Te parece?—asiento en respuesta. —¿Puedes decirme cómo te llamas?—quiero responder su pregunta pero no puedo, simplemente no lo recuerdo. —N-no lo recuerdo—el médico me mira preocupado—¡No recuerdo quién soy!—comienzo a llorar y el pánico se apodera de mí. Un dispositivo al que estoy conectada comienza a sonar y a lo lejos puedo escuchar al médico dar órdenes a las enfermeras. —Adminístrale una dosis de midazolam y llamen al señor—es lo ultimo que escucho. Segundos después, siento mi cuerpo relajado y lentamente cierro los ojos quedándome dormida. ... POV Enzo —¡No por favor!—me súplica y no podría importarme menos, me pongo de cuclillas para quedar a su altura y la tomo del cabello—¡Ah! ¡Suéltame!—estira sus brazos hacia atrás, tratando de soltarse de mi agarre, pero con lo débil que está no lo logra. —Te advertí que si intentabas escapar de nuevo acabaría contigo, estúpida—levanto la mano listo para darle una bofetada pero queda a mitad de camino cuando escucho mi móvil sonar. La suelto y me incorporo para responder, sin dejar de mirarla—cuidado con lo que intentes hacer—le advierto, ella se encoje, abraza sus rodillas y entierra su rostro entre sus piernas. —Diga—finalmente respondo. —¿Señor Lombardi?—pregunta la voz al otro lado de la linea—Me comunico de la clínica San Francisco de Asís. —Él habla ¿Qué sucede?—respondo intrigado, en estos dos meses no me habían llamado en lo absoluto. —El doctor De Luca necesita hablar con usted urgentemente, se trata de la señorita Ferrer—informa la mujer—¿Tiene tiempo para reunirse con él?—inquiere y no sé que responder. ¿Y si ella despertó? estaré en graves problemas. Maldición ¿Por qué no te moriste esa noche?—Señor ¿Sigue ahí?—la voz me hace regresar de mis pensamientos. —E-está bien, ¿Cuándo? —Hoy mismo, dado que es un tema urgente, cuando llegue pregunte por el doctor De Luca en recepción—responde y toco el puente de mi nariz, conteniendo la ira. —Está bien, estaré ahí dentro de un par de horas—no le doy tiempo a replicar y termino la llamada. —¡Ah!—suelto un grito de frustración pateando todo lo que veo en el suelo y me jalo de los cabellos. —Te han salvado esta vez—me acerco a ella, la observo desde mi altura y con la punta de mi zapato pateo su pierna si infringir dolor, ella solo se encoje más y se lleva las manos a la cabeza.—No se te ocurra tratar de escapar otra vez,que te quede claro, no puedes huir de mi, ¿Entendiste?—asiente con la cabeza lo cual aumenta mi rabia y la tomo nuevamente del cabello—cuando hago una pregunta, espero una respuesta maldita zorra, no colmes mi paciencia y responde—digo severo. —Me quedó claro, Enzo—responde finalmente y solo así la suelto bruscamente. Me incorporo acomodando la chaqueta de mi traje y salgo de la habitación, asegurándome de colocar el candado correctamente esta vez. —Me confié una vez y te aprovechaste, no me arriesgaré de nuevo. ... Tal como le dije a la persona que me llamó, estoy en la clínica donde dejé a Melek hace tres meses, siendo sincero no creí que lograría sobrevivir pues llegó en un estado bastante critico. —Buenas tardes—saludo llegando a recepción—,el doctor De Luca me ha citado para hablar sobre una paciente—le informo a la recepcionista, ella asiente y comienza teclear algo en su computadora. —¿Señor Lombardi?—pregunta levantando la vista de la pantalla, asiento y se levanta de su lugar haciéndome una seña para que vaya hacia ella.—Por aquí por favor, el doctor lo está esperando en su oficina—me informa y la sigo por un largo pasillo hasta llegar a una puerta que me imagino es la oficina—puede pasar señor—me dice la mujer y se gira para irse. Abro la puerta y veo al doctor De Luca sentado tras un escritorio. Después de saludarnos debidamente, me invita a tomar asiento, lo obedezco y desabrochando los botones de mi saco me siento cruzando una pierna sobre la otra. —¿Qué está pasando doctor? —Seré breve señor, la paciente ha despertado del coma—me informa—, y aunque es una buena noticia también hay una mala—¡Mierda despertó! No puede ser, si ella habla estoy acabado. —¿A qué se refiere?—replico nervioso. —Como bien sabe, la paciente llegó con múltiples lesiones en su cuerpo; costillas rotas y heridas profundas que fueron muy difíciles de tratar por la cantidad de cristales que tenia incrustados en dichas zonas...—explica detalladamente lo grave que llegó a la clínica—hubo un momento que entró en paro, esto ocurre cuando el corazón repentinamente deja de latir, por ende, el suministro de sangre al cerebro y el resto del cuerpo se detiene, afortunadamente logramos salvarla con rcp—continúa explicando. —La paciente, además de todo lo que le expliqué anteriormente, también llegó con un fuerte golpe en la cabeza—¿Cómo olvidarlo? Tenía la mitad de su cuerpo fuera del auto—el trauma provocó que su cerebro se inflamara y sumado a eso, el momento de crisis que tuvo durante la cirugía le causó un daño mayor, la única manera de tratar de revertirlo fue induciéndole un coma y solo teníamos que esperar a que poco a poco se fuera desinflamando, no sabíamos cuanto tiempo iba a tomar o si tendría el resultado esperado, pero milagrosamente lo hizo—culmina dramáticamente y contengo el impulso de rodar los ojos. —Es un alivio que pudieron salvar a mi prometida doctor, pero, aún no me ha dicho a qué se refiere con la mala noticia, si ella despertó, quiere decir que está bien...—mis palabras quedan cortas cuando el doctor me interrumpe. —Su prometida despertó con amnesia señor Lombardi—suelta de pronto, la noticia me hace levantar las cejas sorprendido. Dejo salir un suspiro de alivio. Tengo que aprovechar la situación, nunca creí que despertaría y para mí buena suerte; lo hizo amnésica. Comprimo la ligera sonrisa que se forma en mi rostro. —¿Eso quiere decir que tampoco me recuerda a mí?—inquiero fingiendo preocupación. —Me temo que no. —Necesito verla—el doctor me observa y comienza a negar lentamente—, por favor—le ruego. —No creo que sea prudente en estos momento, cuando despertó hace unas horas, entró en crisis al no recordar nada de su vida y tuvimos que sedarla, dele un poco más de tiempo para que asimile su situación, yo hablaré con ella sobre usted y cuando se sienta preparada para verlo, se lo haré saber señor Lombardi—asiento, parece que no hay nada que hacer por el momento. —Está bien doctor De Luca, estaré esperando su llamada—afirmo y me levanto del asiento para despedirme y salir del lugar. —Cara, cara, una vez dijiste que tendrías que perder la memoria para estar conmigo, bueno ese día llegó—con una sonrisa en mi rostro, subo al auto y lo pongo en marcha.—Esto hay que celebrarlo. ... Iskander —¡No te vayas, no!—despierto bañado en sudor, mi corazón palpita con desenfreno por el sueño extraño que acabo de tener con Melek—¿Qué fue eso?—me pregunto en voz alta levantándome de la cama para ir a la cocina por un vaso con agua. En todo este tiempo no había soñado algo igual, es como si Melek se estuviera manifestando en este sueño. ¿Será un señal? Después de lo que hablé con mi hermano en mi oficina, había tomado la decisión de dejarla ir, pero, ahora estoy convencido de que no es lo correcto y las sospechas de que ella pueda estar con vida en alguna parte, se intensifican. —Si estás con vida, juro que no voy a descansar hasta encontrarte, mi amor—Murmuro mientras me termino el vaso lleno de agua, lo dejo sobre la barra y regreso a mi habitación. Tomo el móvil que esta sobre la mesita de noche y marco un número. —Señor Aksoy, ¿En qué puedo ayudarlo?—contesta al primer tono. —¿Nunca duermes?—inquiero, aún sabiendo la respuesta. —Si duermo, no gano dinero señor—replica en tono serio y guarda silencio esperando mis órdenes. —Como sea, necesito que investigues un accidente que tuvo lugar en Roma hace exactamente tres meses...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD