Esa noche Angélica trataba de dormir, pero cada vez que cerraba los ojos pensaba en que estaba entre sus brazos incluso llegó a sentir la humedad en su cuerpo cuando recordó el momento en que el la tocó y se dio cuenta que en realidad ella le decía la verdad sobre su virginidad y se preguntaba ¿Qué pasará con ella si lo vuelve a intentar? En realidad, ir a un ginecólogo era más que importante en este momento él dijo que usaría condón, pero había escuchado que eso no siempre es seguro por lo pronto recordaba que su periodo estaba por llegar de acuerdo con sus cuentas en menos de una semana así que debía ir al médico lo antes posible.
Esa noche anterior con Javier había sido tan linda los dos comiendo juntos en el comedor pero que más podrían hacer debían estar ahí casi todo el tiempo será que él se aburre de mi si después de una semana no me entrego a él, pensaba Angélica
Por su parte Javier estaba también sin poder conciliar el sueño imaginándose como sería tenerla completamente desnuda entre sus brazos hace mucho que no tenía esos pensamientos con una mujer casi siempre ellas se sacaban la ropa frente a él sin que casi lo pidiera pero esta vez lo deseaba de tal manera que de sólo pensarlo sentía lo difícil que sería tenerla cerca y no hacerla suya pero le había prometido conquistarla y eso era algo que pensaba hacer y aunque no fuera fácil sabía que tenía los recursos para poner el mundo a sus pies si él lo quería, así que esa misma noche le envió un mensaje a Juan Carlos diciéndole que en la mañana pasara temprano a buscarlo ya que debía hacer unas compras
Al siguiente día muy temprano Javier estaba listo y Juan Carlos pasó por él lo llevó primero a una florería y después a una tienda de ropa íntima ahí compro algunas prendas muy sensuales para ella después se detuvo en una joyería y también a comprar unas películas, chocolates, champaña y una torta además de pan recién horneado trato de hacer todo lo más temprano posible para evitar cualquier riesgo en la calle, después llegó al departamento de Angélica que para ese momento sentía que tal vez Javier había cambiado de idea con ella y por eso no había vuelto pero al abrir la puerta se encontró con todas esas cosas partiendo por las flores que era un enorme ramo de rosas rojas cuando Angélica vio eso quedó muy impresionada y abrazó fuerte a Javier, él le dijo que había salido muy temprano ya que quería darle una sorpresa y le entregó una bolsa diciendo para cuando estes lista después le entregó la caja de chocolates y la caja con un brazalete muy lindo, el pastel y el pan para que tomaran desayuno y las películas que le dijo podemos verlas ahí o en su departamento.
—¿Si entro a tu departamento será que tengo que llevar tu regalo?
—Ese sería mi mejor regalo, pero si sólo quieres ver la película yo también estaré feliz porque estaremos juntos.
Se sentaron a tomar desayuno y después Javier la invitó a su departamento para que lo conociera, su dormitorio era enorme y el baño también hasta con un jacuzzi y una ducha tan grande como la de ella.
Había otro dormitorio extra y el closet de Javier era tan grande que ni siquiera tenía ocupado la mitad de pronto la abraza y le dice —Ahora entiendo lo que le falta a ese closet.
—¿Qué cosa amor?
—Tus cosas.
—Perdón, pero para eso creo que falta un poquito.
—Por ahora soy tu jefe, tu vecino, tu novio, pero quiero muy pronto ser tu amante.
—¿Mi qué?
—Creo que sonó muy fuerte dicho así quiero que seas mi mujer no tienes una idea lo mucho que te extrañé anoche, aunque no pasó nada en el hotel dormir abrazado a ti después de te caíste de la cama fue lo mejor.
—¿Qué me cayera de la cama fue bueno?
—No, pero si lo pienso bien cuando eso pasó pude ver y sentir más de algo que de verdad me gustó mucho.
—Por favor no sigas, yo te quería preguntar por el médico que conoces.
—Dame un segundo y le llamo.
—¿Pero hoy es domingo?
—Somos amigos créeme puedo hacer que venga hasta acá.
—¿De verdad?
—Nos conocemos de toda la vida y fue médico de Susan además fue quien la atendió cuando nació mi hija, no te enviaría con nadie con quien no estuviera totalmente seguro de que estarás bien.
Javier llamó a el doctor Baker y el le dijo que tenía tiempo por la tarde y que los visitaría en su departamento que no se preocupara.
—OK nena tenemos el día —le dijo Javier.
Angélica no dejaba de ver la pulsera era tan linda jamás había recibido un regalo así sólo recuerda algunas flores sencillas de algún admirador al que no le correspondió pero nada como eso Javier notó que ella miraba el piano y le dijo —¿Quieres intentar— y se sentó junto a ella mostrándole algunos acordes era simplemente demasiado perfecto era el momento para una película romántica los dos solos junto al piano como ese hombre podía ser tan perfecto como era posible que estuviera ahí ahora si en esos momentos le pedía hacer el amor la verdad no se podría negar es que en realidad esto no era de poder sino de querer y en este caso era de lo mucho que ella también lo deseaba, Javier siguió tocando el piano mientras Angelica lo escuchaba apoyando la cabeza en su hombro totalmente hipnotizada junto a él.
Después de un rato vieron una de las películas de comedia y más tarde Javier le mostró que tenía un estante lleno de muchas otras y ella dijo —Sabes siempre quise ver el Titanic, pero nunca pude cada vez que la daban en la televisión yo tenía que trabajar.
—Yo la tengo.
—¿De verdad me dejarías verla?
—Sólo si la vez conmigo.
Esta vez Javier trajo dos copas de vino, unas galletas, queso, una frazada cerró las cortinas bajó las luces y puso la película diciendo —Nena es necesario crear el ambiente para esto.
Todo iba bien hasta que llegaron a la escena donde Jack dibuja a Rose totalmente desnuda y Javier no pierde oportunidad para decirle al oído —Sabes que yo dibujo bastante bien digo por si quieres recrear esa escena.
Y aunque las manos le Javier querían a toda costa recorrer el cuerpo de Angélica trataba de controlarse además sabía que esa tarde los visitaría el médico y quería pensar que esa noche pasaría la noche junto a ella pero no la quería presionar por su parte Angelica pensaba si me comienza a acariciar no me voy a poder resistir, a quien quiero engañar no me quiero resistir, quiero que me quite la ropa, quiero que me lleve a su cama, quiero pasar la noche con él, quiero que me haga el amor, contrólate Angelica por favor se decía al mismo tiempo que el médico llega en un rato aunque incluso si eso pasa no me va a dar algo para evitar un embarazo a la primera me siento que no se que hacer cuando la película terminó y Angelica no paraba de llorar por la muerte de Jack, Javier la comenzó a besar la respiración de Angélica cada vez se agitaba mas Javier sabía que ella lo deseaba tanto como él, comenzó a abrir los botones de su blusa y Angélica no decía nada sólo cerró sus ojos puso su mano sobre su brasier mientras sentía fuerte los latidos de su corazón así que decidió tocar sus pechos era como estar en el cielo eran firmes y con el tamaño perfecto para él como pudo lo desabrochó para poder besarlos eso era estar en las puertas del paraíso ya ninguno quería ni podía decir que no.
—Nena amor te deseo demasiado por favor no me digas que no.
—Ya no podría decirte que no —dijo Angelica que estaba segura ya no podría decir que no.
Justo en ese momento suena el citófono y Javier va a contestar diciendo —No este no es el momento.
—Señor tiene una visita el doctor Baker —le responden.
Javier dice mientras mira a Angelica —Ok dígale que puede subir muchas gracias.
—Nena arreglemos aquí rápido es el médico, pero te advierto que esta noche quiero terminar lo que empezamos.
Rápidamente entre los dos acomodaron los cojines y llevaron las cosas a la cocina, cuando Raúl Baker llegó a la puerta Javier abrió y se saludaron muy amablemente y Javier lo hizo pasar
—¿Qué pasa amigo? ¿Por qué me llamas?
—Amigo te presento a mi novia, ella es Angélica sabes que por la situación en la que estoy no es fácil para mí hablar de mi vida privada me han estado amenazando y ya me han seguido en más de una ocasión y no quiero arriesgarla a que sepan que tengo una relación queremos estar juntos, pero estamos recién comenzando y Angélica también se quiere cuidar.
—Ok felicidades a los dos, ya era hora que te dieras una nueva oportunidad, que tal si vamos a la habitación para que te pueda revisar.
—Doctor yo soy virgen.
—¿Qué edad tienes?
—Veinticuatro años.
—Y aun eres virgen eso si es extraño en estos tiempos, pero te felicito.
Por razones obvias el médico sólo pudo hacer una revisión externa de ella y al parecer Angélica es una chica fuerte y sana de pronto la mira y dice —Sabes una cosa me recuerdas mucho a…
—Lo se doctor —interrumpió Javier.
—Aunque no es físicamente es que hay algo en ti muy especial que no sé cómo explicar.
Raúl les explicó los diferentes tipos de anticonceptivos que existían así que Angelica se decidió por el implante en el brazo ya que su periodo estaba a pocos días de llegar para eso le dejó lista la cita en su oficina para el siguiente viernes así tendría el tiempo necesario se despidió de ambos y salió.
—¿Qué pasa nena?
—Es que si no fuera por el médico a esta hora yo estaría…
Y cuando Angelica dijo eso Javier la comenzó a besar volvió a abrir su blusa puso las manos entre sus piernas bajó el cierre del pantalón y logró poner sus dedos bajo su bikini —Por favor, amor, dime que lo deseas tanto como yo —le dijo al oído.
—Hazme tuya quiero ser tuya en cuerpo y alma —le respondió Angelica que sabia dentro de ella que no podía ni quería evitar ese momento.
Esas fueron las mejores palabras que podría escuchar lentamente le quitó toda la ropa hasta dejarla completamente desnuda sobre su cama la acariciaba y la besaba como no lo había hecho con ninguna otra mujer excepto su esposa hace muchos años ya sentir su humedad lo tenía completamente excitado poder besar sus pechos sin que nada lo impidiera era simplemente maravilloso besó su vientre, sus piernas, incluso su sexo Angelica estaba disfrutando del primer gran orgasmo en su vida, había escuchado y leído por ahí que era una sensación especial que producía incluso cosquillas en el cuerpo pero esto era superior a ella cuando vio que Javier estaba completamente desnudo poniéndose un condón que sacó de su mesa de noche y vio lo que el tenía entre las piernas no lo podía creer lentamente comenzó a entrar en el cuerpo de Angélica donde el dolor y placer se unen, entregarse a él había sido la decisión mas extrema en su vida mucho mas que dejar su casa no sabía lo que pasaría con ella en un futuro sólo que si algún día se preguntaba si valió la pena esa primera vez diría que al cien por ciento, cuando los movimientos de Javier se hicieron mas agitados y logró acabar vio que Angélica estaba totalmente rendida pero ambos se dan cuenta que ella esta sangrando aunque no mucho, corre como puede al baño y cierra la puerta a los minutos Javier golpea y le dice —Amor estas bien.
—Perdona que vergüenza siento —mientras abre la puerta tapada con una toalla.
—No hay razón para que sientas vergüenza a estas alturas de mi vida jamás pensé que tendría la oportunidad de vivir este momento así y te lo agradezco, aunque ser el primer hombre no me preocupa sólo quiero ser el único ya no quiero dormir solito anoche te extrañé mucho dime que nos quedaremos juntos en tu cama o en la mía no me importa sólo quiero amanecer contigo.
—Yo también te extrañé mucho si hubiese sabido.
—¿Si hubieses sabido que?
—Que esto era tan bueno yo misma te hubiese tocado la puerta anoche.
—Eso quiere decir que tenemos que ponernos al día ¿Cómo te sientes?
—Me siento bien sé que esto sólo debe durar unas horas a más un día.
—Tranquila amor saber que estamos juntos es lo único que me interesa tenemos toda una vida para hacer el amor.
—¿Toda la vida?
—Después de este momento lo quiero todo y si digo todo es todo desde que Susan y mi hija murieron jamás me he vuelto a sentir así pensé que ninguna mujer podría ocupar su lugar jamás, sólo he estado con mujeres para pasar el rato pero llegas tú y de golpe me das vuelta el mundo —Javier la toma de la mano y la lleva a la cama la abraza y se acomoda a su lado tapándose con las sábanas y una frazada ambos se durmieron un buen rato así Angélica jamás se sintió tan protegida y segura como en ese momento el mundo podía estar de cabezas allá afuera pero ese hombre la tenía abrazada y ese era el único lugar donde ella quería estar como a las cinco de la tarde Javier la despierta con un beso y le dice —Nena ¿Quieres comer algo?
—Ahora que lo dices si tengo hambre
—¿Quieres comer pizza?
—Esa es una buena idea.
Así que Javier tomó el teléfono y ordenó una pizza y ensalada al poco rato tocaron a la puerta y Javier salió a abrir y la llevó a la cama en una bandeja y le pregunta a Angelica —¿Te gustaría visitar España? Después de la audiencia me gustaría viajar y ver a mi amigo Alberto quiero que lo conozcas.
—¿En que parte de España esta él?
—En San Sebastián además ahí hay un hermoso hotel con vistas al mar ¿Te gustaría ir?
—¿De verdad quieres ir conmigo?
—Quiero todo contigo ya te lo dije.
—Sabes que aun no llevo ni un día completo trabajando a tu lado.
—Y quien dijo que estoy pensando en trabajar yo he trabajado mucho todo el tiempo así que es hora de descansar.
—Me preocupan mi madre y mi abuela.
—Quieres enviarles dinero para que estén mas tranquilas o si prefieres les busco un departamento en el edificio para que estén cerca de ti.
—¿Cuántos departamentos hay aquí?
—Cerca de 200, son 30 pisos, pero estos últimos dos son más pequeños, hay departamentos de uno, dos y tres dormitorios aparte el primer piso son sólo casas comerciales mis oficinas son las únicas que están en el último piso donde tengo sólo eso y en el penúltimo estamos nosotros aquí solo hay cinco departamentos tres de un dormitorio como el tuyo y dos como el mío.
—¿Y cómo los rentan?
—Hay una oficina que se encarga de eso y esta en el primer piso así que puedo pedir un departamento para ellas sin problema solo déjame ver si hay alguno desocupado a menos que te quieras mudar conmigo y le das el tuyo a ellas.
—No creo que a ellas les guste la idea de saber que estoy viviendo con alguien sin…
—Sin casarte lo entiendo, pero no te preocupes ya veremos eso te lo prometo ahora dime que quieres hacer tal vez primero envíales dinero para que estes tranquila y en un mes o dos las traemos por ahora quiero estar así contigo sentirte mía saber que pasarás tus noches entre mis brazos.
—Mañana tenemos que trabajar.
—Yo soy tu jefe eso puede esperar.
—Tienes una lista de reuniones toda la semana.
—Ahora no quiero hablar de eso.
—Pero es verdad tienes…
Javier no la dejó terminar y la comenzó a besar con esos besos que la hacían tocar el cielo en realidad en esos momentos no había ningún lugar donde ella quisiera estar que no fuera entre sus brazos, aunque aún no entendía como había pasado tan rápido sólo sabía que quería perderse en sus besos y que por esa razón no sería fácil comenzar a trabajar junto a él.