MILO Era increíble lo rápido que habían transcurrido esos dos meses; lapso pleno de buenos momentos y el mejor sexo de su vida. Regina era una mujercita, apasionada sexy y dulce, absolutamente diferente a todas laa mujeres que hubiera tratado antes. Trabajadora y orgullosa, incapaz de aceptar o tomar nada extra, esquivando con una sonrisa lo material, entregándose a él por entero. No sólo disfrutaba de su cuerpo, de su sensualidad; charlar, cenar, bailar, escuchar música o mirar el cielo se volvían planes increíbles con ella. En más de una ocasión se inquietó ante la posibilidad de estar yendo demasiado lejos; él no había considerado tener algo más que una relación casual. Sin embargo, no dudaba en invitarla a sus lugares más íntimos sin sentirse invadido. Había noches en que sentía nec

