84. Instintos desatados-1

923 Words

Zelek se movió con una velocidad que sorprendió incluso a Vera, cerrando la distancia entre él y el oso ciego en una serie de saltos y giros que lo posicionaron perfectamente para el ataque final cuando se montó sobre la bestia. Sus garras se manifestaron con llamas controladas, extendiéndose como cuchillas curvas que brillaban con poder elemental. El Urso, confundido por su ceguera súbita, se balanceaba de manera errática mientras intentaba localizar a sus atacantes a través del olfato y el oído. Pero sus movimientos eran demasiado lentos y desorientados para presentar una defensa efectiva contra alguien con la velocidad y precisión de Zelek. Con un rugido que rivalizada con el de la bestia, Zelek se lanzó hacia adelante y hundió sus garras encendidas directamente en la garganta masiva

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