Había algo en la manera en que Dael enfatizó la palabra "felicidad" que sonaba como una acusación silenciosa, como si estuviera contrastando la alegría que Vera había encontrado con la miseria que Sadrac había creado en su propia alianza matrimonial con su hermana.
«Brielle no va a salir», pensó Sadrac. Aunque conversaba con el príncipe y su padre, toda su atención seguía centrada en su Elfa. Al ver que ella permanecía dentro del carruaje, sintió una punzada de algo que podría haber sido dolor. «Prefiere esconderse antes que enfrentarme. Eso... dice todo lo que necesito saber sobre cómo se siente al verme.»
En el fondo sabía que esto era consecuencia de sus propias acciones, pero como siempre, su orgullo pudo más que él. Incapaz de admitir que Brielle estaba molesta por su culpa, prefiri
