CAPITULO 2

3166 Words
Después de secarme el pelo y arreglarme como sugirió Carol me puse la ropa todo era muy elegante debía usar un vestido ajustado poco más debajo de la rodilla color azul oscuro dejaba los hombros al descubierto aunque tenia una pequeña manga unos zapatos y bolso de la marca Prada revise un tutorial online para un maquillaje y después fui a la cocina para ver si había algo que pudiera comer, para mi suerte encontré botellas de agua un café, te una bolsa de azúcar unos fideos un par de latas de atún y un paquete de galletas que estaban selladas y aún estaban con fecha vigente. Todavía faltaban quince minutos para que llegara Javier así que decidí llamar a mi madre y mi abuela para que supieran que todo estaba bien. —Hola mami ¿Cómo estás? —Hija mía que bueno que nos llamas ya estábamos preocupadas el señor que te contrató dijo que no quisiste trabajar con ellos. —Mami eso fue horrible ya te contaré después pero tengo una buena noticia conseguí un trabajo aún mejor seré la asistente personal de un señor muy conocido al parecer es el dueño de una constructora muy importante e incluso ya tengo un lugar mejor donde quedarme así que por favor quiero que se queden tranquilas y confíen en mi yo estaré bien además ganaré mucho mas de lo que me habían ofrecido espero en unas semanas enviarle el dinero a abuela para que retire sus joyas yo se que significan mucho para ella. —Hija lo único que importa es que estes bien. —Lo estoy mami y en un rato debo acompañar a mi jefe ya que hay un evento donde supuestamente dejará su agenda llena para las próximas semanas, pero no se preocupen todo estará bien dale un abrazo a la abuela las quiero mucho. Después de eso se despidieron y justo sonó el timbre, con el celular y tablet listo en el bolso además una agenda un lápiz y algo de maquillaje, nadie diría que en ese pequeño bolso cabía tanto, abrí la puerta y estaba él con un traje gris oscuro una camisa blanca y una corbata gris de seda era simplemente sacado de una revista, ahora no sé si será fácil o realmente difícil trabajar tan cerca de Javier. Esta chica si es naturalmente hermosa y con un cuerpo perfecto hay algo en ella que me recuerda mucho a Susan cuando la conocí ahora no sé si será tan fácil trabajar con ella. De pronto tras el silencio de unos segundos entre los dos Javier dice —¿Estás lista? —Si estoy lista… eso espero —respondió tímidamente Angelica. —Creo que te hace falta algo puedes cerrar por favor y venir conmigo a mi departamento sólo será unos minutos. Cerré y sin pensar nada o sin darme tiempo a pensar entré a su departamento y si el mío era increíble este si rompía el molde era tal vez tres veces mas grande tenía hasta un piano de cola n***o que brillaba con la luz que se reflejaba en el lugar, los pisos eran de mármol y tenía un comedor enorme que parece de revistas y que tal vez jamás ocupa, me pidió que lo esperara en la sala y a los pocos minutos llegó con una cajita y la abrió diciendo —Esto te lo prestaré por esta noche ya que es muy especial para mí. Cuando lo vi dije —¿Está seguro de que me presta esto es muy elegante y hermoso? —Si estoy seguro —le respondió con una sonrisa. —Por favor dígame que esto es pura fantasía. —Son zafiros reales con diamantes. Era un collar con un pendiente hermoso y los aros que hacían el juego, el mismo lo cerró el broche del collar y me llevó frente a un espejo, se paró detrás de mi diciendo —No nos vemos tan mal ¿Qué crees tu? —¿Usted verse mal? Eso sería imposible —y después de decir eso dije —perdón no quise ser atrevida. Y mientras él se reía dijo —Siempre es bueno cuando una chica joven y guapa le dice eso a uno, vamos que Juan Carlos debe estar esperándonos. —¿Él nos llevará? —Si yo desde hace mucho que no manejo —respondió bajando la vista. —De solo ver como maneja la gente aquí en Santiago lo comprendo. —¿Tú sabes manejar? —No en realidad allá sólo en bus vamos de un lado a otro y también en el auto de Armando. —¿Quién es Armando? —Un rato andando y resto caminando —y ambos reímos —esa es la expresión de mi abuela siempre dice algo que nos hace reír a mi madre y a mí. Nos subimos al elevador cuando llegamos al estacionamiento Juan Carlos nos abrió la puerta nos subimos al carro y Javier me comenzó a contar lo que pasaría esa noche. —Hoy es viernes así que todas las citas que hagamos serán entre la próxima semana y el lunes que sigue, primero anotaras todo en la agenda rápidamente y después en el teléfono, enviaras todo a mi agenda y también al tablet tendremos un código si quiero esa reunión te diré directamente que lo agendes, pero sino quiero te lo preguntaré y si insisten entonces me darás unas opciones diciendo que podemos hacer algo un día en media hora si cancelo la comida o el almuerzo en el club. —OK entendido. —Además ten por seguro que mas de alguna mujer tratará de acercarse a mi esta noche quiero que me ayudes a esquivar eso quedándote a mi lado por favor no te asustes, pero si te quedas junto a mí se alejarán y la verdad no quiero problemas. —Está bien cuente conmigo. Al llegar a la recepción a pesar del hambre que Angelica tenía trató de ser muy prudente a la hora de comer y mantenerse junto a Javier en todo momento siguió cada una de las indicaciones y tomó nota de todo, la verdad es que en las siguientes dos horas agendó mas de diez reuniones para la siguiente semana y lo ayudó cuando en tres ocasiones mas de alguna iba en dirección de ellos y Javier la tomó del brazo y la llevó a otro lugar más privado en un momento incluso tomó su rostro y le dijo al oído —Muchas gracias por todo esta noche por favor siéntete en confianza cuando te quieras ir ya que yo no quiero seguir más aquí. —Cuando usted me diga nos vamos señor. A la salida del lugar Juan Carlos ya los estaba esperando para llevarlos de vuelta al edificio sólo llevaban dos cuadras cuando Juan Carlos dijo —Señor creo que tenemos problemas. —Rápido ya sabes lo que debemos hacer y mientras Juan Carlos giró rápidamente y entró al estacionamiento de un hotel muy elegante los tres nos bajamos y entramos al edificio en la recepción Javier pidió dos habitaciones y le dio una llave a Juan Carlos y después tomó mi mano y yo casi sin decir nada lo seguí que habré estado pensando entramos al ascensor para llegar al último piso donde habían solo dos habitaciones una a cada lado y entramos a la nuestra y me pidió que pasara yo entré y aunque sentía mucho miedo algo dentro de mí me decía que debía de confiar en él y escuchar lo que tenía decirme. —Imagino que estas asustada e intrigada por lo que esta pasando por favor no pienses mal de mí no es mi intensión abusar de ti, pero hay algo que debes saber. —Soy toda oídos —dijo Angelica mientras me sentaba en el sillón de la sala. Javier me preguntó si quería tomar algo y le dije que lo que hubiera sería bueno en esos momentos, aunque un café no me vendría mal. —¿Quieres comer algo vi que casi no comiste nada en la cena? —Y usted tampoco. —Por favor estamos solos me puedes hablar de tú me llamo Javier. —Eso va a estar complicado —respondió ella. —¿Soy muy viejo? —le preguntó Javier. —No para nada, además esta… —¿Estoy? —No he dicho nada por favor disculpe es decir disculpa —y pensó «casi le digo que parece muñeco de revista» —¿Qué te gustaría comer? —y mirando un menú que tenían sobre la mesa dijo —Tal vez una carne o un pescado yo tengo ganas de comer salmón con espárragos, una ensalada con camarones, vino blanco, un tiramisú de postre además tal vez un café no vendrá mal y tal vez algo de fruta. —Suena bien, pero ¿De verdad vamos a poder comer todo eso? —respondió Angelica con cara de susto por tanta comida. —Yo si créeme —así que después de decir eso tomó el teléfono he hizo la orden —Me creerás que no he comido en casi todo el día y la comida en esa cena no me gustó para nada. —La verdad estoy igual no he comido así que me parece bien y aprovechamos para que me explique que hacemos aquí. —Te diré todo si te relajas siento que estas muy tensa —y mientras decía eso se sacó la corbata, la chaqueta del traje y se abrió los dos primeros botones de la camisa. —Al fin me siento más cómodo en el baño hay algunas batas por si quieres estar más cómoda tú también. —Creo que estoy bien así —tratando de mantenerse calmada, aunque eso ya se veía difícil. —Estás muy nerviosa te prometo que no intentaré abusar de ti si es eso lo que te preocupa y tendrías razón salgo contigo y termino en la suite de un hotel y entramos como un matrimonio y firmo como Juan Carlos Cáceres. —Pero Juan Carlos es su chofer. —Si, pero eso no lo saben en la recepción ¿Viste el carro que nos siguió? —Si y vi que eso paso cuando de pronto Juan Carlos dio una vuelta casi en circulo y el carro seguía tras de nosotros. —Es por eso por lo que antes de que tuvieran la oportunidad de hacernos una emboscada entramos al hotel, en la mañana puedo pedir mas seguridad y podemos ir a la casa, pero ahora debemos quedarnos aquí. —¿Por qué le quieren hacer algo? —Porque declaré en contra de alguien con mucho dinero y ahora tengo información además las pruebas que demuestra que construyeron un edificio que tiene graves problemas y que ellos han vendido casi por completo y no debería ser habitado construyeron con materiales bajos en calidad y además omitieron estándares de seguridad que son muy importantes al primer temblor mucha gente podría morir si llegan a entregar todos los departamentos, ellos saben que mis abogados están a punto de presentar toda esa información y me han estado enviando amenazas de hecho mi anterior secretaria dio información de mi a cambio de dinero. —¿Es verdad todo lo que me está diciendo? —Si lo es. —Le prometo que yo no me vendo cuente con eso. —Hay algo en ti muy especial y no sé cómo explicarlo me recuerdas mucho a mi esposa cuando la conocí. —¿Cómo era ella? Si se puede saber. —Era muy hermosa con una belleza natural como la tuya además de tener un carácter muy jovial nos reíamos mucho todo el tiempo le gustaba ver comedias. —Me encantan las comedias incluso algunos stands comedy de verdad me entretienen mucho. —Esos son mis favoritos ¿Quieres ver alguno ahora? —¿Y cómo? —Veamos que encontramos en la televisión podemos rentar uno. Justo cuando decía eso suena la puerta con la comida entraron la mesa con todo y Javier les dio la propina acomodó mi silla para que me sentara eso era de todo un caballero y como ya me estaba poniendo nerviosa voy y derramo el vaso de agua sobre mi vestido. —Yo que tu voy al baño y me cambio por una bata para que no estes con la ropa mojada —dijo Javier mientras sonreía. Así que después de pedir disculpas hice eso y volví a la sala con mi bata blanca, aunque que ni loca me quitaba la ropa interior sólo me saqué el vestido los zapatos y las medias después me senté y comenzamos a comer mientras me preguntaba de mi vida lo que había hecho en Temuco le conté que mi vida no ha sido muy emocionante las triples A no hemos tenido una vida fácil estando solas. —¿Las triples A? —preguntó Javier un poco intrigado. —Antonia mi abuela, Alicia mi madre y yo Angelica hay unas famosas con K nosotras somos con A —respondió muy segura. —Eso si me gusto las Triple A ¿De verdad no dejaste ningún novio? —Jamás tuve un novio tengo miedo de que me hagan lo que le hicieron a mi madre así que no me ha importado quien ha llegado a mi puerta yo no la he abierto para nadie. —Sabes hace mucho no bailo con nadie ¿Quieres bailar? —preguntó Javier. Y yo como para entonces tenía copa y media de vino adentro dije que bueno Javier puso música y lo primero que escuchamos fue disco y comenzamos a bailar después merengue y de pronto música romántica Javier se acercó a mí y me abrazó creo que podía morir en sus brazos su respiración en mi oído lo sentía muy cerca tanto que podía sentir como su cuerpo respondía a mi cercanía. De pronto le dice —Perdona no te quiero incomodar. —Perdone no quiero que piense mal de mí. —¿Qué tal si mejor dormimos? —dijo Javier. —No se preocupe yo puedo dormir aquí en el sofá. Pero Javier insistió que ella durmiera en la cama así que Angelica dijo —Usted también puede dormir en la cama es grande no creo que haya problema. Así que traté de acomodarme lo más a la orilla posible y Javier hizo lo mismo al otro lado de pronto cuando llevaba una hora casi dormida por darme vuelta en la cama me caigo y Javier despierta y se levanta rápido a ayudarme. —Perdón no fue mi intención —dijo sin darse cuenta de que su bata estaba toda abierta y se veía el brasier, Javier la miró se acercó a ella y la besó, pero en el mismo instante se detuvo y dijo —perdón no debí. Y Angelica respondió —Yo también quiero ese beso —y ya sin decir nada más la volvió a besar sólo que esta vez ella le correspondió el beso que fue el mas intenso y apasionado que jamás allá imaginado sus manos abrieron el lazo de la bata y tocaron mi cuerpo de pronto sintió como sus manos tocaban sus pechos y como estos respondían fue en ese instante donde Angelica dijo —Perdón, pero yo nunca lo he hecho. —¿Eres virgen? —Si lo soy y tengo mucho miedo de lo que está sucediendo. —De verdad no has hecho jamás el amor y tienes veinticuatro años. —¿Por qué tendría que haberlo hecho por el hecho de tener esta edad? —Es que es extraño en especial en estos tiempos han llegado chicas más jóvenes que tú con un gran historial a mi oficina buscando lo que estaba a punto de pasar entre nosotros y tú que sólo buscabas trabajar me tienes aquí en una cama contigo sin saber que hacer. —Perdón debe pensar que soy una tonta o una mojigata. —Pienso que eres una chica dulce y buena y no estoy acostumbrado a eso, pero me gusta mucho y no quiero que tu primera vez sea así con alguien a quien acabas de conocer, pero dentro de mi quiero ser tu primera vez y quien sabe tal vez algo más que eso. —Pero es mi jefe. —Pero no siempre estaremos en horas de trabajo como ahora. Javier se levantó y tomó su mano cerró el lazo de la bata y la recostó en la cama y se acostó a su lado abrazándola y dijo —No quiero que te vuelvas a caer —después de eso se quedaron abrazados así toda la noche y Angelica despertó casi a las once de la mañana. Javier al parecer ya llevaba un rato despierto de hecho tenía dos bolsos a los pies de la cama uno con su ropa y el segundo con otra ropa que había mandado a pedir a Carol para ella. —Buenos días, Bella Durmiente —dijo mientras le daba un tierno beso en los labios. El entró al baño primero y cuando salió sólo estaba cubierto con una toalla y cuando lo vi dije —Por favor no me hagas esto. —¿Tan mal me veo? —Estas bromeando verdad tú estas para portada de revista… ¿dije eso en voz alta verdad? —Si nena lo dijiste en voz alta y gracias —le respondió mientras se reía. Y mejor agarré el bolso con mi ropa y entré rápido al baño después de bañarme me puse un vestido de seda muy lindo color crema y unas sandalias del mismo color que estaban en el bolso, Javier vestía unos jeans y una camisa celeste a rayas esos pantalones mostraban que tiene muy buenos atributos, yo traía en la mano el collar y los aros y Javier me dice —Por favor úsalos hoy también se ven muy lindos en ti. —¿Estás seguro? —preguntó Angelica. —Claro que si ahora vamos al restaurante para comer algo en unas horas vendrán por nosotros para volver al edificio. Después de escuchar eso me puse un poco triste. —¿Qué pasa nena? —le preguntó. —Tal vez esta historia termine hoy cuando salgamos de aquí —dijo un tanto triste. —Yo no quiero que termine ¿Tú quieres? —Es que serás mi jefe bueno eres mi jefe. —Nena… hace mucho que una mujer no me hacía sentir así por favor dejemos que las cosas sigan su curso y veamos lo que pasa entre los dos por ahora por favor sigamos no quiero que esto se termine —y mientras decía eso se acercó a Angélica y la comenzó a besar y ella no pudo evitar responder a ese beso que parecía tan apasionado sus manos comenzaron a acariciar su espalda y bajaron un poco más y de pronto dijo —Vamos a desayunar o no respondo. —Sí por favor o la que no responde soy yo.
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