MARCO MIKHAILOV

“La justicia de los hombres es limitada” MARCO MIKHAILOV     Cuando eres de la realeza, y más aun cuando eres un príncipe heredero tienes la obligación de ser el mejor en todo, pero cuando tu eres el príncipe de la mafia rusa, la sangre tiñe inevitablemente tus manos desde la infancia, en la Bratva la inocencia no existe eres preparado para matar y ver morir desde que comienzas a caminar.     La educación también es tomada muy en serio, desarrollamos armas con alta tecnología y hablamos varios idiomas a esta edad con solo 14 años, domino a la perfección ingles, francés, alemán, español, mandarín, y mi lengua materna ruso.    — ¡Dispara!— Ordena mi padre ¡yo solo soy un niño! No quiero hacerlo, un hombre esta amordazado, golpeado y de rodillas ante mí.     — ¡No puedo, padre!— Estoy temblando y sosteniendo un arma sobre la frente del hombre, que llora por piedad mientras niega con su cabeza.     —Él que traiciona a la Bratva, debe morir es su destino ¡así como el tuyo! Ya estaba escrito desde antes de nacer ¡debes proteger tu familia, la piedad no existe! Me dice mi padre furioso por mi actitud.      Comienzo a llorar— ¡No puedo hacer esto!— Mi hermano menor me arranca el arma de las manos y dispara, la sangre me mancha el rostro y la ropa, he visto morir muchas personas, pero matar, no lo he hecho – ¡Así se hace!— grita mi hermano eufórico.     — ¿Cómo puedes estar feliz de matar a alguien?— Mi hermano ¡es un niño!,  y menor que yo, miro el cadáver que quedo con una grotesca expresión en la cara lo que me obliga a voltear la mirada a otra dirección.      Mi padre le da un golpe a mí hermano que lo hace caer, ¡tú naciste de segundo, debes respetar a tu líder! ¿Entendido? Dice fijando mi autoridad sobre él.     —Él no tiene las agallas para asumir el mando de la familia ¡lo sabes!—Le responde molesto mi hermano desde el suelo, está lleno de rabia y de rencor hacia mí.     Y tiene razón yo no quiero esto en mi vida, ¡no nací para esto! Pero es algo inevitable según mi padre yo seré el líder y mi hermano mi Vor ¡me siento tan impotente en este momento!, ¿Qué puedo hacer? Me pregunto     —Hijo, la traición se paga con la vida, y no se dejan cabos sueltos, su hija también debe morir. — Dice mi padre mientras me entrega, un bebe que apenas camina, ella al verme sonríe es preciosa.  — ¿Sabes lo que tienes que hacer?—Me pregunta mi padre mirándome con dudas. —Si padre. — Respondo yo con seguridad, mientras trato de limpiar mi rostro.     Mi hermano sale furioso del sótano oscuro donde estamos, golpeando mi hombro con su hombro al retirarse, mi padre sonríe y niega con su cabeza. —Debes imponerte ¡porque si no tu hermano te va a agarrar por las bolas! Y dudo que quieras eso. — Me ordena con arrogancia propia de él.     Salí con la niña, dispuesto a realizar el encargo de mi padre ¿Qué daño podría hacernos ella? No sabe, ni quien es— ¿Cómo te llamas?— Le pregunto     Y ella solo sonríe graciosa –No puedo matarla. — Me digo en una conversación conmigo mismo, yo no me lo perdonaría jamás.          llevo a la niña en mi moto, a casa de la que fue mi nana, al llegar toco su puerta y ella misma me abre, cuando me ve su mirada se ilumina –¡Me tenias olvidada pequeño, ya eres todo un hombre!. —     Nathaly, se asoma detrás de mí, curiosa con sus grandes ojos chocolate — ¿Qué significa esto, Marco no me digas que ya tienes una niña? Porque eres un niño aun y ella no se parece a ti. — Dice mi nana Margaret      —Mi padre me encargo eliminarla. — Le digo asqueado totalmente por sus decisiones     Asombrada— ¿Qué demonios tiene en la cabeza Alexie, ahora? Eso es lo más macabro que he escuchado ¡manchar tus manos con sangre inocente! definitivamente esta más loco cada día. — Me dice molesta haciéndome pasar a su casa.     —Pienso lo mismo, por eso vine aquí eres la única que puede ayudarnos. — Le digo suplicante     ¿Quieres que la cuide?— pregunta dudosa     — ¿Lo harías?— Le pregunto esperanzado, porque si no la quiere, tendría que matarla o abandonarla y ambas opciones para mi serian demasiado difíciles.     —Siempre quise ser madre, ¡no sabes la magnitud del regalo que me estás haciendo!— Me dice emocionada con un par de lagrimas en los ojos, mientras acaricia la cabeza de la bebe que se acerco hasta ella.     —No las voy a desamparar nunca, no les faltara nada nana lo prometo. — Le informo con sinceridad levantando la mano, en señal de que hablo muy enserio.     Mi padre siempre pensó que mate a la niña, mientras ella está siendo criada por la que fue mi nana cuando estaba pequeño y está cerca de mí, no conocí otra madre que no fuera esa, la visitó cuando puedo.     Ha pasado el tiempo y ahora tengo dieciocho años y he tenido que torturar y matar por orden de mi padre, tengo que tomar pastillas para dormir porque al cerrar los ojos veo a mis victimas, llorando gritando piedad ¡las pesadillas no me dejan dormir en paz! y en ocasiones hasta estando despierto los alucino, puedo ver la cara de cada una y no tengo paz. VALENTINA SAENZ DE DIAZ          — Debes dejarlo ya es peligroso, tú tienes familia ¡arriesgas a tu hijo!— Dice Daniel Díaz mi amado esposo. — ¡Trata de entender! Yo debo ayudar, no puedo irme en este momento mi hermana está en manos de ellos. — le explico — ¿Cómo es posible que ustedes dos hayan escogido esa carrera tan peligrosa?— Cuestiona refiriéndose a mi hermana y a mí.     Mi esposo me abraza, haciéndome sentir lo importante que soy para él se que tiene miedo a perderme ¡pero Valeria fue descubierta, estando infiltrada en la Bratva está viva! porque hace una hora el líder Alexie Mikhailov me llamo y me permitió hablar con mi hermana, para que lleguemos a un acuerdo, yo dejo de perseguirlo y obtengo a mi hermana ¡no puede ser tan fácil!     Es una trampa pero no tengo más opción que ir allí al darme la ubicación, voy con mi compañero, tenemos microchip implantados en el cuerpo, no tengo idea de ¿cómo desactivaron el de Valeria?     Me centro en la conversación que tengo con mi esposo y le respondo— ¡Se lleva en la sangre! Mi abuelo y después mi papá fueron de la C.I.A. — Le digo de forma orgullosa, Tengo tanto miedo ¡como nunca en mi vida! cuando luchas por desconocidos, sientes empatía y muchas cosas, estás haciendo tu trabajo ¡pero cuando la que corre peligro es tu familia, tu sangre! Es indescriptible todo lo que podemos llegar a sentir, no es fácil y debo disimular, ante mi esposo para no preocuparlo más.  —Y como no tuvieron varones, ustedes siguieron la tradición, yo no quiero que sigas con eso amor ¡ya cumpliste tu tiempo!— Me dice Daniel cansado de las situaciones de peligro ante las que me expongo constantemente.     —Gracias a la agencia yo pude conocerte, ¡no puedo irme ahora! Te prometo que es mi última misión— le digo tratando de calmarlo, yo lo salve de un secuestro, nos enamoramos perdidamente por esa razón él conoce  mi identidad como espía, entre las normas de la agencia esta un contrato de confidencialidad en la cual no podemos revelar a nuestra familia sobre nuestro trabajo.     Al siguiente día, me tengo que ir temprano a rescatar a mi hermana menor, voy a la habitación de Elías y le doy un beso como siempre, él esta medio dormido, — te amo. — Le susurro, me siento fatal, esto que me está pasando sobrepasa por mucho cualquier otra situación ¡siento que me voy a volver loca!     Voy con Christian al encuentro con el mafioso en Rusia, tomamos un jet de la agencia, el cual él mismo pilotea, también se encarga de preparar las armas, Llegamos a Moscú un territorio totalmente controlado por la mafia estoy un poco nerviosa ¡no sé porque! Tengo la corazonada que todo saldrá mal, tal vez es porque tienen a mi hermana y estoy paranoica.     —Díaz debes tranquilizarte. — Me dice Christian Cavill mi compañero     — ¿Cómo me pides eso? es mi hermana la que está allí ¿tienes idea de las cosas que le han podido hacer?— No puedo controlar mis pensamientos, los métodos de tortura al que somete la Bratva a sus enemigos son brutales.     —Sabes que yo la quiero tanto como tú, y la vamos a sacar de allí. — Me dice con seguridad que no me puede trasmitir. —Lo sé, te dije que ibas a ser feliz con ella. — Le manifiesto.     —A ella la quiero, pero a ti te amo. — Me confiesa sentimientos que yo juraba él había dejado en un pasado tan lejano que me parece increíble y estúpido que venga con eso a estas alturas.     —No puede ser que sigas con esas cosas, ¡no llegamos a ser nada nunca!— Le digo molesta con la situación a la que hemos llegado.     —Por qué no quisiste, sabes lo doloroso que es para mí verte del brazo de Daniel Díaz ¿Por qué nunca me diste una oportunidad?— Me dice con pesar evidente     —Sabes que yo te quiero mucho, Chris pero el amor no se elige solo se siente— Le explico yo no pude sentir nunca nada mas por él, que un afecto fraternal.     — ¡Yo hubiese dado todo por ti!— Me dice, acercándose e intentando besar mis labios, yo solo volteo mi cara para evadirlo y sus labios solo llegan a tocar mis mejillas y yo freno su avance.      —Debes parar, con eso ¡por favor!— Le susurro, está muy cerca de mí ¡me siento intimidada por él! Mi piel se eriza a causa de su respiración agitada cerca de mi oído, estoy muy vulnerable en este momento.     —Te arrepentirás de haberme rechazado. — Me dice con los ojos rojos y la mandíbula apretada ¡está furioso!, es un hombre atractivo cualquiera menos yo ¡puede enamorarse de él! Mi corazón lo ocupa mi esposo. —Lamento, no poder corresponderte. — Le digo, en serio lo aprecio ¡es mi amigo!     —No más que yo, pero lo harás. — Me dice amenazante, mientras una macabra sonrisa se instala en su cara ¿Por qué está actuando de esa forma?     No sé qué le pasa hoy, hace tiempo que había dejado estas insinuaciones ¡es pareja de mi hermana! ¿Cómo puede seguir con eso? me parece estúpido.     Llegamos a un edificio, y en la entrada hay dos hombres llenos de tatuajes uno corpulento y el otro tiene aspecto de niño ¡aunque es enorme! vigilando la entrada ¡estoy nerviosa! Ellos sonríen dándome la bienvenida esto me parece loco e ilógico, nada es lo típico a pesar de “firmar una tregua” todo el ambiente que me rodea, ¡no es lo esperado, por mi!      Estoy cardíaca, el estomago lo tengo hecho un desastre a causa de los nervios que me causa estar aquí ¡dentro de poco estaré en presencia de un monstruo! ya que Alexie Mikhaylov es un asesino sanguinario despiadado, violador, contrabandista ¡y mi hermana ahora está en sus manos! —Adelante, el jefe la está esperando agente. — Me dice el más grande, el otro sonríe y nos dice— síganme—.     Pasamos adentro todo tiene buen aspecto ¡se ve lujoso y ostentoso! en la especie de salón que nos recibe al traspasar la puerta principal, seguimos por un pasillo y encontramos una puerta, que nos lleva a las escaleras hacia el sótano, la puerta suena fuerte, al ser cerrada por el joven, eso me hace dar un respingo— No tiene que estar nerviosa agente, no le haremos nada. — Me dice él, mientras mi compañero sigue sumergido en silencio desde mi rechazo.     Avanzamos a paso lento, yo estoy alerta ¡es increíble que me hayan dejado pasar con las armas! , entro y encuentro a mi hermana atada a una equis de madera y esta desnuda a su lado se encuentra el jefe de la mafia Alexie Mikhailov, se encuentra marcada por completo con un látigo ¿le falta una mano? ¡Estoy horrorizada! es el lugar donde se encontraba el microchip por esa razón no la localizamos.      No puede ser ¡no tiene uñas, en la mano que aun que le queda! ¡Apenas puede abrir los ojos! por la golpiza que le propinaron, Tiene un aspecto deplorable, estoy impresionada del daño que le han hecho, estoy temblando de la rabia y Christian sigue sin reaccionar.      Cuando me acerco a auxiliarla, el maldito de Alexie Mikhailov le dispara en la sien, salpicando toda su cara y traje con la sangre de mi hermana —Maldito—Grito y le disparo ¡pero mi arma no detona!, entonces me lanzo al ataque sobre el desgraciado, que mato a mi hermanita ante mis ojos. — ¡Christian ayúdame!— Le pido a mi compañero, en medio de la pelea.      Que me responde –Te dije que te arrepentirías. — Él está a mi lado, volteo hacia él y logro propinarle un golpe en la entrepierna que lo deja doblado del dolor en el suelo, los otros dos sujetos aprovechan para sujetarme.      —Es una lástima, que tengamos que liquidar una hermosura como usted— Me dice el joven sujetándome desde atrás  susurrando en mi odio esas palabras, con una sonrisa macabra en el rostro ¡mientras presiona su pelvis a mi trasero evidenciando una erección!     — ¿Qué maldito enfermo se excita con una situación así?— le digo temblando de rabia y frustración.     —Te haré sentir como nunca ¿has estado alguna vez con dos hombres a la vez?—     —Eres un bastardo asqueroso— le digo yo     —No nos habían presentado, soy Víctor Mikhailov y no soy un bastardo, pregúntale a mi padre— dice con calma tocando mi entrepierna ¡no puedo hacer nada para evitarlo! me están atando con una cuerda como una maldita sumisa ¡no quiero ser violada! No quiero morir así ¿Cuántas cosas habrá pasado Valeria en sus manos?      —Se ve que estas mejor que tu hermana, vas a gozar muchísimo siendo penetrada por los dos al mismo tiempo— continua diciendo el que ahora se es Víctor Mikhailov ¡esto es la peor pesadilla para mí! tengo nauseas ¡no puede ser que acabe de esta forma!, debo luchar por mi familia.      _ ¿Desde cuándo nos traicionas?— Le pregunto a Christian mientras, a la vez me pregunto ¿Como fui tan estúpida? ¿Cómo no me di cuenta que un traidor marchaba en nuestras filas?      —Entre a la agencia por orden de mi líder, tú podrías haberte salvado pero te empeñaste una y otra vez en rechazarme. — Dice mientras se levanta ya recuperado del golpe que logre darle.      Me terminan de inmovilizar entre los tres desgraciados, y lloro al ver el cadáver de mi hermana con los ojos abiertos como si estuviera mirándome la sangre le recorre el borde del rostro y se desliza por todo su cuerpo maltratado ¡jamás podre borrar esa imagen de mi cabeza!.      Christian me sujeta la cara mientras me besa a la fuerza, yo le muerdo fuerte el labio hasta sacarle sangre, me voltea el rostro de un golpe que me deja aturdida, ¡no pienso dejar de luchar!      —Me fascina que seas agresiva en la cama, eso me excita todavía más. —Dice él, no puedo enfocar bien mi mirada por el golpe que me dio.      —Te tengo otra sorpresa, mi amor. —Dice él, con voz cantarina y mirada enloquecida y me muestra su teléfono con un video de mi esposo subiendo a su auto y una gran explosión. —Nooo, maldito ¿Por qué? Nooo. — Estoy en shock, me quiero morir también, lloro con amargura.     — ¡Ahora solo mi tienes a mí, mi amor nadie nos separara jamás!— Dice volviendo a sujetar mi cara, yo lo escupo. —Muérete, nunca voy a ceder ante ti, ¡te odio!—      Él se limpia con el dorso de la mano y pasa su lengua por la mejilla que me golpeo ¡detesto su aliento contra mi cara!—deliciosa, ¡tu olor me encanta!— Expresa extasiado.     Me tienen bien sujeta y me quitan el chaleco antibalas entre los dos ¡yo solo estoy llorando mis muertos y esperando que la tortura acabe pronto!     El jefe sale del sótano diciendo –que se diviertan, esto no me interesa. —     —Christian pasa una navaja por el frente del uniforme arrancando todos los botones del él, dejándome expuesta y vulnerable ante sus ojos.     Comienza a besar mi torso, y son interrumpidos por una llamada ¿Qué pasa? contesta el más chico soltándome ¡aunque a estas alturas estoy atada y totalmente inmovilizada!     El traidor saca su lengua y la pasea desde mi ombligo hasta mi garganta, dejando un rastro de humedad que me resulta totalmente asquerosa ¡lo odio con todas las fuerza de mi corazón! esta respirando agitado de la excitación.     — ¿Ahora, precisamente?— Dice enojado respondiendo la llamada el que ahora se, es el hijo del jefe de la mafia.     Christian rompe mi sostén con la navaja, liberando me senos, sube su mano y presiona uno con delicadeza y al otro le comienza a pasar la lengua y después muerde suavemente mi pezón, trato de separarme pero no puedo hacer nada, presiona su pelvis con la mía haciéndome sentir su m*****o erecto.      —Déjame, ir si me amaras no haces esto. — Le reprocho  llorando tratando que entre en razón. —Te dejaría ir, pero ¿tienes idea cuanto he soñado enterrarme en ti?— Me dice el jadeante. —Tenemos que irnos, le dice a Christian. — Él más chico. — ¿No puedes llevarte a otro? ¿Sabes cuánto he esperado este momento?—Le dice el traidor frustrado. —Solo lo pospondrás un par de horas más. — Le dice fresco el chico al otro, ya tendremos tiempo para jugar con ella.     —Maldición, te daré todo lo que el impotente de tu marido no te pudo dar, después que pruebes esto ¡suplicaras por mas!–Me dice Christian tocando su m*****o, por encima de la ropa.     —No te preocupes, ¡ya nos divertiremos con esta perrita!—  Dice él chico riendo a carcajadas mientras se van por las escaleras por donde entramos. —Las cosas podrían haber sido tan diferentes, mi amor. — Me dice Christian desde arriba.     —Púdrete, maldito enfermo. — Le grito desde donde estoy sometida, ¡prefiero morir! A que este desgraciado me toque un pelo ¿Cómo hago para salir de aquí?     A los cinco minutos aproximadamente se abre la puerta ¡ay no vinieron los desgraciados a terminar lo que empezaron! Pienso con temor, pero en realidad por las escaleras baja una anciana con cierta dificultad y lleva en sus manos una navaja. — ¿Quién es usted? ¿Qué me va a hacer?— Pregunto alterada.     —Vengo a hacer lo que no pude por mi hija. — Dice llegando hasta mí y cortando las ataduras de la soga con la cual me amarraron. —Corre, lo más rápido que puedas, a mi ya no me queda tiempo. — Me dice la señora después de liberarme —Gracias ¡que Dios le compense lo que está haciendo por mi!—      Salgo corriendo por las escaleras sigo por el pasillo por donde entre, me fijo en la sala ¡no hay nadie!, sigo corriendo hacia afuera ¡fijándome si hay más personas!, no tengo una puta arma decente solo la navaja que me dio la señora que me soltó. ¡No hay nadie, adonde irían esos desgraciados!, no me importa debo aprovechar mi oportunidad.     Cuando llego afuera no hay vehículos que pueda tomar para mi huida ¡y no me pienso quedar para que, me violen y me maten! corro por la zona boscosa para no llamar tanto la atención pero cerca de la carretera, por al menos 10 minutos.     Hasta que a la distancia escucho un disparo proveniente de la casa ¡se que ya descubrieron que me fui! Ya liquidaron a la anciana, sigo corriendo sin detenerme escucho los ladridos ¡soltaron a los perros para atraparme!     Estoy ya algo lejos pero si comienzan a buscarme en automóviles si van a dar conmigo, no me detengo ¡estoy corriendo por mi vida!— Detente. — Sale de la nada precisamente Víctor Mikhailov en una moto, me apunta con un arma y yo me detengo me doy vuelta.      Cuando esta cerca le desarmo, el arma cae varios metros lejos de nosotros peleamos ¡Él es entrenado para matar desde la infancia! Pero yo soy la mejor de lo mejor en combate cuerpo a cuerpo, así que lo derroto con facilidad y lo dejo en el suelo.     Tomo el arma con la que me apunto y me subo a la moto y arranco para irme de allí para siempre, escucho una detonación a mis espaldas siento la sangre caliente deslizarse por mi cara, caigo de la moto, mi sangre comienza a teñir todo la carretera la moto en el suelo continua encendida veo borroso.     Se acerca Víctor con una sonrisa en el rostro cuando está  suficientemente cerca me disparar a quemarropa en la sien, ya no siento nada, observo la escena desde arriba ¿Por qué no lo mate cuando pude? Es la última pregunta que pude hacerme antes de partir de este mundo.