Sadrac obedeció la instrucción con una incredulidad evidente, aproximándose al área designada mientras dirigía una mirada hacia Dael que combinaba desesperación por alternativas rápidas con escepticismo sobre la viabilidad de técnicas que no había presenciado antes. —Si llegas a matarnos a todos con tu experimento volador o lo que sea que harás —murmuró Sadrac con una severidad que no lograba ocultar por completo su apreciación por la oportunidad—, iré al mundo de los muertos solo para atormentarte por toda la eternidad. Su comentario reflejaba el humor oscuro que adoptaba cuando enfrentaba situaciones sobre las cuales tenía control limitado, pero también comunicaba comprensión de que estaba apostando la vida de todos los presentes en capacidades que no había podido evaluar de forma pers

