CAPITULO 3

2942 Words
Bajamos al comedor de la mano como una pareja normal Javier acomodó mi silla y ordenamos el desayuno que para esas horas ya era almuerzo, Javier me dijo que de vuelta al departamento quería ver la forma en la que estuviéramos juntos más tiempo que no me iba a obligar a nada pero quería que siguiéramos la relación aunque deberíamos ser precavidos y también quería que yo tuviera cuidado no se perdonaría si algo me llegaba a pasar a mí por estar a su lado incluso ahí que estaba registrado con un nombre que no era el suyo estaba preocupado de que alguien lo reconociera así que antes que nos trajeran la comida le dije que mejor comiéramos en la habitación. —¿De verdad no te molesta nena? —Claro que no mientras estemos juntos no me molesta —le respondió Angelica con una sonrisa. Javier llamó para pedir que nuestra orden la subieran a la habitación y nos fuimos en el momento en que entramos al elevador Javier reconoce a un socio de su suegro que viene entrando al lugar se esconde y me esconde a mí también y dice —Gracias nena creo que estuvimos muy cerca. —¿Qué pasa amor? —respondí casi sin pensar. —¿Cómo me llamaste? —dijo Javier con una sonrisa. —Perdón no quise incomodarte me salió sin pensar. —Por favor no dejes de decirlo hace mucho que nadie me llamaba así y me gusta mucho en especial cuando sale del corazón. Llegamos a la habitación y Javier comienza a besarme sus manos recorren mis piernas levantan mi vestido y llegan a mi bikini de pronto siento sus dedos tocándome y me dice —No mentías eres virgen. —¿Cómo crees que te iba a mentir diciendo eso? —Angelica se sentó en la cama muy enojada —Nena amor por favor perdóname es que te deseo tanto y no sé qué hacer con esto que estoy sintiendo. —Por el momento no se lo que puede hacer con eso si me hubiese creído cuando le dije la verdad de mi tal vez ahora estaría entrando en este cuerpecito, pero como no me creyó. —Nena amor no me trates de usted y por favor dame una oportunidad no sabes cómo te deseo, pero al mismo tiempo tengo mucho miedo no se sí que estes conmigo sea lo mejor para ti y no te quiero dejar ir no estoy acostumbrado a chicas como tú. —¿Cómo son las chicas como yo? —Buenas, honestas, claras, sencillas, hermosas, trabajadoras, inteligentes quieres que siga. —No es una mala idea —respondió Angelica que aún seguía muy seria. —Extremadamente sexy con una sensualidad que me tiene loco. Justo en ese instante tocan a la puerta con la comida Javier va a abrir la puerta mientras tanto Angelica se levanta de la cama rápidamente, entran la mesa con todo Javier le da una propina y el chico se va, él se acerca a Angélica y dice —Nena por favor no estemos enojados prometo ir despacio o al menos tratar junto a ti me siento muy bien y no quiero que esto termine pero quiero que entiendas que por un tiempo debemos mantener esto en privado no quiero exponerte a que te quieran hacer daño no me lo perdonaría cuando todo termine te presento al mundo como ni novia mi pareja lo que tu pidas dime si aceptas por favor. —Y entre tú y yo que somos. —¿Quieres ser mi novia? —Pero eres mi jefe no puedo ser tu novia. —Dame una buena razón aparte de que soy tu jefe para que eso no pueda suceder si yo que soy tu jefe no le encuentro problema. —Se crean los conflictos de intereses. —Si es verdad estoy muy interesado en ti y en tenerte entre mis brazos, pero también entiendo que necesitas tiempo para estar lista y estoy dispuesto a darte ese tiempo y a hacer que tú también lo quieras tanto como yo. —¿Cómo llegamos a esto? —preguntó Angelica que aún no entendía como todo estaba yendo demasiado rápido. —No lo sé sólo sé que me gusta estar contigo y sé que para las compañías esto no está permitido, pero te propongo que suceda sólo cuando no estemos trabajando. —Mientras estemos trabajando todo será profesional —dijo Angelica —Ok estoy de acuerdo, pero ahora no estamos trabajando es fin de semana así que tenemos tiempo —respondió Javier. —Entiende que no vamos a tener sexo así de fácil —dijo Angelica muy seria. —Está bien acepto, pero eso no significa que no nos podamos besar y que no te pueda acariciar, aunque sea un poquito —dijo Javier acercándose a ella sabiendo bien que eso la ponía nerviosa. —Sabes que me estoy poniendo nerviosa, me gusta mucho estar así a tu lado y algo también me dice que debo tener cuidado, no he permitido que ningún hombre se acerque a hacerme daño, en mi vida no he abierto mi corazón a nadie y vengo así de buenas a primeras y mira donde estoy. —Te entiendo yo también quisiera que las cosas sean distintas así que te propongo que me dejes conquistarte de verdad ser romántico contigo enamorarte y quien sabe dónde nos lleve esto, pero quiero intentarlo llevo mucho tiempo solo. —Dudo que hayas estado solo. —A mi casa la única mujer que entra es la señora de la limpieza y ni siquiera la veo me mudé ahí después de lo de Susan. —¿Qué pasó si se puede saber? —preguntó Angélica mientras se sentaba a comer. —Un conductor borracho nos chocó una noche cuando los tres veníamos de vuelta de una cena. —¿Los tres? —Mi esposa y mi hija de dos años yo venía manejando desde ese momento no lo he vuelto hacer. —Lo siento mucho debió ser muy difícil. —Lo ha sido, no te niego que muchas mujeres han pasado por mi vida después de eso pero ninguna para quedarse no me ha interesado nadie en realidad pero hay algo en ti desde la primera vez que te vi que me recuerda tanto a Susan y no es que esté buscando un reemplazo para ella pero son esas las cualidades las que me enamoraron de ella en su momento aunque su padre no es un buen hombre y trató de aprovechar mi relación con ella para involucrarme en sus negocios pero yo nunca quise y fue un día en el que Susan me contó sobre algunos negocios que él tenía que a ella no le gustaban mucho que puse aún más atención. —¿Cómo es que tienes pruebas en su contra? —Me llamaron para que terminara una construcción y Alberto mi amigo de toda la vida me dijo que no lo hiciera después que el notó lo que estaban haciendo con los cimientos del lugar incluso tomó fotografías y me envió toda la información, pero después de eso debió salir del país porque lo comenzaron a amenazar. —¿No tienes miedo? —Hasta hace unos días no lo tenía, pero ahora siento miedo por ti si llegan a saber que tienes algo conmigo van a hacer de todo y no quiero que corras un riesgo no me lo podría perdonar. Mientras seguían conversando terminaron de comer y después se sentaron a ver una comedia que Javier rentó la verdad es que por un par de horas ambos olvidaron el estrés que sentían al por no poder salir, de pronto escuchó el teléfono y Javier contestó era Juan Carlos avisándole que estaban listos y que lo mejor sería que nos fuéramos en carros distintos de hecho tomaríamos diferentes rutas Javier se acercó a Angélica la beso y luego le dijo —Nena por favor confía en mí, apenas llegue al edificio estaré pendiente y voy a golpear tu puerta de seguro tú llegaras primero piensa en que haremos juntos por la tarde, si quieres ver otra película o que cocinemos juntos. —Debo acomodar todas mis cosas en el closet. —Yo también te puedo ayudar con eso. —Si de seguro acomodando mi ropa íntima ¿Verdad? —Yo no dije nada, pero yo encantado te ayudo en eso. —Yo y mi boca, nos vemos amor por favor ten mucho cuidado. Javier le avisó a Juan Carlos que la llevaran de inmediato a la casa y con un tierno beso antes de despedirse le dijo —Nena nos vemos en un rato. —Ok amor por favor cuídate mucho —respondió Angelica antes de salir. Angélica salió de la habitación y entró rápido al elevador cuando este se abrió llegó a la puerta y vio que Juan Carlos la estaba llamando por teléfono le indicó que se subiera sin detenerse al carro blanco que estaba en la puerta que ahí estaba su chofer le dijo que habían algunas personas en el lugar quienes sabían que trabajaba con Javier y lo mejor era que no la relacionaran con él por su seguridad, en ese momento fue cuando Angélica se dio cuenta en realidad que su vida no sería tan fácil en esa jaula de oro a la que estaba entrando ahora tendría dinero, ropa elegante, trabajo, estaba junto a un hombre que le quitaba el sueño pero debían incluso tomar esas medidas por su seguridad y no sabía si en realidad las cosas eran tan graves pero algo en ella la hacía pensar y querer estar entre sus brazos y ya no quería renunciar a él, cuando el chofer se dio cuenta por el espejo retrovisor de lo nerviosa que ella estaba le dijo —Señorita Angélica mi nombre es Arturo al parecer de ahora en adelante yo seré su chofer por favor quédese tranquila nadie nos sigue. —Hola Arturo muchas gracias todo esto es nuevo y muy extraño para mí. —Lo sé y la entiendo, pero recuerde que puede contar conmigo siempre Juan Carlos y yo somos la mano derecha de don Javier y siempre estaremos pendientes de su seguridad y si necesita algo incluso algunas compras usted las puede ordenar a la tienda y nosotros las podemos recoger no queremos que tome ningún riesgo innecesario. Cuando Angélica escuchó eso sintió alivio, pero al mismo tiempo pensó «¿Cuánto es lo que saben ellos de esta relación? Al llegar se despidió y le dijo que le llamaría en un rato ya que al parecer tenía vacío su refrigerador. Subió al elevador se bajó en el piso de su departamento abrió la puerta al entrar vio que todo estaba como lo había dejado antes de salir la noche anterior ¿Qué pasaría esta noche? ¿Será que Javier quiere pasar la noche con ella? y si lo hace ¿Será que después la abandona como le pasó a su madre? Sabía que enamorarse de un hombre como Javier era algo muy fácil de que pasara de seguro hasta debe ser un amante maravilloso en la cama, pero ¿No será ella muy joven para él? Ella misma se respondió que no además eran sólo once años y él estaba en su mejor momento y si iba a entregarse a un hombre en esta vida que fuera alguien que valiera la pena, aunque tampoco significaba que se iba a entregar así de fácil había sido tan cuidadosa con eso toda su vida que era lógico que no iba a regalar ese momento así nada más, pero sabía bien que con sólo verlo sentía que ya era todo lo que necesitaba para decirle que sí. Mientras tanto comenzó a sacar todo de sus maletas y colgar la poca ropa de ella y todo lo que había comprado el día anterior organizó los cajones, puso sábanas limpias en la cama, sacó toallas, al parecer ese es un departamento que rentan completamente amoblado y eso era muy bueno para ella después fue a la cocina para revisar y hacer una lista era importante tener cosas que comer justo cuando estaba en eso golpearon a su puerta y Javier estaba ahí al verlo no pudo hacer más que abrazarlo y darle un beso él entró y cerró la puerta. —Este es el mejor recibimiento que pude pedir —le respondió Javier mientras seguía con ella abrazad sin querer soltarla. —Me tenías preocupada. —Nena perdona que hayas tenido que pasar por eso. —Lo bueno es que estas aquí ahora sano y salvo. —¿Qué estabas haciendo? —preguntó Javier. —Organizaba mi lista Arturo fue muy amable y me dijo que podría ir a la tienda por lo que necesite. Javier comenzó diciendo —Hagamos una lista leche, pan, queso, huevos, jamón, mermelada de frutilla, galletas, verduras, frutas, café, pasta, salsa, carne, pollo, pescado, arroz, helado, vino ¿Algo más? —¿Vino helado? —dijo Angelica como confundida. —A mí me gusta tomar vino en la cena y me gusta el helado de chocolate y como vamos a cenar juntos —dijo Javier. —¿Vamos? —¿No quieres cenar conmigo? —Quiero todo contigo… creo que dije eso en voz alta verdad —dijo Angelica que se acababa de dar cuenta que otra vez le sucedía. —Si y yo también lo quiero, pero partamos por la cena que si me dices eso otra vez me olvido de la cena. —Me pones muy nerviosa. Y cuando Javier escuchó eso se acercó a ella y comenzó a besar su cuello y después sus labios y se dio cuenta como el corazón de ella comenzaba a latir muy fuerte. —¿Cuánto crees que duremos sin? —preguntó Javier. —No lo sé por favor dame tiempo porque yo no creo que me lo pueda dar y no sé cómo hacer para cuidarme jamás he necesitado ver un ginecólogo. —Eso es algo que no había pensado, prometo usar condón por mi parte cuando llegue el momento, pero si quieres sentirte más segura puedes pedir una hora con un médico amigo que conozco. —Por favor me sentiré más tranquila. —Ok por lo pronto le envío esta lista a Arturo. —Amor ¿El y Juan Carlos saben lo nuestro? —Saben que te deben cuidar y que estás conmigo ellos son muy profesionales y créeme no le confiaría nuestras vidas a nadie más por favor si tienes que salir a algún lugar no te arriesgues espera por Arturo ellos están preparados para cosas como las que pasamos anoche pero ahora tengo algo en mente. —¿Qué cosa? Javier la tomó de la mano y la llevó a la sala se sentó con ella y la comenzó a besar de pronto Angélica dijo —Por favor detente esto tampoco es fácil para mí, pero no quiero que pienses mal o que estoy contigo por interés, no quiero que después te vayas me dejes sola o me abandones, tengo miedo yo no vine a la capital a meterme en la cama de nadie sólo quería trabajar y mira donde estoy y como estoy si mi abuela y mi madre me ven no estarán orgullosas de mí. Javier nunca había recibido ese tipo de respuesta y aunque era totalmente inesperada le gustó mucho y le respondió —Nena si quieres esperar un poco lo entiendo y te encuentro razón, pero créeme esto que estoy sintiendo es muy fuerte y no quiero que termine así que haré lo que me pidas. —Ese es el problema que si me comienzas a besar de esa manera la que te lo va a pedir soy yo. —Haré todo lo posible, pero es que tus besos me encantan. —¿De verdad te gustan tanto? —Me fascinan me encanta como te entregas. Justo en ese instante Javier recibe un mensaje de Arturo avisándole que venía con las cosas y que estaría en la puerta del departamento en un par de minutos Angelica preguntó —Amor no les di dinero ¿Cómo compró todo? —Ellos tienen una tarjeta que usan cada vez que yo hago una orden, no te preocupes por eso. —Pero esto era mi orden. —Si, pero yo me voy a comer la mayoría de esas cosas aquí contigo. De pronto tocan a la puerta y Javier abre, Arturo estaba ahí con los bolsos, Javier le dio las gracias y Arturo se retiró comenzaron a sacar las cosas de los bolsos que eran cuatro enormes bolsas con todo tipo de cosas incluso aún más de lo que habían pedido Javier abrió la botella de vino y sacó dos copas. —¿Tú estás tratando de emborracharme verdad? —dijo Angelica mientras recibía la copa. —No, pero no pongas ideas en mi cabeza —le respondió riendo Javier. Después de sacar todo comenzaron a preparar una pasta con un pescado al horno una ensalada después de cenar ninguno de los dos sabía que hacer ya que ambos querían pasar la noche juntos pero Javier no quería presionar a Angélica y ella no quería verse como que era una chica fácil así que Javier se fue a su departamento no sin antes volver a besarla en el momento en el que la abrazaba fuerte ella sintió una erección de él y Javier mejor salió del departamento Angélica se quedó en la puerta queriendo correr a sus brazos pero al mismo tiempo pensó «espera dale y date el tiempo antes de darlo todo»
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